La Ruta de la Memoria nació en avenida Reforma y llega hasta el Zócalo. La conforman una serie de antimonumentos estéticamente diseñados que confrontan no sólo al Estado, sino a un sector de la sociedad que prefiere mantenerse al margen de lo que ocurre a su alrededor. Hasta que les toca.
El primer antimonumento que emergió en esta capital es el 43+, instalado, como el resto de los que han surgido en una década, en una acción colectiva que exige verdad y justicia para los 43 normalistas de Ayotzinapa y para los más de 125 mil desaparecidos en este adolorido país. Y es justo este antimonumento el que el pasado 5 de agosto fue atacado, al provocarse un incendio en el espacio que ocupa en Reforma y Bucareli.
Lo que sucedió es parte de una estrategia de desmantelamiento de
la memoria instalada en el Paseo de la Reforma, perfectamente
planificada y orquestada desde el gobierno de la Ciudad de México
,
acusa el colectivo Ruta de la Memoria en un comunicado en el que
advierte que no es la primera vez que se agreden estas instalaciones y
que cuentan con información de que hay una orden de desmantelarlas para
dejar una ciudad limpia, sin fichas de desaparecidos y sin rastro de protestas ni denuncias en el contexto del Mundial de Futbol el año entrante
.
La memoria viva incomoda, pues se trata de una denuncia permanente que exige justicia al Estado mexicano, no de dos estatuas de leyendas latinoamericanas que le estorban a una iracunda alcaldía priísta. Y aquí hay una clara diferencia en el trato institucional.
Las indignaciones actuales y los antimonumentos que las representan no deberían ser considerados focos rojos que hay que desactivar, sino espacios que deben respetar, encontrar a los responsables de los ataques en su contra, y dejar que sigan siendo preservados y cuidados por una sociedad civil responsable de la lucha contra el olvido.
militares contra cárteles// Sheinbaum: no va a venir a México // Cinco décadas de rotundo fracaso
escondersu oprobiosa complicidad en el genocidio palestino: “Donald Trump firmó en secreto una directiva dirigida al Pentágono para empezar a usar la fuerza militar contra ciertos cárteles de la droga, que su administración considera organizaciones terroristas; la decisión es el paso más agresivo de su administración en su creciente campaña contra los cárteles y brinda una base oficial para la posibilidad de operaciones militares directas en el mar o en territorio extranjero, informó The New York Times” ( La Jornada).
Es claro que el destinatario de su directiva secreta
(léase
otro chantaje) es su caballito de batalla (México, con copia para
Colombia, ambas naciones con gobiernos progresistas), pero al mismo
tiempo es el reconocimiento tácito (como si hiciera falta) de que tras
54 años de la guerrera
declaratoria del gobierno gringo contra las drogas y el consumo de enervantes
, el fracaso estadunidense en esta materia ha sido absoluto, por la sencilla razón de que hacia el interior de su país no ha combatido
absolutamente nada: los traficantes gringos gozan de cabal impunidad,
son cada vez más poderosos y su negocio es boyante, mientras en ese
periodo el número de consumidores ha crecido de forma geométrica, de tal
suerte que Trump (al igual que sus antecesores) se lava las manos y
recurre al viejo truco de culpar a terceras naciones en su pueril
intento de ocultar (algo por demás imposible) su propio fiasco, sin
olvidar que fueron las farmacéuticas gringas las que ilegalmente
fomentaron la adicción a los opioides (con el fentanilo a la cabeza).
Por ejemplo, la farmacéutica Purdue Pharma y su tráfico de miles y miles de recetas médicas para la adquisición legal
de medicinas
como OxyContin (altamente adictiva), producto autorizado por la propia
Administración de Alimentos y Medicamentos del gobierno estadunidenses
(FDA, por sus siglas en inglés), que provocó adicción galopante y miles
de muertes por sobredosis. ¿Y las supuestas autoridades que avalaron el
producto cómo arreglaron
este ilícito? Fácil: con tremenda multa, la quiebra inducida del consorcio (que obtuvo ganancias de ensueño por la venta legal
de opioides) y la creación de otra empresa (Knoa Pharma). Y listo: el
mercado interno de la droga se mantiene boyante, y en ninguno de los
casos el gobierno gringo utilizó la fuerza militar con la que hoy
amenaza y chantajea Trump.
En efecto, en 1971 Richard Nixon, entonces inquilino de la Casa Blanca, declaró la guerra contra el tráfico de drogas y el consumo de enervantes, enemigo público número uno de Estados Unidos
,
y 54 años después éste se mantiene, por mucho, como el país con mayor
consumo de estupefacientes en el mundo. Algo similar hizo otro
energúmeno: Ronald Reagan, quien mientras, junto a su esposa Nancy,
hacía una cursi campaña televisiva para luchar contra el consumo
, autorizaba negocios
(introducir cocaína en Estados Unidos con la participación de la CIA,
la DEA y Oliver North) con los cárteles de Medellín, Cali y Guadalajara a
cambio de financiamiento y armamento para la Contra nicaragüense.
Como esos casos, muchos más en la ya muy larga cuan rotundamente fracasada guerra contra el tráfico de drogas y el consumo de enervantes
, y en todos la culpa –versión gobierno gringo– es de otros
,
y ahora Trump repite el numerito, mientras miles de estadunidenses
mueren por sobredosis, aunque nunca aparecen los narcotraficantes. Si
bien va, simples narcomenudistas.
La presidenta Claudia Sheinbaum tomó nota de la directiva secreta
firmada por Trump: No
tiene nada que ver con el territorio mexicano, tiene que ver con su
país. Sería al interior de Estados Unidos; no va a venir a México con
los militares. No va a haber invasión. Eso está descartado,
absolutamente descartado. Incluso, fuimos informados de que venía y que
no tenía que ver con la participación de ningún militar o de ninguna
institución (gringa) en nuestro territorio. Las agencias estadunidenses
que tienen presencia en México están muy reguladas; somos el país que
más regulación tiene para agentes extranjeros, sean de Estados Unidos o
de otro país
.
Las rebanadas del pastel
Con aires de sheriff del viejo Oeste, el salvaje de la Casa Blanca ofrece recompensa
(50 millones de dólares) por el arresto
de Nicolás Maduro. Ya en ese plan, qué tal si la comunidad de naciones organiza una coperacha y paga el doble por el arresto de Trump.
Tenía casi 50 años cuando adquirió su primera cámara y en apenas una década creó miles de fotografías por medio de las cuales dejó una imagen sobresaliente de la época victoriana. Además, impuso en su trabajo un estilo de intimidad espontánea que la distanció del establishment fotográfico de su tiempo y de la clase a la que pertenecía.
De ella son los retratos de los más destacados escritores, artistas y científicos ingleses, como Thomas Carlyle, GF Watts, Charles Darwin y el poeta Alfred Tennyson, quien la invitó para ilustrar con una serie de fotografías su poemario Idilios del rey.
La crítica destaca cómo en sus retratos Julia Margaret convertía a sus modelos en personajes enigmáticos y reservados, pensativos, distantes. Muy líricos. Bucólicos ausentes
.
Junto a los retratos, destaca su fascinación por las bellas artes, en particular la pintura renacentista que la llevó a crear cuadros escenográficos que todavía hoy son objeto de estudio. También una serie de Madonnas, inspiradas en el Renacimiento y un grupo de fotografías alegóricas y narrativas para las que elegía pinturas de Rafael o Miguel Ángel como fuentes de inspiración.
Este siglo su obra ha sido expuesta en Londres, Madrid y en Nueva York, donde la Biblioteca Morgan presenta ahora Belleza cautivadora, una selección de obras procedentes del fondo del Museo Victoria and Albert de Londres, el cual posee la colección más completa del mundo sobre su obra: casi mil fotografías, gracias a las cuales es posible explorar la innovadora carrera de esta gran figura de la fotografía.
La muestra incluye además el gran objetivo de la cámara de Cameron (lo único que se conserva de su aparato), páginas del manuscrito inacabado de sus memorias, Anales de mi Casa de Cristal, y retratos que realizó en Sri Lanka, donde murió en 1879.
Ella hizo efectivo su ideal: ennoblecer la fotografía, al darle el tenor y los usos propios de las Bellas Artes
EDITORIAL
Ante el nuevo despropósito de su homólogo, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que la orden ejecutiva sólo será aplicable dentro del territorio estadunidense y aseguró que la presencia de elementos castrenses de ese país en México está absolutamente descartada, pues no está permitida ni es parte de ningún acuerdo. La mandataria dio a conocer que Washington informó previamente a su gobierno acerca de esta disposición y recibió garantías de que no tiene nada que ver con territorio mexicano.
Por su parte, el embajador de Estados Unidos en nuestro país, Ronald Johnson, emitió un comunicado que, lejos de brindar tranquilidad, dispara todas las alarmas en torno a los extremos a los que están dispuestos a llegar Trump y sus funcionarios para convertir la crisis de salud pública que padece la sociedad estadunidense en una guerra sin más ganador que el complejo militar-industrial de la superpotencia. De las 14 líneas que conforman su texto en español, Johnson usó ocho para defender la decisión de catalogar como terroristas a seis organizaciones criminales con base en México, la cual constituye un disparate semántico y jurídico en tanto el terrorismo usa la violencia para empujar una agenda política e ideológica, mientras los cárteles son entidades movidas por el afán de lucro, de la misma manera que lo son las farmacéuticas (estadunidenses) que provocaron la epidemia de adicción a los opioides como el fentanilo, los fabricantes y distribuidores (estadunidenses) de las armas sin las cuales los cárteles no existirían y los bancos (principalmente estadunidenses) que año con año lavan cientos de miles de millones de dólares provenientes de toda índole de actividades ilícitas. De manera significativa, Johnson no aludió a ninguno de estos actores en su comunicado.
Sin embargo, la razón principal por la que México y la comunidad internacional deben rechazar con vehemencia la confusión del crimen organizado con el terrorismo reside en la aplicación extraterritorial que Washington hace de sus leyes; en este caso, entregando al inquilino de la Casa Blanca la facultad de ordenar bombardeos, asesinatos selectivos o indiscriminados, operaciones encubiertas y otras formas de agresión militar sin necesidad de aprobación del Congreso contra cualquier persona o grupo a la que acuse de terrorista, con o sin pruebas.
En este contexto, Johnson retuerce el lenguaje hasta extremos orwellianos al afirmar que estamos unidos
y trabajamos de forma colaborativa, como dos aliados soberanos
,
pues el uso unilateral de la fuerza armada por parte de su gobierno
supone la negación de la soberanía mexicana y del resto de las naciones.
La única manera en que Estados Unidos puede mostrar su voluntad de
cooperar en un marco de respeto a la soberanía es retirando la amenaza
de emprender acciones bélicas fuera del mandato de la ONU aquí o en
cualquier otra latitud.
Como recordó la Secretaría de Relaciones Exteriores ante las declaraciones del embajador, la atención a las causas que provocan las adicciones y el combate al trasiego de armas hacia el sur son tan importantes como la lucha contra el flujo de estupefacientes hacia el norte. Asimismo, la legación diplomática y el gobierno al cual representa deben tomar nota de que México no acepta ni aceptará la participación de fuerzas militares estadunidenses en nuestro territorio, y de que toda cooperación bilateral ha de basarse en los principios de confianza mutua, responsabilidad compartida, igualdad soberana, respeto a la integridad territorial y cooperación sin subordinación.
linchamientos

Querida directora:
Aparte de propiciar linchamientos, los responsables del libro de texto de la SEP hicieron una infamia con el doctor Lorenzo Córdova. No debemos reproducirla.
Atentamente, con un abrazo, Rolando Cordera Campos
Décima a la voluntad de los migrantes
Guadalupe Martínez Galindo
Frente al dos veces milenario cristianismo, la casi centenaria
religión puede resultar insignificante, pero es tal el crecimiento
habido durante el último medio siglo, en especial por el mundo latino,
incluyendo el que corresponde a Estados Unidos y Canadá, que su
presencia resulta ser cada vez más significativa.
Ahora parece ir viento en popa, pero la intolerancia endémica de muchos católicos que suponen que la suya es la única que vale la pena y que las demás no tienen derecho a existir, ha dado lugar a que, en el pasado, haya tenido no pocos contratiempos.
No obstante, en Guadalajara, a pesar de haber sido tan beata
,
según se dice, encontró el respeto y hasta un cierto respaldo
gubernamental y, claro, también de otros sectores que, en algún momento y
de diferentes maneras, hemos sido sus víctimas y padecido el encono de
grupos muy radicales adheridos a la Iglesia católica.
Es el caso que, actualmente, como ya dije, hace cuatro semanas, en estas mismas páginas, que su feligresía alrededor del mundo –pero mayormente en Guadalajara, el resto de México y también del mundo hispanohablante– sobrepasa ya los seis millones. Ello vale reiterarlo, a pesar de algunas trapacerías de que ha sido víctima. Y, además, todo indica que el número sigue creciendo.
Una de las peores agresiones es la que le montó un miembro distinguido de una agrupación católica muy importante que, además, era un encumbrado personaje del Poder Judicial californiano y ahora lo es todo el gobierno pillastre que manda en la Casa Blanca.
Es decir, forma parte de los jijos de la trumpada
. El
resultado es que el líder de toda la iglesia lleva tiempo injustamente
en una cárcel de California y a algunos no se nos ha permitido ni
siquiera pasar a saludarlo.
Hay incluso lugares como Honduras donde se dice que este credo es mayoritario, lo mismo que en algunas partes importantes de países mayores, como es el caso de la región de Medellín en Colombia. No en vano, dicha población se está convirtiendo ya en una suerte de segunda capital de la Luz del Mundo con injerencia especial en el norte de Sudamérica y el Caribe.
Mañana, día 10 de agosto, en la gran colonia llamada Hermosa Provincia
al oriente de Guadalajara, misma que ya hace mucho que alcanzó una gran
relevancia, como corresponde a su rol principal, se llevará a cabo la
principal celebración anual.
