14 encuestas canceladas
¿Cuántas
jóvenes abandonan los estudios por presentar un embarazo? ¿cuánto
tiempo dedican las mujeres en las tareas domésticas y de cuidado? ¿cuál
es el acceso de la población femenina a las nuevas tecnologías de la
información? ¿cuántas mujeres están en situación de reclusión y en qué
condiciones? son sólo algunos de los datos que se perderán este año por
el recorte presupuestal que sufrió el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (Inegi).
Por la política de austeridad de la administración de Andrés Manuel
López Obrador diversas dependencias del Estado sufrieron recortes
presupuestarios, entre ellas, el órgano autónomo del gobierno encargado
de la generación de estadística y geografía, el Inegi.
Frente a la falta de recursos, el organismo se vio orillado a
cancelar por lo menos 14 encuestas, algunas de ellas como la Encuesta
Nacional del Uso de Tiempo (Enaut), eran vitales para la construcción de
la agenda de género del país, pues más de allá de exponer datos
desagregados por sexo, indicaban las condiciones que afectan
específicamente a las mujeres y niñas en México.
Para 2019 el Instituto calculó requerir al menos 17 mil millones de
pesos (mdp) pero la Cámara de Diputados les asignó sólo 12 mil 129 mdp
en la bolsa del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
Si bien es una cantidad mayor a la que percibió el Inegi el año
pasado –7 mil 119 mdp-, este año el instituto además de realizar sus
actividades regulares debe hacerse cargo de los Censos Económicos 2019,
el Censo Agropecuario 2019 y el Censo de Población y Vivienda 2020.
Estos censos son insumos fundamentales para la construcción del PIB,
actualizar la muestra para las cotizaciones de la inflación y sin estos
no se tendría una fotografía de la economía del país al inicio de un
nuevo gobierno.
Ante este panorama, la Junta de Gobierno del Inegi determinó cancelar
14 proyectos y poner por encima dos censos –cancelando el Agropecuario-
que ha hecho de forma interrumpida cada cinco años, pues requieren una
mayor capacidad operativa e inversión.
El órgano autónomo ya llevó su queja ante la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN) en donde presentó una demanda de
controversia constitucional por haberle asignado un gasto insuficiente
para el programa de generación de estadística y geografía, sin un
análisis de las consecuencias e implicaciones que supone dicha
reducción. Aún se espera que se resuelva.
En tanto, de las 14 encuestas suspendidas algunas podrían salvarse
porque se realizaban con financiamiento externo, como son: la Encuesta
Nacional de Cohesión para la Prevención de la Violencia y la
Delincuencia (Ecopred), la Encuesta Nacional de Uso de las Tecnologías
de Información en los Hogares (Endutih), la Encuesta Nacional de Acceso a
la Información Pública y Protección de Datos Personales (Enaid), la
Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en
Empresas (Encrige) y la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo
(Enut).
Sobre la última, la Enut, era auspiciada por el Instituto Nacional de
las Mujeres (Inmujeres), quien ya notificó al Inegi que no tiene
recursos para hacerla este año.
Las encuestas que no recibían fondos externos y por lo tanto están
definitivamente canceladas son: la Encuesta Nacional Agropecuaria (Ena),
la Encuesta Nacional de Gastos en los Hogares (Engasto), Encuesta
Nacional de Consumidores de Sustancias Psicotrópicas (Ecosup), la
Encuesta Nacional de los Hogares (Enh), la Encuesta Nacional de
Micronegocios (Enamin), la Encuesta Nacional de Población Privada de la
Libertad (Enpol), la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil y la Encuesta
Nacional sobre Confianza del Consumidor (Enco).
ESTADÍSTICAS PARA LA IGUALDAD
Las estadísticas con perspectiva de género no sólo son conteos de las
desigualdades entre mujeres y hombres, sirven como materia prima en la
construcción de la agenda de género, los datos se usan para fijar metas,
diseñar políticas y medir impactos.
Las feministas han pugnado porque las mujeres no sean invisibles en
las estadísticas, por ello desde 1997 el Inegi hace de manera conjunta
con el Inmujeres un informe anual sobre indicadores que describen la
situación actual de mujeres y hombres en distintos ámbitos de la vida
nacional, datos que podrían verse afectados ante tales recortes.
Por ejemplo, con la Enut, una de las encuestas canceladas, se podía
conocer la aportación de las mujeres a la economía por su trabajo no
remunerado y de los cuidados de la niñez, de las personas con
discapacidad y de las personas adultas mayores.
Esta fuente era sustento en el diseño del Programa Nacional para la
Igualdad de Oportunidades y no Discriminación contra las Mujeres
(Proigualdad) que es parte del Plan Nacional de Desarrollo (PND), el
documento que fija las metas y objetivos a alcanzar durante el sexenio.
La Enut se creó en 2002 como resultado del análisis feminista de la
macroeconomía en la agenda mundial y la necesidad de medir el trabajo no
remunerado de las mujeres. En su última edición 2014, la encuesta
indicaba que las mujeres dedican a las actividades domésticas en
promedio 29.8 horas a la semana, mientras que los hombres apenas
dedicaban 9.7 horas a la misma tarea.
