Ciudad de México. La Escuela de defensa personal para mujeres, “Comando Colibrí”, inició la campaña #LasDefensorasSeDefienden, con la que buscan recaudar 120 mil pesos para capacitar a integrantes de organizaciones, colectivos y medios libres, con herramientas para enfrentar los riesgos y amenazas a las que están expuestas por su labor.
De acuerdo con el Registro Mesoamericano de Agresiones a Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, en 2019 se perpetraron en Latinoamérica 2 mil 197 agresiones, entre ellas intimidaciones, allanamientos, discriminación, agresiones físicas y asesinatos. Esta cifra representa un incremento del 30 por ciento respecto al periodo anterior, que fue de mil 688 agresiones.
Tan sólo en México, 6 periodistas y 24 personas defensoras fueron asesinadas en 2020 entre ellas 7 mujeres, de acuerdo con datos recopilados en el informe “Situación de la defensa de derechos humanos y la libre expresión en México a partir de la pandemia por COVID-19”.
Frente a este contexto, la Escuela de defensa personal, “Comando Colibrí” –con 9 años de trayectoria– inició la campaña #LasDefensorasSeDefienden, cuyo objetivo es recaudar un mínimo de 120 mil pesos hasta marzo próximo para capacitar de manera virtual a un grupo de entre 20 a 25 mujeres que formen parte de organizaciones, colectivos y medios independientes.
La apuesta es que haya diversidad, desde mujeres que defienden derechos sexuales y reproductivos, tierra y territorio, diversidad sexual, madres de personas desaparecidas, entre otras. “Toda mujer que está haciendo algo por cambiar el mundo es bienvenida”, explicó la coordinadora para México de la Escuela, Darinka Lejarazu, en entrevista con Cimacnoticias.
De lograr la meta, las participantes recibirán capacitaciones sobre las implicaciones de la seguridad y espacios más seguros; técnicas de autodefensa física; primeros auxilios psicológicos y herramientas emocionales: justificación del uso de la fuerza y legítima defensa; y protocolos de seguridad individuales y colectivos.
Todos estos temas se abordarán desde un eje transversal físico: en cada sesión habrá práctica de técnica, respiración, cardio, fuerza, etc. Al final se espera que cada asistente replique al menos una actividad en su organización y genere un protocolo de seguridad integral tanto individual como colectivo.
Cualquier mujer, de cualquier edad y en cualquier lugar de América Latina, podrá postularse para este taller. La única condición es que participen en alguna organización. De acuerdo con Darinka Lejarazu, las medidas de confinamiento por la COVID-19 les presentó nuevos retos porque no pueden dar clases presenciales; sin embargo, aprovecharon este tiempo para crear nuevas metodologías, diseñar una nueva página web, y seguir fortaleciéndose como talleristas.
De este nuevo panorama, sumado al incremento de violencia contra las defensoras y al riesgo que representa el aislamiento por las medidas de mitigación del virus, surgió la propuesta de aprovechar la virtualidad y trabajar con personas con las que generalmente no podrían hacerlo por la distancia en la campaña #LasDefensorasSeDefienden.
Con el dinero recaudado se cubrirán los costos de producción de materiales como videos; cartillas, presentaciones y folletos digitales; horas de facilitación; el diseño y revisión de metodología, gestión de la convocatoria, horas de facilitación, sistematización y evaluación de resultados, así como retroalimentación a las asistentes; el pago de una plataforma digital segura en la que las asistentes interactúen y accedan a los materiales. Estos insumos podrían ser reutilizados en una segunda versión del taller.
Las personas que donen recibirán, según la cantidad de aportación, un agradecimiento virtual, stickers para whatsapp y Telegram, un set de stickers físicos, un poster, una tote bag, ropa deportiva y hasta dos meses de entrenamiento físico para cuando vuelva a ser posible.
No obstante, en aras de fomentar un modelo filantrópico distinto, la Escuela informará a las personas donantes qué organizaciones se vieron beneficiadas (cuidando la identidad de las participantes) y qué tipo de labor de defensa realizan, las conclusiones de cada unidad y los resultados.
“La idea es que sepan que con los 100 pesos que donaron contribuyeron a que, por ejemplo, un grupo de mujeres que defienden un río en Honduras tienen un protocolo de seguridad que les sirve, que están compartiendo herramientas con compañeras que tienen una colectiva de otro tema. Esa es nuestra apuesta también”, explicó Lejarazu.
La Escuela de defensa personal para mujeres “Comando Colibrí” inició en 2012 en la Ciudad de México, sin embargo, actualmente también opera en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en total, un equipo de 16 capacitadoras y cinco talleristas.
La base de la Escuela es la enseñanza de artes marciales, en específico Muay Thai y Kenpo Americano. Su objetivo es brindar herramientas y conocimientos para que las estudiantes se defiendan físicamente de un ataque, pero también que se reapropien de sí mismas, como una forma de autocuidado y cuidado colectivo.
No obstante, con el paso de los años han integrado en su metodología otros rubros, como Derecho (para conocer qué dice la legislación sobre la autodefensa), acompañamiento psicológico, primeros auxilios médicos y emocionales, estrategias para contención de crisis, seguridad digital y protocolos de seguridad.
La donación puede realizarse en esta liga:
La campaña aún durará 36 días, después de los cuales –en caso de cumplir la meta– se lanzará una convocatoria abierta para que las defensoras se postulen para participar.
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