tiempo realel nivel de actividades económica, social y familiar.
En artículo reciente, el director de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol, observa esto y los millones de confinados en sus hogares que trabajan desde ahí (https://www.iea.org). Asimismo, a niñas, niños y jóvenes vinculados electrónicamente a escuelas y universidades. A familias que comercian electrónicamente su abasto y disfrutan de plataformas de entretenimiento. Sí, como nunca, el suministro de electricidad debe ser seguro, confiable y de calidad. Es garantía de uso de los dispositivos que permiten –se diría en México– quedarse en casa. De igual forma, la atención de servicios públicos hoy esenciales, incluida la alimentación de ventiladores y equipos que en hospitales, clínicas, sanatorios y centros permiten el trabajo del heroico personal de salud. Y la atención del creciente número de enfermos.
Sí, la electricidad y, sin duda, los trabajadores electricistas son garantía de esto. Y de información y comunicación entre médicos y pacientes; familiares y amigos; gobiernos y ciudadanos. Ya se estiman incrementos en los consumos de hogares y servicios públicos, y caídas drásticas en industrias y comercios pequeños, medianos y grandes. Hasta de 30 por ciento o más.
Los consumos de energía –estimados y reales– que reporta horariamente y todos los días el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) no saben de sectores consumidores, pero ya muestran entregas y retiros menores al 2019. De finales de marzo en adelante. (www.cenace.gob). No menos de 10 por ciento en el llamado Sistema Interconectado Nacional y entre 12 y 15 por ciento en los sistemas aislados de Baja California y Baja California Sur, respectivamente. Diariamente se actualizan pronósticos de entregas de generadores y retiros de cargas del día en adelanto (MDA) por balance en nueve áreas de generadores y por retiro en 108 zonas de carga. Difieren un poco de los datos reales que da a conocer días después, con la llamada liquidación cero del mercado eléctrico mayorista. Pero estiman bien.
Ayer, por ejemplo, se publicó la estimación horaria de hoy. Entregas y retiros. En días más se tienen datos reales y en semanas más –con la facturación que hace la CFE– datos por sectores de usuarios, ramas económicas y actividades de servicio público. Pero las 108 zonas de carga nos aproximan un poco a ello. Respecto de abril de 2019, el mes pasado muestra que el consumo eléctrico en zonas industriales como Saltillo y Monclova cayó 30 por ciento.
En zonas de maquila, como Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Piedras Negras y Nuevo Laredo, 10 a 12 por ciento. En áreas turísticas, como Cancún, Riviera Maya y Los Cabos, cae 30 por ciento. Y en zonas automotrices, como Aguascalientes, Irapuato, León, Celaya, Puebla y Hermosillo, desciende 20 por ciento.
Pero en zonas petroleras y petroquímicas, como Coatzacoalcos y Tampico, hay consumos superiores, de entre 20 y 30 por ciento. Y en áreas de producción de acero y derivados, como Lázaro Cárdenas, mayores en 10 por ciento superiores. Globalmente el balance es inferior. Y al cierre de abril es menor en poco más de 10 por ciento. Veremos la facturación. Sin duda.
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