▲ Los integrantes de la Guardia Nacional tendrán una formación
específica para prestar servicios a la seguridad pública, afirmó Alfonso
Durazo.
La única posibilidad que tenemos para enfrentar el tema de la criminalidad son dos instituciones de primera línea: el Ejército y la Marina, aseguró el próximo secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, quien aclaró que los militares que realizan tareas de seguridad en las calles serán remplazados por policías militares y navales, que formarán parte de la Guardia Nacional, cuya operación dependerá de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Al término de una reunión con el presidente electo, Andrés Manuel
López Obrador, en la casa de transición, explicó que con la nueva
corporación
estamos proponiendo acabar con la simulación en la que han venido actuando las fuerzas militares; además, dará
cobertura al trabajo de la seguridad pública con una visión democrática; es decir, limitando el uso de la fuerza a un marco de legalidad y de respeto profundo a los derechos humanos.
En entrevista, dijo que los policías militares y navales
tienen una formación distinta a la del personal castrense que actualmente está en las calles, de seis u ocho meses adicionales a la de un soldado raso, y esto los califica para los temas de seguridad pública.
Agregó que tienen adiestramiento, disciplina, mecanismos de ascenso,
de recompensa, de reconocimientos militares. Insistió en que la Guardia
Nacional
va a ser un cuerpo adicional en la Sedena con identidad propia y programas de capacitación distintos a los que tiene el personal militar regular.
Consideró que el tema no es la militarización, pues
no depende de que estén ubicados en la Sedena, (sino) de la formación de los integrantes de los cuerpos de seguridad. En este caso, los de la Guardia Nacional tendrán una formación específica para prestar servicios a la seguridad pública.
Durazo subrayó que la institución que actualmente garantiza optimizar el funcionamiento de la Guardia Nacional es la Sedena.
Si tuviéramos el número de mandos civiles adecuados, formados, capacitados, la decisión hubiese sido distinta. Pero no lo hay en este momento.
Necesitamos, recordó, entre 120 mil y 150 mil elementos para la corporación y
¿con qué presupuesto los contratamos y de dónde los sacamos?. En cambio, explicó, tenemos ya incorporándose 35 mil policías militares, casi 8 mil navales y otro tanto pudieran ser de la Policía Federal.
En otro tema, el próximo secretario de Seguridad Pública sostuvo que como parte del plan que implementará el gobierno entrante,
aquellos criminales que se entreguen, que colaboren con la justicia, que reparen el daño podrán recibir alguna rebaja en la pena, aunque el derecho internacional contempla restricciones por delitos graves y de lesa humanidad.
No es que salgamos a buscar criminales, es que aquellos que quieran colaborar con la justicia podrían recibir algún beneficio. Este marco jurídico ya existe en el país, mencionó. También dijo que la amnistía es una posibilidad.
Ayer por la mañana estuvieron en la casa de transición los futuros
secretarios de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, y
de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú; el empresario
José María Riobóo; Sergio Samaniego, encargado del proyecto
aeroportuario de Santa Lucía, y Gerardo Bravo, quien dirigirá el Grupo
Aeroportuario de Ciudad de México.
Foto Notimex
Alma E. Muñoz
Periódico La Jornada
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