Pero cabe subrayar que esta ocasión tiene un significado mayor, pues alentados por el culto general al sistema métrico decimal, comenzará un año de intensas actividades por doquier para celebrar que en 2026 se cumplirá un siglo exacto del natalicio de la práctica organizada de dicho credo en la Perla de Occidente.
Obviamente, los periódicos de ese tiempo no dieron noticia alguna de ello. Su origen no podía ser más modesto, pero lo importante y notable es que no tardó mucho en hacerse sentir y, apenas tres décadas después, el ayuntamiento de Guadalajara le cedía un predio cacahuatero medio abandonado, sito al oriente, para que ahí se estableciera formalmente su sede principal.
La celebración se realiza en el templo principal, construido en los años 80, mismo que se halla en el centro de la Hermosa Provincia
y, dicho sea de paso, tiene un extraordinario valor artístico que, como
sucede con algunos templos católicos, alientan también a los visitantes
a apreciar su valor estético y arquitectónico.
Asimismo, muchos que no comparten su religión, no dejan de admirar el
equilibrio socioeconómico que prevalece en la colonia, donde nadie es tan pobre ni tan rico
,
pero todos gozan de los servicios indispensables que merece cualquier
citadino en nuestra época, tanto médicos, como sociales y culturales. Lo
que Benito Juárez, personaje que ellos respetan mucho, llamó la decente medianía
.
Sea como sea, mañana, el oriente de Guadalajara se engalanará con el principio de una gran celebración del primer centenario de vida de la Iglesia llamada La Luz del Mundo, misma que fundó un señor natural del norte de Jalisco, quien llegó procedente de Monterrey, y se ha extendido ya por una buena parte del mundo.
El incidente me dejó pensando en qué tipo de IA nos venden como si
fuera la síntesis de todo. Grok no mencionó más que a Anderson,
periodista estadunidense. Obvió al coautor, el propio monero mexicano, y
al otro gran biógrafo del Che, Paco Ignacio Taibo II. A los algoritmos se les ha llamado optimizadores del sesgo
porque sólo aprenden de las fuentes tendenciosas con que alguien de
carne y hueso los alimentó y con el tiempo las van acentuando. Tienen
incrustado el racismo, el neocolonialismo y el sexismo en su estructura.
Grok, por supuesto, no sabe nada ni miente ni tiene ningún tipo de
sabiduría, pero nos lo venden como un software autónomo que decide cuál
es el contenido valioso que debes conocer. Los grandes modelos de
lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés), por ejemplo, han recomendado
comer piedras como si fueran alimentos nutritivos, han asegurado que
Gibraltar es una creación humana o han tenido la osadía de emitir un
manual para saber qué hongos son venenosos. También aconsejaron a un
usuario utilizar pegamento para adherir a la masa los ingredientes de
una pizza.
No son lo que prometen los magnates de la IA. Maciej Ceglowski, ex
empleado de Yahoo y crítico de Silicon Valley, lo tiene muy claro: Cuando
observamos dónde la IA realmente está teniendo éxito, no es en
algoritmos complejos que se automejoran recursivamente. Es el resultado
de volcar cantidades ingentes de datos en redes neuronales relativamente
simples. Las construcciones que usamos en IA son bastante opacas
después del entrenamiento. No funcionan como el escenario de
superinteligencia requiere que funcionen. No hay forma de ajustarlas
recursivamente para mejorarlas, salvo reentrenándolas con aún más datos
.
Y el texto con que fue entrenada la IA es la Internet, así que muy
pronto estará convertida en basura informativa, llena de xenofobia,
teorías conspirativas, neocolonialismo intelectual y animaciones de
gente alimentándose con piedras. Será como leer la copia de una copia de
una copia: cada vez más tonterías borrosas generadas por computadora.
El asunto podría tornarse desastroso. Google, por ejemplo, ha
decidido no distinguir entre el contenido real y el generado por IA en
sus noticias, lo que implica una irresponsabilidad mayúscula que puede
generar reacciones reales a partir de una mentira. Por ejemplo, está lo
que ocurrió en Gran Bretaña el 29 de julio del año pasado, cuando se
divulgó por las redes que el asesino de tres niñas en Southport era un
inmigrante musulmán sin papeles que había llegado en un bote por el
Canal de la Mancha. Manchester, Liverpool, y Londres vieron arder
mezquitas y hoteles de solicitantes de asilo cuando el criminal real era
un joven nacido en Gales. Si los usuarios sólo consultan la IA que, a
su vez, se alimenta de Internet, no pueden ya diferenciar una falsedad
de algo comprobable. Si existe ya una generación que obtiene toda su
información de las redes y no de libros o de autoridades epistémicas, y
que está desprotegida ante la eventualidad de que ya no sepamos que la
Tierra es realmente esférica, achatada en los polos y con un eje de
rotación, estamos en la puerta de una crisis de ignorancia planetaria.
Los antivacunas y la ultraderecha han crecido de la mano de las verdades
que son incomprobables, salvo por el yo le creo a Reddit o lo dice la Wikipedia
.
Hasta ahora, la IA sirve de juego para animar a Trump como si fuera un bebé o hacerte una autocaricatura al estilo del estudio de animación japonés Ghibli, pero al entusiasmo le ha seguido una especie de pareidolia, es decir, de esa capacidad que tenemos los seres humanos de ver a fenómenos aleatorios como si fueran familiares, como ver personajes en las nubes. Con los modelos del lenguaje tenemos la desacertada impresión de que hay alguien con un juicio válido detrás del masacote de conexiones de la conversación simulada. Estamos siempre dispuestos a atribuirle autonomía a las cosas. Como sólo conocemos a humanos hablándonos de forma inteligible, le atribuimos intención, pensamiento y consciencia a entidades que usan el lenguaje y con las que creemos que estamos conversando. Discutimos con la tele, le gritamos a una aplicación, le mentamos la madre a Alexa. El 80 por ciento de los dueños de una aspiradora marca Roomba le han puesto nombre. Con modelos como Grok vemos la ilusión de significado: el texto debe de haber sido escrito por alguien que entiende, si no del tema, por lo menos lo que está escribiendo, pero no es así. Los LLM sólo van haciendo plausible una relación de frases que nos da la impresión de que entiende como nosotros. El problema es cuando se utiliza para decidir a quién darle un crédito o un trabajo o, peor, para predecir dónde y quién cometerá un delito y expedir una sentencia de cárcel.
Pero nuestra reacción ante las respuestas algorítmicas es que no importa lo que avance la tecnología, seguimos siendo los mismos: tendemos a deshumanizar a las personas, mientras humanizamos a los no-humanos. El problema ahora es pensar quién decide cuál es la humanidad y cuál no. La tradición del robot, desde el inicio, cuando Homero describe a las ayudantes voladoras de Hefesto, es que hacen los trabajos peligrosos o aburridos. Pero los LLM nos acercan a algo más perverso: que hagan música, poemas, ensayos, definiciones de sentido, que nos digan qué hacer, como si las personas fuéramos todas uniformes, con las mismas necesidades, valores, y metas. Muy pronto la uniformidad a la mano serán la ignorancia y la aburrición.
