Gilberto López y Rivas
La Asociación Lázaro Cárdenas
de Asturias organizó las II Jornadas de América Latina y Caribe, que se
desarrollaron entre el 6 y el 9 de noviembre en las ciudades de Oviedo y
Gijón, en las que se trataron diversos temas del contexto marcado por
la ofensiva neoliberal: género, mujeres, pueblos originarios,
contrainsurgencias, guerras de cuarta generación y procesos políticos
actuales.
Quienes participamos en dichas jornadas, a su vez, tuvimos la
oportunidad y el privilegio, a partir de la convivencia intensa y
fraterna con integrantes de la Asociación, no sólo de conocer los
orígenes de su fundación y la brújula política que orienta su trabajo:
solidaridad, internacionalismo y memoria, sino, también, transmitieron
en vívidos y estremecedores relatos y visitas a sitios memorables, las
luchas históricas del pueblo asturiano y, particularmente, de su clase
trabajadora minera: durante la olvidada revolución obrera de octubre de
1934 (ver: Paco Ignacio Taibo II, Asturias, octubre 1934,
Ed. Crítica); los años de la guerra civil que se produce por el golpe
de Estado de los generales traidores a la República, los bombardeos a la
población civil desde los barcos sublevados y la aviación hitleriana,
la letal Legión Cóndor, con sus 600 cazas y bombarderos de la más alta
tecnología bélica; la terrible práctica represiva de la dictadura
franquista, su política de exterminio, con miles de asesinados en
caminos y carreteras, arrojados en cunetas, tiros de minas, fosas
comunes y acantilados marítimos; los juicios sumarios de tribunales
militares que sentenciaban diariamente fusilamientos en masa; los nunca
reconocidos 200 campos de concentración y los batallones de mano de obra
esclava de presos políticos que, incluso, trabajaron en el Valle de los
Caídos; las miles de desapariciones forzadas y la persecución policial,
laboral y social sobre personas del entorno republicano, en ocasiones,
delatadas por vecinos, compañeros de trabajo e, incluso, familiares.
México, por haber sido nación de acogida del exilio republicano,
durante la presidencia del general Lázaro Cárdenas, conoció
tempranamente testimonios del crimen que los fascistas cometieron contra
la República española y el papel que jugó el Comité de no Intervención
que los gobiernos de Inglaterra, Francia y Estados Unidos crearon para
encubrir su participación en esta felonía. En España, los fascistas
pusieron a prueba sus nuevas armas, sus métodos masivos de exterminio y
toda la experiencia del país se constituyó así en la advertencia de lo
que sería el
orden fascistaen Europa. También, España se convirtió en la clarinada que alertaba a los fascistas sobre el indoblegable espíritu de lucha de sus pueblos y la fraterna solidaridad de los internacionalistas provenientes de más de 50 países, incluyendo a cubanos, que constituyeron el grupo más numeroso procedente de América Latina. Precisamente, recién se recordó el retiro de las Brigadas Internacionales en octubre de 1938, motivado por un fracasado esfuerzo por cambiar la posición del Comité de no Intervención. Con esta complicidad de por medio, las agresiones fascistas de la preguerra quedaron impunes y, con ello, se permitió que los sueños de expansión mundial de las potencias del Eje se tornaran cruel realidad. Los gobiernos inglés y francés pasaron por encima de acuerdos de mutua defensa con Polonia y Checoslovaquia, permitiendo la ocupación nazi de esos países.
Especialmente impactante fue la visita, en la ruta de la memoria
histórica, que los miembros de la Asociación buscan afanosamente
preservar, a las fosas comunes del cementerio de Ceares, en las que se
contabilizan 1934 hombres y mujeres de todas las edades y condiciones,
señalados como
rojospor la
justiciamilitar.
A unos pasos de las fosas, se erije un monumento dedicado
A LAS VÍCTIMAS DE LA REPRESIÓN FRANQUISTA, LUCHADORES POR LA LIBERTAD Y DEFENSORES DE LA DIGNIDAD HUMANA. EN SU MEMORIA. GIJÓN, 14 DE ABRIL DE 2010, en lo que representa un libro con sus páginas abiertas, y en cuyas hojas aparecen los nombres y apellidos de las víctimas.
A unos 50 metros de las fosas, por un camino, se llega al paredón de
fusilamiento en el que se hallan diversas placas conmemorativas. Cruzada
por los colores de la República, se esculpió en una piedra:
En este PAREDÓN fueron fusilados miles de republicanos víctimas de la DICTADURA fascista durante los años 1937-1941. Sus cuerpos reposan en CUATRO FOSAS COMUNES. HONOR Y RECONOCIMIENTO.
El muro de la muerte, el monumento y las fosas se encuentran
tapisadas de flores y evocaciones de familiares, gremios y
organizaciones políticas, evidencia contundente de que la memoria sigue
viva como un acicate para que el fascismo no vuelva jamás.
Dejó huella profunda rendir homenaje a quienes en esa tierra digna de Asturias
DECIDIERON MORIR DE PIE POR NO VIVIR DE RODILLAS.
A Churruca y sus camaradas, combatientes infatigables de la memoria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario