AM de Querétaro
Después de vivir violencia, abusos y discriminación, la ganadora del Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú se ha convertido en la voz de los pueblos indígenas de Guatemala. |
Activista de los derechos humanos de Guatemala y ganadora del premio Nobel de la paz, Rigoberta Men-chú es probablemente la guatemalteca mas conocida a nivel mundial.
Rigoberta nace el 9 de enero de 1959 en una numerosa familia campesina de la etnia indígena maya-quiché. Su infancia y su juventud
son marcadas por la pobreza, la discriminación racial y la represión
violenta con la que las clases dominantes guatemaltecas trataban de
contener las aspiraciones de justicia social de los campesinos.
Desde muy joven se involucra en las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos, acciones por la que se gana enemigos políticos, llegando al extremo del exilio.
Durante su lucha, varios miembros de su familia, incluida su madre, son torturados y asesinados por los militares
y por los conocidos ‘escuadrones de la muerte’, grupos de paramilitares
encargados de realizar asesinatos selectivos de determinados grupos
sociales opositores al gobierno.
El padre de Rigoberta muere
en 1980 con un grupo de campesinos que se encierran en la embajada de
España en un acto de protesta. Durante aquel suceso, los militares
incendian el lugar, quemando vivos a los que estaban dentro. A su vez, sus hermanos optan por unirse a la guerrilla, en donde también encuentran la muerte.
Activismo en Guatemala
Rigoberta Menchú, al darse cuenta de la terrible realidad política y social que sufría Guatemala, inicia una campaña pacífica de denuncia del régimen guatemalteco, el cual violaba sistemáticamente los derechos humanos de los campesinos indígenas.
Durante el proceso de combate, la guatemalteca se convierte en un icono
vivo del sufrimiento de su pueblo denunciando, además, la precaria
situación de violencia y abuso hacia las mujeres indígenas en Latinoamérica.
Para escapar de la represión que sufre a causa de su campaña de denuncia, Rigoberta se exila en México,
donde publica su autobiografía en 1983. Gracias a este texto, recorre
el mundo con su mensaje, consiguiendo así ser escuchada en las Naciones
Unidas.
Después de hacerse una figura pública reconocida en el mundo, regresa en 1988 a Guatemala, ya protegida por su prestigio internacional, el que utiliza para continuar denunciando las injusticias de su pueblo.
Premio Nobel de la Paz
En 1992 la labor de Rigoberta Menchú es reconocida con el Premio Nobel de la Paz
, coincidiendo con la celebración oficial del quinto centenario del
descubrimiento de América. A partir de ese momento, se inicia como
mediadora en el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla
guatemalteca durante los años 90, logrando algunos acuerdos y treguas
de paz.
Para el Año Internacional de los Pueblos Indígenas en junio de 1993, Rigoberta es nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la ONU y en el año de 1996 es nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario