10/17/2019

Deschamps, los obreros, el entreguismo de líderes “charros” y el trabajo de concientización

Pedro Echeverría V.

1. La clase obrera o proletaria, que según escribió Marx en el siglo XIX, debería enterrar el capitalismo, en ningún lugar del mundo cumplió porque éste terminó por absorberla e integrarla. Recuerdo que desde finales de los años 50, el filósofo Marcusse, Gorz, revista El viejo topo y otros, nos lo advirtieron en su “adiós a la clase obrera”; sin embargo nosotros continuamos tercos. Los sindicatos, organizaciones limitadas sólo para luchar por más salarios y prestaciones, no pudieron entender nunca demandas de trasformación social revolucionarias, mucho menos socialistas. Pero no solo fueron los obreros, tampoco los campesinos, los estudiantiles y otros sectores, comprendieron jamás que es el capitalismo, el culpable de la miseria, la desigualdad mundial. Quizá fue la base principal de los liderazgos corruptos que se desarrollaron en el mundo, en México en particular.

2. Basta de echar todo contra el líder petrolero Romero Deschamps. ¿Puede olvidarse acaso al líder de la CROM, Luis Morones, de los años 20; a Fidel Velázquez que sube a la CTM, junto a Lombardo Toledano desde su fundación en 1936 y sólo la deja al morir en 1997? ¿Puede hacerse a un lado que los líderes sindicales en cada entidad de la República también estuvieron en el cargo más de 20 años? Sin embargo el número de años no es tan importante porque lo que realmente vale en líderes y gobernantes es a qué intereses sirven: a los trabajadores o a la clase rica. Luego los tontos e idiotas llaman “democracia” al juego electoral y de partidos aunque todo sea corrupción. ¿Alguien puede demostrar que en EEUU, Francia, México, países conocidos como demócratas no existe una corrupción profunda en los negocios entre gobierno y empresarios?

3. Desde 1959 comencé a participar en apoyo a las luchas obreras; mi trabajo intenso lo desarrollé esencialmente entre los cordeleros y ferrocarrileros; desde 1972 impulsando en el CCH-UNAM a mis alumnos, en las huelgas obreras en la CDMX, Edo. de México y Morelos; fue parte de mi educación política y terapia ocupacional para los jóvenes profesores que seguíamos a Marx que de ese modo sentíamos llevar a la práctica sus pensamientos. Muchos obreros de empresas privadas en huelga, aplaudían gustosos nuestros apoyos, aunque algunas veces sus líderes no rechazaban por miedo a que los acusen de “aliarse a los comunistas”. Entonces empresarios y líderes vendidos o “charros”, nos acusaban de “provocadores” que buscábamos acelerar el movimiento. La realidad es que lo único que hacíamos es despertar la conciencia acerca de las clases sociales y la lucha de clases.

4. Después de la gran huelga ferrocarrilera encabezada por Demetrio Vallejo en 1958-59, podría demostrarse que los mejores años de la clase obrera fueron los setenta, durante el gobierno de Echeverría Álvarez (1970-76): a) Porque apenas salíamos de la matanza de estudiantes en Tlatelolco, b) porque muchos estudiantes vieron clausuradas cualquier vía pacífica y adoptaron el camino de los Tupamaros y otros guerrilleros urbanos; c)incluso el cura Méndez Arceo –Teología por la liberación- se radicalizó. d) Pero fue el electricista Rafael Galván quien enfrentándose con el STERM electricista a los líderes charros Pérez Ríos y Velázquez, el que encabezó una gran movilización nacional en defensa de su gremio y el “nacionalismo revolucionario”. Estas batallas que no llevaron a hacer cientos de mítines en todo el país, fueron determinantes. (17/X/19)



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