Día de la mujer:
¡8 de Marzo
día internacional
de lucha revolucionaria!
escrito por Carla Beltrán
miércoles, 28 de febrero de 2007
El capitalismo se basa en la explotación del hombre por el hombre, hemos visto como a llegado a extremos bárbaros, la guerra de Estados Unidos contra Irak para apropiarse de su petróleo es solo un ejemplo de hasta donde este sistema puede llegar, buscando beneficios para unos cuantos.
La explotación no discrimina, admite de todas razas, religiones y sexos, e incluso abusa de las costumbres y prejuicios cada vez que puede, este es el caso de las mujeres que por mucho tiempo hemos sido presas de una doble explotación.
La obtención de beneficios de mujeres y niños se masifico principalmente a partir de la Primera Guerra Mundial, en donde a falta de hombres en las fábricas se contrataban a mujeres y niños a los cuales se les pagaba un salario menor.
Luego en la Segunda Guerra Mundial tuvimos el mismo escenario, y hasta ahora la situación sigue siendo básicamente la misma.
La entrada de la mujer al mundo laboral sin duda fue un paso progresista, pues esto significo un desenlace de la familia y el hogar en términos burgueses, también es una precondición para su emancipación pues se da un paso hacia el desarrollo como seres humanos miembros de una sociedad.
La burguesía no tiene el mínimo interés por que las trabajadoras tomen conciencia de su explotación y luchen contra ella, y por eso ha creado una serie de mecanismos para mantenerlas pasivas, como la iglesia y la prensa burguesa en todos su tipos. Sin embargo cada vez menos mujeres quieren mantenerse en la ignorancia, ni envueltas en un mundo ilusorio que crea a nuestro alrededor como lo pretenden con las telenovelas y programas que vienen dirigidos de manera directa hacia nosotras. La presión y la explotación nos empujan cada vez más a sacar conclusiones revolucionarias.
Podemos ser hasta más revolucionarias que los hombres por que a menudo somos más oprimidas, después de la jornada laboral la mayoría de las mujeres deben llega a sus casas a cumplir con una segunda jornada de trabajo en las labores domésticas que son de por si bastante agotadoras además de no ser remuneradas. Esta doble jornada, por si fuera poco, representa un beneficio extra al capitalista ya que la mujer con las labores domésticas ayuda a la revitalización de fuerzas de sus compañeros para la siguiente jornada de explotación.
Así, vemos como las trabajadoras somos un engrane fundamental en la producción y un sujeto de explotación muy remunerable para la burguesía. De ahí que para los marxistas siempre nos es fundamental el trabajo entre las mujeres, no visto desde un punto de vista de género sino sobre todo de clase, es decir, la burguesía también ha creado una división artificial entre géneros, para hacer creer que los problemas de la mujeres son en primer lugar, solo de nosotras y en segundo lugar producto de los hombres. Lo que es completamente falso, los problemas de hombres y mujeres de la clase trabajadora son compartidos; son causa de la división de clases, de la propiedad privada de los medios de producción y de todos los mecanismos que se han creado para perpetuar esta situación.
La mujer ha dado grandes muestras de su capacidad de organizarse y de combatir a los opresores, en más de una ocasión han salido a las calles a lado de los hombres. Y muchas veces sin ellas no se habría podido tener el mismo éxito. Por ejemplo la revolución de febrero de 1917, en Rusia explotó con una marcha de las mujeres el día internacional de la mujer, con consignas contra la guerra y la carestía.
México tampoco ha sido la excepción aquí también tenemos ejemplos de movimientos que han sobre todo ayudado a sacar lecciones, como el caso de las costureras después del terremoto de 1985, que después de este evento catastrófico dejó clara la urgencia de organizarse en un sindicato, lo que desde antes ya se estaba impulsando por algunas trabajadoras, también sacó a la luz las condiciones de precariedad en las que laboraban como ellas lo decían: "nunca pagaban completo, siempre quedaban a deber". Las costureras no tenían prestaciones, eran contratadas por tres meses, con salario mínimo y las que se embarazaban o se enfermaban no tenían derecho a la incapacidad por maternidad", "la dueña, donde yo trabajaba, decía que la fábrica era de vestidos y no de niños", dice entre risas Concepción una costurera que laboraba en esa empresa en ese año.
