2/11/2014

Los periodistas pal café . . .



Carlos Salinas de Gortari usa a su conveniencia la historia para advertir de los riesgos que corren tanto la tutelada administración federal actual como los opositores a las reformas peñistas. Entrevistado por Rogelio Cárdenas Estandía para El Universal, el políticamente revitalizado ex presidente ubica la violencia política y la crisis económica que se incubaron en el trágico 1994 como consecuencias del compló de opositores a la primera tanda de modificaciones neoliberales que impulsó desde Los Pinos a partir de 1988.
El surgimiento del neozapatismo chiapaneco, los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu y las condiciones económicas que desembocaron en una gran crisis son interpretados por CSG como un intento de descarrilamiento del gobierno como respuesta al proceso reformador tan intenso que habíamos llevado a cabo. Me lo digo a mí mismo respecto de 1994 para que lo entiendas, Quique, en tu 2014 de la segunda oleada reformista: había una resistencia de los grupos que antes se beneficiaban de un sistema tan cerrado y anquilosado, que habían querido descarrilar las reformas y no pudieron, entonces decidieron descarrilar al gobierno. Aun cuando en esa apacible entrevista utilizó varias veces el concepto del descarrilamiento, el jefe de uno de los principales bandos que convergen en el control del timón oficialmente manejado por Enrique Peña Nieto habló no sólo de los intentos opositores por sacar de carril a su gobierno, sino incluso de derribarlo, tumbarlo. Así dijo al valorar lo que al final de su sexenio sucedió: No lograron ni revertir las reformas, ni tampoco derribar al gobierno (http://bit.ly/1lrLfQh ).
En Morelia, el largo conflicto de profesores que se oponen a la reforma educativa peñista escaló, más aparatosa que efectivamente, a nivel de secretario de estado. Una visita de Emilio Chuayffet a la capital michoacana para firmar un convenio universitario provocó la protesta del segmento de maestros que han participado activamente en una protesta nacional que con frecuencia ha tenido ribetes de violencia política, ya sea por provocaciones externas, por desesperaciones internas o por acciones y reacciones policiacas.
La educativa ha sido una reforma del peñismo que pasó las pactadas aduanas legislativas, pero no ha podido implantarse a plenitud. El sostenido forcejeo de los profesores ajenos al control corporativo del SNTE, antes elbista y ahora concesionado a una directiva fofa, ha tenido como escenario principal las calles de la capital del país y hoy subsiste en los salones de clases de toda la República, con trabajadores de la educación que cumplen con sus programas de trabajo pero mantienen una fuerte disposición a volver a las protestas masivas en cuanto las condiciones así lo requieran.
El secretario Chuayffet, pieza decorativa en las negociaciones de fondo, muy aficionado a la pronunciación de discursos y frases presuntamente profundas y perdurables, poseedor de un expediente político impugnado en el que destacan los hechos de Acteal, ha sido alcanzado así por una pizca de la violencia política que subsiste a partir de una reforma educativa inaceptada por una notable y activa porción del electorado.
Más fuerte, aunque menos organizada, es la oposición popular a la reforma peñista en materia de energéticos, en particular en el rubro relacionado con el petróleo. Las modificaciones constitucionales han sido aprobadas pero aún faltan las correspondientes a las leyes específicas, a la normatividad secundaria en la que los peores augurios sobre entreguismo de la riqueza nacional pueden tomar forma jurídica para satisfacer la exigencia de certeza que plantean los eventuales inversionistas extranjeros.
Ayer mismo, en el contexto de las diversas formas que trata de adoptar esa protesta contra la desexpropiación petrolera, Marcelo Ebrard Casaubón apareció en escena para firmar con las bancadas del Partido del Trabajo y del Movimiento Ciudadano, más unos cuantos perredistas que ocupan curules y escaños por haber sido promovidos por el propio Ebrard, un polo legislativo progresista. Con esa figura se pretende nuclear a los legisladores de izquierda e incluso a las máximas figuras de esta adscripción ideológica, a los siempre tan distantes Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas.
El propio nombre de la nueva creación marcelista revela el interés grupal, pues esa idea del polo progresista ya había sido expuesta en anteriores ocasiones por el grupo encabezado por el más reciente de los ex jefes del gobierno capitalino. Ahora, el lance tiene, además, el referente de que Ebrard busca ser el presidente nacional del PRD y, al mismo tiempo, hace fintas de estar en disposición de irse al partido de Dante Delgado para desde allí pelear la postulación a la Presidencia de la República.
En el sol azteca le han ofrecido a Ebrard que el año entrante sea candidato a diputado federal, encabezando una lista plurinominal, y que luego sea el coordinador de la bancada perredista en San Lázaro, desde donde podría tener una plataforma eficaz para buscar la postulación de 2018 (así sucedió con Josefina Vázquez Mota, le han argumentado a ME). Pero el antecesor de Miguel Ángel Mancera insiste en buscar la presidencia del comité nacional perredista, lo que hasta ahora parece férreamente bloqueado por la corriente dominante, la de Nueva Izquierda, conocida como Los chuchos.
En cambio, Cuauhtémoc Cárdenas tiene una mesa puesta a la que aún no anuncia si decidirá sentarse y en qué condiciones. De quererlo, él será el próximo presidente del PRD, sin discusiones ni regateo, según ha establecido la cúpula del sol azteca (incluso desde ahora se analiza la posibilidad de que Lázaro Cárdenas Batel sea postulado como candidato a diputado federal en 2015, por un distrito de Michoacán). En ese caso, Carlos Navarrete quedaría por segunda ocasión como secretario general del comité perredista.
Y, mientras el Comisionado Precioso (usuario de los términos kamelistas mi rey y papá) sigue sin saber con quién se reúne a negociar, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Hernández



