12/08/2016

Los periodistas pal café. . . .



La clase política mexicana ha sido incapaz, hasta ahora, de responder con firmeza, inteligencia y credibilidad frente al aleteo ominoso de quien aún no toma posesión de la presidencia de Estados Unidos y ya ha generado daños a nuestra nación. Ayer, por ejemplo, se anunció con pompa la creación de una mesa de alto nivel (oh: la canciller, senadores, los secretarios de Economía y de Gobernación, empresarios, el CIDE, oh) que, por lo pronto, se dedicará a analizar los escenarios que pueden derivarse de la victoria de Donald Trump.
La presentación en sociedad del citado escuadrón político de élite fue acompañada, por supuesto, de abundantes viandas de demagogia y desmemoria. Los platillos típicos que ya conoce la clientela hastiada: lugares comunes, buenas intenciones y, como recalentado, el ofrecimiento de que ahora sí se harán las cosas buenas que este país merece, pero sus gobiernos y políticos le han impedido tener.
Ayer, por ejemplo, el lic. Peña reveló a sus oyentes que las cosas podrían ser mejores en el país si se impulsa el desarrollo y se generan más empleos. No, pues sí. En un acto oficial en el que Walmart anunció una importante inversión en México, el antes mencionado lic. dijo que México tiene confianza en sí mismo. El Presidente de la República (es decir, él mismo: necesaria explicación de organigrama a cargo de esta columna burocrática) está optimista del futuro que México tenga hacia adelante, a partir, justamente, de los pilares que hemos venido construyendo.
No está de más recordar que esa cadena mundial de supermercados paga sueldos muy bajos a sus empleados mexicanos, no les permite su sindicalización (ni hay gobierno que la obligue al cumplimiento de las leyes laborales) y se aprovecha de la necesidad de niños, adolescentes y senectos para permitirles que trabajen de empacadores voluntarios, esperanzados en las propinas de los clientes.
Optimista está también Peña Nieto por la exitosa venta particular (nomás los cuates) de la riqueza energética nacional, en medio del más atroz silencio de las masas mexicanas, mejor dispuestas a mostrar patriotismo en algún juego de la selección mercantil de futbol que en emitir algún suspiro de protesta (bueno, ni un ¡puuuuuuto! se escucha, en referencia al despeje del balón petrolero que hacen los porteros visitantes para lanzar las ganancias hacia las arcas de sus países). Júbilo de los gobiernos entreguistas actuales, porque empresas de diversas partes del mundo muestran su reconocimiento a México haciéndose a precio rebajado (con sus respectivas comisiones, claro, para los amabilísimos vendedores) de lo que había sido emblemática riqueza nacional.
Pero no debe permitirse que la alegría decembrina sea empañada por esos detalles pequeños, como la consumación de la desexpropiación petrolera, encabezada por el político sin lazarillo, que se levantó y andó. Senadores perredistas, por ejemplo, desahogaron su sano contento arremetiendo a palos contra una piñata con la figura del próximo presidente de Estados Unidos. Ya antes, recuérdese, en esa misma cámara, tan llena de finas estampas, dos perredistas, una panista y una priísta habían lucido camisetas con los colores del Partido Demócrata y una leyenda (en inglés, por supuesto) a favor de Hillary Clinton. Y, aunque haya sido en un escenario menos rimbombante, una diputada local del partido evangelista, Encuentro Social, había hecho en Zacatecas tal discurso de crítica a la conducta de los mexicanos en Estados Unidos y de comprensión respecto a la postura asumida por Donald, que en las redes la bautizaron como Lady Trump.
Nada, desde luego, que deshaga el gozoso concurso de ocurrencias respecto a los quince años de la potosina Rubí Ibarra García, cuya fiesta, de convocatoria abierta a través de un video colocado en redes, ha causado un verdadero revuelo nacional. ¡Pueblo globero!, se decía años atrás, en referencia a la mayor atención que los asistentes a actos políticos ponían a un puñado de globos, que se hubieran escapado de las manos del vendedor, que a los discursos pronunciados por los próceres en turno. Ahora podría decirse: ¡Pueblo feisbuquero!
Es como una campaña electoral: el actual procurador general de la República, Raúl Cervantes Andrade (primo del consejero jurídico de Los Pinos y del director de la Conade: todo en familia, con Quique), anda desatado colocando propaganda, con la promesa de recompensar a quienes ayuden a localizar a ex gobernadores ladrones (como si solamente esos fueran; como si sólo fueran los ex y no los que siguen en funciones). Además, está aireando datos y expedientes para generar la impresión de que con él sí habrá procuración de justicia en términos autónomos, libres de influencia del grupo en el poder. Ajá. En realidad, el primo Cervantes, puesto en el cargo por Peña Nieto, trata de ganar bonos propagandísticos para competir y ganar la postulación a fiscal general de la República por nueve años. Claro, la designación la hará el Senado, previamente arreglado el asunto mediante concesiones a los grupos partidistas opositores.
En Coahuila, el moreirismo ya decidió su ficha para la continuidad: Miguel Ángel Riquelme solicitó, este martes, licencia para dejar la presidencia municipal de Torreón y formalizar su aspiración de ser candidato priísta a la gubernatura que se elegirá el año en puerta. Contra esa pretensión de prolongar el cacicazgo de los Moreira (aunque Rubén y Humberto anden peleados, lo que no obsta para que éste lleve largo rato trabajando en busca de ser candidato a presidente municipal de Saltillo o diputado local), los panistas aún no se ponen de acuerdo, con pleitos entre anayistas y calderonistas (aunque, irónicamente, allá el compadre de Calderón se apellida Anaya).
Y, mientras López Obrador ha confirmado en entrevista televisiva, con Carlos Loret, el ánimo de amnistía a la mafia del poder y se ha dicho dispuesto a colocarse junto a Peña Nieto, si fuera necesario un frente nacional contra agresiones de Donald Trump, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx


Foto
¿Pluralidad? Nop. Conveniencia, intereses comerciales. La audiencia de Televisa se derrumbó con Joaquín López Dóriga y la nueva programación no ha conseguido detener la caída. Ya no tienen interés sus personajes habituales: Peña Nieto, Mancera, Manlio Fabio, etcétera. Ahora están echando mano de aquellos a quienes siempre cerró las puertas, y cuando se las abrió fue para hacerlos caer en una trampa. Andrés Manuel López Obrador estuvo ayer en el programa Despierta con Loret, y lo dejaron hablar de todo –oh prodigio. Y no dejó nada para otro día. Aquí, algunos de sus conceptos:
De Felipe Calderón
La elección de 2006 le fue robada. Felipe Calderón convirtió al país en un cementerio y no ha hecho un ejercicio de autocrítica ni ofrecido disculpas por eso.
De EPN
No hay autocrítica; ahora mismo ya se volvió deporte nacional cuestionar a Peña Nieto. Lo tienen como el payaso de las cachetadas, todos le echan la culpa, pero se olvidan que lo impulsaron, lo inflaron.
De Salinas de Gortari
Es necesario dialogar con el jefe de la mafia, independientemente de que Salinas es el padre de la desigualdad moderna de México. A partir de Salinas se generó este desbalance, este agravamiento de la desigualdad que nos ha causado mucho daño y mucho sufrimiento. Salinas fue el creador del modelo de la política que actualmente impera.
Corrupción
El principal problema de México es la corrupción. De llegar a la Presidencia pondría por delante la honestidad, haciéndola una forma de vida y de gobierno, rodeado de un equipo de gente honesta.
Los migrantes
Si hubiese una amenaza a los mexicanos y a los migrantes, ahí estaría, al lado de Peña Nieto para defender a los mexicanos.
Habrá que ver cómo le fue con el rating a Televisa. Una golondrina no hace verano.
Intento de expropiar plusvalías
Los diputados que conforman la Asamblea Constituyente avanzan, debaten, enfrentan posturas divididas en la elaboración de la nueva constitución de la Ciudad de México. Ha surgido una polémica que toca el centro de los intereses de las familias y las empresas. El artículo 21, fracción C, dice que la plusvalía que generen los bienes raíces, generada por inversión en infraestructura y servicios, pasará a ser propiedad del gobierno de la Ciudad de México. El diputado constituyente Jaime Cárdenas dice que se pretendía gravar a grandes desarrolladores inmobiliarios; pero representan un poder fáctico que no tan fácilmente iban a permitirlo. La cuestión es que el jefe de Gobierno pidió la eliminación (por conducto de sus representantes: Alejandro Encinas, Porfirio Muñoz Ledo, Dolores Padierna…) del artículo de la discordia. Pero al querer, de un modo u otro, establecer el nuevo cobro, expropiatorio podría decirse, Mancera vuelve al ataque mediante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, ya que se aprobó algo similar (con la abstención de la bancada de Morena y protestas de la Asamblea de Barrios afuera del recinto). Aprobaron una nueva Ley de Vivienda que faculta al gobierno local a cobrar plusvalías generadas por las acciones urbanísticas. El diputado Jaime Cárdenas pide que tanto Mancera como el PRD aclaren y precisen su postura y dejen de lado el doble discurso. Aquí hay un fondo político: el perredismo sabe que perderá el gobierno de la Ciudad de México en las próximas elecciones y está ‘haciendo la maleta” para los años de sequía.



Aún no termina de hacer maletas ni de acondicionar su oficina en el Banco de Pagos Internacionales (BPI, con sede en Basilea, Suiza), pero la profecía de Agustín Carstens comienza a cumplirse, y no precisamente para bien del país: dos años atrás el todavía gobernador del Banco de México advertía sobre el peligro de una reversión de capitales (léase salida masiva de capitales golondrinos) como resultado del incremento de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, y el golpe sería no sólo por la fuga de dinero, sino porque éste se encontraba invertido en bonos de la deuda interna del gobierno federal.
A finales de octubre de 2014 el afamado doctor catarrito lo expuso así durante su participación en el foro México Cumbre de Negocios: cuatro de cada diez dólares (40 por ciento) de la deuda emitida por el gobierno federal en el mercado interno está en manos de extranjeros, y el problema es qué va a suceder cuando la Reserva Federal de Estados Unidos revierta su política de reducción de tasas de interés, puesta en práctica después de la crisis de 2008. Y lo que puede suceder es que haya una reversión de capitales. Ante ese panorama, decía, uno se pone nervioso.
Pues bien, aquella predicción del futuro gerente del BPI comienza a tornarse en realidad, y en lo que va del presente año inversionistas extranjeros retiraron recursos por 132 mil 469 millones de pesos, que mantenían en valores emitidos por el gobierno federal para financiarse en el mercado interno, de acuerdo con datos del Banco de México. La salida de recursos ocurrió a medida que aumentó la expectativa de mayores rendimientos en Estados Unidos, por el alza de las tasas de interés en ese país, las cuales, de acuerdo con analistas, seguirán elevándose en los próximos meses. La disminución es equivalente a 6.2 por ciento del monto de la inversión extranjera en bonos gubernamentales al comienzo del año, de acuerdo con los datos del banco central (La Jornada, Roberto González Amador).
En la ocasión citada, Carstens detalló que los inversionistas extranjeros acaparaban 40 por ciento de la deuda interna del gobierno federal (no considera a todo el sector público), que al cierre de septiembre de 2016 equivalía a cerca de 2 billones de pesos. Se espera que antes de que concluya el presente año la Reserva Federal de Estados Unidos decida incrementar su tasa de interés, lo que –en la mecánica descrita– sólo incrementaría la reversión de capitales, o si se prefiere, en términos muy llanos, la salida de capitales golondrinos.
Al cierre del tercer trimestre de 2016, de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Hacienda, la deuda interna total neta se aproximó a 5.1 billones de pesos (millones de millones), pero si sólo se considera el débito en valores gubernamentales (Cetes, Bonos de Desarrollo, Udibonos, etcétera), entonces dicho saldo se acerca a 4.9 billones. De este último monto, alrededor de 2 billones están en manos de inversionistas extranjeros, es decir, de quienes, con la mano en la cintura y sin restricción alguna, en cuestión de minutos pueden depositarlos en otras latitudes.
Así, el nerviosismo de Agustín Carstens –quien lo publicitó dos años atrás– no sólo es justificado, sino que el país corre el riesgo de registrar una masiva salida de capitales que en nada ayudaría a reflotar el barco. Para dar una idea de qué se trata, esos 2 billones de pesos equivalen a casi 40 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017. Todo ello en espera de la decisión que tome la Reserva Federal de Estados Unidos antes de que concluya 2016.
La única herramienta medianamente efectiva que la autoridad monetaria tiene a la mano y, por lo mismo, el gobierno federal, es incrementar de nuevo las tasas internas de interés, es decir, pagar mucho más a los inversionistas extranjeros para que mantengan sus dineros en México, sin importar que ello repercuta en los escuálidos habitantes de este país, endeudados hasta el cuello por necesidad propia y/o por las facturas que inmisericordemente le pasa la clase político-económica.
No queda mucho tiempo. Habrá que esperar la decisión de la Reserva Federal antes de que concluya 2016 y, en consecuencia, la reacción del Banco de México, cada día más nervioso, mientras en la Secretaría de Hacienda todo lo ven color rosa.
Y si de este último tono se trata, en Los Pinos y zonas afines están locos de contento, porque, dicen, el poder adquisitivo del salario mínimo se incrementó 15 por ciento en lo que va del sexenio peñanietista, aunque a todas luces –tal vez por el entusiasmo– se les olvidó restar la inflación en el mismo periodo, que fue (la oficial) de 12.83 por ciento. Así, el motivo para celebrar de inmediato desaparece.
De diciembre de 2012 a octubre de 2016 el salario mínimo aumentó –por decirle así– diez pesos (2.5 como promedio anual) y pasó de 63.07 a 73.04 pesos por día. El incremento nominal, en efecto, es de 15.81 por ciento, pero si se le resta inflación, entonces en el mejor de los casos, y sólo en él, la recuperación real habría sido de 2.98 por ciento (a razón promedio anual de 0.74 por ciento).
Sin embargo, el discurso oficial no se fija en pequeñeces, y el secretario de Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, presume que con el reciente aumento a los salarios mínimos, este factor recuperó, en lo que va del sexenio, 15 por ciento respecto de la pérdida de poder adquisitivo de 75 por ciento, registrado desde los años setenta. Falta mucho por hacer y, en ese sentido, el avance en la recuperación del poder de compra no es (todavía) para sacar matracas.



Los datos publicados por el Programa de Resultados Electorales Preliminares del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) permiten afirmar que los comicios extraordinarios de la capital, el domingo pasado, fueron un verdadero fracaso para todos los participantes. Por principio de cuentas, la abstención llegó a un histórico 70 por ciento en el municipio con mayores niveles educativos y de información, lo que significa que una proporción importante de los electores decidió conscientemente no votar; es decir, los ciudadanos castigaron a contendientes, candidatos y partidos; a los árbitros electorales, INE e IEEZ, y a los tres poderes del estado, responsables en última instancia de la salud política de la entidad.
Todos los partidos integrantes del sistema electoral han recogido la cosecha de lo que sembraron. La coalición encabezada por el Partido Revolucionario Institucional gobernará con el apoyo de sólo 12 por ciento de la lista nominal de electores; fue castigada por alrededor de 6 mil personas de los casi 19 mil que votaron por ella en junio.
La coalición que quedó en segundo lugar también obtuvo menos votos que en la elección anulada y la votación para cada uno de sus integrantes es la más baja en lo que va del siglo. El costoso sistema de partidos no está propiciando la participación de los mexicanos en la vida democrática del país.



En febrero y marzo pasados unos vientos insólitos azotaron la Ciudad de México. Centenares de árboles fueron derribados por el fenómeno atmosférico en diversas delegaciones de la entidad, entre ellas Milpa Alta. Era preciso retirar los troncos caídos para evitar el riesgo de incendios y las autoridades otorgaron a los comuneros la autorización verbal para cortarlos y transportarlos a fin de que pudieran utilizar la madera. El permiso era requerido porque las actividades de explotación maderera (tala, aserraderos) están prohibidas desde 1947 en el territorio de la capital de la República (veda forestal). Pero los bosques de la sierra de Chichinautzin (que corre por las delegaciones Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco y Milpa Alta) son el oscuro objeto del deseo de depredadores. Ya en 2013 diversas dependencias de la autoridad local –Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), Procuraduría General de Justicia (PGJ)–, así como la autoridad delegacional, habían emprendido diversas acciones contra talamontes y aserraderos clandestinos en Milpa Alta.




En la inauguración del 18 Congreso Internacional en Adicciones, realizada ayer en Acapulco, el representante regional de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), Antonio Luigi Mazzitelli, señaló que en México hace falta una verdadera política de drogas que se traduzca en proyectos y estrategias; dijo que la oferta de enervantes ilícitos aumenta año con año y que en el presente aumentó la producción de hoja de coca en Colombia, por lo que se espera un incremento en el suministro de cocaína en todos los mercados latinoamericanos; afirmó que otro tanto ocurre con la disponibilidad de las metanfetaminas, particularmente en México y California; apuntó que Guerrero produce la mitad del opio con el que se fabrica la heroína consumida en Estados Unidos y calculó que la mariguana está cada vez más (presente) en nuestras sociedades y se quedará.

De la robotización a la desesperación
Ahora que el tema de la educación es tan comentado, además del pobre desempeño de los alumnos (¿de los maestros?) me pregunto si el sistema de robotizar a los empleados, de quitarles todo poder de decisión a ellos y a sus jefes inmediatos, es una buena idea para la gente (empleada o cliente) de hoy y mañana.

Mientras los observadores políticos manifiestan su desconcierto por los vaivenes y ambigüedades de Trump a la hora de nombrar a sus colaboradores y definir sus políticas, una cosa es prácticamente cierta: lo que sí llevará adelante el republicano será su política antimigratoria y racista. La razón es muy sencilla: no ganó por haber propuesto una nueva política económica alternativa (que no tiene), sino por su discurso antinmigrantes. Y en esto evidentemente los mexicanos llevamos la peor parte, aunque no somos los únicos. Para entender mejor esto y sus implicaciones, conviene echar una ojeada a los mecanismos de la victimización del otro, al sacrificio del chivo expiatorio, cuyos mecanismos fueron develados como nadie lo había hecho por el antropólogo René Girard, fallecido justo un año antes de la elección de Trump.

Frente a los nuevos tiempos que ya comenzaron, debemos descubrirnos como nación y hacer frente común. Tres puntos concretos y sin demagogia.

Concluye un año muy violento, repleto de desastres humanitarios y turbulencia política. El gobierno sirio está empeñado en pulverizar la ciudad de Alepo y en un número creciente de naciones se observa la renovada fuerza de grupos y partidos populistas.

"El éxito de Podemos ha sido el fracaso del PSOE”, dijo el político socialdemócrata vasco (Eduardo Madina) a El País (4/12/16). Parafraseando el título de la nota podría decir que el éxito de Morena ha sido el fracaso del PRD. ¿Será?

Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre. Ahora tomamos conciencia de este problema cuando es casi tarde para impedirlo. Así se inició el histórico discurso de Fidel Castro Ruz en la Cumbre de la ONU Sobre Desarrollo y Medio ambiente, Río de Janeiro 1992 (disponible en YouTube: discurso Fidel Castro en Río 1992) para advertir sobre las amenazas existenciales que enfrenta la humanidad por los impactos ecológicos de un sistema económico de explotación signado por la injusticia, la desigualdad, la depredación, los desequilibrios y las guerras. Lo dicho hace 24 años es actual. Su pertinencia es aún mayor hoy que Donald Trump, un negacionista de la ciencia climática, asumirá la presidencia imperial el 20 de enero de 2017. Cabe recordar, en momentos solemnes que viven Cuba y el mundo, lo que es parte nodal del pensamiento y acción de esa inmensidad histórica, como Juan Bosch calificó a Fidel, ante cuya ausencia se oye el grito de yo soy Fidel, que significa, como decía Morrie Schwartz, mentor en la Universidad Brandeis, que la muerte acaba con una vida, no con una relación.

Con humildad y honestidad afirmo que mi título es definitorio de la realidad cultural, social y política de la Cuba de hoy. Es la lectura exacta de la ampliamente mayoritaria y espontánea manifestación de duelo y reafirmación revolucionaria que conmueve a la isla desde el 25 de noviembre. Fidel está en la mente, el corazón y el proyecto nacional de millones de cubanos. Pero hemos descubierto que está de un modo muy especial en los de esos jóvenes de quienes emanó el clamoroso Yo soy Fidel en el acto de homenaje al comandante en jefe celebrado en la Plaza de la Revolución, extendido a millones de voces en todo el país y rápidamente en América Latina y el Caribe.

Los humoristas de la prensa escrita y los imitadores de la radio y la televisión francesas están de luto. Sus blancos predilectos desaparecen uno tras otro del paisaje político: el ex presidente Nicolas Sarkozy, el ex primer ministro Alain Juppé y, ahora, el presidente François Hollande, quien se colocó él mismo en una cuasi jubilación al renunciar a presentarse en las próximas elecciones presidenciales, eran personajes que permitían a los artistas cómicos crear cotidianamente caricaturas o imitaciones, crueles y chistosas, que hacían reír a su público.
En la reciente Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, la número 30, al pasar frente a una sala escuché voces jóvenes y emocionadas gritar al unísono: Presidenta, presidenta.

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