El episodio que más me indigna es cuando, en 2017, los saudíes le
entregaron la ciudadanía a una robot llamada Sophia. La rubia androide
se había reunido con Angela Merkel en la Conferencia de Seguridad en
Munich y en una asamblea general de Naciones Unidas hablando con modelos
LLM. Pensando en los millones de migrantes a los que se les niegan las
ciudadanías y hasta los permisos de estancia todos los días, lo de
Sophia fue un acto de crueldad. Pero señala ese otro espejismo de la IA:
la idea de que es más sencillo para los blancos y billonarios
deshacerse de los problemáticos humanos y sustituirlos con algo que
simule que les desea salud
cada vez que estornuden.
Uno de los más profundos pasos atrás es el de las políticas climáticas. Pensábamos que el negacionismo climático estaba superado, que cabía pasar de pantalla y plantear batallas y debates más complejos, pero estamos de nuevo en la casilla de inicio. El negacionismo vuelve a estar a la orden, de palabra y obra en el caso de Estados Unidos, mudo pero efectivo en una obediente Europa rendida a los pies de Trump. El paso de cangrejo es de dimensiones descomunales.
Una de las primeras cosas que Trump ha hecho las dos veces que ha sido investido presidente es sacar del Acuerdo de París al país que más emisiones de gases de efecto invernadero ha emitido a la atmósfera que compartimos todos. En Europa las cosas son más complicadas porque los mismos que ahora abrazan sin rubor la carrera armamentística firmaron y elevaron a rango de ley un importante Pacto Verde que situó como ambicioso objetivo una economía descarbonizada para el año 2050. Quién te ha visto y quién te ve, Von der Leyen.
No era la solución a todos los problemas climáticos, por supuesto. De hecho, era un plan lleno de contradicciones, cuyas implicaciones profundas eran difícilmente asumibles por aquellos que le dieron el visto bueno, pero supuso un hito que movió el centro de gravedad del debate climático. El Pacto Verde europeo era un brindis al sol del capitalismo verde y el desacople, es decir, la promesa de seguir creciendo consumiendo menos materias primas, pero partía de una base compartida –la crisis climática como principal amenaza para la humanidad– y fijaba unos objetivos ambiciosos, sólo alcanzables, en realidad, aceptando que hay que acabar con una economía basada en el crecimiento constante. De repente estábamos hablando de límites planetarios, de crisis ecosocial –más allá de la climática–, de la responsabilidad histórica de los países desarrollados. La conversación se tornó más compleja, más rica. Daba pie a una pedagogía necesaria porque hay quien entra en pánico con sólo hablar de superar el capitalismo. El camino estaba abierto. O eso parecía.
Han bastado cuatro años para cerrarlo y ceder el terreno a las trampas al solitario, en la interpretación más benévola de lo que está ocurriendo los últimos meses. Von der Leyen no se atreve a derogar directamente una legislación aún por desempacar, no la dejaría en buen lugar y le abriría frentes importantes con los socios socialdemócratas y verdes, a los que necesita para mantener las apariencias frente a la extrema derecha. La vía que han encontrado en la Comisión Europea es sostener la retórica ecologista, vaciando de contenido el Pacto Verde. Engañarse a sí misma, o tomarnos por bobos al resto, las dos opciones son compatibles.
Esto se traduce en pequeñas
reformas legales, como la presentada a principios de julio para ofrecer mayores flexibilidades
a la hora de alcanzar los objetivos climáticos. Una de ellas son los
créditos internacionales de carbono, una trampa contable que permitirá a
la UE apropiarse de reducciones de emisiones logradas en terceros
países mediante proyectos, pagando un precio determinado por tonelada de
CO2. En corto: pagar a otros para que no contaminen, a cambio de poder
contaminar uno mismo, y además, ponerse la medalla y reivindicar que son
reducciones propias.
Es un planteamiento ventajista, porque oculta las trampas de un mercado
que no funciona a la inversa –¿vendería Europa, al precio que los
compra, derechos de emisión a países africanos?–. Responde, además, a
una lógica colonial que capa el desarrollo en los países vendedores,
perpetuando la desigualdad. Lo que se extrae, ahora, es el derecho a
emitir gases de efecto invernadero.
Es un planteamiento injusto para los países empobrecidos y estúpido para Europa, porque no va a reducir ni un gramo las emisiones reales del continente. Pero es que ahora sabemos también que es una reforma legal vacía, hueca. Detrás no hay nada, a lo sumo un conejo escondido en un sombrero de copa. El comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, aseguró que este mercado de carbono funcionará bajo estrictos criterios de verificación, mientras la Comisión, en su propia nota de prensa, garantizó que la reforma se basa en el asesoramiento de expertos sobre cambio climático. Sin embargo, el medio Político publicó el jueves que, tras haber solicitado información sobre dicho asesoramiento, la misma comisión le ha contestado que no cuenta con ningún dictamen ni análisis formal de los expertos de la UE sobre cambio climático.
La propuesta de flexibilidad ya era mala en sí, pero es que, con esta nueva información, apenas se convierte en la ocurrencia de un funcionario al que le han pedido que se invente algo para quitarse un muerto de encima. El muerto, por desgracia, es la ambición de seguir haciendo del planeta un lugar habitable.
capitulaciónde aquella casa de estudios ante la administración de Trump, señalaba que de ahora en adelante va a ser imposible enseñar una amplia gama de temas
desde la historia de Medio Oriente, la historia de Palestina e Israel, hasta las cosas como el racismo, el colonialismo de colonos (settler colonialism) o el propio Holocausto(t.ly/XJyM9).
2. Apuntando a la adopción por Columbia de la definición del
antisemitismo de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto
(IHRA), que funde y confunde adrede el judaísmo con Israel, de modo que
cualquier crítica a Israel y al sionismo o incluso la mera descripción
de las políticas israelíes modernas se convierte en una crítica a los
judíos y, por ende, en antisemitismo
, para Khalidi –y para muchos
otros críticos–, dicha definición atenta abiertamente contra la
libertad académica y de expresión del profesorado, de los ayudantes de
cátedra y de los propios estudiantes haciendo imposible cualquier
actividad intelectual honesta.
3. No sólo enseñar sobre el genocidio en curso perpetrado por Israel
en Gaza –uno de los propósitos explícitos de esta adopción, calculada a
impedir también que surjan de nuevo las protestas estudiantiles contra
ese país que agitaron a Columbia el año pasado (t.ly/F09xV)–,
sino, al estipular la reorganización de todo currículo académico y
departamento de estudios de Medio Oriente y su vigilancia externa por
los cazadores del antisemitismo
y de la supuesta discriminación
(bajo el acuerdo con Trump, Columbia acordó también pagar las indemnizaciones millonarias a los empleados de origen judío afectados
por… las manifestaciones contra el genocidio [sic]), a hablar simplemente de la verdadera historia de la región.