Una pregunta interesante: ¿en cuáles bancos manejan su dinero las mafias mexicanas? Aparentemente la desaparición del IDE –el impuesto sobre depósitos en efectivo– se pensó en su beneficio. ¿O sólo hacen operaciones en cash? Veamos qué está sucediendo en Estados Unidos. Aunque en 21 de los 50 estados permiten el uso de la mariguana con diversos fines –desde el medicinal hasta el recreativo–, y a pesar de que en varios sondeos la mayor parte de la población está en favor de su legalización, según la legislación a nivel federal la mariguana sigue siendo ilegal y está considerada una droga peligrosa y dañina, a la par de la heroína o la cocaína. Esta contraposición de posturas gubernamentales –legislaciones locales vs. federal– ha originado que en muchos expendios que cuentan con una licencia estatal hayan fijado una política de pago ‘‘ cash only’’ (sólo efectivo). Esto debido a que los bancos funcionan bajo la legislación federal, han cancelado líneas de crédito, terminales para pagos con tarjeta y cuentas bancarias a los dueños de tales comercios. Todas las transacciones que efectúan tienen que hacerse en efectivo; ello incluye el pago a proveedores, salarios, etcétera, lo cual tiene sus problemas. Los bancos ni siquiera están dispuestos a abrir cuentas de débito personales a los dueños de estos establecimientos. De acuerdo con la agencia Bloomberg, esto ha originado una polémica batalla legal en Washington. ¿Estarían o no rompiendo la ley los bancos que permitan hacer transacciones a comerciantes de mariguana? Eso sucede cruzando la frontera. ¿Pero en México? Si al comisionado en Michoacán se le coló en su entorno un reconocido mafioso, ¿no podrían colarse también con sus inmensas cantidades de dinero en el mundo bancario y financiero?
Pega el índice a la venta de autos
La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) informó que durante el pasado mes de enero se comercializaron 85 mil 504 vehículos nuevos, 1.5% más que en enero de 2013. El director general adjunto de la AMDA, Guillermo Rosales Zárate, señaló que aunque este resultado es positivo, el índice quedó 4% por debajo de la expectativa de ventas para este periodo, cuya meta era de 89 mil 93 unidades. ‘‘La contracción histórica del Índice de Confianza en el Consumidor de enero de este año, además del aumento en algunos impuestos, impactaron en la certidumbre de los clientes, lo que impidió alcanzar la meta de ventas’’, puntualizó.
Hollande en Washington
Rara vez se ve que dos presidentes escriban y publiquen un artículo periodístico con la firma de ambos. Los lectores de The Wa-shington Post pudieron leer ayer el texto que apareció con los nombres de Barack Obama y François Hollande. No es una gran pieza literaria, pero sí un testimonio de que desean dar calor a una relación que estuvo fría por muchos años. Es intrascendente que Hollande aterrice sin pareja –después del vodevil que ha protagonizado con sus dos últimas mujeres: la que sale del Palacio del Eliseo, Valérie Trierweiler, y la que llega, Julie Gayet, actriz. Lo importante es el cambio en la política del líder socialista. Va acompañado por un grupo de sobresalientes empresarios, y dirigentes de organismos cúpula, con quienes ha tenido diferencias desde antes de su triunfo electoral. Es un cambio de rumbo, parece que está convencido de que necesita a los empresarios para reavivar la economía francesa. La agenda de la visita de tres días contempla una cena de gala en la Casa Blanca, distinción que no reciben todos los jefes de Estado. Algunos expertos dicen que esto es muestra de la buena relación que existe hoy en entre esos dos países, que tiene su origen en el apoyo de Francia a una posible acción militar contra Siria, en represalia por el supuesto uso de armas químicas, ataque que no se produjo. Uno de los temas a tratar será el de los altos impuestos que Francia ha hecho exigibles a empresas estadunidenses, Google entre otras, el tratado de libre comercio entre EU y la Unión Europea, así como las sanciones contra Irán en caso de que no se llegue a un acuerdo sobre el programa nuclear de ese país.



