Margarita Cordero gana Premio Nacional de Periodismo en RD
Margarita Cordero, una de las profesionales más reconocidas del
periodismo en este país caribeño, no ha cambiado en sus casi 50 años de
carrera. Sigue defendiendo su derecho a manifestar libremente sus ideas y
a no ser presionada por ninguna vía.
Reconocida con el Premio Nacional de Periodismo 2015, ha destacado por su papel en favor de la libertad de prensa, sus aportes a la lucha por la emancipación de las mujeres, y particularmente contra la violencia que afrontan.
En entrevista con Cimacnoticias, en el marco de la conmemoración hoy del Día del Periodista en República Dominicana (RD), Margarita Cordero nos comparte su punto de vista sobre la situación del país y la libertad de prensa, de lo que no podrá escribir y sobre su “retiro”.
“EL PERIODISMO ESTÁ EN CRISIS”
–Cecilia Rivera (CR): Tras una larga trayectoria periodística, ¿cuál ha sido su papel en favor de la libertad de prensa?
–Margarita Cordero (MC): Es un poco engorroso evaluar lo que uno ha hecho respecto a cualquier conquista democrática que haya tenido el país. Yo creo que si alguna contribución he tenido, es haber defendido mi propio derecho a decir. He defendido mi propio derecho a no ser cooptada, a no ser presionada por ninguna vía.
“Y desde luego en los años 80, toda la década de 1980, fui una gremialista activa, llegando a ser, creo, la primera y única mujer que fue secretaria general del Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales.
“Luego participé en la lucha por la colegiación de los profesionales de la comunicación; todo vinculado, obviamente, a hacer prevalecer en RD derechos mínimos de los periodistas; incluida esa libertad de expresión que es cada vez más escasa por múltiples motivos”.
–CR: ¿Cuáles son esos motivos?
–MC: Creo que hay un conjunto de cosas que convergen en una situación cada vez más penosa en el periodismo dominicano. A veces quiero darme un poco de ánimo y decir “no es el periodismo dominicano. El periodismo está en crisis”.
“Y quienes nos preocupamos un poco por saber cómo está la situación en otros países con respecto a nuestra profesión, tenemos que aceptar que nuestra situación no es única, sino que es universal. Por lo menos en el occidente.
“Y yo creo que han pasado, te repito, muchas cosas. La misma estructura de la propiedad de los medios, que en Dominicana pasó de manos de periodistas en la década de los 60, todavía en los 70, a manos de corporaciones empresariales. Ni siquiera ya de capitalistas o empresarios individuales, como pasaba en los 40, que era fácilmente identificable quién era el dueño.
“Ahora la composición accionaria de los medios es tan versátil que encuentras ahí a prácticamente todo el mundo. Con la agravante de que además a esos los encuentras en todos los medios. Puedes decir que hay personas, empresarios que puedes identificar como accionistas mayoritarios. Y tenemos el caso de Pepín Corripio, que es dueño de prácticamente de todos los periódicos.
“Incluso ya el Listín Diario tiene emisoras de televisión, de radio. Entonces a él lo puedes identificar. Pero si te vas a la composición accionaria de los medios en los que él participa como accionista principal, y la comparas con los otros medios, te vas a dar cuenta de que hay una circulación del capital que no se concentra en medios específicos. Sino que tiene ‘sus huevos en todas las canastas’.
“Y eso, obviamente, repercute de manera negativa en el ejercicio del periodismo. Porque ya los periódicos, los medios de comunicación, en sentido general, ya cuidan intereses muy diversos. Ya no los del propietario, sino del universo de propietarios, y con aquellos que tienen relación con el propietario o los propietarios.
“¿Por qué? Porque en nuestra sociedad la economía se ha desarrollado de esa manera. No son fortunas de familia, aunque hay fortunas de familias también identificables. Sino que hay muchos grupos, y repito, ellos se mueven e incluso algunos de ellos se casan entre ellos.
“Y desde luego, yo creo que eso afecta negativamente al ejercicio del periodismo. No solamente porque hay una diversidad de intereses extraordinarios que tienes que cuidar o que tienen que cuidar los medios; sino porque además no hay competencia empresarial. En consecuencia, el campo reivindicativo de los periodistas es reducido”.
