Contra la trata y venta de mujeres y niñas en España
De
pequeña mi madre siempre me decía que no me peleara con los otros
niños. Nunca entendí por qué tanta insistencia ya que jamás tuve
altercado alguno, al menos no físico, con mis compañeras de colegio.
Excepto una vez que un niño me quitó mi pelota…pero eso os lo cuento
otro día. El caso es que me acuerdo de ese consejo maternal en este
preciso momento en el que estamos a escasas horas de una brutal Pelea, y
de las gordas.
La pelea en cuestión es la que nos vamos a tener que echar desde dos
organizaciones feministas (Plataforma 8 de Marzo de Sevilla y L’Escola
AC) que, con escasos medios, pero con mucha determinación, salimos al
paso del Ministerio de Trabajo, y de una organización que dice aglutinar
a “trabajadoras sexuales”, para evitar el intento de legalizar que el
Proxenetismo en España como actividad económica lícita y legal. Es
decir, sacar a los proxenetas del Código Penal para pasarlos al Código
de Comercio.
COMERCIANTES DE MUJERES, LEGALES Y LEGÍTIMOS
Cómo hemos llegado hasta aquí es una cuestión que todas y todos los
que estamos metidos a la fuerza en esta pelea nos preguntamos con más
frecuencia cada vez que se va acercando el momento de entrar en el
juicio en el que intentaremos parar esta surrealista e insoportable
situación. La respuesta, al menos para mí, es muy clara: Por la
incompetencia demostrada por el Ministerio de Trabajo en este asunto
desde el minuto 1.
Desde el Ministerio y desde el gobierno en su totalidad, puesto que
le faltó tiempo al presidente para sumarse a la tesis futbolística del
“gol por la escuadra” acuñada por la ministra de trabajo. Porque los
grupos de gente con ciertos intereses, por abominables que sean, pueden
intentar “legalizar” su situación y limpiar su imagen hasta donde quien
debe controlar que eso no sea posible les deje. Sobre todo si nadie
controla nada.
Incompetencia previa, por dejar que una organización cuyo
reconocimiento legalizaría de facto como patronal de esas “trabajadoras
sexuales” a los tratantes de mujeres para su consumo, se registrara como
sindicato, nada menos.
Nosotras, desde L’Escola AC preferimos pensar que no se leyeron ni
los papeles, y por eso hemos demandado al Ministerio de trabajo.
Preferimos pensar eso antes que caer en pensamientos oscuros de
intereses creados. Así de buena gente somos.
Y luego, incompetencia continuada por permitir que el próximo día 14
de noviembre a las 11:30 horas en la Audiencia Nacional, el abogado del
Estado, quien representa al Gobierno, se siente al lado de los
representantes de esa extraña organización, para defender lo mismo que
ellos, en contra de las feministas, esto es, la validez de la
inscripción de OTRAS como sindicato y la legalidad del mismo. Es decir,
justo lo contrario que vienen diciendo en todas las declaraciones
públicas que han hecho hasta ahora al respecto. Pelearse está feo, pero
mentir también.
Pero no hay que perder de vista lo fundamental en este asunto. A
quién realmente nos enfrentamos es al proxenetismo legal. A las mafias
de traficantes de mujeres y niñas que camparán a sus anchas por nuestro
país si se reconoce la legalidad de la prostitución como trabajo por
cuenta ajena, ya que los proxenetas se convertirían inevitablemente en
la patronal del sexo. ¿Se acuerdan de ANELA? ¿Esa organización de
propietarios de clubs presidida por un destacado miembro de la fascista
España 2000? Pues ese tipo de personas son las que se verían
beneficiadas si OTRAS se legitima como organización sindical. Vía libre
para tratantes que pasan de delincuentes a emprendedores de éxito
seguro, puesto que la prostitución no es un trabajo, pero es un negocio
millonario.
Nos importa bien poco lo que piensen todos los implicados en este
juicio. A nosotras y nosotros, desde L’Escola, sólo nos importan las
mujeres, incluidas nosotras mismas. Yo misma, egoístamente si queréis.
Yo porque no quiero ser comprada ni vendida, yo porque no quiero ser
penetrada por decenas de hombres diferentes al día para enriquecer a un
tercero. Yo porque no quiero que trafiquen conmigo por mi situación de
necesidad y me lleven a Europa donde formaré parte de una oferta de
“barra libre” en sexo a todos los clientes del local. Yo porque no
quiero que se me rebaje tanto que piense que mi única salida sea
drogarme o emborracharme para acabar cortándome las venas en el baño del
burdel donde me tengan encerrada.
Yo porque no quiero que nada de eso sea legal ni que nadie pueda
hacer nada por ayudarme. Es para que no me pase a mí. Es para que no le
pase a nadie. Es por todas.
*Este artículo fue retomado del portal de noticias Tribuna Feminista
Imagen retomada del portal Indymedia.org
Por: Nuria González*
Cimacnoticias | Madrid, Esp.-
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