Tras escuchar el discurso inaugural del colombiano Juan Manuel Santos, y leer el artículo del mexicano Enrique Peña Nieto en el diario bogotano El Tiempo (ambos en el marco de la cumbre de la Alianza del Pacífico) queda la impresión de que el par de entusiasmados mandatarios se referían no a sus respectivos países ni a Latinoamérica en general, sino al Shangri-la neoliberal, en el que James Hilton ni de lejos tuvo que ver.
Para el presidente colombiano la Alianza del Pacífico, sin temor a equivocarnos, encendió el motor del desarrollo y la prosperidad en América Latina, pues nuestra determinación de avanzar hacia la integración profunda, de ser mucho más que un tratado de libre comercio, se ha traducido en acciones y decisiones que están impactando positivamente hoy en los ciudadanos. Lo mejor del caso es que Santos, humildemente, dijo que no hemos venido a Cartagena a darnos simples palmaditas en la espalda con lo que hemos logrado.
Por su parte, el inquilino de Los Pinos aseguró que América Latina ya no es el rostro de las crisis económicas recurrentes, ni fuente de inestabilidad política. Al contrario, hoy es sinónimo de dinamismo económico: con 600 millones de habitantes, la quinta parte de las reservas mundiales de petróleo, una gran riqueza étnico-cultural y una vasta biodiversidad, América Latina ha tenido un crecimiento económico por encima del promedio mundial en los últimos años. Con un PIB combinado de más de 2 billones de dólares, esta alianza sería una de las diez economías más grandes del planeta. Conformamos un mercado de más de 200 millones de habitantes, y representamos 50 por ciento del comercio total de América Latina con otras regiones.
En jauja, pues, las naciones integrantes de la Alianza del Pacífico, en particular, y América Latina, en general, producto, claro está, de las políticas neoliberales que en la región arrancaron a sangre y fuego con la dictadura del genocida Augusto Pinochet. Esa es la lectura que sobre la realidad latinoamericana hacen los mandatarios de México y Colombia, más los de Chile y Perú.
Pero algo falla en la idílica visión descrita, pues América Latina se mantiene como la región más desigual del mundo, Africa incluida, de acuerdo con la Cepal, organismo especializado de la ONU con una lectura mucho más apegada a la realidad. De entrada, de los 200 millones de habitantes (mexicanos, colombianos, chilenos y peruanos) a los que hace referencia Peña Nieto, alrededor de 95.5 millones son pobres e indigentes (en México 61 millones de ellos). Si se incluye a toda la región, entonces la suma de pobres e indigentes supera los 164 millones. Esta aritmética de la miseria ni de lejos sustenta lo dicho por Santos en materia de prosperidad y desarrollo, y cancela cualquier alusión a que Latinoamérica ya no es el rostro de las crisis.
De acuerdo con las cifras de la Cepal, al cierre de 2012 el 51.3 por ciento de los mexicanos eran pobres y/o indigentes (61 millones de personas); en Colombia esa proporción es de 43.3 por ciento (alrededor de 21 millones); en Perú de 31.8 por ciento (11 millones) y en Chile 14.1 por ciento (cerca de 2.5 millones). Más de 95 millones de pobres e indigentes en cuatro naciones latinoamericanas, las pertenecientes a la Alianza del Pacífico, no son precisamente sinónimo de un impacto positivo en los ciudadanos, como dice Santos.
Para la acera de enfrente, los números de la Cepal revelan que en México el 20 por ciento de la población con mayor nivel de bienestar concentra 46.2 por ciento del ingreso, mientras que el 20 por ciento más pobre apenas se prorratea el 6.6 por ciento; para el caso colombiano, la relación es de 49.8 y 4.6 por ciento; en el peruano de 43.7 y 5 por ciento, y en el chileno, primer laboratorio regional del neoliberalismo, de 52.5 y 5.5 por ciento.
Entonces, por ninguna parte se registra aquello que Santos y Peña Nieto dicen ver en los países de la Alianza del Pacífico, en particular, y en Latinoamérica, en general. Mucho menos si se recurre a la terrible numeralia social que la propia Cepal divulgó con motivo de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en La Habana a finales del mes pasado, de la que se retoman algunos elementos:
Los beneficios que las empresas trasnacionales obtienen de sus operaciones en América Latina y el Caribe se incrementaron 5.5 veces en nueve años, pasando de 20 mil 425 millones de dólares en 2002 a 113 mil 67 millones en 2011; el crecimiento tan marcado de estas utilidades –también denominadas renta de IED– tiende a neutralizar el efecto positivo que produce el ingreso de la inversión extrajera directa sobre la balanza de pagos. La evidencia para América Latina y el Caribe muestra que durante los últimos años los egresos registrados como renta de IED alcanzaron casi el mismo nivel (92 por ciento) que los ingresos de tal inversión.
En América Latina 40.5 por ciento de los niños, niñas y adolescentes son pobres, sea en forma moderada o extrema. Esto implica que en la región la pobreza infantil total afecta a 70.5 millones de personas menores de 18 años. De este total, 16.3 por ciento se encuentra en situación de pobreza extrema, es decir, uno de cada seis es extremadamente pobre y este flagelo afecta a más de 28.3 millones de menores.
En 2013 el PIB de América Latina y el Caribe creció 2.6 por ciento, inferior al 3.1 registrado en 2012. Este resultado ilustra la continuación de la desaceleración económica regional que se manifiesta desde 2011 (año de la creación de la Alianza del Pacífico). ¿Dónde quedó, pues, el motor del desarrollo y la prosperidad en América Latina?
Las rebanadas del pastel
Mañana, miércoles 12 de febrero (18 horas, ex convento de Corpus Christi, frente al Hemiciclo a Juárez), Jorge Mansilla, poeta y ex embajador de Bolivia en México, presentará su nuevo poemario Déstrés Federal, del que tomo el siguiente soneto (Dictado por la ira): aquí el trabajo sucio en el servicio/ de proveer la droga sin matices/ para el solaz impar en las narices/ de los consumidores de ese vicio. Aquí los muertos del cruel sacrificio/ ochenta mil personas en seis años/ para cumplirle a Washington, los daños/ de wa sin ton ni son del estropicio. Barack Obama se esconde en la gruta/ del stablishment letal y morboso/ Reagan igual y Clinton ni se inmuta. Dinero y armas fluyen en la ruta/ que delinearon, rápido y furioso,/ los dos: Bush padre y Bush hijo, de puta.
Twitter: @cafevega