Los dueños de las maquilas en el desastre solo se preocuparon por sacar las mercancías, nunca por rescatar a las costureras, lo cual causó mucho repudio, confiados de que la CTM no haría nada por ellas se negaban a dar indemnizaciones, y la lucha fue aún más difícil, a fines de 1985 se registro el Sindicato Nacional de Costureras 19 de Septiembre, con 5 mil afiliadas, fueron disminuyendo conforme les otorgaron su liquidación. Y se trabajó para convencer de su afiliación a las que estaban en fábricas activas. A la par que se formaba el sindicato, se crearon cooperativas: la Dimensión Wells, Renacimiento, 19 de Septiembre, Mujeres de Hoy y otras, pero estas no fueron la solución hubo problemas de organización, control, etc. Que se pudieron haber solucionados con medidas como la creación de comités de fabricas responsables de la organización y administración con rotatividad de puestos, salarios obreros a puestos obreros, revocabilidad inmediata, elecciones libres bajo la bandera del centralismo democrático, etc. Herramientas que la misma clase trabajadora ha creado y probado en la lucha, pero no hubo quien las recuperara y el sindicato se fue desbaratando. Así tenemos más ejemplos de mujeres en México que han salido a la lucha, las mujeres zapatistas que defienden sus derechos como seres humanos contra la discriminación por ser indígenas, mujeres y trabajadoras, las esposas de los mineros en Michoacán y Pasta de Conchos que salen a apoyar la lucha de sus compañeros así como ha manifestarse contra la precariedad del trabajo en las minas, etc.
Innumerables lecciones de su capacidad revolucionaria nos han dado las mujeres de todo el mundo, en esta etapa de ascenso en la lucha de clases tenemos el deber de organizarnos y salir a lado de nuestros compañeros por una revolución en donde desde las relaciones laborales hasta las de pareja este libres de opresión y reine el gusto y el placer, pasar del reino de la necesidad, al de la libertad es una tarea que tenemos como clase.
¡¡No más muertas en Ciudad Juárez!!
¡¡Por todas las caídas, ni un minuto de silencio sino una lucha socialista!!
¡¡8 de marzo, día de lucha revolucionaria!!
¡8 de Marzo
día internacional
de lucha revolucionaria!
escrito por Carla Beltrán
miércoles, 28 de febrero de 2007
El capitalismo se basa en la explotación del hombre por el hombre, hemos visto como a llegado a extremos bárbaros, la guerra de Estados Unidos contra Irak para apropiarse de su petróleo es solo un ejemplo de hasta donde este sistema puede llegar, buscando beneficios para unos cuantos.
La explotación no discrimina, admite de todas razas, religiones y sexos, e incluso abusa de las costumbres y prejuicios cada vez que puede, este es el caso de las mujeres que por mucho tiempo hemos sido presas de una doble explotación.
La obtención de beneficios de mujeres y niños se masifico principalmente a partir de la Primera Guerra Mundial, en donde a falta de hombres en las fábricas se contrataban a mujeres y niños a los cuales se les pagaba un salario menor.
Luego en la Segunda Guerra Mundial tuvimos el mismo escenario, y hasta ahora la situación sigue siendo básicamente la misma.
La entrada de la mujer al mundo laboral sin duda fue un paso progresista, pues esto significo un desenlace de la familia y el hogar en términos burgueses, también es una precondición para su emancipación pues se da un paso hacia el desarrollo como seres humanos miembros de una sociedad.
La burguesía no tiene el mínimo interés por que las trabajadoras tomen conciencia de su explotación y luchen contra ella, y por eso ha creado una serie de mecanismos para mantenerlas pasivas, como la iglesia y la prensa burguesa en todos su tipos. Sin embargo cada vez menos mujeres quieren mantenerse en la ignorancia, ni envueltas en un mundo ilusorio que crea a nuestro alrededor como lo pretenden con las telenovelas y programas que vienen dirigidos de manera directa hacia nosotras. La presión y la explotación nos empujan cada vez más a sacar conclusiones revolucionarias.
Podemos ser hasta más revolucionarias que los hombres por que a menudo somos más oprimidas, después de la jornada laboral la mayoría de las mujeres deben llega a sus casas a cumplir con una segunda jornada de trabajo en las labores domésticas que son de por si bastante agotadoras además de no ser remuneradas. Esta doble jornada, por si fuera poco, representa un beneficio extra al capitalista ya que la mujer con las labores domésticas ayuda a la revitalización de fuerzas de sus compañeros para la siguiente jornada de explotación.
Así, vemos como las trabajadoras somos un engrane fundamental en la producción y un sujeto de explotación muy remunerable para la burguesía. De ahí que para los marxistas siempre nos es fundamental el trabajo entre las mujeres, no visto desde un punto de vista de género sino sobre todo de clase, es decir, la burguesía también ha creado una división artificial entre géneros, para hacer creer que los problemas de la mujeres son en primer lugar, solo de nosotras y en segundo lugar producto de los hombres. Lo que es completamente falso, los problemas de hombres y mujeres de la clase trabajadora son compartidos; son causa de la división de clases, de la propiedad privada de los medios de producción y de todos los mecanismos que se han creado para perpetuar esta situación.
La mujer ha dado grandes muestras de su capacidad de organizarse y de combatir a los opresores, en más de una ocasión han salido a las calles a lado de los hombres. Y muchas veces sin ellas no se habría podido tener el mismo éxito. Por ejemplo la revolución de febrero de 1917, en Rusia explotó con una marcha de las mujeres el día internacional de la mujer, con consignas contra la guerra y la carestía.
México tampoco ha sido la excepción aquí también tenemos ejemplos de movimientos que han sobre todo ayudado a sacar lecciones, como el caso de las costureras después del terremoto de 1985, que después de este evento catastrófico dejó clara la urgencia de organizarse en un sindicato, lo que desde antes ya se estaba impulsando por algunas trabajadoras, también sacó a la luz las condiciones de precariedad en las que laboraban como ellas lo decían: "nunca pagaban completo, siempre quedaban a deber". Las costureras no tenían prestaciones, eran contratadas por tres meses, con salario mínimo y las que se embarazaban o se enfermaban no tenían derecho a la incapacidad por maternidad", "la dueña, donde yo trabajaba, decía que la fábrica era de vestidos y no de niños", dice entre risas Concepción una costurera que laboraba en esa empresa en ese año.
Los dueños de las maquilas en el desastre solo se preocuparon por sacar las mercancías, nunca por rescatar a las costureras, lo cual causó mucho repudio, confiados de que la CTM no haría nada por ellas se negaban a dar indemnizaciones, y la lucha fue aún más difícil, a fines de 1985 se registro el Sindicato Nacional de Costureras 19 de Septiembre, con 5 mil afiliadas, fueron disminuyendo conforme les otorgaron su liquidación. Y se trabajó para convencer de su afiliación a las que estaban en fábricas activas. A la par que se formaba el sindicato, se crearon cooperativas: la Dimensión Wells, Renacimiento, 19 de Septiembre, Mujeres de Hoy y otras, pero estas no fueron la solución hubo problemas de organización, control, etc. Que se pudieron haber solucionados con medidas como la creación de comités de fabricas responsables de la organización y administración con rotatividad de puestos, salarios obreros a puestos obreros, revocabilidad inmediata, elecciones libres bajo la bandera del centralismo democrático, etc. Herramientas que la misma clase trabajadora ha creado y probado en la lucha, pero no hubo quien las recuperara y el sindicato se fue desbaratando. Así tenemos más ejemplos de mujeres en México que han salido a la lucha, las mujeres zapatistas que defienden sus derechos como seres humanos contra la discriminación por ser indígenas, mujeres y trabajadoras, las esposas de los mineros en Michoacán y Pasta de Conchos que salen a apoyar la lucha de sus compañeros así como ha manifestarse contra la precariedad del trabajo en las minas, etc.
Innumerables lecciones de su capacidad revolucionaria nos han dado las mujeres de todo el mundo, en esta etapa de ascenso en la lucha de clases tenemos el deber de organizarnos y salir a lado de nuestros compañeros por una revolución en donde desde las relaciones laborales hasta las de pareja este libres de opresión y reine el gusto y el placer, pasar del reino de la necesidad, al de la libertad es una tarea que tenemos como clase.
¡¡No más muertas en Ciudad Juárez!!
¡¡Por todas las caídas, ni un minuto de silencio sino una lucha socialista!!
¡¡8 de marzo, día de lucha revolucionaria!!
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