Permanecer alerta para no retroceder en derechos
Medio
siglo de demandas sociales para que las lesbianas tengan derechos y no
sean violentadas por su orientación sexual ha rendido frutos, por
ejemplo: el matrimonio entre personas del mismo sexo y que más sean
funcionarias y figuras públicas.
Sí. Desde la década de los años 70 la sociedad ha avanzado, pero hay
que estar alerta porque en cualquier momento los derechos pueden ser
arrebatados, afirmó la activista y editora de la revista “LesVoz”,
Mariana Pérez Ocaña, quien ha militado en el movimiento lesbofeminista
desde que tenía 19 años de edad.
Ocaña explicó de qué se trata este movimiento, a propósito de las
acciones y actos que se realizan en junio, durante el mes del orgullo
LGBTTTI (Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Travesti, Transexual,
Intersexual), el cual concluyen el sábado 29 con la 41 Marcha del
Orgullo en la capital mexicana.
Este año la marcha del orgullo se realizará el sábado 29 de junio,
pero en opinión de la activista, no lleva una demanda social pese a que
en México todavía asesinan a personas homosexuales o no pueden salir a
la calle con seguridad, aseguró.
Para Pérez Ocaña, una conmemoración donde sólo hay fiesta no ayuda a
generar derechos, por eso, explica, hay lesbianas que no se suman a este
acto y existe un movimiento autónomo que desde 2003 organiza una marcha
lésbica en marzo, mes de la mujer.
La movilización de las lesbianas se mantiene viva aún con las
diferencias que han surgido con el movimiento de mujeres transexuales,
quienes han exigido incorporarse a esta marcha bajo el argumento de que
negarles la asistencia es discriminarlas por no ser mujeres biológicas.
Este recorrido para hacer visible la lesbiandad también se enfrenta
contra las autoridades capitalinas que en años anteriores les han
tratado de negar el derecho a manifestarse con el argumento de que ya
hay una "marcha gay" en junio.
Aunque junio es mes del orgullo LGBTITTI, para Mariana Ocaña, estas
siglas mezclan orientación sexual, identidad de género y prácticas
políticas, por eso no se identifica con ellas.
En una sociedad que aún violenta a las personas -mencionó- es
innegable recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha
señalado que existen tres orientaciones para ejercer la sexualidad: ser
heterosexual, homosexual o bisexual.
Con este antecedente, la militante lesbiana, explicó que ser
lesbofeminista es cuando una mujer se relaciona con alguien del mismo
sexo, pero además lo admite abiertamente y mantienen prácticas
conscientes feministas.
Para contextualizar señaló que en México las mujeres lesbianas que
“salen del clóset” y quieren relacionarse con otras mujeres, solo tienen
como opción “la cultura gay”, que, aseguró, está revestida de un tinte
comercial.
Pérez Ocaña señaló: "la vida es más que eso porque implica leer,
viajar, conversar, otros aspectos”. Bajo esta premisa, en 1994 comenzó
el fanzine “Himen” que dos años más tarde, en 1996, se transformó en la
revista “LesVoz”, un medio para encontrar información sobre literatura,
cultura y Derechos Humanos.
Desde entonces “LesVoz”, que ahora sólo está en formato digital, ha
servido para crear una comunidad de lesbianas porque publica información
de interés como temas de salud; o bien, retoma biografías de mujeres
lesbianas que han hecho importantes aportes a la humanidad.
Entre los principales avances, explicó Pérez Ocaña, es la visibilidad
del lesbianismo, pero tampoco se puede olvidar el matrimonio entre
personas del mismo sexo, conseguido en 2009 en la Ciudad de México; o
bien, el derecho de las madres lesbianas a ver a sus hijas e hijos o
tener su guarda y custodia.
A pesar de ello, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre
Discriminación (Enadis) 2019, 29.5 de las encuestadas dijo haber sido
discriminada por ser mujer y 3.7 por ciento por su orientación sexual.
La misma encuesta dice que hay más probabilidad de vivir
discriminación si se es una persona homosexual o bisexual, así lo
refirió 30.1 por ciento de esta población encuestada. A esta población
también se le llega a negar derechos como la atención médica o
medicamentos, servicios en alguna oficina de gobierno, entrada o
permanencia en algún negocio, centro comercial o banco, programas
sociales y empleo, entre otros.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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