Se atraviesa por una crisis doble o con dos aristas: económica y de
salud. Ambas conllevan el tema de seguridad nacional. Hasta ahora todos
los diagnósticos de los organismos internacionales o nacionales
coinciden en señalar que las más afectadas son y serán las mujeres,
afectadas en su salud, en su economía y, subvertidos todos sus Derechos
Humanos.
Se han quedado desnudas la desigualdad, la concentración del ingreso y
la violencia contra las mujeres. Son muy pocas las trabajadoras que
pueden hacer el llamado al “home office”. Según un estudio de Gerardo
Esquivel, únicamente 22 por ciento de las actividades tienen esta
posibilidad. Además, seis de cada diez mujeres tienen que exponerse a un
contagio y a la muerte, porque si no salen a trabajar no comen, ellas y
sus familias.
El capital convirtió a la salud en una mercancía más y entonces la
socialización de la salud y la salud pública se convirtieron en la
individualización, y cada quien tuvo que atender con sus propios
recursos sus problemas de salud, eso es lo que hoy se está enfrentando a
nivel internacional.
Una recesión económica es una caída significativa de la actividad
económica que se extiende a toda la economía en su conjunto y se refleja
en el PIB y el ingreso reales, en el empleo, la producción industrial y
las ventas, tanto al mayoreo como al menudeo. Eso es lo que enfrenta el
país y buena parte del mundo, una crisis superior a la de 1929,
inédita.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía informó que el
Producto Interno Bruto (PIB) cayó 2.4 por ciento anual en el primer
trimestre de este año, su mayor contracción en 11 años. Con una caída de
3.8 en la industria, básicamente la industria manufacturera y
automotriz, principal fuente de exportaciones. Aerolíneas, Turismo y
pequeño comercio al borde del colapso.
El precio del petróleo es de 12.5 dólares por barril, ha tenido una
caída durante el año de 77. 73 por ciento, en tanto que para la Bolsa
Mexicana de Valores sus pérdidas ascienden 18. 22 por ciento, en lo que
va del año.
Son insuficientes los apoyos gubernamentales, los programas de
bienestar abarcan a 22 millones de personas, pero las cifras sobre
pobreza hablan de 55 millones, ahí tenemos un déficit importante.
Se estima una caída del empleo formal en 700 mil en este mes de abril
(Secretaría del Trabajo y Previsión Social); ¿qué tipo de empleo son
los que se van a perder?, fundamentalmente jóvenes y mujeres, se espera
un crecimiento de la informalidad laboral de largo aliento, más empleos
precarios.
Todo esto lleva a una contracción del consumo, una contracción que no
solamente es a nivel nacional, también internacional y se traduce en
menor crecimiento y pobreza; concretamente la pérdida de empleos en
Estados Unidos tiene niveles muy altos (más de 22 millones); esto afecta
al ingreso de remesas y también las condiciones de vida de las
trabajadoras connacionales en Estados Unidos, principales víctimas de la
pandemia.
Credit Suisse estima que para el segundo trimestre se vea una
contracción anualizada de 20 por ciento. “Esperamos que la actividad se
desacelere aún más en el segundo trimestre de este año, completamente
resintiendo el impacto global y local de las disrupciones que emanan de
los esfuerzos para combatir el virus”.
Esta institución financiera estimó que este año la economía de México
se contraerá 9.6 por ciento, siendo la mayor caída desde 1932, cuando
el PIB tuvo una baja de más de 14 por ciento. Esa cifra supera con mucho
a lo estimado por FMI en el mes de marzo.
Hasta ahora el comportamiento de la inflación está dentro de los
márgenes estimados, por lo consiguiente también el poder adquisitivo del
salario. Su bajo nivel se explica por a caida de los precios en
energéticos (gasolina de bajo octanaje y electricidad); aunque con un
repunte en precios de alimentos: huevo, chile serrano, arroz; naranja y
azúcar.
Claro,
el problema es que se ha reducido drástricamente el número de personas
que todavía pueden percibir un salario ó bien, un salario completo.
Muchas empresas han optado por reducirlo en un 30 o hasta 50 por ciento,
acciones ilegales, igual que los despidos
Propuestas para esta grave y compleja situación. Frente a condiciones excepcionales, es indispensalbe soluciones urgentes y de excepción.
El Frente Nacional por la unidad y relanzamiento de México en una
carta dirigida al Presidente de la República y a los integrantes del
Congreso de la Unión, propone entre otros aspectos:
un ingreso básico para todas y todos los trabajadores que se
encuentran en situación de pobreza extrema y/o realizan actividades en
empleos informales ahora afectados por la pandemia, siempre que no estén
recibiendo algunos de los apoyos sociales ya programados, consistirá en
un salario mínimo por hasta 6 meses.
Un seguro de desempleo para personas del sector formal que hayan
perdido o pierdan su empleo en medio de la pandemia, consistirá en un
salario completo con un tope de hasta un salario mínimo por hasta 6
meses. Además apoyos extraordinarios para empresas de menor tamaño que
no despidan personal y respeten el salario de sus trabajadores. Implican
beneficios directos para las trabajadoras.
Este documento lo signan Sindicatos Independientes, académicos destacados y organizaciones civiles.
Por su parte la Unión Nacional de Trabajadores Independientes (UNT),
propone 13 acciones para lograr un Acuerdo Nacional, orientadas a
recuperar la economía del pais y la de los y las trabajadoras.
Incluye fortalecer a las micro, pequeñas y medianas empresas. Otro
aspecto importante es la suspensión temporal de cobro de créditos de
Infonavit, Fovissste y Fonacot, esto tendría la intención de además
proteger los ahorros de los trabajadores a través de las Afores.
Retomar la Agenda Sindical para la democratización y modernización
del mundo del trabajo, la que incluye el plan para impulsar el empleo y
recuperar el poder adquisitivo de los salarios, la erradicación del
outsourcing, respeto a la contratación colectiva.
Todas estas propuestas enfrentan problemas de diversa índole como son
la dificultad para que las empresas acepten la suspensión temporal de
actividades con una falsa disyuntiva -mantenerse en cuarentena tiene un
costo económico-, pero mantener la actividad económica tiene un alto
costo no solamente en la expansion de la pandemia, sino también en mayor
número de muertes, sin contar con que en el mediano plazo también
incrementa el costo económico.
Ahí está la experiencia del norte de Italia, o bien la que se está
viviendo con Estados Unidos, donde el número de muertes ha crecido de
manera impresionante
México tiene mucha presión para que se reanudan actividades, sobre
todo en la maquiladora de la frontera norte, que además no han
suspendido al 100 por ciento sus trabajos en desprotección de sus
obreras, convirtiéndose en puntos muy álgidos de contagio.
Pero también hay una presión fuerte por parte de Estados Unidos para
que la industria automotriz de aquí reanude en lo inmediato sus
trabajos. Hay posiciones disímbolas, por ejemplo, Francia extiende la
cuarentena hasta el mes de julio, en tanto que en Estados Unidos su
presidente presiona para que las actividades se reinicien lo más pronto
posible, a costa de la vida de sus connacionales, pero también a costa
de la expansión de la pandemia en el mundo, no solamente en su país.
Desde luego es indispensable pensar en cómo y cuándo se tienen que
reanudar las actividades y cuáles son las que deben reiniciarse en lo
inmediato, debe ser un proceso muy selectivo sin apresuramientos, que
serían más costosos para la salud, pero tambíen para la economía.
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