Conciencia, organización, lucha
Solidarity Party of Afghanistan
El 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, conmemora la lucha y
solidaridad de las mujeres de todo el mundo para reivindicar sus
pisoteados derechos frente a las cadenas impuestas por la dominación
masculina, los regímenes tiránicos y el sistema capitalista. El 8 de
Marzo es el día que anuncia el derrocamiento de las instituciones
inhumanas y el levantamiento contra las desigualdades que reducen la
prominente posición de la mujer a la de mera máquina reproductora e
instrumento para saciar las pasiones carnales del hombre mientras se
permite que contra ellas sigan perpetrándose los crímenes más
horrendos. El 8 de Marzo rinde homenaje y renueva nuestro compromiso
con la sangre vertida de mujeres como Nahid, Wajiha, Mina, Rosa
Luxemburgo, Leyla Qasim, Shirin Alam Holi, Zoya, Marzieh Oskoi, Tania e
innumerables compañeras por todo el planeta. Esas campeonas de la
emancipación de la mujer demostraron a través de su resistencia, de su
lucha legendaria y del derramamiento de su sangre que las mujeres
pueden luchar codo con codo con los hombres por una sociedad libre de
opresión y de injusticia, y que no hay otro camino para lograr la
emancipación de la esclavitud y la miseria.
Nuestro país carece
de independencia y libertad, arrasado como está por las bárbaras
incursiones de los ocupantes y de sus repugnantes compinches; por ello,
los derechos de la mujer y los derechos humanos no tienen cabida en
nuestra sociedad. En un país al que se ha despojado de su
independencia, hablar de democracia y justicia es mera demagogia. Por
consiguiente, no podemos felicitar en este día a nuestras encadenadas
mujeres como si se tratara de una formalidad hueca, como están haciendo
las autoridades y entidades oficiales de nuestro país, tan obsesionadas
por la caza del dólar. Cuando la absoluta mayoría de nuestras mujeres
ven transcurrir sus vidas en la más abyecta miseria y en todo momento
se perpetran contra ellas los crímenes más horrendos y las indignidades
más humillantes, sólo podemos conmemorar este día renovando nuestros
votos y nuestro compromiso de intensificar la lucha para asegurar los
derechos de las mujeres, denunciando y rechazando cualquier forma de
misoginia, denunciando y rechazando a sus ejecutores.
Creemos
que en la actual situación, los ocupantes de EEUU y la OTAN están
traicionando vilmente a nuestro pueblo y especialmente a nuestras
mujeres porque están apoyando a los misóginos señores de la guerra y al
gobierno de la mafia corrupta de Karzai, respaldando asimismo en
secreto a los matones talibán, al repugnante partido de Gubulddin y
otras fuerzas reaccionarias.
EEUU y la OTAN continúan explotando
vergonzosamente el sufrimiento de nuestras mujeres al insistir en que
los afganos deberían aceptar la presencia de bases militares
permanentes de EEUU/OTAN en Afganistán, ¡porque si no es así, los
derechos de las mujeres se quedarán sin defensores…! Con los gritos de
dolor y angustia de mujeres como Sahar Gul, Bashira, Sitara, Amina, Gul
Bibi, Shakila, Nur Bibi y tantas otras de nuestras hermanas,
destrozadas física, espiritual y emocionalmente, resonando aún en
nuestros oídos desde diferentes partes del país, EEUU y sus compinches
continúan utilizando a las mujeres como moneda de cambio de sus
perversos acuerdos con tal de conseguir sus infernales objetivos,
mientras al mismo tiempo se dedican a apuntalar y reforzar a los mismos
responsables de las miserias y humillaciones de las mujeres.
El
establecimiento de un Ministerio para los Asuntos de la Mujer, las
actividades de cientos de ONG y organizaciones de mujeres de la
sociedad civil, el nombramiento simbólico de mujeres para el parlamento
y puestos del gobierno y las diversas regulaciones y medidas
superficiales apenas han servido para lograr ni el más pequeño cambio
positivo para nuestras mujeres. Si esos “esfuerzos” hubieran sido
eficaces, Afganistán sería hoy un paraíso para ellas. Pero las
descaradas mentiras del gobierno afgano y sus amos extranjeros no son
ningún secreto y todo el mundo sabe que nuestra patria sigue siendo
para las mujeres el mismo infierno ardiente que era antes, durante el
mandato de ignorancia y criminalidad de los talibán.