4. De allí, en la universidad que antes era la casa del gran Edward
W. Said –con Khalidi presidiendo hasta 2024 la cátedra de estudios
árabes de su nombre–, será imposible, sin generar acusaciones del antisemitismo
,
hablar de las cosas como la creación del propio Israel –mediante la
limpieza étnica y la expulsión de las comunidades palestinas durante el Nakba (1948)–, el régimen del apartheid imperante y la segregación racial en los territorios ocupados post 1967 o de la Ley del Estado-nación (Basic Law)
de 2018 que establece la supremacía étnica judía en Israel (y deja de
lado no sólo toda a la población ocupada, sino a los
palestinos-ciudadanos israelíes).
5. “La capitulación de Columbia –escribía Khalidi– ha convertido una universidad que una vez fue un lugar de libre investigación y aprendizaje en una sombra de lo que fue, una ‘antiuniversidad’, un lugar de miedo y aversión, donde a profesores y estudiantes se les dice desde arriba lo que pueden decir y enseñar, so pena de severas sanciones. Desgraciadamente, todo esto se está haciendo para encubrir uno de los mayores crímenes de este siglo: el genocidio en curso en Gaza, un crimen del que los dirigentes de Columbia son ahora plenamente cómplices”.
6. Encima, la introducción de este vasto aparato de control
del pensamiento con sus draconianos mecanismos disciplinarios basados en
la definición del antisemitismo
de la IHRA −la represión que
inició ya bajo la administración de Biden y que sólo se consuma con
Trump−, no se limita a las cuestiones de Palestina e Israel, sino que
afecta, restringe y corrompe todo el proceso de enseñanza en diversas
ramas de estudios.
7. Como bien ha señalado el propio Khalidi, las mismas críticas que las suyas lanzó su colega Marianne Hirsch (t.ly/885RN),
historiadora del Holocausto –jubilada, igual que él, y por tanto
también más libre a expresarse–, que igualmente advirtió que bajo las
coordenadas ideológicas de la IHRA no podrá seguir dando clases, ya que será casi imposible decir ciertas cosas que son críticas con el sionismo o con Israel
.
8. No puedo impartir mi curso, según la definición de la IHRA
, dijo Hirsch. ¿Cómo puedo enseñar por ejemplo a Hannah Arendt?
(la filósofa alemana de origen judío que emigró a Estados Unidos, gran
estudiosa del siglo XX y una conocida antisionista). “No puedo enseñar a
Arendt. Alguien va a venir y presentar una de esas quejas espurias
[acerca del supuesto antisemitismo
] bajo esta nueva dispensación, y acabaré ante un ‘tribunal canguro’” (t.ly/-nwas).
9. Ya desde los finales de los años 30, después de haber flirteado
con el sionismo, Arendt advirtió que éste exhibía todos los rasgos más
desagradables de los etnonacionalismos europeos, con lo que parecía adaptarse a la ideología de los nacionalsocialistas
. Años después, en una carta en The New York Times
cofirmada por Albert Einstein, tras la masacre de un poblado palestino
por la milicia sionista en 1948, tildó a Herut, el predecesor de Likud
de hoy, de partido fascista
y a Menachem Begin, su fundador, de nazi
.
10. Bajo la definición de la IHRA que, entre otros, prohíbe establecer comparaciones entre la política israelí contemporánea y la de los nazis
, sus comentarios –y faltaría ver lo que habría dicho ante el genocidio…– serían calificados de antisemitas
.
Y Arendt, que formó a generaciones de investigadores, tendría prohibido
enseñar en Columbia (y en varias otras universidades estadunidenses).
Una oscura paradoja y a la vez una clara manifestación del omnipresente
clima de la prohibición del pensamiento
(Denkverbot) y silenciamiento instalado desde hace dos años en todo el mundo occidental, con tal de proteger a Israel y a su derecho
de cometer el genocidio.
Con la Sexta, también ayudaron a caracterizar lo nuevo y las
continuidades en el sistema. Hicieron hincapié en el papel que juegan
las guerras en el capitalismo, así como las cuatro ruedas que lo
sostienen: explotación, despojo, represión y desprecio, pero los
zapatistas no sólo dotaron de un corpus teórico y conceptual de
caracterización y crítica al sistema; también mostraron con su propia
experiencia un ejemplo concreto de cómo atacarlo: Nosotros sólo
decimos que el nuestro es un anticapitalismo más modesto: es el que
apunta al corazón mismo del sistema. Podrán cambiarse los hábitos de
consumo de una sociedad o las formas y medios para circular las
mercancías, pero si no cambia la propiedad de los medios para producir,
si no desaparece la explotación del trabajo, el capitalismo seguirá vivo
y actuante
.
En lo internacional, se propusieron establecer relaciones de respeto y
apoyo mutuo con diferentes organizaciones, así como mantener reuniones
encuentros intercontinentales. En México se plantearon ir a escuchar y hablar directamente, sin intermediarios ni mediaciones, con la gente sencilla y humilde del pueblo mexicano
, para construir un programa
que sea claramente de izquierda, o sea, anticapitalista, o sea,
antineoliberal, o sea por la justicia, la democracia y la libertad para
el pueblo mexicano
. El carácter de izquierda anticapitalista e internacionalista del EZLN ayudaba así a imaginar nuevos horizontes de lucha.
Mucho ha pasado a lo largo de estos 20 años. Los pueblos zapatistas siguieron empeñados en fortalecer su proyecto, que ha sobrevivido ya a cinco sexenios. En ese tiempo, no sólo han resistido guerras abiertas y encubiertas, ataques de grupos paramilitares, el hostigamiento constante de fuerzas legales e ilegales, de corporaciones locales, estatales y federales. Algunos de sus integrantes han vivido el asesinato, el encarcelamiento, la tortura… la represión y el desprecio, como ellos lo llaman. Con todo en contra, han sostenido su proyecto, dotando de escuelas, hospitales, clínicas, vivienda, alimentación, artes y mucho más a sus bases de apoyo. Han llevado a cabo incluso ejercicios autocríticos que los llevaron a cambiar sus estructuras. En sus territorios no existe el crimen organizado, no hay personas desaparecidas ni feminicidios. Son territorios de paz en un país en guerra. Mejor aún, en estas décadas el EZLN ha mantenido su solidaridad con otras luchas de México y del mundo: con pueblos originarios, con colectivas de familias buscadoras, con Ayotzinapa, con el magisterio rebelde… con Palestina, siempre con Palestina.
En 2021, cuando el mundo se encerraba y era obligado a mantener aislamiento social
a consecuencia de la pandemia, los zapatistas, junto con cientos de
colectividades y personas de todo el planeta, lanzaron un nuevo llamado:
Una declaración por la Vida. Ahí, luego de mencionar algunos de los dolores de la tierra
causados por el sistema, al que caracterizaron de explotador, patriarcal, piramidal, racista, ladrón y criminal
,
los firmantes asumieron un compromiso: “luchar, en todas partes y a
todas horas –cada quien en su terreno– contra este sistema hasta
destruirlo por completo. La supervivencia de la humanidad depende de la
destrucción del capitalismo. No nos rendimos, no estamos a la venta y no
claudicamos”. El EZLN acompañó la Declaración por la Vida de una nueva
encomienda: llevar por aire y por mar a casi dos centenas de zapatistas
para encontrarse con otros que luchan, en un primer momento, en la
Europa Insumisa.
