Ciudad de México. En un Webinar para conmemorar el
Día Mundial de la Libertad de Prensa y organizado por la Delegación de
la Unión Europea (UE) en México, las y los panelistas concluyeron que el
periodismo en el país se ha convertido en un campo minado. Para
garantizar la seguridad de quienes ejercen el periodismo, es necesario
combatir la impunidad, pero también hay otros pasos pequeños que
instituciones internacionales como la Unión Europea (UE) pueden dar para
apoyar al gremio. Para las y los dueños de medios de comunicación en
México, queda la tarea de mantener el equilibrio entre la función social
de los medios como constructores de la democracia, y el negocio.
En el webinar, moderado por la periodista y directora de Comunicación
e Información de la Mujer AC (CIMAC) Lucía Lagunes Huerta, participaron
la periodista Patricia Mayorga Ordoñez, colaboradora de la revista
Proceso y otros medios, originaria de Chihuahua, y desplazada y exiliada
luego del asesinato de Miroslava Breach Velducea en 2017; Teresa
Montaño Delgado, periodista de Toluca con más de 25 años de experiencia y
con enfoque en transparencia, fraudes electorales y violencia de
género; Fernando Hernández Michi, colaborador de Radio Amilcingo, que
sirve a la comunidad indígena en resistencia contra el Proyecto Integral
Morelos y que el año pasado perdió el fundador de la Radio, Samir
Flores Soberanes.
También participó el abogado y Director Ejecutivo del Centro Nacional
de Comunicación Social (CENCOS), Eduardo Espinosa. Las y los
participantes coincidieron en que la situación del periodismo en México
se ha ido cada vez empeorando. Esta situación fue creada “a través de
décadas, los niveles de corrupción son preocupantes. La impunidad
permite que las y los políticos no ejerzan bien su trabajo, y que tengan
permiso para desplazarnos, ejecutarnos”, opinó Mayorga Ordoñez.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, hubo muchas
expectativas por parte de las y los periodistas, de mayor aperturas y de
reformas, agregó Montaño Delgado, pero “es un cambio que no se han
dado, es meramente aspiracional. Pero no han vuelto a ver los estados”.
La periodista definió al Estado de México como el “epicentro de la
corrupción en todo el país”, donde se pusieron en práctica esquemas de
corrupción, acoso, hostigamiento y control de los medios.
“En el Estado de México quien quiere hacer periodismo de
investigación se enfrenta a obstáculos. Todas las fuentes están
vinculadas al poder. Es un estado donde las leyes y el andamiaje en
torno a éstas están construidas para la opacidad, para que no se llegue a
sanciones para quien incurra en corrupción, o la sustracción de
recursos“, dijo Montaño Delgado. Coincidió con Mayorga Ordoñez en que
los gobiernos de los tres niveles usan la publicidad oficial en el
sentido de discriminar a algunos medios y beneficiar a otros.
Por lo tanto, “tuve que aprender que si quería hacer periodismo
centrado en los Derechos Humanos, no podía hacerlo desde el periodismo
corporativo. Porque lo que hacen generalmente no es informar, sino que
tapan las espaldas de quienes proveen esos contratos publicitarios”.
Mayorga Ordoñez también abonó al periodismo independiente: “En este
mismo contexto ha florecido un periodismo muy rehúso. No tenemos todo el
poder, pero ahí está, y la sociedad tiene que apoyarlo, aprender a leer
notas, reconocer las notas falsas”.
Radios comunitarias, en cruce de fuego
El comunicador Fernando Hernández Michi opinó que las radios
comunitarias en muchas ocasiones han sido el blanco de diversos
intereses, por ejemplo cuando en sus noticias locales se mencionan
irregularidades para realizar obras y proyectos. “Puede haber una
amenaza desde los propios pueblos indígenas, una amenaza al nivel
municipal, nivel estatal, incluso al nivel federal. La percepción que
tienen es que en las radios comunitarias se mencionan cosas verídicas, y
eso incomoda a ciertos personajes“, explicó.
