MONEDERO
Especial
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*
Cimacnoticias | México, DF.- En los estados del país, la distribución de los municipios con muy alto, alto, medio y bajo desarrollo es variable. Por ejemplo, todos los municipios de Baja California y Baja California Sur y las delegaciones en el Distrito Federal se hallan en la categoría de Índice de Desarrollo Humano (IDH) muy alto.
En cambio, entre 40 y 50 por ciento de los municipios de Oaxaca, Chiapas, Puebla y Guerrero experimentan bajo desarrollo humano.
Para empezar, seis de los 10 municipios con mayor IDH provienen del DF (en este caso delegaciones) y Nuevo León, mientras que Oaxaca y Veracruz concentran ocho de los 10 con menor nivel de desarrollo.
De acuerdo con la perspectiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “el desarrollo humano supone la expresión de la libertad de las personas para vivir una vida prolongada, saludable y creativa; perseguir objetivos que ellas mismas consideren valorables; y participar activamente en el desarrollo sostenible y equitativo del planeta que comparten”.
El IDH tiene como objetivo medir el conjunto de capacidades y libertades que tienen los individuos para elegir entre formas de vida alternativas. Para ello, se toman en cuenta tres dimensiones básicas para el desarrollo:
1) La posibilidad de gozar de una vida larga y saludable;
2) la capacidad de adquirir conocimientos, y
3) la oportunidad de tener recursos que permitan un nivel de vida digno.
La capacidad básica de contar con una vida larga y saludable, medida por el Índice de Salud (IS), se calcula a nivel municipal utilizando la tasa de mortalidad infantil.
Los resultados para 2010 ubican al municipio de Morelos, Coahuila, con el mejor IS (0.925) y a Mezquitic, Jalisco, con el menor valor (0.323). De esta forma, el IS de Morelos es casi tres veces mayor que el de Mezquitic. Hay una brecha del 186 por ciento que provoca una enorme polarización del país.
El PNUD en su documento “Índice de Desarrollo Humano Municipal 2010: nueva metodología” informa que según el Censo de Población y Vivienda 2010 del Inegi, existen en el país 2 mil 440 municipios y 16 delegaciones en el DF.
La mitad de la población (50 por ciento) se concentra en el 4 por ciento de los municipios o delegaciones; del total de municipios, 384 son completamente urbanos (con 2 mil 500 habitantes o más por localidad).
A nivel nacional el IDH de salud es de 0.922; educación 0.669 y en cuanto a ingresos registra 0.710; educación es el más bajo. Para el DF el promedio es de 0.884 en salud; 0.811 en educación, y 0.774 para ingresos.
Respecto al promedio nacional, la diferencia más importante está en IDH salud, mientras que el valor más alto es para educación.
Los resultados de la medición que hace el PNUD indican que en el país existe un mapa de desarrollo humano altamente polarizado, muy desigual.
Coexisten, simultáneamente, niveles de desarrollo similares a los de Países Bajos, pero también a los de países africanos como Guinea-Bissau o Liberia.
El análisis del desarrollo humano de los 2 mil 440 municipios y delegaciones de México para 2010 muestra que si bien México es un país con desarrollo humano alto, el análisis detallado del panorama municipal 2010 arrojó que la desigualdad en desarrollo es una realidad que persiste a nivel local.
El valor del municipio con mayor IDH es 2.5 veces el del municipio con menor desempeño. La delegación Benito Juárez, en el DF, tiene un IDH de 0.917, mientras que Cochoapa El Grande, Guerrero, alcanza únicamente un nivel de 0.362.
Los extremos del desarrollo en las entidades también son observables por índice componente del IDH. La dimensión de salud presenta la segunda brecha más amplia en el interior de las entidades, es decir, entre municipios que componen un mismo estado.
El contraste más notable ocurre en Chihuahua, donde la brecha entre los municipios con menor y mayor valor del IS –Batopilas (0.324) y Aquiles Serdán (0.925)– es de 65 por ciento.
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Los contrastes en esta dimensión también son importantes en Jalisco y Oaxaca, donde las brechas son de 64.8 por ciento y 63 por ciento, respectivamente. Sin embargo, en Colima y Aguascalientes el contraste representó únicamente 6.7 por ciento y 6.9 por ciento; entidades donde la polarización del desarrollo es menor.
Si se compara el desempeño de las delegaciones del DF se aprecia que coexisten condiciones de desarrollo similares a las de los Países Bajos e Irán.
En 2010, Benito Juárez es la delegación con mayor desarrollo humano en el DF, con un IDH de 0.917. En contraparte, la delegación con menor desempeño es Milpa Alta, cuyo IDH es de 0.742. La brecha de desarrollo entre ambas delegaciones es de 19.2 por ciento.
La mayor brecha entre las delegaciones del DF se encuentra en la dimensión de educación.
Sin embargo, respecto al promedio nacional el índice más bajo está en salud. Para educación e ingreso los índices del DF superan al nacional, especialmente en educación.
En cuanto a los índices máximos, éstos corresponden a Benito Juárez, Coyoacán y Cuauhtémoc; los mínimos de salud están en Xochimilco, Cuajimalpa y Milpa Alta.
Los indicadores más bajos en ingresos y educación corresponden a Iztapalapa, Tláhuac, Cuajimalpa y Milpa Alta. Como promedio estatal el valor más bajo de IDH está en ingresos.
La polarización es prácticamente sinónimo de conflicto, y se explica por las enormes desigualdades de desarrollo en áreas vitales como salud, educación e ingreso.
El IDH en ingresos de la delegación Benito Juárez (0.875) es más del doble del que tiene el municipio de San Simón Zahuatlán, en Oaxaca, con un valor de 0.436. Esta situación produce ciudadanas y ciudadanos de primera y tercera categoría.
Toda esta evidencia de la polarización deja en claro que las políticas públicas que sólo toman como referencias los promedios o medias nacionales están destinadas al fracaso y que es indispensable un análisis más fino de los indicadores, ya sea de desarrollo humano o de cualquier otro tema.
P.D.
Sin crecimiento económico. Durante 2013 el PIB creció 1.7, menos que el crecimiento de la población, por tanto disminuyó el ingreso per cápita como en la crisis de 2008.
Ahora para 2014 la Secretaría de Hacienda estimó un PIB de 3.9, pero los resultados del primer trimestre no responden a esa dinámica. Por lo pronto, el FMI disminuyó las expectativas a un 3.0 y Banorte a 2.7 del PIB. Seguimos en el crecimiento mediocre.
*Economista especializada en temas de género.
Twitter: @ramonaponce
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