LUCHA FEMINISTA
–CR: ¿Cuáles han sido sus aportes a la lucha del empoderamiento de las mujeres?
–MC: Yo soy feminista. He participado también en el movimiento de mujeres desde muy joven. Y desde luego que yo nunca hice una diferencia entre la Margarita Cordero que participaba de manera militante en el movimiento de mujeres y la Margarita Cordero periodista. No, no era una cosa que yo podía disociar. Como periodista plateaba mis perspectivas cuando tenía que hacerlo, desde el punto de vista de mi concepción del problema de las mujeres.
“Participé durante algunos años en la agencia Fempress. Y desde luego como miembro de Fempress también difundía, valiéndome de mi relación como periodista con todos los medios, todos los artículos que se publicaban. Y esa era una manera de contribuir también a que el periodismo si no lo producía, si no lo generaba de manera espontánea en Dominicana, si por lo menos hiciera eco de posiciones que sostenían otras mujeres en el continente.
“Pero te repito, yo no puedo decirte como periodista hice tal cosa, en tanto que mujer o feminista hice tal cosa. No, para mí eran dos condiciones que nunca disocié.
“Trabaje durante ocho años en el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) como encargada de prensa. Fue una organización pionera que sentó las bases del movimiento de mujeres con perspectiva de género.
“Desarrollamos permanentemente campañas contra la violencia hacia las mujeres, incluyendo al feminicidio cuando todavía ese término no se utilizaba para identificar el asesinato por razones de género.
“Recuerdo que desarrollamos una campaña que fue bastante exitosa a nivel de opinión pública: ‘El que ama no mata’. Y te estoy hablando de los años 80. Trabajamos mucho la prostitución, la violación. Y como encargada de comunicaciones yo estaba a la cabeza de todas esas campañas”.
–CR: A 20 años de su creación, usted es la segunda mujer en recibir el Premio Nacional de Periodismo. ¿Fue un largo camino para recibirlo?
–MC: ¡No me lo esperaba! Quizá porque yo –no es porque sea modesta, modesta no soy, que no se equivoqué nadie– nunca he pensado que lo que yo hago merece un premio. No, nunca me hice expectativas de ganar un premio, de verdad que no. Entonces el Premio Nacional de Periodismo reconoce una carrera, y yo tengo muchos años en el ejercicio.
“He recorrido, sí, como periodista, un camino largo desde ser reportera radial a ser directora ejecutiva de la revista Rumbo y después asistente del director de Diario Libre. Han sido muchas etapas. Trabajé 12 años en televisión, fui analista política, fui entrevistadora, tuve columnas de opinión política cuando trabajé en el periódico El Siglo; además de mis crónicas sobre diversos temas.
“Así que he realizado muchas cosas que al jurado le parecieron suficientes como para otorgarme el premio. Pero la verdad que fue una sorpresa, porque las posiciones que yo he tenido públicamente no son del agrado de todo el mundo. Hay prejuicios, pero, en definitiva, aunque no me lo esperaba, me complació. ¡Eso es obvio! Y sí creo que, te repito, no soy modesta, yo he realizado un ejercicio profesional que la gente reconoce”.
PREVALECE VISIÓN MASCULINA DE LA SOCIEDAD
–CR: ¿Este premio le ha cambiado de alguna manera la vida?
–MC: No, al contrario, yo lo que quiero es que ya pase, ya que es como si hubiera ganado un concurso de belleza, y todo mundo quiere que imparta conferencias. Que hable con estudiantes, que vaya a programas. Y hay algunas que no evado porque depende de quién lo plantee.
–CR: Actualmente, hay un gran número de mujeres en los medios en general, pero esa tendencia termina justo cuando se cuentan la cantidad de directivos en los medios. ¿Por qué las mujeres no llegan a esos puestos?
–MC: Porque hay una estructura en los medios que corresponde a la visión masculina de la sociedad. Es así. Hay mujeres que están en puestos importantes. En Listín Diario, la jefa de redacción es María Isabel Sordevila; y en el periódico Hoy, la jefa de redacción es Marien Capitán.
“Tenemos dos productoras independientes que son Nuria Piera y Alicia Ortega, y son las que dominan la televisión. Se ha avanzado. Y la subdirectora de Diario Libre es Inés Aspiun. No quiere decir que las mujeres no han avanzado. No han llegado a los puestos de dirección máxima, porque en definitiva hay una generación de periodistas que no se retira.
