Fundación Heinrich Böll presenta “La economía verde por dentro promesas y trampas”
La economía verde vulnera los derechos indígenas y humanos de las
mujeres, al comercializar recursos naturales sin garantizar un beneficio
financiero y social para las comunidades, con megaproyectos que en
algunos casos responden a este modelo económico al generar violencia
contra defensoras de estos derechos fundamentales.
Durante la presentación del libro “La economía verde por dentro promesas
y trampas”, de la Fundación Heinrich Böll Stiftung, presentado la tarde
de ayer en el Museo de las Culturas Populares, la politóloga y autora
Barbara UnmüBig, cuestiona el modelo de “Economía Verde”, basado en la
comercialización de los recursos naturales con la promesa de cuidar el
medio ambiente, reducir la pobreza y dejar de utilizar recursos fósiles
como el petróleo, porque en la práctica no contempla los verdaderos
Objetivos del Desarrollo Sostenible.
La crítica que hace la politóloga Barbara UnmüBig al modelo de “Economía
Verde”, es que las empresas sólo negocian con los recursos naturales,
pero no atienden realmente la preservación de la biodiversidad, al
realizar monocultivos que devastan la flora endémica y no incluye una
perspectiva de Derechos Humanos o de género.
Este modelo económico también se planteará en la décimo tercera reunión
de la Conferencia de las Partes (COP 13), que se realizará en Cancún
Quintana Roo desde el 4 al 17 de diciembre. Ahí se reunirán los
gobiernos o “partes” que han ratificado el Convenio de Diversidad
Biológica (CDB), un instrumento internacional que entró en vigor en
1993.
El CDB promueve “la conservación de la diversidad biológica, la
utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y
equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los
recursos genéticos”.
Por ello, las organizaciones civiles defensoras de los recursos
naturales y los derechos de los pueblos indígenas asistirán a la
conferencia en Cancún, para denunciar que las comunidades étnicas son
las que se ven afectadas por el modelo de Economía Verde neoliberal.
En entrevista con Cimacnoticias, la también copresidenta de la Fundación
Heinrich Böll Stiftung explicó que este modelo es “ciego” a los
Derechos Humanos de los pueblos indígenas y los derechos de las mujeres,
porque responde solamente a los intereses de las trasnacionales.
Ellas buscan comercializar los recursos naturales, dijo, pero realmente
no se preocupan por la situación socioeconómica de las poblaciones y
ecosistemas en donde operan sus megaproyectos, lo que en inglés se
denomina “greenwashing” por la falsa promesa de la protección al medio
ambiente.
La politóloga indicó que el avance de los megaproyectos que
mercantilizan los recursos naturales, ha privatizado áreas y tierras que
antes le pertenecían a las comunidades indígenas o la población en
general, que terminan por quitar a la ciudadanía acceso a zonas
naturales, que también afecta al ecosistema.
Al preguntarle sobre el panorama de megaproyectos que operan en México
bajo este modelo, la coordinadora de Programas de Recursos Naturales y
Sustentabilidad de la Fundación Heinrich Böll Stiftung, Dolores Rojas
Rubio, citó como ejemplo la construcción de los parques eólicos en el
Istmo de Tehuantepec en Oaxaca y Yucatán, en donde los campesinos y
comunidades indígenas no tienen beneficio ni de la electricidad
generada, ni en generación de empleos.
En el libro “La economía verde por dentro promesas y trampas”, Barbara
UnmüBig ofrece más información sobre los parques eólicos y cita que
existen 15 de una proyección de 27. Ahí explica que este megaproyecto
es operado por empresas europeas como “Acciona, Iberdrola, ENEL y
Siemens o EDF”, quienes producen electricidad en territorios indígenas
“para compradores finales establecidos por contrato, como Walmart o la
empresa minera Peñoles”.
Barbara UnmüBig señala que la política pública de la Economía Verde
carece de un enfoque feminista, al no contemplar ni atender las
necesidades económicas de las mujeres y las desigualdades generadas en
las crisis ambientales.
Algunos ejemplos son la construcción del gasoducto en Sonora, en donde
se criminaliza a las mujeres indígenas de la etnia Yaqui por defender el
derecho de la tierra, usos y costumbres, así como su seguridad; o el
caso de la construcción del fraccionamiento que está devastando el
bosque donde se ubica la etnia indígena de San Francisco Magú, en el
Estado de México.
Como parte de la estrategia de las organizaciones civiles y de las
comunidades indígenas ante la comercialización de los recursos
naturales, conformaron la Caravana de la Diversidad Biocultural, quienes
firmaron un pronunciamiento de “oposición a la tendencia global de
mercantilización y privatización de los recursos biológicos, que son
bienes comunes de la humanidad”, mismo que será presentado en la
Conferencia de las Partes (COP 13).
La Caravana de la Diversidad Biocultural está conformada por comunidades
indígenas, académicos y organizaciones civiles procedentes de los
estados de Sonora, Jalisco, Michoacán, Estado de México, Ciudad de
México, Tlaxcala, Puebla, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Chiapas, así como
de países como Guatemala, Ecuador, Perú, Chile y Estados Unidos.
Foto: cortesía Fundación Heinrich Böll Stiftung
Por: Gema Villela Valenzuela
Cimacnoticias | Ciudad de México.
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