Las
enfermeras representan uno de los principales componentes profesionales
de los servicios de salud, ya que prestan cuidados seguros y eficaces
en zonas rurales o de escasos recursos, y además llegan a ser la única
opción de personal calificado en esas comunidades.
No obstante, a nivel mundial existe “una crisis de escasez” de personal de enfermería.
Ello se da en un contexto en el que las naciones no han generado las políticas públicas adecuadas para la profesionalización de las enfermeras, la captación de jóvenes que deseen incorporarse a esta profesión, y un entorno de trabajo que libere a estas profesionales de la salud de las grandes cargas de trabajo que enfrentan.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que “trabajadores de salud suficientes y adecuadamente formados y motivados son esenciales para la salud de la población”, y que el acceso equitativo a cuidados de salud necesarios y de buena calidad no pueden conseguirse sin el número adecuado de enfermeras idóneamente preparadas.
No obstante, la proporción de enfermeras que se requieren para cubrir las necesidades de la población está muy por debajo del porcentaje ideal recomendado. En los distintos países la relación oscila entre menos de 10 y más de mil enfermeras por cada 100 mil habitantes.
Según datos de la Secretaría de Salud (Ss), en México hay 289 mil 637 enfermeras, aunque la mayoría de ellas no cuenta con niveles altos de formación, 34 mil 248 son auxiliares de enfermería, 130 mil 266 tienen nivel técnico, y 27 mil 660 sólo nivel postécnico.
En contraste, apenas 87 mil 197 enfermeras cuentan con licenciatura, 6 mil 642 con especialidad, 3 mil 479 cursaron una maestría, y únicamente 145 tienen un doctorado.
PROBLEMAS EN SISTEMA DE SALUD
En una serie de publicaciones, el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) advierte la importancia de entender la escasez de enfermeras especialistas en el mundo, así como de aliviar la alta carga laboral que enfrentan.
Las enfermeras –indica el Consejo– son el personal de “vanguardia” en la mayoría de los sistemas de salud, y se reconoce que su contribución es esencial para cumplir las metas de desarrollo y de prestación de cuidados seguros y eficaces.
Sostiene que la escasez de enfermeras “no es sólo un ‘problema para la enfermería’. Es también un problema del sistema de salud, que mina su eficacia y requiere soluciones para todo el sistema”.
Para el CIE, la crisis en recursos humanos de salud se produce en un momento en que la salud mundial experimenta problemas sin precedentes, pues “muchos países se ven ante la urgente necesidad de prestar más y mejores servicios a sus habitantes más pobres y enfermos, que muchas veces son los más difíciles de alcanzar”.
En ese sentido enfatiza que la escasez de enfermeras y de personal trae consigo resultados negativos, como tasas de mortalidad más elevadas, sucesos desfavorables tras las intervenciones quirúrgicas, mayor incidencia de violencia contra el personal (ante la falta de médicos y enfermeras), tasas más elevadas de accidentes y de lesiones en los pacientes, e índices más altos de infecciones en general.
A lo que se suma que en muchos países y culturas persiste la discriminación de género, “y la enfermería se infravalora o se degrada calificándola de ‘trabajo de mujeres’”, al mismo tiempo que la violencia contra las y los trabajadores de la salud continúa y, con frecuencia, las enfermeras llevan la peor parte porque ellas son las encargadas de la prestación directa de los cuidados.
URGE MAYOR PROFESIONALIZACIÓN
En la enfermería, los recursos humanos de muchas naciones industrializadas están envejeciendo, ya que en países como Canadá, Dinamarca, Islandia o Nueva Zelanda, la media de edad de las enfermeras supera los 40 años, detectó el Consejo en un estudio.
Lo anterior se traduce en que en los 10 a 15 años próximos esos y otros países experimentarán un gran éxodo de enfermeras de sus recursos humanos, “porque éstas se jubilarán en un momento en que la demanda de atención de enfermería y de salud irá en aumento”.
Uno de los motivos de ello será el crecimiento de la población de más edad. Se estima que para 2020 habrá en el mundo más de mil millones de personas de 60 años o más.
En 2013 la Asamblea Mundial de la Salud –máximo órgano de la OMS– sostuvo que para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio “es esencial que las enfermeras y los dirigentes mundiales se centren en los recursos humanos mundiales de enfermería como prioridad esencial para conseguir una mejor salud para todos”.
La Asamblea exhortó a los países a trabajar por la profesionalización del personal de enfermería, y garantizar las condiciones adecuadas para que puedan desenvolverse profesionalmente.
CIMACFoto: Anaiz Zamora Márquez
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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