Berta Blanco
Madrid, 05 dic. 16. AmecoPress. El
próximo día 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las
Personas Migrantes. Con este motivo, la Red de Mujeres Latinoamericanas y
del Caribe ha emitido un comunicado en el que se reivindican como
mujeres migrantes, visibles y con derechos. Y es que la condición de
migrante se suma al hecho de ser mujeres, de manera que sufren múltiples
discriminaciones.
Helia del Rosario es una de las integrantes de la Red Latinas con la que AmecoPress
ha contactado para que ofrezca su punto de vista y experiencias en
relación a este tema. Del Rosario ha denunciado la precarización laboral
de las mujeres migrantes tras la crisis, así como la falta de
implicación del Estado Español en temas que afectan directamente al
colectivo: Ley de Extranjería y ratificación del convenio 189 de la OIT.
¿En qué situación –política y social- se encuentran las mujeres migrantes en España?
La
situación de las mujeres migrantes varía según diversas condiciones. Es
lo que, desde la Red, calificamos como discriminación interseccional.
Las migrantes sufrimos distintas discriminaciones relacionadas con la
orientación sexual, el origen étnico, la situación administrativa, el
trabajo precario… Incluso hay diferentes tratos según el origen racial;
si eres negra, indígena o blanca.
¿En qué aspectos ha afectado la crisis a las migrantes?
La
crisis tiene un gran efecto en las mujeres migrantes, especialmente en
el sector del servicio doméstico y de los cuidados. Ha habido una
precarización laboral a todos los niveles, aún más profunda en este
ámbito. El mercado laboral para las migrantes es complicado: hay
retrasos en homologación de títulos, hay emprendedoras que tienen
dificultad en el acceso a créditos y tienen que cerrar sus negocios… La
crisis ha incrementado la vulnerabilidad; no porque seamos vulnerables,
sino por la situación que vivimos.
¿Cómo explica la sobrerrepresentación de las migrantes en el sector laboral?
Muchas
mujeres vienen con la idea de un trabajo vinculado al sector porque en
Europa hay mucha población mayor o familias que trabajan y no pueden
hacerse cargo de sus hijos e hijas. Desde la Red Latinas, reivindicamos
que es un trabajo que hay que valorizar. Muchas de ellas, sometidas a
este trabajo, tienen que decir que son abogadas o sociólogas para ser
escuchadas. A veces nos preguntamos qué pasaría en el país con una
huelga en el sector. El cuidado y el servicio doméstico son trabajos de
gran importancia.
¿Cómo creen que se pueden mejorar sus condiciones?
En
este sector, como pasa en cualquier otro, es importante reconocer los
derechos laborales. Hay internas que casi están en situación de
esclavitud y no denuncian por miedo. En el caso del Estado Español,
seguimos reivindicando la ratificación del convenio 189 de la OIT que
otros países sí han reconocido. Es un elemento clave para que el
servicio doméstico y los cuidados sean trabajos reconocidos y amparados
bajo la normativa. Estamos en una sociedad que arrastra elementos
patriarcales y subvalora el trabajo que hacemos las mujeres.
También
hay una sobrerrepresentación de migrantes en los casos de violencia de
género: del total de las asesinadas por parejas o exparejas en España
durante 2015, el 36,7 por ciento han sido migrantes…
Es
importante destacar que las migrantes no tienen redes de apoyo. Muchas
de ellas huyen de situaciones de violencia en sus países de origen y se
encuentran con que aquí no cuentan con apoyo. Estas mujeres son víctimas
de tráfico, trata, o sufren situaciones de acoso sexual en el ámbito
laboral que no denuncian por miedo a perder el trabajo o a ser devueltas
a sus países de origen. Hay víctimas de trata que quieren acudir a
denunciar pero están en situación irregular. La solución que dan las
instituciones es internarla en un CIE u ordenar su repatriación sin
protección legal. Ya de por sí viven una violencia terrible, en
condiciones infrahumanas, y además hay leyes que no las consideran
ciudadanas. Eso es violencia institucional. La regularidad ciudadana o
el conocimiento de recursos son parte de esa red que puede eliminar la
sobrerrepresentación de las migrantes, que están en una condición de
vulneración.
¿Cómo trabajan estos casos desde la Red?
Desde
2010, venimos organizando encuentros nacionales sobre la situación
particular de las migrantes. En 2014, realizamos una investigación sobre
el impacto de la crisis en las mujeres migrantes, en relación a la
violencia de género. A partir de ahí, estamos trabajando en prevención y
sensibilización de socias, pero también de las mujeres en general para
que conozcan que la violencia de género no es solo violencia física y en
el ámbito de la pareja. Las mujeres migrantes sufrimos múltiples
violencias, entre otras la institucional y la oculta. Es importante
conocer las violencias y los recursos existentes en apoyo, asistencia y
denuncia.
En 2016 creamos la Red de Promotoras Comunitarias contra
las Violencias Machista con el fin de tratar la violencia de género
desde la perspectiva de género y la defensa de derechos, para apoyar a
las mujeres y acompañarlas en el proceso. Queremos evitar la
revictimización a través de los estudios e historiografías de otras
mujeres supervivientes.
Violencia en el ámbito laboral
¿Cómo afecta la Ley de Extranjería, en concreto, a las mujeres?
La
Ley de Extranjería tiene una connotación orientada al control de
fronteras y flujos migratorios, condicionada al estado laboral. Un
elevado porcentaje de mujeres trabaja en el sector doméstico o en
empleos donde no se reconocen sus derechos laborales, aprovechándose de
la desinformación de mujeres que necesitan trabajo. Para que se dé esto
es necesario mantener a las mujeres en su condición de “irregulares”.
La
Ley de Extranjería y la Ley de Violencia de Género no articulan; se
elimina la correlación en el momento que la Ley de Extranjería cuenta
con ese peso tan grande que limita la movilidad humana. Hay víctimas de
trata, por ejemplo, que no denuncian por su situación de irregularidad.
Por ello, decimos que esta ley afecta directamente a la situación de
vulnerabilidad que las mujeres migrantes confrontan, con especial
hincapié para las que se encuentran en situación de violencia.
¿Conocen casos concretos de mujeres en esta situación?
En
la Red nos hemos encontrado casos de mujeres que han estado trabajando
cinco y seis años pensando que están legalizadas, pero no. Así están
fuera del sistema sanitario, de la jubilación, de la prestación por
desempleo… Muchas consideran que están cotizando y resulta que no, y se
dan cuenta cuando ven que no pueden viajar a su país de origen.
También
conocemos casos de “irregularidad sobrevenida” que se da en mujeres
que, tras años trabajando con permiso de residencia, no pueden renovar
el contrato. Si se da este caso, tampoco pueden renovar su residencia,
así que desembocan en una situación irregular. Su situación laboral es
determinante: están condicionadas por su trabajo y por todo tipo de
variables que generan discriminación.
Foto: Archivo AmecoPress
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