En estos días de agosto rebelde, en el Caracol de Morelia en la Chiapas Zapatista, se lleva a cabo el Encuentro de Resistencias y Rebeldías Algunas partes del todo. Hasta allá acuden personas de al menos 37 geografías. Es una compartición de experiencias prácticas de resistencias antisistémicas, del mundo nuevo y muy otro que está naciendo en medio de guerras y catástrofes.
En un mundo en el que neoconservadores y neoliberales se disputan la conducción del plantea sin abandonar la explotación capitalista, se vuelve urgente la emergencia de una tercera opción. Los anticapitalistas que en estos días se reúnen en Chiapas pueden ayudar a cambiar el mapa: contagiar y expandir el virus de la resistencia por todo el mundo.
Mientras, ¡alto al genocidio en Palestina!
* Sociólogo
A diferencia del proceder autoritario y rebosante de ignorancia de
Alessandra Rojo con respecto a las estatuas, los revolucionarios sí
están dispuestos a asimilar todo cuanto presente un valor verdadero de
la cultura legada por la historia. Por ejemplo, tras la instauración del
gobierno de la Revolución Socialista de Octubre, encabezado por VI
Lenin, se expidió un decreto referente a las estatuas que debían
erigirse o retirarse de las plazas públicas. En él se señalaba que los monumentos erigidos en honor de reyes que no ofrezcan interés histórico ni artístico serían retirados
.
Para esta labor se creó una comisión encargada de dictaminar cuáles
debían ser retirados, de modo que no se trató de una regla general el
retiro ni la destrucción de las esculturas de los zares. Así, el
socialismo mostró su disposición a construir una nueva cultura con base
en los avances generados por el desarrollo de la humanidad.
Sumado a esto, Lenin instruyó a la sección de artes plásticas del Comisariado del Pueblo de Instrucción Pública la construcción de monumentos en homenaje a revolucionarios y personajes destacados en la historia de la humanidad, partiendo de la idea consignada en El Manifiesto del Partido Comunista de que la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases.
En la lista de personajes a quienes se erigieron monumentos estaban: Espartaco, el esclavo tracio que encabezó una rebelión contra los señores esclavistas en la antigua Roma; Tiberio Graco, el tribuno de la plebe que impulsó la distribución de las tierras en favor de los ciudadanos romanos empobrecidos por los latifundistas; Bruto, quien encabezó el derrocamiento de la monarquía de Tarquino El Soberbio y fue uno de los primeros tribunos de la plebe; Graco Babeuf, el revolucionario francés que organizó La conspiración de los iguales para intentar derrocar al gobierno del Directorio, en aras de una revolución protosocialista; Marx y Engels, ambos fundadores del socialismo científico; August Bebel, revolucionario alemán, compañero de Marx y Engels; Robespierre el incorruptible jacobino, y el anarquista Bakunin. Además de los monumentos a revolucionarios, el gobierno bolchevique también erigió estatuas a escritores, entre ellos, Tolstói, Dostoievski, Lérmontov, Pushkin, Gógol, Chernyshevski, así como a filósofos y científicos.
Los revolucionarios contemporáneos tendrán que sumar cientos de
nombres a la lista de personajes a quienes construir homenajes cuando
triunfe una nueva revolución, pues la construcción socialista del siglo
XX implicó la participación de miles de hombres y mujeres loables. De
hecho, en la Ciudad de México existen otros monumentos a revolucionarios
socialistas, además de Fidel y el Che. Por ejemplo, también
en Tabacalera hay un busto de Julio Antonio Mella, el joven fundador del
Partido Comunista Cubano, a quien la persecución política en la isla
forzó a exiliarse en México, donde ingresó a las filas del Partido
Comunista de México, del que fue temporalmente secretario general. En
honor a este revolucionario, de quien dijo Fidel fue quien más hizo en menos tiempo
,
también hay una placa conmemorativa en la calle Abraham González, en el
lugar donde fue abatido el 10 de enero de 1929 por los asesinos del
dictador Machado. Como referencia popular, detrás de este sitio se
encuentra el café La Habana.
La noche en que Mella fue abatido iba acompañado de Tina Modotti, la fotógrafa italiana que se convirtió en revolucionaria y estuvo al servicio del Socorro Rojo Internacional, organizado por la Internacional Comunista para apoyar a los revolucionarios presos y perseguidos. En honor a esta revolucionaria, que recorrió el mundo y participó en España durante la guerra civil, en el Panteón Dolores está su tumba con una lápida esculpida por Leopoldo Méndez.
Por otra parte, cerca del museo Nacional de las Intervenciones, en el parque Xicoténcatl, hay un busto de Jorge Dimitrov, el comunista búlgaro impulsor del Frente Popular y secretario general de la Internacional Comunista. Cerca de la estación del Metro Auditorio Nacional, sobre Reforma y Gandhi, hay una estatua de Josip Broz Tito, el dirigente comunista de Yugoslavia.
Regresando al Centro de la Ciudad, a una calle del Metro Pino Suárez, sobre la avenida 20 de Noviembre, yace un monumento a Ho Chi Minh, fundador de la República Democrática de Vietnam, revolucionario que dirigió a su pueblo a la victoria contra el imperialismo japonés, francés y estadunidense.
A su vez, en la colonia Roma Norte, a unos pasos del Metro Cuauhtémoc, en la esquina de avenida Chapultepec y Cuauhtémoc hay un busto en homenaje a Federico Engels, compañero de Marx y cofundador del socialismo científico, teoría que señala que la marcha de la humanidad es el derrocamiento del capitalismo.
Los monumentos a revolucionarios de otros países no son un demérito al pueblo mexicano, pues la revolución socialista es nacional, por su forma, e internacional, por su contenido, y la revolución en cualquier país contribuye a la emancipación de los trabajadores en otras coordenadas. Además, existen monumentos a los revolucionarios de México. Baste como prueba que en la Rotonda de las Personas Ilustres están enterrados los pintores comunistas Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, y recientemente se han integrado a este sitio Arnoldo Martínez Verdugo y Valentín Campa. De este último también hay una estatua en la terminal del Tren Suburbano, en honor a su participación en el movimiento ferrocarrilero de 1959.
Pese al ruido y polémica que ha generado la alcaldesa Alessandra Rojo, no quedará registro de ella en la historia, a no ser como nota por la infame acción contra las figuras de Fidel y el Che. Mientras, para Fidel, a quien la historia absolvió y colocó en el pedestal de los revolucionarios universales, ya se preparan los festejos del centenario de su nacimiento, que será el 13 de agosto del próximo año.
* Historiador de la ENAH
guiar soluciones tecnológicas rápidas y escalables en problemas complejos, en cumplimiento del objetivo de transformación del ejército en
una fuerza más efectiva, inteligente y letal(https://tinyurl.com/nywph79f).
Los ejecutivos que se integraron al Ejército estadunidense son Shyam Sankar, director de tecnología de Palantir –que es quien tomó la iniciativa–; Adam Bosworth, director de tecnología de Meta; Kevin Weil, director de productos de OpenAI, y Bob McGrew, ex directivo de OpenAI.
Palantir es una empresa que desarrolla programas y análisis de datos, cuyo nicho son las aplicaciones militares y de vigilancia. El mayor cliente de Palantir es el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Según informa el portal Investigate, entre 2008 y 2024, Palantir recibió contratos de ese departamento por mil 200 millones de dólares. Palantir provee servicios y equipamiento usados para el genocidio en Gaza y para la vigilancia de migrantes en Estados Unidos (https://investigate.info/company/palantir-technologies).
La colaboración activa de las grandes tecnológicas en el complejo militar industrial no es nueva, pero a partir de las guerras en Ucrania y el genocidio de Israel en Palestina, se ha intensificado, ensanchado y profundizado. La integración directa de altos directores como miembros del ejército estadounidense tiene un contenido tanto simbólico como práctico. Expone el vínculo cada vez más estrecho entre la gran industria tecnológica y el complejo militar industrial, su rol crucial en las guerras y ataques con nuevas armas digitales, como programas, drones y robots autónomos letales; el desarrollo de amplios sistemas de vigilancia, y control tanto en situaciones bélicas como en población civil.
Las empresas tecnológicas tenían cierto pudor en aceptar públicamente
que están en el negocio y al servicio de la guerra –aunque colaboran
por medio de contratos desde hace años–, pero pese a las protestas de
sus trabajadores y de organizaciones, desde 2024 una tras otra han ido
cambiando sus propias normas éticas
para entrar en contratos de
cientos de millones de dólares con gobiernos y sus dependencias
militares, especialmente con Estados Unidos e Israel (https://tinyurl.com/yxu7w2pn).
Ahora han conseguido estar dentro del ejército, lo cual, además, es un
claro conflicto de interés en la disputa por obtener fondos públicos.
El 6 de agosto de 2025, el periódico The Guardian publicó un nuevo reportaje de investigación en conjunto con la publicación israelí-palestina Magazine +972 y la agencia en hebreo Local Call, en el que revelan que Microsoft colabora desde 2021 con la Unidad 8200 del sistema de defensa israelí, para intervenir todas las llamadas telefónicas y mensajería en Gaza y Cisjordania, cerca de un millón por hora. Microsoft aceptó que el gobierno de Israel usara servicios ilimitados de la nube Azure para alojar miles de millones de audios y mensajes, que debían colocarse en un espacio de acceso codificado y restringido. (https://tinyurl.com/mw5fevw9)
Microsoft declaró desconocer el uso que Israel daba a esta información, como ha hecho anteriormente. Sin embargo, el manejo de tales cantidades de información sólo es posible con programas y algoritmos de alta tecnología que proporcionan a la Unidad 8200 varias de las grandes tecnológicas, como revelaron los mismos reporteros en 2024 (https://tinyurl.com/y5ukmved). Según tres fuentes de la Unidad 8200, la plataforma de almacenamiento basada en la nube facilitó la preparación de ataques aéreos mortíferos y ha sido clave en dar forma a las operaciones militares en Gaza y Cisjordania.
No son temas menores. Las megaempresas tecnológicas –varias de las arriba nombradas y otras como Amazon, Microsoft, Google, Amazon, Apple, Nvidia, Tesla– están entre las firmas mayores del mundo en ingresos, y el valor de mercado de cada una de las 10 más grandes supera el PIB de la vasta mayoría de los países del mundo, lo cual les da enorme poder de acción e influencia. Controlan no sólo los programas y equipos digitales, también la mayoría de los cables submarinos que habilitan la comunicación de Internet, así como la mayoría de comunicaciones satelitales, satélites y transportes en la órbita terrestre baja.
Por si fuera poco, controlan gran porción de las redes sociales y de medios de comunicación
mediante éstas, lo que abona a la guerra mediática y la emisión de
noticias falsas y sesgadas sobre guerras, conflictos sociales y en
general todo tipo de actividades y situaciones, incluso salud, educación
y gestión gubernamental. El experimento de intervenir todas las
llamadas y mensajes de poblaciones enteras, así como los programas para
usar esa información, nos afecta potencialmente a todas y todos, y es
sin duda codiciado por otros gobiernos y actores.
No se puede separar el nombre de la editorial De la Flor del de Mafalda. Divinsky y Miller apostaron a las creaciones de Quino tanto, que además de recopilar sus tiras en diferentes volúmenes, las reunieron en una gran antología llamada Todo Mafalda, en una época en que compilar los trabajos de un historietista era una tarea novedosa.
El éxito de Mafalda fue tan grande que su autor necesitó alejarse de ella, a tal punto que casi no volvió a dibujarla, ni siquiera cuando se formaban filas kilométricas para conseguir una dedicatoria suya en el stand de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Entre los humoristas gráficos editados por De la Flor se encuentran, entre otros, Fernando Sendra, autor de Yo Matías y Roberto Fontanarrosa, también reconocido por su trayectoria como escritor. El dibujante Miguel Rep lo despidió a través de sus redes: “Divinsky, todos queríamos editar con vos, por haber elegido con buen ojo al Quino, al Negro Fontanarrosa... entonces, cuando ponías un ojo sobre el trabajo de uno y publicaba libros, sentías que habías llegado a una especie de Olimpo. Y también comenzaba una amistad. Buen viaje y buenas lecturas”.
Exiliados durante la última dictadura militar argentina que objetó la edición de un libro infantil con un puño alzado en su portada, De la Flor editó libros en los que convivieron lados opuestos de la izquierda: por ejemplo, sacaron el libro de poesía Pomelo, de Yoko Ono, traducido por Piri Lugones, militante revolucionaria. Su abuelo realizó célebres aportes a las letras locales, mientras su padre inventó un temible elemento de tortura, la picana eléctrica, ambos llevaron el mismo primer nombre: Leopoldo. Piri Lugones fue asesinada por la dictadura en diciembre de 1977.
De la Flor también editó al escritor desaparecido Rodolfo Walsh, cuya novela de no ficción periodística, Operación Masacre, es casi una década anterior a A sangre fría, de Truman Capote, y marca un momento histórico de la política. Divinsky y Miller continuaron con su oficio desde Caracas, Venezuela, trabajando el sello a distancia entre 1978 y 1983.
En el 2011, De la Flor se dio el gusto de editar al enorme dibujante y guionista Robert Crumb, con un libro clave: la primera versión en español de su adaptación a historieta del Génesis.
Reconocido coleccionista de discos de pasta de jazz y blues de 78 revoluciones, su estilo de historietas cambió radicalmente luego de que Crumb fuera transformado por el ácido lisérgico. A pesar de su disidencia musical, se convirtió en un ícono de la contracultura del rock. Como buscador de música, Crumb se caracterizó por hacer lo que entonces se denominaba diggin, es decir, buscar puerta por puerta, para revisar discografías ajenas hasta dar con un disco deseado o impensado.
En el 2017, Crumb fue entrevistado por primera vez por un periodista mexicano, Jorge Flores-Oliver, para la revista Replicante y conversaron sobre su versión del Génesis: “Fui criado como católico en la escuela y todavía me estoy recuperando, aunque uno nunca se repone del todo de tal lavado cerebral. Y si, descubrí muchas cosas trabajando el Génesis; mucho sobre la Biblia.