“Son una generación que ha estado ahí durante décadas, y no se retira. Los hombres no se retiran, parece que ellos no envejecen. Y entonces, no hay posibilidad de que muchas mujeres periodistas, con mucha capacidad, con mucho empuje, asciendan de nivel. Pueden llegar hasta jefas de redacción, pero hasta ahí”.
–CR: A 20 años de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing, ¿es necesaria una agenda de los derechos de las mujeres a la comunicación y la igualdad de género en los medios de comunicación?
–MC: Creo que es necesario para todo el mundo. Ya que el panorama dominicano no es exclusivo. Es algo que se da en países como México, Chile, Argentina, España y en Suecia. Y se da en cualquier lugar, ya que las mujeres todavía no hemos logrado una sociedad equitativa. Es una sociedad que sigue discriminando a las mujeres. Y las mujeres siguen en desventaja frente a los hombres.
“Entonces creo que todas las propuestas que estén encaminadas a modificar esa relación tan desigual de poder son pertinentes. Y en lo que respecta a las mujeres periodistas, yo no sé si una agenda exclusiva cambie la situación de las mujeres en los medios, si no cambia la sociedad. No somos una cosa aparte. Si la situación de las mujeres no cambia en la sociedad, tampoco va a cambiar en un área específica.
“Entonces, las mujeres han llegado al periodismo, a un lugar donde no llegaban las mujeres hace tres generaciones. Capacidad, competencia, entrega al trabajo, olfato periodístico… todas las cualidades positivas que pueden exigirse a un periodista, las mujeres las tienen. No es ausencia de dichas cualidades, lo que impide que las mujeres lleguen a puestos de dirección más importantes es la estructura social que se reproduce”.
–CR: Decidió su “retiro” en momentos cruciales para el país. ¿Extraña su trabajo en los grandes medios? ¿Siente nostalgia?
–MC: No, en verdad que no. Si digo lo contrario miento. Incluso, para no desvincularme de la profesión, estoy colaborando en el periódico Diario Libre con crónicas y entrevistas; que son géneros que me gustan. Pero el día a día de la redacción por supuesto que no lo extraño, y mucho menos como directiva de medios.
“Por una razón, quizá egoísta, y es que tratar de darle calidad a un medio en estos momentos es una tarea extenuante, porque la calidad de los periodistas es cada vez más baja. Y cuando uno tiene un cierto nivel de exigencia, resulta angustioso, demasiado tensionante, tratar de encaminar las cosas por el carrilito que uno cree deben de ir.
“Entonces, llega un momento en la vida personal, pienso que, de todo el mundo, pero por lo menos en la mía llegó, que yo decidí que cada día necesito menos para vivir. Que cada vez mis necesidades se satisfacen con cosas más simples, y que los años de lucidez que me quedan me gustaría aprovecharlos. No recuperando el tiempo que he perdido o invertido improductivamente, porque eso es imposible, pero sí dándole la mayor calidad posible a los años que me quedan por vivir”.
“TENGO GANAS DE ‘ABUELEAR’”
–CR: Entramos un poco en el terreno personal. ¿Esa decisión tiene que ver que la muerte de su madre la afecta profundamente? ¿Y a que decide acercarse más a sus hijos, quienes sufrieron su ausencia por su dedicación al periodismo, y para disfrutar más a su nieto? ¿Estamos ante una Margarita que se da la oportunidad de sacar más su parte amorosa?
–MC: De alguna manera sí. Yo tengo una relación muy buena con mis hijos, siempre la he tenido. No tengo conciencia de culpa. Yo creo que, aunque podía dedicarles poco tiempo, el tiempo que les dedicaba era de calidad. Y te repito, tengo la enorme satisfacción de que tengo una relación muy cercana con mis hijos. De mucho afecto, de mucho intercambio, de mucha comprensión.
“Pero, no tiene que ver ni siquiera con la muerte de mi madre. Lo que me puede pasar quizás, y estoy improvisando, porque ni siquiera lo he reflexionado demasiado, es que yo tengo conciencia de mi finitud. Hay cosas extraordinarias que me gusta hacer, que he realizado de todas maneras.
