Deben existir programas continuos para concientizar a la población
Debido a que no se cuenta con un plan específico y continuo para atender
la problemática de la violencia de género en el país, la tasa de
defunciones femeninas en México se incrementó. Entre 2007 y 2015 fueron
asesinadas más de 20 mil mujeres, en promedio seis al día.
A partir de 2007 pasó de 1.93 mujeres asesinadas por cada 100 mil en
este año, en el 2008 subió 2.50 por ciento y llegó al punto más alto en
2012 con 4.62 mujeres asesinadas por cada 100 mil.
De acuerdo con El Observatorio de Violencia de Género del estado de
Morelos (OVGM) los programas que debe tener cada demarcación son
operados con presupuestos insuficientes, por tanto, la situación se
agrava en los estados y un ejemplo de ello es Morelos.
A pesar de que se emitió la Alerta de Violencia de Género (AVG) con
anterioridad- desde el 2012- la tasa de homicidios de mujeres en este
estado era de 6.58 y se elevó a un 41.31, en el mismo periodo.
Tan sólo en lo que va del 2010 a 2015, la tasa de homicidios de mujeres
en el municipio de Yautepec se acrecentó en un 452.86 y en Cuautla en un
276.66 por cada 100 mil.
A través de un comunicado, El Observatorio de Violencia de Género del
Estado de Morelos afirmó que “las acciones no se han llevado a cabo de
forma uniforme para los ocho municipios de acuerdo con el análisis
realizado”.
En este 2016, El Observatorio detectó casos de violencia política: “La
composición del congreso estatal de Morelos en 2015, denotó una mayor
presencia de hombres, 24 diputados son varones y 6 mujeres. De esta
forma, se identifica la existencia de una representación desigual aun
cuando las mujeres representan 51.4 por ciento de la población”.
Por ejemplo, la síndica municipal de Amacuzac denunció exclusión por
parte del presidente municipal de la localidad. Mientras que la síndica
de Zacualpan de Amilpas, al igual que en el caso anterior evidenció que
se le desconoció del cargo bajo con el argumento de que “por usos y
costumbres una mujer no debe asumir esas funciones”.
“La violencia política de género no se encuentra tipificada aun cuando
ha habido iniciativas para integrarla en la Ley General de Acceso de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), y pese a que en este
ámbito se han registrado varios incidentes que denotan desigualdad”.
En lo que respecta a la discriminación, el informe menciona que del
total de trabajadores por cuenta propia está la participación de las
mujeres que oscila en 40 por ciento.
Esta proporción está cercana a la mitad, pero cambia radicalmente al
hablar de empleadores. En este rubro la participación de las mujeres no
ha superado 25 por ciento desde 2013 e incluso sufrió una caída en el
último año de casi seis puntos porcentuales con respecto a 2015.
En Morelos, 79 por ciento de las personas realizan trabajo no
remunerado. Mientras que 65 por ciento de quienes realizan este tipo de
trabajo son hombres; 91 por ciento son mujeres. La brecha más amplia
entre hombres y mujeres que realizan trabajo no remunerado se encuentra
en el municipio de Ocuituco. Puente de Ixtla y Temixco (municipios con
AVG).
La discriminación en México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de
Discriminación (ENADIS) 2010; 10.9 por ciento de las mujeres pedía
permiso a sus parejas para usar anticonceptivos. En cuanto a las mujeres
que hablan alguna lengua indígena el porcentaje llega a 18.4 por
ciento.
Respecto a la participación en comicios electorales destaca que un 8 por
ciento de las morelenses piden permiso a su pareja al decidir por quién
votar, esta tendencia aumenta en las mujeres que no cuentan con ningún
grado escolar cursado. En tanto, 17.7 por ciento de quienes tienen
licenciatura concluida “avisa” para decidir por quién votar.
El porcentaje de mujeres que pide permiso al ejercer su derecho al voto
llega a 15.8 por ciento en mujeres hablantes de una lengua indígena.
Por último, El Observatorio reiteró que: “Las instancias en los
municipios deben llevar a cabo tareas de prevención y atención a la
problemática provienen de varios ámbitos. Existe falta de recursos,
escasa participación en las actividades que tienen como finalidad
atender la violencia de género, poca consideración de la perspectiva de
interculturalidad en los programas para erradicar y prevenir la
violencia de género”.
CIMACFoto:César Martínez López
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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