▲ El presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia de prensa de ayer en Palacio Nacional.
El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso
reunirse en septiembre próximo con su homólogo estadunidense, Donald
Trump, al término del plazo de 90 días –que fijó Washington– para
disminuir el flujo migratorio.
Mi recomendación respetuosa es que fuera en septiembre para evaluar la primera etapa del acuerdo, planteó.
El mandatario lamentó que diversos personajes apuestan a que fallará
su estrategia, en cuanto a la relación con Trump; sin embargo –dijo–,
espero que tengamos éxito. Por nosotros no va a quedar.
Los reporteros preguntaron si la conversación, después del 7 de
septiembre, sería una buena idea, en momentos en que el vecino país esté
en proceso electoral.
Respondió que ante un planteamiento como el que hizo Trump –de mostrar interés por un encuentro– no se puede
rehuirporque sería irrespetuoso, sino utilizar la diplomacia, la
urbanidad política, los
buenos modalessin imponer condiciones.
Los detalles del encuentro estarían a cargo del grupo diplomático,
para decidir si el lugar de la reunión sería Palacio Nacional o la Casa
Blanca.
El tema surgió al conocerse la declaración del magnate en el sentido
de que México está haciendo un gran trabajo (para contener la migración)
y que sí se reuniría con López Obrador, de quien dijo
me cae bien.
En conferencia de prensa, se le preguntó si a él también le caía bien su contraparte.
Ese es otro asunto, respondió.
He notado que hay un trato respetuoso hacia mi persona y yo quiero que haya respeto mutuo, agregó.
Trump fue mencionado desde temprano en las actividades de López
Obrador, quien antes de las 7 de la mañana hizo con el canciller un
primer balance del plan emergente en materia migratoria, producto del
acuerdo bilateral del 7 de junio pasado.
Sin salidas al extranjero
Confirmó que no acudirá en la reunión del G20, a
celebrarse en Osaka, Japón, a finales de este mes, debido a que estará
en el Zócalo el 1º de julio, para celebrar su triunfo electoral del año
pasado y dar un informe del estado del país.
En esta primera etapa de su gobierno no saldrá al extranjero,
sólo a este tipo de encuentros [como el pretendido con Trump] que se puedan presentar.
López Obrador dejó en claro que no desconoce lo que es ser opositor
–“lo he sido desde chamaco… desde los tiempos de ‘a la salida nos
vemos’, recordó– o defenderse por cualquier medio, pero cuando se
adquiere una responsabilidad, hay que actuar con prudencia, cordura,
sin balandronadas.
–¿Es conveniente [reunirse con Trump]?
–No podemos rechazar una invitación a entrevistarnos con un gobernante de cualquier país [porque no sería] adecuado.
–¿Aunque esté en campaña [para buscar la relección]?
–Estamos dispuestos a dialogar. Nada más hay que ver el tiempo. Yo
pienso que sería conveniente, si se da esta entrevista, que fuese
terminando el periodo que se fijó.
–¿No sería ayudar a Trump en lo que es (la migración) su principal gancho de campaña?
–No vamos a meternos a la vida interna de Estados Unidos ni la de
ningún país. A veces eso no se comprende lo suficiente. La tradición de
nuestra política exterior son principios fundamentales, que vienen desde
la época de nuestro patricio, desde Juárez: ‘el respeto al derecho
ajeno es la paz’.
Foto José Antonio López
Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
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