Criminalizadas, agredidas y torturadas
Organizaciones
defensoras de Derechos Humanos (DH) nicaragüenses denunciaron que
existe un patrón en las detenciones arbitrarias a defensoras de DH para
criminalizarlas, agredirlas y torturarlas, con el fin de que éstas se
responsabilicen de los delitos de narcotráfico, delincuencia, entre
otros que no cometieron, cuyas condenas van de los 6 a los 30 años como
máximo.
Las organizaciones nicaragüenses aseguraron que hay más de 46 mujeres
encarceladas en los centros penitenciarios “El Chipote” y “La
Esperanza”, de las cuales casi 20 son defensoras quienes están sujetas a
procesos legales arbitrarios, pues no hay pruebas que acrediten los
delitos que se les imputan.
En entrevista con Cimacnoticias, la directora del Centro Nicaragüense
de Derechos Humanos (Cenidh), Marlin Sierra, explicó que el patrón que
siguen las autoridades al inicio de una detención es dejar incomunicadas
a las defensoras con el fin de que éstas se vean obligadas a acceder a
sus peticiones por medio de actos de tortura como terapia de
electroshocks, hacer sentadillas, que su cuerpo esté en una sola
posición, o ser golpeadas durante horas.
Después de ello, dijo, las defensoras son encarceladas por casi 2
semanas sin ser presentadas ante una autoridad y exhibidas en los medios
de comunicación nicaragüenses con el uniforme penitenciario de este
país de color azul, a pesar de que éste sólo debe usarse cuando las
personas ya son condenadas, no detenidas.
Una vez procesadas, comentó la defensora, son aisladas de las demás
mujeres en reclusión “para que nadie se solidarice con ellas”. Respecto a
las visitas de sus familiares y abogadas, éstas son concedidas o
suspendidas según “los deseos de los directores de los penales”, por lo
que dijo los DH de las defensoras están sujetos “al contentillo” y hay
una violación a su derecho a una defensa.
En las audiencias preliminares, agregó, ni los abogados ni ellas son
notificados, las defensoras son enviadas a cáceles en otras ciudades, lo
cual genera un gasto emocional, físico y económico a las familias que
no pueden costear.
Este panorama, comentó, ha dado como resultado que defensoras de DH y
de la tierra como Brenda Muñoz y Amaia Eva Coppens, quienes sufren de
enfermedades crónicas (bronquitis y diabetes) se les niegue el derecho a
una atención médica y sus familiares cuenten con alternativas para
brindarles ayuda, ante ello han optado por hacer públicos los casos para
que organismos internacionales de DH intervengan.
En ambos casos, dijo Marlin, los escritos y gestiones que han
entregado los abogados de las defensoras han sido ignorados, por lo que
las organizaciones temen que de no “haber un cambio rápido” la salud de
estas defensoras empeore y fallezcan. Ambas fueron víctimas de
hostigamiento, amenazas, desprestigio y agresiones hacia ellas y sus
familias.
Resaltó que hay una violación extrema de todo el marco penal jurídico
nicaragüense y existen otros casos como el de Alejandra y Elsa, una
defensora y otra estudiante, quienes tuvieron un aborto espontáneo
después de ser golpeadas por personal de la policía tras ser detenidas
arbitrariamente, dos casos que hasta el momento han quedado impunes.
Estas dos mujeres estaban acusadas de “terrorismo” por portar una
bandera “blanca y azul” (colores de Nicaragua) durante una protesta.
Luego de su aborto espontáneo, las autoridades dijeron que “al no haber
encontrado pruebas de delito después de un mes, estaban libres, sin
más”, explicó.
La defensora dijo que todo ello es resultado de la ineficiente
respuesta que organismos internacionales de DH han tenido para dar una
repuesta y tomar acciones contra la política de represión y violencia
del presidente de este país, Daniel Ortega, la que ha llevado al
desplazamiento forzado de las y los nicaragüenses. Datos del Cenidh
registraron que hay más de 182 defensoras detenidas y que en promedio
son detenidas de 4 a 5 personas.
Detalló que la situación de la población, y en específico de las
defensoras, es muy difícil pues las autoridades actúan a favor y según
las decisiones del presidente y su esposa, Rosario Murillo, quienes se
han mantenido en el poder por más de 5 años a través de procesos
ilegales de reelección.
Por su parte, integrantes de la Iniciativa Nicaragüense de Mujeres
Defensoras (IM-Defensoras), denunciaron que hace una semana alrededor de
20 hombres vestidos de negro y encapuchados irrumpieron en las celdas
de la cárcel de mujeres y las golpearon “brutalmente”.
Ante ello, organizaciones con trabajo en defensa de Derechos Humanos,
exigieron una vez más al gobierno nicaragüense detenga la represión
estatal y violencia paramilitar e hicieron un llamado a organizaciones,
organismos de DH y a la sociedad a civil, a no olvidar la grave crisis
de Nicaragua y sumarse en la demanda de una “solución inmediata y
pacífica” para este país.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Aline Espinosa Gutierrez
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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