Ciudad de México.- Las mujeres rurales son las más afectadas cuando los recursos naturales y la agricultura se ven amenazados, por ello este Día Internacional de las Mujeres Rurales,
se reconoció su papel como “creadoras de resiliencia climática” a
través de sus conocimiento y destrezas para mitigar las consecuencias
del cambio climático.
Como cada 15 de octubre se reconoce el aporte de las mujeres rurales en la agricultura, la seguridad alimentaria, la nutrición y la gestión de los recursos naturales en el mundo.
Pero este año la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha
centrado en el papel que desempeñan mujeres y niñas frente al cambio
climático.
Dada sus condiciones de agricultoras, productoras y depositarias de conocimientos, las mujeres rurales han adoptado prácticas tanto tradicionales como modernas para responder a la variabilidad del clima: como las sequías, las olas de calor, la desforestación y las precipitaciones extremas.
Según el organismo internacional, entre 2006 y 2016, el sector
agrícola de los países en desarrollo sufrió una cuarta parte de los
daños y pérdidas totales por los desastres relacionados con el clima, lo
que afectó a las mujeres rurales de manera desproporcionada en esos
desastres.
En el mundo una de cada tres mujeres empleadas trabaja en la agricultura.
Las mujeres rurales además de realizar tares domésticas y de cuidado,
cultivan la tierra, hacen acopio de alimentos, agua y combustibles
esenciales. Sin embargo, carecen de acceso en condiciones de igualdad a
la tierra, las finanzas, el equipo, los mercados y el poder para adoptar
decisiones. Desigualdades que se agravan con el cambio climático,
indicó la ONU en su mensaje por la conmemoración.
También la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló –en su
informe “Fomento de la autonomía de la mujer en la economía rural”- que
en el contexto del cambio climático las fuentes tradiciones de alimento
son más escasas e impredecibles. En consecuencia, las mujeres rurales
quienes para lograr medios de vida y sobrevivir depende de los recursos
naturales en mayor medida que los hombres, se enfrentan a la pérdida de
ingresos y de cosecha, que con frecuencia constituyen su única fuente de
alimento e ingreso.
Frente a estas adversidades las mujeres rurales garantizan
especialmente medios de vida sostenibles, mejoran las condiciones de
trabajo y promueven los conocimientos tradicionales y locales necesarios
para poner en práctica una decidida acción relacionada con el clima.
“Como pioneras de las nuevas técnicas agrícolas, primeras actoras en la respuesta a las crisis y empresarias de la energía verde, las mujeres rurales son una fuerza poderosa que puede impulsar el progreso mundial”.Mensaje de la ONU por el 15 de octubre Día Internacional de las Mujeres Rurales
Por ello la ONU llamó a los Estados a “respaldar a las mujeres y
niñas rurales y fomentar sus capacidades a fin de que puedan responder
ante el cambio climático mediante la producción agrícola, la seguridad
alimentaria y la gestión de los recursos naturales”.
Mujeres rurales contra la pobreza
Según cálculos de la OIT las mujeres en zonas rurales representan 41
por ciento de la fuerza de trabajo agrícola y producen más de la mitad
de los alimentos del mundo. En conjunto, suministran hasta 90 por ciento
de los alimentos que consume la población pobre de zonas rurales.
Otros estudios retomados por este organismo internacional ponen de
manifiesto que, si las agricultoras contaran con el mismo acceso a los
recursos que los hombres, la cifra de personas que padecen hambre en el
mundo podría reducirse en hasta 150 millones. Prácticamente 800 millones
de personas están afectadas por hambre crónica.
Sin embargo, las mujeres rurales se encuentran con mayores desafíos
para el pleno goce de sus derechos en comparación con los hombres
rurales y personas urbanas. En ese sentido, este día también la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha llamado a los Estados a
reconocer y proteger sus Derechos Humanos y a garantizarles una vida
libre violencia.
La Comisión instó a los Estados a abordar las necesidades específicas
y a tomar las medidas necesarias para erradicar decisivamente la
violencia y la discriminación que continúan enfrentando mujeres y niñas
rurales, así como su exclusión sistemática en el acceso a la tierra y a
los recursos naturales.
La CIDH recordó que ellas soportan la mayor parte de la carga de
trabajo no remunerado en los hogares, desempeñan su trabajo con mayor
frecuencia en condiciones de inseguridad, mal remunerados y no siempre
cubiertos por garantías sociales. Su acceso al agua, a educación y a
servicios de salud es también limitado, a la vez que persisten barreras
para su acceso a servicios bancarios, administrativos y de documentación
civil.
El Día de la
Mujer rural tiene origen en la Conferencia de Beijing, organizada en 1995, como
resultado del planteamiento de diversas organizaciones no gubernamentales entre
ellas la Federación Internacional de Productores Agrícolas (IFAP), la Red de
Asociaciones de Mujeres Campesinas Africanas (NARWA) y la Fundación de la
Cumbre Mundial de Mujeres (WWSF).
En reconocimiento
del importante papel que juagan las mujeres rurales entre sus múltiples
responsabilidades: como madres de familia, campesinas, pequeñas empresarias y
contribuidoras al bienestar de sus familias y al desarrollo de las economías rurales,
sobre todo en la producción de alimentos.
CIMACFOTO: Hazel Zamora Mendieta
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