“En ocasiones viví en una vorágine, que ahora me quiero dar el tiempo de hacerlo todo con mayor tranquilidad y más a mi aire, y más en mis tiempos. Y no a los tiempos que me dicte el calendario de las vacaciones, que es el tiempo que te da la empresa para que disfrutes, y ahora lo quiero hacer cuando yo quiera.
“¡Es verdad! Tengo ganas de ‘abuelear’, es cierto. Pero también tengo ganas de leerme todos los libros que no me he podido leer. Dedicarle más tiempo a una cosa que para mí es fundamental en mi vida, que es la lectura. Entonces, tengo ese tiempo. Y ahora puedo ir a buscar a mi nieto a la salida del basquetbol. Puedo llevarlo a su casa, y escucharlo durante todo el camino hablar de sus cosas, contándome su día.
“Que son cosas que no podía hacer antes, y en verdad ya no estoy en una edad en que pueda seguir postergando determinadas satisfacciones”.
“DOMINICANA ES UN DESASTRE”
–CR: En su blog indica que es un lugar para continuar diciendo lo que piensa, pero veo que dice poco sobre la situación actual del país. ¿Cuál es su opinión en general?
–MC: ¡Es un desastre! Creo que la situación social y política de Dominicana es mala. Económicamente, creo que tenemos un crecimiento alto; que no se derrama, que no se reparte equitativamente, que sólo se expresa en el Producto Interno Bruto sin que uno pueda identificar avances notorios en el achicamiento de las desigualdades.
“Yo creo que es una sociedad cada vez más desigual. Pero una sociedad también desmovilizada. Una sociedad donde incluso sus grupos más activos son grupos reactivos, no propositivos; donde hay una desvinculación, por ejemplo, de lo que piensan las clases medias y el resto de la población. O cómo perciben ambos grupos la situación.
“Y en términos políticos no hay una propuesta, que al menos a mí, termine por convencerme, no la hay. Durante mucho tiempo, y por las circunstancias políticas de este país, los votantes, la mayoría de los votantes, votábamos en contra no a favor. Y lamentablemente, sin que existan esas condiciones que obligaban al voto en contra, estamos reproduciendo los mismos esquemas. Y a mí no me convence la teoría del menos malo.
“No me convence, cada vez me convence menos. Porque el menos malo no me garantiza que no vaya a ser malo. Me garantiza que es el menos malo, supuestamente. No me garantiza. Y la lucha de ideas es lucha cultural. En Dominicana no hay debate.
“No puedes identificar en ningún plan un núcleo, aunque sea pequeño que debata ideas, que no sean las de la cotidianidad y de la contingencia. Revisas las páginas de opinión de los medios escritos o digitales, o los que quieras y son islitas, no hay ni siquiera un intercambio entre opinantes.
“Hay ideas solitarias y después cuando surge alguna diferencia, desborda casi siempre esos límites del respeto y la tolerancia frente a las posiciones del otro. Hay insultos, hay descalificaciones, pero debates de ideas no hay. No hay vasos comunicantes y una sociedad así no pare ideas”.
–CR: ¿Qué le falta por escribir?
–MC: Lo que no voy a poder escribir nunca: escribir literatura. Siempre he querido ser una novelista. Creo que cuando comencé el periodismo eso pensaba que iba a ser, una novelista. Entonces, yo creo que, al escribir, hay que hacerlo bien, y entonces descubrí, bueno me convencí, que no tengo esas artes. Y yo respeto mucho la buena escritura como para ponerme de escritora.
–CR: ¿Cuáles son sus autores favoritos?
–MC: Tengo varios. Pero António Lobo Antunes es quizás lo máximo para mí. Es un autor que, pese a que es cada vez más complejo, y dificulta mucho a sus lectores a veces seguirle el hilo, es un autor que me gusta. Yo he leído todos sus libros porque siento que me comunica su angustia, me comunica la desesperación de sus personajes.
“Además, es de la ciudad que más me gusta del mundo, y creo que por ahí tengo yo un vínculo emocional con él. Me gusta mucho también Amos Hoz, Ismail Kadaré, J.M. Coetzee, Antonio Tabucchi. También leo otros autores, pero estos que he mencionado son mis preferidos”.
Foto: Presidencia de República Dominicana
Por: Cecilia Rivera
Cimacnoticias | Santo Domingo, RD.-
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