Con los cambios incluidos en la reforma político-electoral, las cuotas de género serán uno de los temas que se discutirán con mayor pasión el próximo año, cuando se haga evidente que los partidos políticos no están preparados para asumir el reto de un trato equitativo a las mujeres en todos los aspectos, en especial como militantes con derecho a votar y ser votadas.
Más allá de discursos de dientes para fuera que aseguran que tal o cual organización política siempre ha fomentado la igualdad de oportunidades, la práctica política muestra que ante el empoderamiento de las mujeres la respuesta de los políticos tradicionales –es decir, la mayoría–, va a los extremos: del desprecio al desdén, pasando por una larga lista de justificaciones para no reconocer cualquier virtud, experiencia o idea por el simple hecho de venir de una mujer, y se adjudica probidad o validez a las de origen masculino.



De la venta de pan en los mercados coloniales, da cuenta Juan de Viera, fraile poblano al que debemos la Breve y compendiosa narración de la Ciudad de México, una de las más detalladas y coloridas descripciones de la capital hacia finales del siglo XVIII.
Escribe De Viera, que en la plaza ubicada frente al palacio virreinal –de la que también dan testimonio algunos cuadros de época– había, además de frutas, hortalizas, semillas, azúcares y panochas, y cerca de donde se encontraban a la venta conejos, liebres, gallinas, chichicuilotes y otras aves guisadas con sabrosas salsas, “puestos de pan de todas calidades, a más de innumerables caxones que repartidos en toda la ciudad están en las plazuelas y calles…”
Esto sin tomar en cuenta otra calle entera con canastos de pan-bazo y semitas; además, en el Portal de Mercaderes podían adquirirse “bosques de bizcochos, bizcotelas, mamones y otro infinito número de regaladas masas…”, complementa el fraile.


 

De acuerdo con un artículo divulgado ayer por el nuevo sitio internético The Intercept, el gobierno de Estados Unidos utiliza los sistemas de geolocalización de los teléfonos celulares para ubicar y atacar con aviones no tripulados (drones) a personas que considera terroristas. En lugar de confirmar la identidad de un objetivo con operadores e informantes en el terreno, la CIA o los militares estadunidenses ordenan un ataque basados en la actividad y localización del celular que creen que usa la persona en cuestión, señala el texto, firmado por Glenn Greenwald, periodista que ha divulgado las filtraciones de Edward Snowden sobre el espionaje global realizado por las autoridades de Washington contra gobiernos, empresas y personas de una multitud de países.

Continúa ecocidio de CFE en Tlalpan
El sábado 9 de noviembre de 2013 La Jornada me hizo favor de publicar una indignada denuncia periodística que tituló Denuncia acto ecocida de CFE.

De pronto parecía que quedaban sólo rescoldos. Pero llegó el viento un tanto alocado de las voces con mil ideas u ocurrencias sobre la prueba Enlace, y el debate sobre la educación básica –y también media superior, y normal– está afortunadamente reanudándose, de modos desordenados –como sabemos hacerlo los mexicanos–, pero, por supuesto, parece haber un vasto consenso sobre la necesidad de la reforma educativa y de que el mayor costo para México es no hacer nada.

Desde el puerto de Lázaro Cárdenas parten los barcos que transportan el hierro que el dragón chino demanda para satisfacer el voraz apetito de materias primas que su crecimiento sostenido requiere. Cada cargamento vale 13 millones de dólares. En un año zarpan 30 buques con los contenedores llenos del mineral. Entre 50 y 75 por ciento de ese hierro proviene del crimen organizado, señala un reportaje del canal de televisión británico Channel 4.

Para celebrar el centenario de la Revolución, el gobierno del Distrito Federal decidió remodelar la Plaza de la República y su principal atractivo, el Monumento a la Revolución y su museo. El concurso para el diseño de la nueva museografía y el reordenamiento arquitectónico de los espacios del museo y su relación con el monumento lo ganó un importante despacho de museógrafos. La propuesta ganadora resolvió arquitectónicamente las circulaciones, aprovechando las crujías del edificio subterráneo, para crear un sistema de exhibición donde se generó en paralelo un discurso lineal, cronológico y vitrinas de doble vista con desarrollos temáticos.

Para las autoridades de salud federales y algunas locales la evolución de los casos de influenza por el virus A/H1N1 no representan motivo de alarma. No opinan lo mismo las personas que la padecen y sus familiares. En nuestro país el número de casos se ha incrementado respecto a los años anteriores al igual que las cifras de muertes. No obstante, el consuelo que nos ofrecen las y los responsables de la salud pública en México es que la situación actual no es la misma que en 2009 cuando se declaró la primera pandemia de este siglo provocada por el mismo agente. Ahora conocemos bien al virus –dicen–, contamos con las medidas preventivas (que incluyen la disponibilidad de vacunas) y sabemos cómo tratar esta enfermedad (pues hay fármacos efectivos y suficientes). Esto es cierto, pero hay algo que inquieta: si ya sabemos tanto y tenemos las herramientas para enfrentar este mal, entonces ¿por qué nos sigue haciendo tanto daño, en la misma proporción o más que en 2009?

El pasado miércoles 5 apareció en esta sección una nota en la que se advierte en capitulares que “El mundo celebra a William Burroughs en el centenario del esritor beat”, pero se añade que en México las instituciones culturales no han preparado actividades en su honor.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario