30 lideresas políticas y sociales reivindican su derecho a la participación política y a espacios de poder en América y España
En un
encuentro con la prensa, cinco mujeres de países americanos implicadas
en luchas sociales por los derechos humanos y ambientales comparten las
resistencias que encuentran a su participación política
Madrid, 13 nov. 18. AmecoPress.- El
acoso político trata de impedir la presencia de las mujeres en los
espacios de poder. Pero no es fácil vencerlas. Aunque traten de
desacreditarlas y bloqueen sus propuestas sistemáticamente, como
testimonia Verónica Gálvez, alcaldesa de Puno –Perú-, o las
criminalicen, tal y como explica Ana Rutilia –defensora de derechos
medioambientales en Guatemala-, las mujeres están protagonizando
procesos de resistencia e impulsando cambios en la agenda política y
social.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con algunas de las líderes
políticas y sociales de Latinoamérica que participan en estos días en
encuentros en varias ciudades españolas organizados por Alianza por la
Solidaridad para hablar de violencia machista en los espacios políticos.
En América Latina, la violencia de género en la política ha sido
identificada como un problema preocupante, violencia que se da tanto
sobre mujeres en la política formal como sobre lideresas comunitarias,
defensoras de derechos humanos y ambientales. Esta situación empeora
cuando las mujeres son de alguna etnia no mayoritaria, tienen
orientación sexual no binaria o proceden de zonas rurales.
En respuesta a esta problemática en el año 2007, treinta y cuatro países
firmaron el Consenso de Quito a partir del cual se comprometían a tomar
medidas legislativas para revertir la situación. Por el momento, tan
sólo Bolivia ha aprobado una ley específica contra la violencia de acoso
político (Ley 273).
Son numerosos los obstáculos que las mujeres tienen que enfrentar por
el hecho de ser mujeres en el ámbito político, un espacio
tradicionalmente masculino. “Como regidora, mi función es legislar y
fiscalizar”, explica Verónica Gálvez, “pero he presentado ordenanzas que
son sistemáticamente bloqueadas. Miran a ver en qué te equivocas.
Siempre nos están cuestionando. Y les molesta que una mujer cuestione”.
Ana Rutilia certifica que para muchas compañeras la defensa del
territorio les ha costado la vida. “Cuando denunciamos nos cuestionan,
dicen que somos locas, alborotadoras, que atentamos contra el Estado y
las empresas, nos criminalizan y nos persiguen con la más absoluta
impunidad”, asegura para señalar que, a pesar de todo, “detrás de
nuestras denuncias hay millones de personas que necesitan agua, aire,
naturaleza para vivir y que tienen derecho. Por todo ello vale la pena
ser loca”.
Con los encuentros “Mujeres y poder: liderazgo político, conectando
luchas y territorios” la idea es flexibilizar la violencia de género en
el espacio político, tejer alianzas y compartir experiencias y
estrategias para superar los obstáculos que limitan su participación.
“Lo que nos pasa en Perú pasa aquí en Europa”, analizaba Verónica Gálvez
en un desayuno con periodistas. Ante este diagnóstico, “seamos europeas
o latinoamericanas tenemos que construir una agenda común, pelear para
que el mundo de la política sea un espacio libre de todo tipo de
violencia”.
La participación de las mujeres en la política ha producido cambios en
la agenda, introduciendo el derecho a una vida libre de violencia, los
derechos sexuales y reproductivos o las problemáticas sociales de sus
comunidades en materia de salud y educación.
Pero son avances y retrocesos. Así lo explica Isolda Dantas, Diputada
nacional por el Partido de los Trabajadores de Brasil: “en nuestro país
habido mucho retroceso en los derechos de las mujeres pero también hay
una mayor resistencia por parte de ellas. En las que han sido las
elecciones más violentas desde la dictadura militar, las mujeres
protagonizaron la campaña “Él no”, contra Bolsonaro, y con ello lanzaron
un mensaje al mundo: las mujeres están atentas al surgimiento del
fascismo y se organizan para construir otra agenda”.
Jornadas ‘Mujeres y Poder’
A pesar de que América Latina cuenta con una legislación más avanzada
que España en cuanto la paridad y violencia de género en la política,
existen muchas barreras culturales para el reconocimiento efectivo de
las mujeres en los puestos de poder. De hecho, aunque 15 países han
legislado sobre cuotas en las elecciones, persiste una bajísima
representación de mujeres en cargos de alcaldesas o concejalas a nivel
local o sub-nacional. Desde 1980 solamente se ha elegido
democráticamente a seis mujeres como presidentas en América (tres de
ellas, reelegidas: Cristina Fernández, Dilma Rousseff y Michelle
Bachelet). En países como Bolivia el porcentaje de electas incluso ha
bajado del 22 por ciento al 8 por ciento en las últimas elecciones
municipales. El acoso y la violencia es un tema transversal el ejercicio
de su trabajo, dado que cuando ocupan un puesto o cargo de decisión son
sistemáticamente víctimas del amedrentamiento, violencia y acoso,
hechos que a veces provocan la deserción -incluso la muerte- de mujeres
políticas y públicas.
En la actualidad sólo cuatro países en Latinoamérica se encuentran en
proceso de debatir leyes que combatan el acoso y la violencia política:
Costa Rica, Ecuador, México y Perú, mientras que el Estado Plurinacional
de Bolivia es el único país de América Latina y el Caribe que ha
aprobado una ley, la ley número 243 de 2012, contra el acoso y la
violencia política hacia las mujeres.
Las jornadas “Mujeres y poder” se desarrollan en diferentes ciudades
españolas a lo largo de siete días. En Madrid, el día 15 de noviembre,
tendrá lugar una jornada internacional de clausura en la Secretaría
General Iberoamericana (Recoletos, 8) con la presencia de todas las
participantes, en la que se ha confirmado la presencia de la
vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo.
En diferentes sesiones a lo largo de las jornadas, se abordan temas
relevantes como las estrategias y alianzas entre las mujeres ante
situaciones de acoso y violencia de género en la política, el liderazgo
político de las jóvenes, las dificultades y retos en la defensa del
territorio a nivel local y su impacto en las mujeres, los retos de las
crisis migratorias, los diferentes tipos de violencia que sufren las
mujeres en el ejercicio de su activismo político, las legislaciones
sobre cuotas, el feminismo en contextos post coloniales y el papel de
los medios de comunicación.
Foto: AmecoPress y cedidas por Alianza por la Solidaridad
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