De acuerdo con información del presidente López Obrador, la estrategia gubernamental de combate al huachicoleo
ha permitido que en unos cuantos meses el robo de combustible registre
una caída mayor a 80 por ciento, con respecto a los niveles observados
al cierre de la administración peñanietista, comenzando con el
directamente sustraído de las propias instalaciones de Petróleos
Mexicanos.
Cierto es que en un comienzo dicha estrategia provocó desbasto de
combustible en algunas zonas de la República –especialmente en aquellas
en las que los huachicoleros habían sentado sus reales–, pero el problema se corrigió en alrededor de dos semanas.
El robo de combustible creció de forma exponencial en los gobiernos
de Fox, Calderón y Peña Nieto, hasta llegar a representar pérdidas
anuales por alrededor de 60 mil millones de pesos. Como en tantos otros
problemas nacionales, los tres tristes ex presidentes no dieron una en
materia de
combateal huachicoleo, aunque no pocos creen que en realidad dicha práctica era parte de los jugosos negocios que hacían a costillas de la nación.
Será el sereno, pero el Centro de Estudios Sociales y de Opinión
Pública (Cesop) levantó una encuesta sobre el particular, fechada el
presente mes, y entre sus resultados destacan los siguientes:
Cuarenta y siete por ciento de las menciones se refiere a Puebla como
el estado de la República donde existe robo de combustibles; 44 por
ciento cita a Guanajuato, 38 alude a la Ciudad de México, 32 señala al
estado de Veracruz, 29 a Jalisco, 27 a Hidalgo, 24 a Michoacán y 10 a
Tamaulipas, entre las principales.
Por otra parte, 79.1 por ciento de los encuestados cree que los
dueños de gasolineras están involucrados con los grupos que realizan el
robo de combustible, 10.1 por ciento no lo cree, y 10.8 por ciento no
sabe. Entre las principales razones por las que los encuestados creen
que los dueños venden combustible robado, destacan: corrupción (34.1 por
ciento del total), porque es más económico (22.7), porque lo permiten
las autoridades (16.3), por estar coludidos (14.1), porque son obligados
(5.6), porque no saben que es robado (3.1) y el resto no responde.
Otros resultados señalan que el 34.3 por ciento de los entrevistados
opina que la corrupción es la principal razón del incremento exponencial
de las tomas clandestinas en México durante los dos gobiernos panistas y
el último priísta; 14.6 por ciento cree que es producto de la
incompetencia de las autoridades; 8 por ciento por obtener dinero fácil;
7 por ciento cree que es por falta de oportunidades; 5.3 por ciento
porque hay demanda de combustible robado; 5.1 por ciento dada la falta
de vigilancia en los ductos, y el resto va desde la impunidad y el alza
de precios decretada por los gobiernos de Fox, Calderón y Peña Nieto,
hasta la participación del crimen organizado, la pérdida de valores, la
privatización del sector energético, la inseguridad, el incremento del
tipo de cambio, la escasez de gasolina y la desestabilización del
gobierno.
Al mismo tiempo, 80 por ciento de los encuestados cree que los huachicoleros están protegidos por las comunidades; 83 por ciento manifiesta que el sindicato de Petróleos Mexicanos está coludido con los huachicoleros, y 86.3 por ciento considera que los altos funcionarios de Pemex están involucrados con los huachicoleros; 79.8 por ciento manifiesta que la policía es parte de la organización.
De los consultados, 87.9 por ciento manifiesta que deben cancelar
definitivamente las licencias de distribución y funcionamiento a las
gasolineras que vendan combustible robado; 85 por ciento cree que los
dueños de las gasolineras que sean descubiertas vendiendo combustible
robado merecen ir a la cárcel; y 75.8 por ciento afirma que las
estrategias y acciones del gobierno federal para combatir a los huachicoleros han sido adecuadas.
Las rebanadas del pastel
Aprobado está el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
Bien, solo falta que selleve al terreno de los hechos, porque los seis
gobiernos anteriores ni lejanamente pasaron por allí.
Twitter: @cafevega
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