La persecución de estos personajes hacia locutores y locutoras sería
un peligro. Una forma de silenciar la radio sería quitar o inhabilitar
equipos como antenas, transmisores, computadoras, o celulares, y la otra
incluso quitar la vida como en el caso de Flores Soberanes. Hernández
Michi recalcó que las radios comunitarias tienen un rol importante para
informar sobre todo a las poblaciones indígenas. “Con lo poco que
tenemos vamos cambiando mentalidades, que se investigue, que se informe y
que saquen su propia conclusión”.
Es lamentable que el alcance de las radios es restringido, “el reto
es que se extienda más la señal”, dijo. El papel de las radios
comunitarias sería importante “para darle voz y voto a los pueblos
indígenas, a las personas que quieran expresar su punto de vista”.
Reportó que su radio cooperó en diversos instantes con instituciones de
Derechos Humanos, por ejemplo para esclarecer el asesinato de Flores
Soberanes.
Las y los periodistas también hablaron del impacto personal de la
violencia y el desplazamiento en la vida de las periodistas. “Es un
impacto brutal. No sabes si vas a regresar, no sabes si vas a recuperar
tus bienes, tu tierra, tu casa”, contó Mayorga Ordoñez, quien acaba de
cumplir 3 años en el exilio. Insistió en el impacto diferenciado en las
mujeres: “Las mujeres somos responsables de hijos y papás. También es
mas fácil que te calumnien, se crean rumores y que se lo crea la
sociedad porque es machista. Te califican de prostituta, y eso para
muchos es lo peor que se puede decir de una mujer. Es un dolor inmenso
por los hijos. Te responsabilizan, dicen, ¿Por qué no haces tacos? Es un
problema de una sociedad machista, junto con la corrupción, y la
impunidad”.
De la periodista con quien compartía informaciones, y quien fuese
asesinada el 23 de marzo, 2017, contó: “Miroslava Breach era mujer
tremendamente empoderada. Tenia una claridad muy aguda, de para qué
quería el periodismo y los medios donde estaba. Era muy ruda, una
personalidad fuerte, y eso, en la Sierra, en una sociedad ultra machista
donde puso el foco de la narco política, fue incomodando. Cómo una
mujer va venir a desnudarnos”.
No existen planes de retorno para periodistas desplazadas
Una medida para garantizar la seguridad de las periodistas, y con
ellas y ellos la información que llega a la población, sería combatir la
precariedad en el gremio, dijeron las panelistas. Sería más bien el
periodismo independiente, el que saca a la luz prácticas corruptas. Las
instituciones públicas, como la Fiscalía Especial para la Atención de
Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), no gozan de
la completa confianza de las y los periodistas.
En el Mecanismo de Protección, por ejemplo, habría “muchos cabos
sueltos”, según Montaño Delgado. Junto con Mayorga Ordóñez lamentó que
los asesinatos no se investiguen como labor periodística como primera
línea de investigación, y las amenazas anteriores, ni se verían. Para
las y los periodistas desplazados, no existe un plan de retorno: “Les
conviene que estemos fuera, que no retornemos”. Las periodistas y el
investigador confían más en el poder de instituciones internacionales
como la UE, para poner la Libertad de Expresión en la agenda del
gobierno mexicano y empujar reformas.
Los representantes de la Delegación de la Unión Europea, Jean Pierre
Bou y Jerome Poussielgue, expresaron que la UE tiene un compromiso
importante con la Libertad de Expresión, y que apoyan varios proyectos y
organizaciones en este ramo, entre ellas Artículo 19, Reporteros Sin
Fronteras, y CIMAC. Poussielgue dijo que se apoya en el Mecanismo de
Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas,
la unidad de prevención, y los procesos de solicitud de licencias para
radios comunitarias indígenas, pero que querían ver en qué otros rubros
podrían fortalecer la Libertad de Expresión en México.
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