Se hunde Romero Deschamps
Coparmex apoya a factureras
Finalmente, Carlos Romero Deschamps mordió el polvo y el
líderrenunció a la dirigencia del sindicato petrolero, del que, a lo largo de 26 años, se sirvió con la cuchara más grande que encontró. Se le apagó la estrella (impunidad plena) garantizada por cinco inquilinos de Los Pinos al hilo (de Salinas de Gortari a Peña Nieto; tres priístas y dos panistas).
Todo sabían de sus corruptelas, de sus excesos e ilegalidades, pero
durante 26 años el tamaulipeco se mantuvo intocado, porque al régimen le
fue extremadamente útil y en el círculo en el que se movía –impune y
cómodo– lo tipificaron muy bien:
es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta, o si se prefiere entre hijos de puta no se leen las manos. Pero llegó su turno.
Tres veces diputado y senador en dos ocasiones –siempre por el PRI y
en todos los casos por la vía plurinominal–, Romero Deschamps acumuló
una fortuna de cuento de hadas que exhibía de forma grotesca junto con
sus hijos y demás familiares. Un sinfín de propiedades palaciegas,
aviones, coches de lujo, viajes por aquí y allá, y todo, oficialmente,
pagado con su módico salario de trabajador petrolero.
De acuerdo con información de la Secretaría de la Función Pública, al
cierre de septiembre pasado –último dato registrado– Petróleos
Mexicanos pagaba mensualmente dos salarios a Romero Deschamps: uno por
un monto de 31 mil 671.88 pesos y otro por 6 mil 881.70 pesos, ambos en
términos netos. En total, 38 mil 553.58 pesos.
Lo mejor del caso es que en la nómina de Pemex su puesto aparece como de
clasificación pendiente, es decir, 26 años de
líderpetrolero y resulta que en la ahora empresa productiva del Estado nadie sabía por qué cobraba salario ni cómo lo desquitaba.
De cualquier forma, en el mejor de los casos el voraz Romero
Deschamps utilizaba esos 38 mil y pico de pesos para dejar propinas en
el café, porque su ingreso real, ostentoso y multimillonario, provenía
del saqueo del sindicato petrolero y de las componendas con la dirección
de la ex paraestatal, la Presidencia de la República, las secretarías
del Ejecutivo, las empresas privadas y de quien permitiera –no sin algo a
cambio, como el Pemexgate, por ejemplo– el chantaje o la
ayudadel hasta ayer
líder.
A menos de que su amigo Juan Collado asuma su defensa desde la cárcel (lo cual se ve muy complicado, porque el abogánster tiene sus propios pendientes), Romero Deschamps deberá buscar asesoría legal, aunque es de suponer que ya lo tiene resuelto.
Desde julio pasado se conoció que la Unidad de Inteligencia
Financiera de la Secretaría de Hacienda presentó un par de querellas por
enriquecimiento ilícito y lavado de dinero contra el supuesto
lídery su familia, pero de inmediato el juez décimo cuarto de distrito en el estado de México le concedió un amparo contra cualquier orden de aprehensión.
El presidente López Obrador informó que sobre el caso de Romero Deschamps
hay dos denuncias, dos informes que se enviaron a la Fiscalía General de la República y es ella la que tiene la investigación sobre este asunto. ¿Por qué delitos?, se le preguntó, y respondió:
relacionados con ingresos, con obtención de recursos básicamente, ingresos obtenidos de investigaciones o avisos de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, esto es básicamente.
Uno menos. A Romero Deschamps se le acabó la fiesta, pero deja en el
puesto, de forma interina, a otra fina persona, uno de sus
incondicionales, Manuel Limón Hernández, diputado priísta, hasta ayer
tesorero del sindicato petrolero y vinculado al Pemexgate. Pura joya.
Las rebanadas del pastel
Por las empresas factureras el erario deja de
captar alrededor de 400 mil millones de pesos anuales, informó el
presidente López Obrador, y acusó a la Coparmex de actuar como si fuera
un partido político opositorpor su duro que te dale en contra de la ley antihuachicoleo fiscal que ordena cárcel preventiva oficiosa a quienes se dediquen a esos menesteres. Y ahora Gustavo de Hoyos se dice mártir.
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