Conciencia, organización y lucha son los elementos esenciales para la
emancipación de las mujeres. A menos que las mismas mujeres se
movilicen para entrar en la arena política y luchar por sus derechos,
no cabe esperar que se produzca cambio fundamental alguno en su
situación ni que puedan tampoco ocupar en la sociedad un estatus digno
de ellas. En efecto, siempre han sido las mujeres mismas, con sus
coordinadas luchas, quienes han obligado a los gobiernos a aceptar sus
justas demandas.
En el actual circo de las elecciones
presidenciales, los candidatos que gritan más fuerte por los derechos
de las mujeres son aquellos cuyos historiales están más repletos de
actos ignominiosos y criminales contra ellas. Un par de esos candidatos
han incluido a varias mujeres en sus listas electorales con tal de
conseguir los votos de la mitad de la población del país. Entre los
candidatos hay también ciertos elementos que no consideran a las
mujeres como seres humanos y ni siquiera están dispuestos a permitir
que el sol y la luna rocen a sus esposas; sin embargo, de sus bocas
salen ahora toda una serie de bellas y fascinantes palabras acerca de
los “derechos de las mujeres” con tal de embaucar a la mitad de la
nación.
Si verificamos los antecedentes históricos de toda la grey de
candidatos presidenciales, la mayoría de los que sobresalen son quienes
más vergonzosamente se erigieron en agentes del crimen, corrupción y
devastación a lo largo de las últimas tres décadas de destrucción y
trece años de ocupación. Pero incluso las más inconscientes e incultas
de nuestras masas saben que la Casa Blanca ha seleccionado ya al
próximo presidente, que ahora sólo tiene que seguir adelante y pasar
por la escandalosa representación de unas “elecciones democráticas”
para proclamarse vencedor y ser coronado e instalado en el palacio
presidencial. En medio de este circo, resultan realmente entretenidas
las bufonadas de un grupo miserable de supuestos intelectuales a
quienes se ha pagado grandes sumas de dinero para que defiendan la
campaña electoral, laman la sangre y limpien la porquería de los
rostros de esos despreciables candidatos.
Creemos que es
imposible que nuestras mujeres o nuestra nación consigan sus derechos
más fundamentales u otros nobles valores con quejas y lamentos o
pidiendo limosna a los extranjeros. Sólo a través de la lucha contra
los extranjeros y los fundamentalistas, en el contexto de una sociedad
democrática basada en el laicismo, se podrán arrancar de la política
las zarpas de los misóginos y de los corruptos mercaderes de la
religión para que las mujeres tengan un estatus igual al de los hombres
y desempeñen un papel valioso en el progreso y prosperidad de su país.
Con ocasión del 8 de Marzo, el Partido de la Solidaridad de Afganistán
saluda a todas las valientes mujeres del mundo que, codo con codo con
los hombres, están a la vanguardia de la lucha por la emancipación y la
libertad. El Partido de la Solidaridad de Afganistán aprende
humildemente de su indómito ejemplo. Hacemos de nuevo un llamamiento a
todas las personas y organizaciones que están al servicio del pueblo
para que comprendan que en la situación actual nuestro cautivo país
necesita del sacrificio, coraje y perseverancia de sus nobles y leales
hijos. Tenemos que aumentar la presión contra los traidores a la nación
y los lacayos de EEUU, Irán y Pakistán que están abocando a nuestro
país hacia el abismo de la ruina y la destrucción.
¡Hermanas, nadie va a ayudaros a menos que vosotras mismas os levantéis y luchéis por vuestros derechos!
Partido de la Solidaridad de Afganistán
8 de marzo de 2014
Kabul
(Traducido del inglés para Hambastagi.org por Sinfo Fernández)
Fuente en inglés:
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