Ciudad de México. Mexicanas laboran en los trabajos
considerados esenciales y de primera línea (como el sector de alimentos,
cuidado y de salud) en Estados Unidos, primer país en números de
contagios en América por COVID-19, pero sus condiciones precarias de
vida y trabajo las pone en alto riesgo de contraer el virus.
Estados Unidos ha sido el país más afectado por el COVID-19 en
América, con más de un millón de contagios a este 30 de abril de 2020.
Al ser vecino de México, en ese país habitan 5 millones 568 mil mujeres y
niñas mexicanas (según datos oficiales de 2018, fecha de última
actualización), quienes trabajan y viven en ese país bajo estatus
migratorios diferenciados.
En el caso de quienes tienen permisos de residencia o visas
temporales de trabajo, actualmente enfrentan falta de acceso a la salud,
trabajos precarios sin protección, exposición al COVID-19,
incertidumbre y hacinamiento.
Esta es la situación, por ejemplo, de las mujeres latinas que habitan
y laboran en San Diego, EU, explicó la Doctora Olivia Teresa Ruiz
Marrujo, del Departamento de Estudios Culturales del Colegio de la
Frontera Norte en Baja California, en entrevista con esta agencia y
durante el seminario virtual de COVID-19.
Ruiz Marrujo señaló que las mujeres latinas en San Diego pertenecen
en su mayoría a una población racializada y discriminada, lo que las
expone a altos índices de contagio de COVID-19. En esa ciudad, según las
estadísticas de sus análisis, las personas blancas (que equivalen al 45
por ciento de la población) conforman sólo 3 de cada 10 personas
contagiadas. Esto quiere decir que el nuevo virus ha impactado más en la
vida de las personas también llamadas “de color” o latinas. En San
Diego, dentro de esa población latina la mayoría son mexicanas, un gran
porcentaje laboran en el sector salud y ahora están enfermas del
COVID-19, al menos 52 mujeres ya murieron por el contagio.
Pese a esta situación, las mujeres se han mantenido trabajando. Ellas
representan 52 por ciento de la fuerza laboral considerada esencial en
EU, especialmente en el sector de alimentos y de salud, ambos centrales
en toda la cadena de producción, desde la pizca hasta la distribución en
los supermercados.
De acuerdo con la antropóloga, dos de cada tres cajeros en súper
mercados están ocupados por mujeres y representan al menos 9 de cada 10
personas que laboran en hospitales, farmacias o como enfermeras,
recepcionistas, asistentes en los centros de salud. Al menos 50 por
ciento del personal de salud femenino no son mujeres blancas y la
mayoría tiene salarios bajos.
Estos bajos sueldos impactan en las condiciones de vida de las
mujeres y sus familias, ya que varias trabajadoras optan por compartir
hogar con otras familias a fin de disminuir gastos, pero este
hacinamiento es riesgoso durante la pandemia, que además enfrentan con
escaso acceso a la salud, ya que en caso de que alguna resultara
contagiada tendría que recurrir a los servicios médicos de paga, que, si
son de bajo costo, no son de calidad, de acuerdo con la antropóloga.
Trabajadoras agrícolas
El pasado 20 de marzo, EU cerró parcialmente sus fronteras a
excepción de aquellas que tienen visa temporal de trabajo. Es el caso de
miles de mujeres mexicanas de comunidades pobres en México que año con
año viajan a ese país para emplearse en la agroindustria, como la
recolección de tomate o el pelado de cangrejo y camarón.
Durante la emergencia sanitaria, el gobierno federal, a través del
Servicio Nacional de Empleo, contactó inicialmente a poblaciones que
tradicionalmente migran de manera temporal para trabajar en EU (como
Topolobampo, en Sinaloa), pero luego del COVID-19 quedó suspendido el
proceso de reclutamiento, de acuerdo con la coordinadora del Programa
RADAR (que documenta y notifica sobre violaciones a los Derechos Humanos
laborales al programa de visas H2A y H2B) del Proyecto de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (Prodesc) Paulina Montes de Oca Reyes
.
Cada año migran alrededor de 2 mil personas de Topolobampo a EU, pero
no se sabe cuántas de ellas son mujeres porque el gobierno mexicano no
tiene cifras actualizadas y desagregadas por sexo. Muchas de estas
mujeres son defraudadas, acosadas sexualmente o castigadas por los
reclutadores en listas negras, quienes violan sistemáticamente sus
derechos laborales incluso en EU, como documentó Cimacnoticias en el
reportaje Visas para trabajo no calificado, opción para las migrantes de Topolobampo
De acuerdo con Montes de Oca, se sabe que durante esta pandemia hay
un interés por parte del gobierno estadounidense para que el personal
agrícola vaya a Estados Unidos, pero por parte del gobierno mexicano no
ha habido una comunicación oficial con las y los trabajadores mexicanos
al respecto, mucho menos sobre cómo se garantizará su acceso a la
salud.
La integrante de Prodesc explicó que con base en lo que ha informado
el gobierno de EU públicamente, se permitiría el cruce fronterizo de
trabajadores con visas AH2 (para trabajo agrícola) para beneficiar a los
empleadores de ese país, pero no hizo mención sobre los derechos
laborales de las y los trabajadores, ni las medidas específicas para la
atención de la salud en tiempos de coronavirus.
De parte del gobierno mexicano tampoco se ha expresado ninguna medida
al respecto. Sin embargo, Prodesc ya ha identificado durante la
pandemia la intensificación de las violaciones a Derechos Humanos
laborales de trabajadoras y trabajadores migrantes que ya están en EU,
ya que viven hacinamiento, enfrentan amenazas para evitar que salgan de
sus viviendas y, en el caso específico de las mujeres, enfrentan
violencia sexual sin mecanismos para denunciar.
Prodesc tiene documentado el caso de tres trabajadoras que tuvieron
que salir de una empresa en EU por acoso psicológico por parte del
encargado, pero tuvieron que ir a vivir a casa de una amiga sin dinero,
con miedo a que llegue migración y las deporte, sin información y sin
posibilidades de dar seguimiento porque las personas no están
trabajando.
Cimacnoticias solicitó una entrevista con la SRE para que explicara
qué tipo de atención están recibiendo las connacionales en el país del
norte, así como las mujeres migrantes centroamericanas en nuestro país,
pero al cierre de esta edición no ha habido respuesta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario