Banqueros: lágrimas de cocodrilo
Información
falsa que confunde
Con lágrimas de cocodrilo, los banqueros que operan en el país rechazan,
con plena convicción, los calificativos de
usura, agio y abusoque les endosan los usuarios de las instituciones financieras, y se quejan amargamente de que
durante estos días hemos sido testigos de una intensa actividad mediática de muchos actores, que parten de datos equivocados y aseveraciones falsas que solo confundirán a la opinión pública y concretamente a los clientes de los bancos.
Y con la cara más dura que el concreto aseveran que las autoridades financieras del sector público
han logrado que las comisiones y el resto de los precios de los productos y servicios bancarios hayan ido a la baja, producto del único mecanismo sano para poder lograrlo: el fomento a la competencia, y no a través de la fijación de estos.
Pobres incomprendidos, pero ¿por qué será que nadie les cree a los banqueros? Bueno, de entrada, porque eso del
fomento a la competenciano pasa de ser un pésimo chiste, o una muestra de humor negro, porque todo el mundo sabe que cinco bancos, de casi media centena existente en el país, concentran prácticamente todo el mercado nacional.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) lo documenta así:
con información del Banco de México, queda claro que los cinco bancos más grandes en cada segmento de crédito tuvieron una participación de entre 75.3 y 98.6 por ciento del mercado. Los resultados evidencian la existencia de condiciones estructurales e institucionales que afectan a los usuarios de servicios financieros.
Por si fuera poco, advierte la ASF,
se registra una elevada concentración del sistema bancario: Banamex, Banorte, BBVA Bancomer, HSBC, Inbursa, Santander y Scotiabank, es decir, siete bancos, obtienen 83 por ciento de las utilidades netas, tienen 78.6 por ciento del total de los activos y 81.8 por ciento del total de la cartera de crédito.
Solo como ejemplo, lejos de
fomentar la competenciaen México los dos mayores bancos del sistema se dedicaron a engullir a otras instituciones del ramo para incrementar su presencia en el mercado nacional. Así, el español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) no sólo se quedó con Bancomer, sino que en sus haberes incluyó a Probursa (originalmente Multibanco Mercantil de México, el primero en ser reprivatizado en el salinato), Promex, Unión (el de Cabal Peniche), Oriente y Cremi (propiedad de Alberto Baillères antes de la estatización de 1982), mientras el estadunidense Citigroup se quedó con Banamex y Banca Confía, y al igual que los
engullidospor el BBVA todos los pasivos terminaron en la panza del Fobaproa.
Cerca de la mitad de las voluminosas cuan crecientes utilidades netas
del sistema bancario que opera en México se queda en las alforjas del
BBVA Bancomer y Citibanamex. Por ejemplo, en el año 2000, cuando el
cambiose instaló en Los Pinos (esa tomadura de pelo que se llama Vicente Fox) el primero reportó utilidades netas por mil 469 millones de pesos, y para 2018 se estima que esas ganancias se aproximen a 46 mil millones, es decir, un incremento superior a 3 mil por ciento, en una economía que difícilmente crece más de 2 por ciento y con una inflación acumulada en ese periodo (la información es del Inegi) de 106 por ciento.
Así, las utilidades netas que en el año 2000 al BBVA Bancomer le
llevaba un año reunir, ahora apenas le toma poco menos de 12 días. Ello
sin considerar la generosidad del gobierno en materia fiscal, los
pagarés Fobaproa y el jugoso negocio que los bancos hacen con los bonos
(léase los jugosos intereses que generan) de su
rescate.
La ASF aporta más elementos: En 2017, los ingresos netos (de la banca
que opera en el país) por intereses y comisiones sumaron 526 mil 246.3
millones de pesos (2.4 por ciento del PIB), 65 mil millones más que en
2016. Entre 2012 y 2017, estos ingresos sumaron 2.4 billones de pesos.
Las rebanadas del pastel
Entonces, ¿qué no es usura, agio ni abuso?
Twitter: @cafevega
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