4/21/2014

Monreal: La reforma energética traerá nuevas 'Oceanografías'



Por Ricardo Monreal Ávila  

Quien puede lo más, puede lo menos. Quien defrauda a un banco privado con sistemas de prevención de fraudes de clase mundial como Banamex, seguramente habrá burlado con más facilidad los endebles mecanismos de prevención de una empresa pública como Pemex, donde la corrupción es una práctica corporativa debidamente registrada y patentada.

Primero fue Oceanografía. Ahora es Evya. Con similar modus operandisexhibición de contratos apócrifos, ambas contratistas petroleras defraudaron al mismo banco con al menos 430 millones de dólares.

Desde el inicio, Pemex pretendió deslindarse con el argumento de que el daño era contra un banco, no contra la paraestatal, y que Oceanografía era un "caso aislado".

Sin embargo, las primeras indagaciones han establecido que funcionarios bancarios y de la petrolera estaban al tanto de estas operaciones fraudulentas. Fueron fraudes mancomunados y previamente maquinados por al menos tres partes (empleados de Oceanografía, de Pemex y del banco).

El caso Evya, otra contratista petrolera defraudadora, viene a corroborar que estas prácticas de corrupción no son casos aislados; por el contrario, son hechos concatenados y relacionados.

Los contratos que Pemex otorga a sus proveedores son auténticas cartas de crédito, con respaldo financiero a nivel de Cetes. Tendría que quebrar el gobierno mexicano para que Pemex no hiciera frente a sus proveedores.

Esto se sabe en el mundo petrolero. Un ejemplo: Si usted obtuviera en este momento un contrato para arrendar una plataforma marítima a Pemex por un periodo de cinco años, podría viajar a Corea del Sur o a Noruega a ordenar la construcción de la misma, adelantando únicamente el 15% de su valor. El resto se lo financia el constructor de la plataforma, porque saben que Pemex es buena paga. Más aún, si no tiene el 15% de enganche, el mismo contrato le da pauta para conseguir un apalancamiento financiero en Indonesia, Japón o Arabia, pagando una cómoda tasa de interés.

¿Qué necesita usted para obtener ese contrato o cheque en blanco de Pemex? Dos requisitos: un contacto político en la Presidencia de la República o en el piso 51 de la torre de Marina Nacional, y un debido sistema de incentivos y estímulos económicos para los funcionarios que revisan, verifican y validan los contratos. Ah, y de paso, proveer los bienes y servicios que estipula el contrato.

"Sin retribución, no hay contratación" es el principios que rige al contratismo petrolero. No muy distinto del principio corruptor que rigen otros ámbitos de gobierno como la seguridad pública, la salud y la construcción de infraestructura.

¿Empresas defraudadoras como Oceanografía y Evya desaparecerán con la reforma energética? Por supuesto que no. Al contrario, si consideramos que la reforma hace del contratismo el eje de la apertura petrolera, preparémonos para el arribo de nuevas Oceanografías y Evyas al amparo del poder público. Adiós a las empresas consentidas de los gobiernos panistas. Bienvenidas las petroleras protegidas por las administraciones priistas.

Es tan relativo el combate a la corrupción en Pemex, que ni se crea ni se destruye, simplemente cambia de color.

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