Ciudad de México. A pesar de que la atención a la
salud sexual y reproductiva es considerada esencial durante la pandemia,
los servicios de anticoncepción y de aborto en México, tanto públicos
como privados, permanecen limitados o registran una disminución durante
la contingencia sanitaria por Covid-19, de acuerdo con lo que han
documentado las organizaciones civiles Fondo María y Marea Verde México.
Así lo dieron a conocer la coordinadora de Fondo María, Sofía
Garduño, y Renata Villarreal, cofundadora y vocera de Marea Verde en
México, al participar en la Mesa de Análisis Feminista, un programa que
se transmite cada miércoles a las 10 de la mañana por el 106.1 FM, de
Violeta Radio, y que conduce la periodista Lucía Lagunes Huerta,
directora de Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC).
Al participar en este análisis, Renata Villarreal, de Marea Verde
México (un movimiento feminista que se formó en 2019 a favor de la
despenalización del aborto) señaló que muchas de las clínicas de salud a
las que las mujeres acuden normalmente para buscar métodos de
anticoncepción están cerradas, por lo que, de manera inusual, las
mujeres están solicitando estos recursos a Marea Verde México.
No obstante, criticó la experta en los derechos de las mujeres, la
falta de métodos de anticoncepción y de aborto legal durante la pandemia
es preocupante, especialmente porque existen casos de mujeres que
sufren violencia sexual por parte de sus parejas durante el
confinamiento.
Pero no se trata sólo del aborto, para Villarreal también es
preocupante la falta de anticonceptivos porque entre la sociedad la
maternidad es algo que generalmente no se planea. Así, los embarazos no
deseados serán problemáticos para las familias durante la crisis
económica que se enfrentará por la pandemia.
De acuerdo con la vocera de Marea Verde, los embarazos no deseados
como consecuencia de la ausencia de métodos de anticoncepción o aborto
legal también implicarán un retraso en los derechos sociales de las
mujeres, sobre todo de aquellas que son trabajadoras, quienes de por sí
experimentan condiciones de vida precarias.
Renata observó que, pese a este panorama, las instituciones de salud
no han mostrado sensibilidad para garantizar estos servicios y criticó
que la información del sector salud “no está abrazada del cuerpo de las
mujeres”, es decir, no está elaborada con base en el análisis de las
necesidades del cuerpo de cada mujer.
Por su parte, Sofía Garduño, de Fondo María (que brinda apoyo
financiero, emocional y logístico a mujeres), coincidió en que que
durante la contingencia sanitaria por el nuevo virus se ha registrado
una disminución en los servicios de aborto legal y gratuito en la Ciudad
de México, y explicó que si bien varias clínicas que brindan el
servicio de aborto en la capital permanecen abiertas durante la
pandemia, están recibiendo a un menor número de mujeres como medida de
prevención de contagios. Para el caso de los servicios privados, se ha
visto que están “reajustando horarios”, es decir, no están abriendo toda
la semana sino sólo dos días.
Esta disminución se presenta aún cuando la necesidad de las mujeres
continúa, de acuerdo con la experta, toda vez que siguen recibiendo
llamadas telefónicas de mujeres que buscan esta atención en las
organizaciones civiles feministas.
En el caso de las entidades federativas, la realidad es más compleja.
“Si de por sí el acceso al aborto en las entidades es nulo aún en
contingencia, ahora debe ser peor”, por ello las compañeras en las
entidades se mantienen activas para brindar apoyo a aborto seguros,
incluso vía telefónica.
No obstante, en esto también se han observado impactos o cambios
producidos por las medidas de confinamiento por el nuevo virus, ya que,
de acuerdo con Garduño, las mujeres experimentan mayor dificultad para
sostener llamadas largas, de más de 10 minutos, con quienes las están
apoyando por teléfono, ya que ahora las mujeres comparten el espacio con
sus familias, quienes a veces las apoyan y a veces no.
Para la cofundadora de Fondo María, esta situación es preocupante
porque los embarazos no deseados tendrán un impacto en los proyectos de
vida de las mujeres. A esto se suma que en México, aún sin emergencia
sanitaria, los servicios de atención sexual y reproductiva no están
garantizados en todas las entidades.
Sin embargo, precisó, en este contexto de pandemia es importante
recordar que el aborto por violación sexual es legal en todo el país,
como establece la NOM-046 (sobre atención y prevención de la violencia
familiar, sexual y contra las mujeres), y agregó que para garantizar una
atención adecuada para las mujeres durante la emergencia por COVID-19,
el gobierno mexicano debe cumplir con las regulaciones que ya existen,
con personal capacitado y sin revictimizar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario