Cada día es más frecuente este fenómeno en México
La tortura sexual contra las mujeres es un fenómeno recurrente, pese a
que el pasado16 de abril, el secretario de la Defensa Nacional (Sedena),
el general Salvador Cienfuegos, ofreciera una disculpa pública por la
tortura que militares y un policía federal ejercieron contra una mujer
en Guerrero en 2015, caso que salió a la luz por un video que circuló en
redes sociales.
Un mes antes del acto de desagravio, en marzo de 2016, organizaciones
civiles informaron que varias mujeres trasladadas al recién inaugurado
Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 16, ubicado en
Morelos, fueron víctimas de tortura, tocamientos, violación, golpes,
descargas eléctricas e incomunicación.
Estos hechos se sumaron a las denuncias de otras agrupaciones que en los
últimos 2 años y medio han documentado cómo las fuerzas de seguridad
detienen de forma arbitraria a las mujeres, las torturan sexualmente
para reprimir la protesta social o las obligan a inculparse de cometer
delitos, en particular relacionados con drogas.
La abogada del Centro de Derechos Humanos, Miguel Agustín Pro Juárez
(Centro Prodh), Gabriela Carreón Lee, explicó en entrevista con
Cimacnoticias, que hay casos de tortura sexual que siguen un patrón de
violaciones; como sucedió con Denise Blanco, Korina Urtrera y Wendy
Hernández, detenidas y torturadas para “confesar” supuestos delitos
contra la salud.
El 27 de agosto de 2011, Denise y su pareja Korina estaban en su casa en
Villahermosa, Tabasco, cuando un grupo de marinos irrumpió en su
domicilio, las detuvo, las llevo a una base militar del estado de
Veracruz, las violó, las vejó, les dio descargas eléctricas y las semi
asfixió. Cerca del lugar fue detenida Wendy quien corrió con la misma
suerte.
Después de 36 horas de la detención y luego de la tortura sexual, las
tres mujeres fueron obligadas a firmar una declaración auto inculpatoria
y de esta manera fueron acusadas de delincuencia organizada y
narcotráfico, delitos por los que pasaron 5 años en prisión.
En noviembre de este año, el Juez Primero de Distrito de Procesos
Penales Federales, en el estado de Veracruz, ordenó la liberación de las
tres. Estos testimonios se recogieron del informe “Sobrevivir a la
muerte. Tortura de Mujeres y fuerzas armadas en México”, elaborado por
Amnistía Internacional (AI), donde se incluyen 100 testimonios de
tortura sexual.
La historia de Denise, Korina y Wendy también formó parte de la
información que organizaciones civiles presentó al Subcomité de Naciones
Unidas para la Prevención de la Tortura (SPT), grupo que realizó una
visita de trabajo en México del 12 al 21 de diciembre.
Este mes, el Subcomité estuvo en el país para evaluar el tratamiento de
personas privadas de su libertad, así como las medidas que las
autoridades mexicanas han adoptado para protegerlas de la tortura y los
malos tratos.
La abogada Carreón Lee explicó que los casos documentados muestran que
la mayoría de las mujeres fueron víctimas de detención ilegal y sin
orden de aprehensión, retención indebida y prolongada antes de ser
presentadas al Ministerio Público, además fueron incomunicadas y las
exhibieron como delincuentes ante los medios de comunicación.
Los patrones se repiten en los casos de Cristel Piña Jasso, detenida por
policías estatales en Chihuahua en agosto de 2013, Yecenia Armenta
Graciano detenida por policías ministeriales en julio de 2012 en
Sinaloa, y Belinda Garza Melo violentada por la policía federal en
Coahuila en julio de 2007.
También están los testimonios de Verónica Razo Casales, agredida por la
policía federal de la Ciudad de México en junio de 2011, y Claudia
Medina Tamariz, sobreviviente de tortura sexual por parte de marinos en
Veracruz en agosto de 2012.
Desde mayo 2014 un grupo de sobrevivientes de tortura mantienen la
campaña “Rompiendo el Silencio: Todas Juntas contra la Tortura Sexual”,
para dar a conocer los alcances de esta práctica.
En esta campaña también está Miriam Isaura López Vargas, detenida en
febrero de 2011 por militares en Baja California, quienes la violaron y
torturaron con descargas eléctricas para inculpar a otras personas. En
septiembre de 2011 fue liberada.
Este 15 de diciembre se cumplieron 5 años desde que Miriam interpuso una
denuncia ante la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra
las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), dependiente de la
Procuraduría General de la República, por la tortura de la que fue
víctima.
La directora del área de Defensa de la Comisión Mexicana de Defensa y
Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), Nancy López, aseguró que con
la estrategia armada contra de la delincuencia organizada que se
implementó desde 2006 surgieron casos de tortura que sirvieron para
“armar historias” de supuestas detenciones de grandes criminales.
Ante estas arbitrariedades y debido a que Miriam denunció la tortura y
no ha tenido respuesta, la CMDPDH –coadyuvante en la denuncia– podría
presentar el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
para que el Estado mexicano rinda cuentas de las omisiones y las
acciones cometidas por la Secretaría de la Defensa Nacional, la PGR y
el Poder Judicial.
SIN ACCIONES DE PREVENCIÓN
La delegación del SPT integrada por Felipe Villavicencio, Enrique Font,
Emilio Ginés Santidrián y Nora Sveass analizó las recomendaciones hechas
al país en su visita previa en 2008, cuando dijo al Estado mexicano
establecer nuevos mecanismos y controles de seguimiento a las denuncias
sobre tortura, crear un programa nacional de atención a víctimas y
prevenir la tortura durante la detención.
La Relatoría especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes; el SPT presentó sus observaciones preliminares
de manera confidencial al Gobierno de México. Sin embargo, en un boletín
informó que exhortó a México a esforzarse más en la lucha contra la
impunidad.
Organizaciones como el Centro Prodh, la CMDPDH y AI, han denunciado
públicamente más casos de tortura durante la detención que cuando las
mujeres están en prisión.
Para las agrupaciones civiles un paso clave para evitar y sancionar la
tortura sexual es tener una Ley General contra la Tortura, pero estas
propuestas están en análisis en el Congreso desde 2015.
Aunque en esta ocasión no habrá información pública del STP, un balance
lo hizo en 2014 la Relatoría de la ONU cuando el entonces relator Juan
Méndez visitó México y encontró que la tortura era generalizada y
expresó su inquietud respecto a los numerosos testimonios de mujeres.
CIMACFoto:César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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