Lo principal es que es completamente demencial que sea usado como una guía moral.
Entre las voces que reconocieron la labor del editor en México, se destacó el comunicado de la UNAM: “Fue el editor de Mafalda y abrió páginas a grandes de la historieta argentina como Fontanarrosa, Maitena y Liniers. Daniel Divinsky (1942-2025) legó una huella imborrable en la historia editorial y cultural latinoamericana, que trazó por más de medio siglo”.
Algunos otros libros editados por De la Flor fueron: Cada vez que decimos adiós, de John Berger, El Arca de Noé, del músico brasileño Vinicius de Moraes, muchas adaptaciones a historietas de relatos como por ejemplo Los dueños de la tierra, de David Viñas, convertido en viñetas por Juan Carlos Kreimer. E l siglo y el Perdón, del ensayista francés Jacques Derrida, Antiestética, del pintor Luis Felipe Noé, La niña que iluminó la noche, de Ray Bradbury y Teatro, de Jean Genet.
Un honor el que me distinguiera con el escrito del prólogo del libro que comento.
Siempre con la esperanza de modificar los patrones de la explotación del medio, la destrucción de la naturaleza por el hombre y su incapacidad para tener una conciencia lo suficientemente clara que le alcance para medir lo que ha perdido. Su obra sobre la relación del hombre con la naturaleza es amplia y extensa. Su labor en nuestro país, pionera y constante.
Entre líneas, Césarman deja sentir una gran nostalgia por esas pérdidas de la naturaleza: el dolor de la tierra erosionada, el subsuelo exprimido sin piedad, los ríos y mares contaminados, el ambiente intoxicado, las armas nucleares amenazándonos, la hambruna azotando a más y más seres humanos en el tercer mundo y la ruptura de las cadenas biológicas de plantas y animales amenazando y logrando su extinción.
El hombre creó la tecnología, investigó y llegó a otros planetas, canceló su relación con la naturaleza que, a su vez, es precisamente relación de relaciones, perdió su autonomía con lo anterior y anda en busca de un camino muerto para llegar, ¿será huir? del interior, desprotegido, y sin amparo en medio de grandes vacíos.
El hombre no ha podido elaborar el duelo por la pérdida de parte importante de la naturaleza. No alcanza a medir lo que ha perdido. Sin captarlo, llora por la vida que le huye. Césarman desde hace años capta la pérdida, y se vuelve un inicio de conciencia de este llanto por la desaparición de un cielo lleno de rayos de luz y la tierra vestida de flores y verde, y el viento con perfume y cantos de pájaros y armonías distantes.
Césarman grita en el desierto, todo el tiempo, clamando porque la muerte de la naturaleza está cercana; será una larga noche, en la que los pájaros desaparecerán al igual que las mariposas, las libélulas para dar paso a insectos obscuros de las tinieblas que vendrán a roer fibras, depositar en sus senos sus necrófilas larvas, despedir a las aves que se mecían al soplo de los vientos, arrugando flores.
El ecocidio, como gigantesca serpiente, aprisiona al ser humano, lo ahoga, deja sin comida, ni bebida, sin cantos, ni belleza: la melancolía invade por la destrucción parcial de su entorno, pero no la percibe. Ni capta el valor de lo natural de la naturaleza, ni como la internaliza y es parte de él.
El ser humano enfrenta una nueva guerra. La guerra contra la naturaleza. Una guerra que va perdiendo. Césarman anunció el tema. La enfrenta desde nuestra disciplina, el sicoanálisis, la divulgación e investigaciones en lenguaje sencillo.
Se trata de Wang Xilin (1936) quien, un poco por convicción y otro
poco por herencia, se unió al ejército comunista a los 12 años. Sus
méritos y capacidades lo llevaron a la Academia de Música de Shanghái,
donde pasó la mayor parte de su tiempo en actividades políticas, en vez
de estudiar contrapunto y armonía. Al paso del tiempo se convertiría en
un hábil compositor autodidacta. Dos momentos torales de la China del
siglo XX terminaron por decepcionarlo cabalmente del Partido, del
régimen y de su gran líder: el Gran salto adelante y
la revolución cultural. Wang Xilin cometió el error de hacer pública su
decepción en un discurso muy crítico de las políticas culturales del
gobierno chino, y el mundo se le vino encima. Sufrió arrestos, prisión,
tortura, reducación política, escarnio público, hostigamiento
sicológico, censura de su música, castigos para su familia y exilio
interno a regiones apartadas del país. Solicitar un piano para componer
le acarreó uno de sus castigos más severos: tal petición era, a todas
luces, una perversión burguesa, reaccionaria y contrarrevolucionaria
intolerable. Tuvo que soportar durante años la obligación, impuesta por
el Partido, de componer música revolucionaria, folclor para las masas,
sinfonías comerciales y accesibles. La presión fue tal, que terminó por
escribir dos extensos textos, que tuvo que leer, avergonzado, en
público: uno de arrepentimiento
por sus desviaciones y otro de
denuncia y traición a personas de su entorno; lo ha lamentado toda su
vida. En el año 2000, en momentos previos al ensayo de una de sus obras,
el compositor mencionó: Creo que el suceso más importante del siglo
XX ha sido el hecho de que el comunismo ha sido perseguido sin descanso
para que la humanidad entera lo destierre
. Las ejecuciones de su música fueron inmediatamente canceladas.
Wang Xilin le cuenta a Liao Yiwu, entre muchas otras cosas, que el
escuchar a todas horas por los ubicuos altavoces del Partido la canción Mao Zedong es nuestro salvador le provocó serias secuelas de inestabilidad mental, tal era el terror que le inspiraban el gran líder y sus políticas. De ahí surgió su convicción, indeclinable hasta la fecha, de que el Partido (en todo caso, cualquier partido) no es un padre amoroso y protector, sino una madrastra malvada
. Una de sus declaraciones más contundentes: En mi música no hay sentimientos de amor, es como un lago enorme, oscuro, lleno de barro, lágrimas, sangre y gritos
.
He podido constatar esta afirmación suya a través de la escucha de varias de sus obras que circulan en la red: una suite para piano, un octeto para ensamble, su Concierto para piano Op. 56, sus Sinfonía Nos. 1 y 5 y su enorme obra orquestal-vocal-coral Réquiem por China, que es su Novena Sinfonía. Es música sólida, compleja, a veces ruda, sin concesiones, contradictoria, expresiva, angustiante por momentos y de una intensidad poco común. Ciertamente, es posible detectar numerosos vasos comunicantes entre la vida, la obra, las ideas y las peripecias de Wang Xilin y las de Dmitri Shostakovich (1906-1975). En su diálogo con Liao Yiwu, el compositor chino traza algunos paralelos inevitables entre la República Popular China y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y, hacia el final del capítulo que le es dedicado, Wang Xilin dice: “Compongo una serie de elegías para la nación entera, para millones de víctimas que sufrieron y murieron por culpa del maoísmo. Si la música de Shostakovich era el testimonio de los horrores de la época de Stalin, la mía será… no voy a acabar la frase aquí.”
Más claro no puede ser.
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