No obstante, por lo menos este año, no tendremos datos actualizadas en la materia.
Así tampoco se actualizará la Encuesta Nacional de Cohesión Social
para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (Ecopred), está se
diseñó en 2014 con la participación de la Secretaría de Gobernación
(Segob), su relevancia radica en ser el único instrumento para conocer
las conductas antisociales de la juventud y las dinámicas que están
influyendo en su formalización y sociabilización.
Entre otros datos, la Ecopred revelaba cifras sobre el impacto de la
maternidad en las mujeres jóvenes. En 2014 daba cuenta de la deserción
escolar ocasionada por el embarazo adolescente: 32.8 por ciento de las y
los jóvenes encuestados señalaron conocer compañeras madres solteras
que dejaron de estudiar o, en su caso, de trabajar, por su condición de
maternidad. Asimismo, que 6.5 por ciento de las jóvenes no estudiaban ni
trabajaba por un embarazo.
La Ecopred también abonaba información sobre las jefaturas de madres
solteras en hogares donde habitaban jóvenes, así como del rol principal
que tienen en las mujeres en las tareas de cuidado y educación de la
juventud.
Por mencionar algunos indicadores, en 2014 un 23 por ciento de los
hogares donde habitaban jóvenes entre 19 a 24 años de edad estaban
encabezados únicamente por la madre.
Mientras en los hogares de relaciones biparentales, se vislumbraba
que las mujeres son quienes conviven más con sus hijos e hijas y aportan
en su desarrollo a través de actividades como: incluirlos en
actividades familiares, divertirse juntos, conocer a sus amigos, los
vigilaban cuando salían, les preocupa su desempeño escolar, les asignan
tareas dentro del hogar, los orientan cuando tenían problemas, hacían
otras actividades como deportes o lectura juntos.
FALTAS A LA LEY
México ha recibido varias recomendaciones respecto a la necesidad de
producir y utilizar estadísticas de género por diversas instancias
internaciones, entre las que destacan los Comités de la Convención para
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
(Cedaw, por sus siglas en inglés) y la Convención de Belém do Pará.
También en la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y
en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
(LGAMVLV) se dispone a las autoridades y organismos públicos “apoyar el
perfeccionamiento y la coordinación de los sistemas estadísticos
nacionales, para un mejor conocimiento de las cuestiones relativas a la
igualdad entre mujeres y hombres en la estrategia nacional laboral”, así
como generar “diagnósticos estadísticos sobre las causas, la frecuencia
y las consecuencias de la violencia contra las mujeres”.
En este sentido no asegurar la continuidad de las fuentes
estadísticas de información puede representar incumplimiento a la ley y
convenios internacionales que México ha signado.
Hay estadísticas que están expresas en leyes nacionales, pero fueron
suspendidas, como es la Encuesta Nacional de Población Privada de la
Libertad (Enpol), cuyo último censo se levantó en 2016 en los 338
centros penitenciarios del país, como lo establece la Ley Nacional de
Ejecución Penal a fin de generar estadísticas sobre las características
de la población penitenciaria y sus condiciones de procesamiento.
Por la Enpol se sabe que son mujeres 5 por ciento de las 211 mil
personas en reclusión, asimismo que es mayor el porcentaje de mujeres en
condición de prisión preventiva frente a los hombres, y que sólo 35 por
ciento de las mujeres privadas de la libertad están en los 16 Centros
Penitenciarios Femeniles, las demás se encuentran en centros varoniles.
La Enpol también da detalle de las comisiones de actos de tortura,
características de la población penitenciaria, sus condiciones de
procesamiento e internamiento.
México también debe rendir informes a organismos internacionales que
no se podrán cumplir, el Inegi ha mencionado que la cancelación de la
Encuesta sobre Trabajo Infantil le impide entregar reportes actualizados
de este problema a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la
Unicef. El último dato que existe es de 2017, en el país había 3.2
millones de niñas y niños entre los 5 a 7 años de edad que trabajaban en
actividades económicas no permitidas o en quehaceres domésticos.
Otras oportunidades de generar nuevas fuentes de información sobre
hechos de interés nacional se perderán, como la Encuesta Nacional de
Consumidores de Sustancias Psicotrópicas, que por primera vez iba hacer
el Inegi, para conocer el consumo de drogas de la población mexicana.
En tanto, la realización de la Encuesta Nacional de Uso de las
Tecnologías de la Información en los Hogares quedará pendiente de si el
Instituto Federal de Telecomunicaciones y la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes tiene recursos para hacerlo.
En 2018 esta encuesta permitió conocer el acceso que tienen las
mujeres al internet: de los 74.3 millones de usuarios de internet de
seis años o más, 51.5 por ciento son mujeres y 48.5 por ciento son
hombres.
Asimismo, no se tendrá la Encuesta Nacional de Gasto en los Hogares,
que se utilizaba para actualizar los ponderadores del Índice Nacional de
Precios al Consumidor.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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