Ideas principales y secundarias. Aportaciones del libro al Feminismo Contemporáneo
La idea principal se recoge en la tan citada y malinterpretada frase
“no se nace mujer, se llega a serlo” ( “On ne naît pas femme: on le
devient”). Esta, merece ser explicada, ya que puede ser tergiversada. La
autora no se refiere a que cualquiera puede decidir ser mujer, no
biológicamente, sino a que a las humanas nacidas hembra se les va
educando para que lleguen a interiorizar el rol de ‘mujer’ con todas las
exigencias referentes a comportamiento en sociedad y a apariencia
física que esto conlleva.
Trata también un aspecto muy interesante y novedoso en la época, la
construcción de la mujer como “Lo Otro” partiendo de la existencia del
varón. La autora explica que la mujer es privada de una autonomía como
ser existente y de una identidad propia, construyéndose el ser mujer a
partir de la contrariedad hacia el ser varón. Es decir, definiéndolo por
oposición al hombre.
El libro demuestra la existencia del androcentrismo y cómo este hace
que la mujer siempre sea ‘Lo Otro’, que no posee una identidad propia a
partir de la nada,por así decirlo, sino que es definida a partir de la
existencia del hombre y en cuanto a este.
Así, a la mujer se le niega su autonomía e individualidad, siendo
creado su rol social a partir del masculino y se define mediante la
negación de este. El segundo sexo es siempre dependiente de lo
masculino. De esta manera se nos relega a un papel secundario y
subordinado al principal, que es el de los hombres.
Para concluir este apartado, en mi opinión, toda mujer debería leer este libro, ya que aún a día de hoy puede ayudarnos a comprender qué es ‘ser mujer’.
Además muchas de las conclusiones a las que llega en cuanto a las
consecuencias que tiene el androcentrismo y el género impuesto en la
vida de las mujeres, por desgracia, siguen vigentes.
La reflexión a la que se llega leyendo a Simone es la siguiente: las humanas nacidas hembra, somos adoctrinadas hasta el punto en que nosotras mismas somos nuestra propia ‘policía de la feminidad’
Algunos ejemplos de esto son: el reparto trabajo doméstico y de
cuidados tanto de criaturas como de padres dentro de la unidad familiar
tradicional aún vigente y la repercusión en la carrera profesional de
las mujeres, la manera de relacionarnos dentro de las parejas
heterosexuales o el concepto de lo considerado “femenino”.
La reflexión a la que se llega leyendo a Simone es la siguiente: las
humanas nacidas hembra, somos adoctrinadas hasta el punto en que
nosotras mismas somos nuestra propia ‘policía de la feminidad’ y nos
cuidamos de no desobedecer nunca los mandatos sociales que se nos han
impuesto, porque hemos llegado a creer que el conjunto de roles
asignados a la hembra humana como supuestamente naturales son decisiones
propias y son nuestra verdadera personalidad. Pero, por fortuna, parece
que muchas y cada día más nos hemos dado cuenta de que un constructo
social se puede destruir.
A pesar de que el libro puede estar algo desfasado en algunas
cuestiones, dado que se escribió en 1949 y desde entonces ha habido
muchos avances significativos en la ciencia, es una obra clásica, que
recoge las ideas de la segunda ola del feminismo, sin la cual no habría
tercera, ni ésa supuesta y discutida cuarta de la que ya se habla,
puesto que somos enanas a hombros de gigantes.
Feminismo Contemporáneo: Desde Simone de Beauvoir hasta Judith Butler y la teoría queer
¿Quién es Judith Butler?
Judith Butler es una filósofa que actualmente ocupa la
cátedra Maxine Elliot de retórica Literatura Comparada y Estudios de la
Mujer en la Universidad de California en Berkeley.
Como filósofa se inscribe dentro de la corriente filosófica antiesencialista y deconstructiva
junto con otras autoras como Donna Haraway Teresa de Lauretis o Beatriz
Preciado, todas ellas ligadas a la teoría queer. Butler es conocida
sobre todo por haber propuesto la teoría de la performatividad de
género.
Una de sus obras más conocidas es El género en disputa,
que se ha llegado a calificar como uno de los textos fundadores de la
teoría queer y de los estudios de género actuales, según la autora el
texto pertenece al propio feminismo y pretende revisar el vocabulario
del movimiento. Es en este libro, donde aparece como apertura al
capítulo 1 la ya mencionada frase de Simone de Beauvoir, extraída del fragmento completo y descontextualizada.
La autora cree que las teóricas feministas en el caso de que limiten
la definición de género son legitimadoras de normas excluyentes de
género que tendrían consecuencias como la homofobia y fomentarían la
jerarquía y la exclusión .
En sus teorías da mucha importancia al colectivo transexual y
menciona entre otras, a la autora Kate Bornstein que afirma que una
persona transexual no puede ser definida con sustantivos de mujer u
hombre sino que hay que referirse a ella con otro tipo de verbos que
sean activos y dejen patente el hecho de que esta persona está en una
transformación permanente que sería su nueva identidad o una especie de estado provisional.
También se preocupa por dejar claro que ella no afirma que el hecho de
tener una orientación sexual u otra pueda dar pie a la creación de un
nuevo género.
Otras de sus obras son: Cuerpos que importan, Deshacer el género y Vida precaria.
Judith Butler, la teoría de la performatividad de género, fundamento de la teoría queer
La teoría de la performatividad de género está basada además de en
Simone de Beauvoir, que nos concierne aquí, en la teoría de los actos
del habla de John Austin, en la ideología de Louis Althusser, en la
visión construccionista de la sexualidad de Michel Foucault, en la
teoría de la deconstrucción de Jacques Derrida, y en el psicoanálisis
lacaniano.
Butler, cree que la concepción binaria del género, que como ya
sabemos resulta en una desigualdad patente entre hembras y machos
humanos, va ligada al sexo biológico, pero que el hecho de la binariedad
del sexo biológico y el hecho de no cuestionar este hecho biológico es
ya un acto socio cultural en sí mismo.
Sobre el sexo, Butler, critica que se tiene una concepción
naturalizada del mismo y critica también al feminismo de la diferencia
del que se ha hablado anteriormente. Afirma que en la sexualización de
los cuerpos ya está presente el género como opresión y expone que por qué ha de ser más importante nacer con vulva o con pene que nacer con un tipo u otro de lóbulo auricular. Que el hecho de considerar determinante la genitalidad no es una verdad absoluta y no tiene por qué ser de esta manera:
Señala que existen otros tipos de diferencias entre la gente,
diferencias de forma y tamaño, de formación del lóbulo de las orejas y
el tamaño de la nariz, y no preguntamos cuando un niño al mundo qué
clase de lóbulo de las orejas tiene.
También afirma que, puesto que el sexo y el género son construidos también lo serían tanto la heterosexualidad como la homosexualidad:
Su aportación a la filosofía y al feminismo, en lugar de una abolición del género, es decir, en
lugar de fomentar un libre desarrollo de la personalidad independiente a
la realidad genética y genital con la que se haya nacido, es, intentar
concebir el género fuera de la binariedad, es decir, reformular la
categoría, dicho de otra manera, inventar nuevos tipos de etiquetas o de
“géneros”, que recordamos, Simone en El Segundo Sexo demuestra
que son un método de opresión y clasificación de los sexos para que
unos acaben teniendo una posición privilegiada y otras, el 50 por ciento
de la población, una posición de oprimidas.
Lo que propone es etiquetar como géneros y clasificar los diferentes
tipos de personalidades independientes del sexo, que se pudieran
desarrollar en un sistema patriarcal e identificar esto como una especie
de nueva libertad.
También afirma que, puesto que el sexo y el género son construidos
también lo serían tanto la heterosexualidad como la homosexualidad:
Esta última idea acerca de la homosexualidad se sigue criticando a
día de hoy por considerarse homófoba, ya que se presupone que incluso
el término homosexualidad estaría fuera de lugar por qué no sería una
orientación sexual sino hacia el género expresado por la otra persona.
dentro del movimiento feminista actual hay un gran debate respecto a
este tema en el que se llega por parte del movimiento queer a llamar a
las mujeres lesbianas “fetichistas de la vulva” o “tránsfobas”, lo cual es
interpretado por parte del Feminismo de la Diferencia o el Feminismo
Radical aparte de como homofobia, como una forma de misoginia.
Es importante recordar aquí, que el género no es sólo el hecho de tener unos gustos estéticos u otros o el hecho de ser más o menos “afeminado”.
Esto es lo más superficial, el género es que las mujeres tengamos miedo
a volver solas a casa porque sabemos que nos pueden violar por ser mujeres,
es el hecho de que el simple hecho de tener una relación heterosexual
sea más arriesgado que tener una con otras mujer, porque existen los feminicidios,
es decir, nos matan por ser mujeres, es tener más miedos que los
hombres o tener más problemas de autoestima que ellos, problemas creados
con una patologización de nuestros procesos vitales ligados a nuestra
biología, por ejemplo, las estrías, el pecho “caído”, las arrugas, la grasa corporal, las pestañas, las cejas, el vello púbico, el vello facial etc. Todo lo que implica dejar de ser deseables para los machos heterosexuales de la especie humana.
