Ciudad de México. Aún cuando desde el pasado 24 de
abril, todos los días la Secretaría de Economía presenta un informe
sobre los apoyos económicos entregados durante la pandemia del COVID19,
el gobierno federal no tiene un programa claro que contemple acciones
específicas para las mujeres, aseguró la doctora en Economía, Patricia
Rodríguez López.
La también investigadora del Instituto de
Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), expuso en entrevista con Cimacnoticias que desde que comenzó la
administración de Andrés Manuel López Obrador, en 2018, el plan
económico se enfocó en implementar programas sociales y la entrega
subsidios directos a determinados grupos de personas.
Aquella
estrategia, dijo, se complementó con su protección a Petróleos Mexicanos
(Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero sus
prioridades no han cambiado en el contexto de emergencia sanitaria, ni
siquiera considerando que organismos internacionales estiman un
crecimiento de -0.70 por ciento según la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de hasta -6.50 según la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En
este contexto, esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador
dijo que ante la pandemia se implementó una política económica distinta a
lo de siempre, sin deuda, con austeridad y enfatizó la importancia de
los programas Crédito a la palabra, que se entrega a empresas familiares
y pequeñas y medianas empresas que tienen trabajadores en el IMSS.
Desde
el pasado 24 de abril, por las tardes la secretaria de Economía,
Graciela Márquez Colín, encabeza las conferencias de prensa donde
informa el avance de los principales programas de transferencias a
empresas y familias afectadas por la crisis económica que se desató
durante la pandemia del COVID-19.
Créditos a empresas familiares
Las acciones de las que se informan primordialmente son tres. Primero
los “Créditos a la palabra”, un programa para otorgar un millón de
créditos a pequeños y medianos negocios. Son apoyos financieros de 25
mil pesos y las personas que lo reciban deberán reembolsarlo a partir
del cuarto mes y pagarlo en 33 meses.
Entre los beneficiarios,
según la Secretaría de Economía, hay misceláneas, negocios de antojitos,
cocinas económicas, venta de cosméticos, salones de belleza y otros
negocios, encabezados por mujeres, como ha dicho Márquez Colín.
Créditos a empresas con IMSS
Otro parte de este programa de créditos es para patrones. También se
trata de un millón de créditos de 25 mil pesos para patrones que, con
corte al 15 de abril de este año, hayan conservado el promedio de su
plantilla laboral de los meses de enero, febrero y marzo de 2020.
Cuatro
meses después de que han recibido el crédito tienen que empezar a pagar
el capital y los intereses por un monto de 823.7 pesos al mes durante
tres años, cifra que ya considera la tasa de interés del seis por
ciento.
Sorteos del ISSSTE
Una acción más que informa la Secretaría de Economía son los sorteos
de préstamos para 165 mil 765 personas trabajadoras, jubiladas y
pensionados del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado (ISSSTE), durante el periodo del 21 de abril al
30 de abril. También existe la opción de que personas afiliadas al
ISSSTE se inscriban para entrar en el sorteo.
Como se trata de un
préstamo que queda a la suerte, las personas ganadoras pueden decidir
aceptarlo o rechazarlo. Los montos de los préstamos que se otorgan
varían y pueden ir de 20 mil 700 pesos hasta 212 mil pesos. Las y los
interesados pueden entrar a la página web de la institución para
calcular cuánto y cómo deben reembolsar el préstamo.
La
economista Rodríguez López, explicó que el plan del gobierno federal
sigue centrado en las transferencias, por medio de estos créditos o con
el adelanto de cuatro meses de las pensiones para adultos mayores.
Programas sin claridad
El gasto más publicitado, agrega la académica, han sido los Créditos a
la palabra, que benefician a personas que están inscritas en una base
de datos realizada por simpatizantes de Movimiento Regeneración Nacional
(Morena) durante el periodo de transición. Hasta el momento no hay
suficiente información de este programa, de cuántas mujeres son
atendidas y la metodología es muy cuestionable, además de que los montos
son muy bajos.
A la falta de claridad se suma que, aún cuando
todos los días las autoridades dan un informe, la economista advierte
que no es un programa a la altura de los problemas económicos de México.
Por
ejemplo, para abril de 2010, la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social informó que la tasa de informalidad de las mujeres era de 57.6;
es decir muchas de las trabajadoras no cuentan con IMSS ni ISSSTE; y
para 2019 sólo 5 por ciento de las personas ocupadas eran empleadoras.
La
especialista consideró que el gobierno también debería estar enfocado
en que exista demanda de productos y servicios una vez que concluya el
distanciamiento social. Por otra parte, consideró que si antes el
Ingreso Básico Universal se veía como una locura, hoy debe ser una
propuesta sería de análisis, para ver si es viable hacer estas
transferencias condicionadas.
De acuerdo con datos del Instituto
Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) y del Consejo Nacional de
Evaluación de la Política de Desarrollo Socia (Coneval), en 2018 sólo
22.3 por ciento de las mujeres tenían un ingreso superior a la línea de
bienestar. En este contexto, la académica mencionó que garantizar
ingresos a las mujeres también ayuda a su autonomía e independencia
económica para que hagan los gastos que consideren necesarios.
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