Pedro Echeverría V.
1. Los multimillonarios de la Concamín –que cada año acumulan gigantescas e insultantes ganancias- dirigidos por un tal Manuel Herrera, plantearon avanzar hacia un sólido blindaje productivo que propicie mayor competitividad y fortalecimiento de actividades industriales, por ser las principales generadoras de riqueza, empleo, contenido nacional y oferta exportable. Señaló Herrera que el alza de los combustibles es motivo de preocupación para los industriales, que enfrentan factores adversos como el nulo crecimiento del sector, altas tasas de interés y la depreciación de la moneda mexicana, así como el alza hasta de dos dígitos en los precios al productor. Exigen que para ellos los precios no suban y, además, se les den mayores apoyos y facilidades "para seguir beneficiando a México".
2. Mentándoles la madre por su cinismo, pregunto: ¿Por qué solo a los industriales debe blindarse con tasas preferenciales, cuando también los banqueros, grandes comerciantes y todos los inversionistas, son los hermanos de clase de los gobernantes y han sido los que pagan las campañas políticas y sostienen a los gobiernos del PRI y el PAN? Por el contrario, esos cínicos enriquecidos mediante la explotación de los trabajadores, por qué no dicen abiertamente que a quienes debe de joderse más es al pueblo con los grandes aumentos de precio de todos los artículos. Me pregunto: ¿Será que Peña Nieto y su gobierno estén provocando al pueblo, golpeándolo con fuerza, para probar y demostrar que ni maltratándolo se indigna, protesta y exige su renuncia?
3. Han comenzado a circular exhortos al pueblo para salir a protestar el primero, dos, y tres de enero contra el bárbaro aumento de combustibles y demás; pero debe ser muy claro que la simple protesta vale un carajo si no se organizan bloqueos de carreteras, avenidas, aeropuertos y bancos de por lo menos tres o cuatro días las 24 horas y, si es posible, más días. Obviamente el gobierno buscará reprimir, por ello no hay que llevar a niños y mayores de 80 años, aunque sí piedras y palos para resistir a las fuerzas armadas que sobrepasan al millón de entrenados. Con su pésimo gobierno Peña Nieto quizá esté provocando –por cansancio- su propio derrocamiento; pero también es posible que trate de demostrar que por más mal que gobierne el pueblo no tiene la decisión y el coraje para echarlo del poder. (29/XII/16)
12/29/2016
¿Y si Peña con su pésimo gobierno está midiendo la capacidad del pueblo para derrocarlo?
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