POR Jenaro Villamil
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En
plena prueba del “segundo cambio más importante” de la era de Azcárraga
Jean al frente de Televisa, el reporte del tercer trimestre del grupo
mediático ante la Bolsa Mexicana de Valores reveló una crisis más aguda.
La
utilidad neta de los accionistas de Grupo Televisa disminuyó en 84 por
ciento al registrar 2, 062 millones de pesos, en comparación con los 6,
545 millones de pesos que registró en 2015.
Las ventas de la
televisora también se redujeron en 6.59 por ciento, mientras que la
venta de publicidad disminuyó 1.5 por ciento al alcanzar 5, 397 millones
de pesos, contra los 5, 479 millones de pesos del mismo periodo en
2015, año en el que se registró una caída de más del 29 por ciento de
ingresos publicitarios.
Tras la victoria de Donald Trump en las
elecciones presidenciales de Estados Unidos, los escenarios se volvieron
más pesimistas al interior de Grupo Televisa. Las acciones de la
empresa registraron una caída de 11 por ciento en su valor y los
inversionistas temen que a Televisa le resulte más costoso expandirse
hacia Estados Unidos y tener el 40 por ciento del control de Univision,
la cadena más grande de habla hispana, tras la victoria de Trump.
El
17 de noviembre, durante una conferencia en Barcelona, organizada por
Morgan Stanley, el vicepresidente de Finanzas de Televisa, Salvi Folch,
admitió que Televisa no tiene confirmada para el próximo año buena parte
de los contratos de publicidad.
“Por lo general, vendemos la
publicidad por adelantado y no hay forma de revertir o cancelar los
compromisos que los clientes asumen”, pero “la mayoría de las empresas
mexicanas están revisando sus presupuestos y comprometerse sin que haya
flexibilidad puede ser un desafío”, afirmó Folch.
El despido del
personal es mayor al que se había previsto. El 28 de octubre pasado,
José Bastón, presidente de Televisión y Contenidos, al participar en una
teleconferencia con inversionistas afirmó que Televisa implementó “un
plan de reordenación de costos, con el que se despidió a unas 1,200
personas este año”.
“Tenemos un enorme plan de sinergias y un enorme plan de reducción de costos que implementados completamente”, sentenció Bastón.
Este
“enorme” plan ya incluye a un mínimo de 3 mil personas, así como una
reducción de 20 por ciento en los salarios de quienes se queden en la
empresa.
La crisis ya alcanzó a la nueva filial de Televisa, Blim, la compañía que distribuye contenidos en televisión online,
para competir con empresas como Netflix, Apple TV o Claro Video. El
recorte incluye a varios responsables de la estrategia de contenidos de
Blim que protagonizó en meses pasados una disputa con Netflix porque se
suspendieron las telenovelas de Televisa en esta plataforma que ya
alcanzó 76 millones de suscriptores (60 por ciento de ellos en Estados
Unidos).
Para 2018, Netflix pretende llegar a 10.12 millones de
suscriptores en América Latina, de los cuales, más de 4 millones serían
en México, país que hasta ahora tiene el 51 por ciento de sus abonados.
Esta cantidad es superior a la de la cantidad de suscriptores de los
distintos sistemas de televisión restringida que tiene Televisa.
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