La Redacción
Jóvenes celebran el Día del Amor en la ciudad de México. Foto: Miguel Dimayuga |
MÉXICO,
D.F. (apro).- El día de San Valentín –que se estableció el 14 de
febrero de 1847, cuando Esther A. Howland comenzó a vender las primeras
tarjetas postales masivas de san Valentín, conocidas como “valentines”—
para unos es la oportunidad para destapar sentimientos, para otros un
mero pretexto de consumo y mercadotecnia pues en esa fecha las ventas y
consumo aumentan 30%, pero también detona sentimientos de soledad y
tristeza, según organizaciones civiles.
Todas las opciones conviven el mismo día con esta celebración que, para fortuna de algunos y desgracias de otros, se extenderá durante todo el fin de semana.
Por estar ligado al fin de semana se prevé que muchas personas realicen un gasto mayor que en años anteriores. Ya de por sí, según la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope) el 14 de febrero se registra un aumento de 30% en las ventas principalmente de flores, chocolates, joyería y celulares.
Según Abraham Vergara Contreras, académico del Departamento de Estudios Empresariales en la Universidad Iberoamericana, en este día es totalmente comercial y sirve para reactivar las ventas que cayeron tras la temporada navideña.
El problema es que al ser un día creado para fomentar el consumo, si no se tiene considerado un presupuesto especial y las personas se sienten comprometidos a dar un regalo, podrían incurrir en gastos innecesarios, o peor aún, endeudarse.
Para los empresarios, señala el académico, no podría ser mejor, sobre todo en el caso de los restauranteros, ya que según datos de la Cámara Nacional de la Industria del Restaurante y Alimentos (Canirac) la fecha significa un ingreso de 550 millones de pesos, un incremento del 20% en sus ventas.
Sin embargo, la publicidad y expectativas que se generan en torno al día de San Valentín—también motivan demasiada presión, estrés e incluso puede detonar rompimientos y agudizar sentimientos de soledad y tristeza.
Tania Mijares, fundadora de la asociación civil “Generación Felicidad” –cuyo objetivo es “generar una comunidad de personas felices”, que identifiquen un propósito para su vida y sean consumidores más “inteligentes y responsables”—afirma que la fecha genera mucho estrés en las personas quienes en muchas ocasiones se sienten obligadas a realizar planes “románticos” o comprar detalles amorosos aunque no haya un deseo genuino de hacerlo.
Ello, afirma, puede incluso llevar a rompimientos en las parejas. Un dato que evidencia las consecuencias de la presión que genera esta fecha, dice, se desprende de un análisis realizado en 2012 sobre los estados de 10 mil personas en Facebook.
Según dicho análisis, las fechas en que la mayoría de las parejas se separan son dos semanas antes de Navidad y el día siguiente de San Valentín.
La situación, añade, es peor para los solteros ya que, según la encuesta 2013 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) la mitad de la población de más de 12 años en México que está soltera, separada, divorciada o viuda, en fechas como esta se sienten minoría porque se ha “vendido” la idea de que sólo se puede ser feliz si se tiene pareja.
“Conceptos como ‘la media naranja’ o ‘rehacer su vida’ aluden a que la persona no está completa y su vida no es plena hasta que tenga pareja”, señala Mijares.
Uno de los aspectos fundamentales para que la persona tenga bienestar y trabaje en su felicidad, sugiere, es encontrar un propósito para su propia vida, más allá de si tiene una pareja.
“Tener una pareja con quien compartir nuestro proyecto personal puede resultar muy satisfactorio y complementarnos como seres humanos, pero el objetivo es que nos sintamos completos en nosotros mismos, lograr una vida integral”, afirma.
Estadística
De acuerdo con la más reciente encuesta del Instituto Nacional de la Juventud, del año 2010, el 56% de los jóvenes son solteros y esa condición es más alta en hombres (57.1%) que en mujeres (55.8%).
Para tener datos de su vida afectiva se les preguntó a los encuestados si alguna vez habían tenido novio, a lo que el 71.1% contestó que sí y el resto que no, el 66.3% de estos últimos eran jóvenes entre los 12 y 14 años.
Las cualidades que más valoran en su pareja, no es el físico, según el estudio. Hombres y mujeres consideran como primera prioridad que su pareja sea responsable (24.8%), en segundo, que sea tierno y comprensivo (23.7%) y para los hombres en tercer lugar que sea inteligente (12.6%). En el caso de las mujeres prefieren que no tenga vicios (13.1%).
Actualmente, dos de cada 10 jóvenes entre 12 y 29 años de edad vive en pareja y según la encuesta, entre las razones para unirse o casarse están, en primer lugar, el amor recíproco, después la decisión mutua de la pareja y en tercero, el embarazo.
El 61.6% de los jóvenes entre los 15 y 29 años encuestados refirieron ser sexualmente activos, aunque la actividad es más frecuente entre el grupo de 25 a 29 años (89%) que en el de 15 a 19 años (33.6%).
Eso sí, en la última década se ha registrado un crecimiento generalizado del porcentaje de jóvenes que reportan tener conocimiento sobre cómo prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS), 92.4% dice saber cómo prevenirlas y la cifra hace 10 años era de 84.3%.