La teoría queer, de la que se considera fundadora a Butler considera
que si el género es una normativa, el feminismo ha de tener como sujeto
político no sólo a las mujeres nacidas hembra y oprimidas por el hecho
de serlo sino también a otras minorías como las personas transexuales,
ya que también estarían siendo castigadas y excluidas por no responder a
las normas de género establecidas.
a las mujeres se las socializa mediante el género femenino, desde los primeros pendientes que se les ponen cuando nacen en Occidente, la brutal ablación femenina que se sufre en otros países o las bodas forzadas de niñas, para que sean sumisas.
A lo que respondería el párrafo anterior desde una perspectiva
feminista radical actual: el género no consiste sólo en actuar siendo
“femenina” o “femenino” en sociedad o en llevar un tipo de ropa o en el
hecho de maquillarse o dejar de hacerlo, sino que a las mujeres se las
socializa mediante el género femenino, desde los primeros pendientes que
se les ponen cuando nacen en Occidente, la brutal ablación femenina que
se sufre en otros países o las bodas forzadas de niñas, para que sean
sumisas. Se las socializa para que se dediquen a los cuidados, sean
delgadas y ocupen el mínimo espacio posible, no molesten, no sean
ruidosas, sean más inseguras que los hombres, tengan miedo de volver a
casa solas de noche, tengan miedo de poder ser agredidas sexualmente en
la intimidad con los hombres, tengan más probabilidades de acabar siendo
asesinadas por el hecho de haber nacido mujeres y un largo etcétera.
Otra de las críticas que existen, a parte del punto de vista del
Feminismo Radical, en que sólo una hembra humana es sujeto político del
feminismo, es la que hace Martha Nussbaum en su artículo ‘The Professor
of Parody’, donde alega que la aportación de Butler es elitista,
autoritaria y puramente academicista e imposible de practicar en el
espacio y tiempo reales, por lo que no ayuda a la opresión que sufren
los seres humanos, tendría como consecuencia la imposibilidad de llevar a
cabo una acción política feminista contraria al sistema de género
opresivo traduciéndose en una complicidad con el sistema patriarcal.
la aportación de Butler es elitista, autoritaria y puramente academicista e imposible de practicar en el espacio y tiempo reales, por lo que no ayuda a la opresión que sufren los seres humanos, tendría como consecuencia la imposibilidad de llevar a cabo una acción política feminista contraria al sistema de género opresivo traduciéndose en una complicidad con el sistema patriarcal.
Volviendo a la teoría queer y para finalizar a continuación se hará una breve enumeración
y exposición sobre los nuevos tipos de género que proponen como método
para la liberación de la mujer y de otras minorías LGBTQI+ mediante la autoidentificación individual basada en lo que cada persona “siente” sobre sí misma :
Cisgénero: persona que se siente identificada con la opresión de
género, basada en la genitalidad mostrada al nacer, a la que se ve
sometida desde su nacimiento.
Agénero: Persona que siente que no tiene género.
Bigénero: persona que siente que su género son dos géneros a la vez, los cuales pueden ser binarios o no.
Genderfluid: persona que siente que fluye en su día a día a través de diferentes género binarios o no.
Tercer Género: Persona que siente que su género es la mezcla del
género femenino y el masculino o que siente que pertenece a un “tercer
género” que no es ninguno de los anteriores.
Bibliografía
Beauvoir, S. (2005) El segundo sexo. Madrid. Cátedra
Duke, C. (2010) Judith Butler y la teoría de la performatividad de género. Colegio Hispano Americano, pp. 85-95.
López Pardina, T. (2012) De Simone de Beauvoir a Judith Butler: el
género y el sujeto. Pasajes: Revista de pensamiento contemporáneo, ISSN
1575-2259, Nº. 37.
Ortega Raya, J. (2006) Aportación de Simone de Beauvoir a la
discusión sobre el género. Tesis doctoral dirigida por Carmen Revilla
Guzmán (dir. tes.). Universitat de Barcelona.
Puleo, A.(2008) Simone de Beauvoir: filósofa existencialista,
pensadora de nuestra libertad. (Extraído de:
http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1274#nb )
Ramos, P. (2019) Glosario de vocablos relacionados con el movimiento LGBTQI+ . (Extraído de Studium)
Sabsay, L. (2010 ) En los umbrales del género, Beauvoir, Butler y el
feminismo ilustrado. Universitat de València – Universidad de Buenos
Aires. Feminismo/s , n. 15, p. 119-135, junio.
Consultas sobre Biografías en :
http://www.philosophica.info/voces/beauvoir/Beauvoir.html ISSN
2035-8326. Pontifica Universitá de la Santa Cruce.
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