2/12/2014

Tres puntos básicos esenciales que el congreso de la CNTE discutiría en sus tres días


Pedro Echeverría V. 

1. De entrada el análisis a fondo de la política de Peña Nieto partiendo de que cuenta con el total apoyo de la estructura de la clase dominante; de que la gran burguesía mexicana integrada por poderosos empresarios y los medios de información, tienen además el respaldo del imperio de los EEUU. Se debe partir de que la clase gobernante es fuerte, aunque desde 1982, al imponer el neoliberalismo en la economía y la política, todos los años ha acusado un fuerte descontento de los trabajadores golpeados por salarios miserables y desempleo creciente. 

2. Un segundo punto debe ser el balance y situación del plantón en el DF que lleva ya casi un año de haberse instalado en la plaza Tolsá, en el Zócalo y ahora en el Monumento de la Revolución.  Examinar su importancia por ser la ciudad de México el centro político e histórico del país, además de ser el punto medio para reuniones y concentraciones; pero debe analizarse las posibilidades de participación de otros estados, las marchas de protesta a que dan resultado y, sobre todo, el logro de apoyos de otras organizaciones sociales. Solos no podremos enfrentarlos y avanzar en la organización. 

3. Un tercer punto debería ser las perspectivas y tareas políticas de la CNTE tomando como base central la unificación de eso que se llama la “Instancia de coordinación” de la CNTE en el DF que hasta ahora se ha encargado de un importante trabajo político de  acciones. Además de extender y profundizar la propaganda política, lo que más urge es consolidar totalmente las 10 secciones básicas echando de ellas a los líderes espurios para consolidar la política y las finanzas de la CNTE. Además, después de ese primer paso básico, hacer permanente el trabajo en los otros 22 estados. 

4. De los últimos cinco gobiernos (de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto) se ha hablado hasta el cansancio del saqueo sufrido por el país, de las cientos de miles de muertes o asesinatos que han provocado sus gobiernos, de la enorme miseria que sufre más del 50 por ciento de la población y de la gran concentración de las riquezas en una cuantas familias. Así que no tiene caso repetir los discursos contra ellos que hasta ahora forman una quinteta del PRI y el PAN. Lo que realmente corresponde es analizar las estrategias mejores que permitan el avance de nuestras luchas. 

5. ¿Puede acaso hablarse de “un nuevo PRI o de un nuevo PAN” cuando los dos partidos han sido y están al servicio de la derecha empresarial? Desde que siendo presidente Carlos Salinas firmó en 1988 con el PAN el acuerdo para el reconocimiento de ambos, con intermedio de programas privatizadores, reconocimiento del Vaticano y consolidación del panismo, el PRI y el PAN han caminado juntos. ¿Puede acaso la Coordinadora (CNTE) bajar la guardia ante la política de esos dos partidos? Por ello la CNTE lleva luchando en las calles casi un año contra la reforma privatizadora. 

6. Pero este congreso nacional le permitirá reflexionar detenidamente sobre sus objetivos, su estrategia y sus acciones. Le corresponde hacer un balance real de sus fuerzas y las del enemigo. Medir muy bien las coyunturas que están presentes para evitar errores y asegurar avances. Pero lo que jamás hará es descansar en sus luchas ante el crecimiento de las amenazas de más despidos y represión por parte del gobierno. Nuestra tarea es continuar e inventar nuevas formas de lucha, acordar nuevas formas de participación del magisterio y consolidar una correcta política de alianzas con todas las organizaciones sociales. (12/II/14) 

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