Sin embargo todavía hay un grupo importante de jóvenes, el 14.2% que cree que el lavado vaginal es suficiente para evitar una ETS. La mayoría 97.5% reconoce el funcionamiento del condón como el mejor método preventivo y un 82.5% a la abstinencia.
Todas las opciones conviven el mismo día con esta celebración que, para fortuna de algunos y desgracias de otros, se extenderá durante todo el fin de semana.
Por estar ligado al fin de semana se prevé que muchas personas realicen un gasto mayor que en años anteriores. Ya de por sí, según la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope) el 14 de febrero se registra un aumento de 30% en las ventas principalmente de flores, chocolates, joyería y celulares.
Según Abraham Vergara Contreras, académico del Departamento de Estudios Empresariales en la Universidad Iberoamericana, en este día es totalmente comercial y sirve para reactivar las ventas que cayeron tras la temporada navideña.
El problema es que al ser un día creado para fomentar el consumo, si no se tiene considerado un presupuesto especial y las personas se sienten comprometidos a dar un regalo, podrían incurrir en gastos innecesarios, o peor aún, endeudarse.
Para los empresarios, señala el académico, no podría ser mejor, sobre todo en el caso de los restauranteros, ya que según datos de la Cámara Nacional de la Industria del Restaurante y Alimentos (Canirac) la fecha significa un ingreso de 550 millones de pesos, un incremento del 20% en sus ventas.
Sin embargo, la publicidad y expectativas que se generan en torno al día de San Valentín—también motivan demasiada presión, estrés e incluso puede detonar rompimientos y agudizar sentimientos de soledad y tristeza.
Tania Mijares, fundadora de la asociación civil “Generación Felicidad” –cuyo objetivo es “generar una comunidad de personas felices”, que identifiquen un propósito para su vida y sean consumidores más “inteligentes y responsables”—afirma que la fecha genera mucho estrés en las personas quienes en muchas ocasiones se sienten obligadas a realizar planes “románticos” o comprar detalles amorosos aunque no haya un deseo genuino de hacerlo.
Ello, afirma, puede incluso llevar a rompimientos en las parejas. Un dato que evidencia las consecuencias de la presión que genera esta fecha, dice, se desprende de un análisis realizado en 2012 sobre los estados de 10 mil personas en Facebook.
Según dicho análisis, las fechas en que la mayoría de las parejas se separan son dos semanas antes de Navidad y el día siguiente de San Valentín.
La situación, añade, es peor para los solteros ya que, según la encuesta 2013 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) la mitad de la población de más de 12 años en México que está soltera, separada, divorciada o viuda, en fechas como esta se sienten minoría porque se ha “vendido” la idea de que sólo se puede ser feliz si se tiene pareja.
“Conceptos como ‘la media naranja’ o ‘rehacer su vida’ aluden a que la persona no está completa y su vida no es plena hasta que tenga pareja”, señala Mijares.
Uno de los aspectos fundamentales para que la persona tenga bienestar y trabaje en su felicidad, sugiere, es encontrar un propósito para su propia vida, más allá de si tiene una pareja.
“Tener una pareja con quien compartir nuestro proyecto personal puede resultar muy satisfactorio y complementarnos como seres humanos, pero el objetivo es que nos sintamos completos en nosotros mismos, lograr una vida integral”, afirma.
Estadística
De acuerdo con la más reciente encuesta del Instituto Nacional de la Juventud, del año 2010, el 56% de los jóvenes son solteros y esa condición es más alta en hombres (57.1%) que en mujeres (55.8%).
Para tener datos de su vida afectiva se les preguntó a los encuestados si alguna vez habían tenido novio, a lo que el 71.1% contestó que sí y el resto que no, el 66.3% de estos últimos eran jóvenes entre los 12 y 14 años.
Las cualidades que más valoran en su pareja, no es el físico, según el estudio. Hombres y mujeres consideran como primera prioridad que su pareja sea responsable (24.8%), en segundo, que sea tierno y comprensivo (23.7%) y para los hombres en tercer lugar que sea inteligente (12.6%). En el caso de las mujeres prefieren que no tenga vicios (13.1%).
Actualmente, dos de cada 10 jóvenes entre 12 y 29 años de edad vive en pareja y según la encuesta, entre las razones para unirse o casarse están, en primer lugar, el amor recíproco, después la decisión mutua de la pareja y en tercero, el embarazo.
El 61.6% de los jóvenes entre los 15 y 29 años encuestados refirieron ser sexualmente activos, aunque la actividad es más frecuente entre el grupo de 25 a 29 años (89%) que en el de 15 a 19 años (33.6%).
Eso sí, en la última década se ha registrado un crecimiento generalizado del porcentaje de jóvenes que reportan tener conocimiento sobre cómo prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS), 92.4% dice saber cómo prevenirlas y la cifra hace 10 años era de 84.3%.
Sin embargo todavía hay un grupo importante de jóvenes, el 14.2% que cree que el lavado vaginal es suficiente para evitar una ETS. La mayoría 97.5% reconoce el funcionamiento del condón como el mejor método preventivo y un 82.5% a la abstinencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario