Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Desde cualquier ángulo que se le observe, resulta lamentable el asesinato del estudiante de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Yanqui Rothan Gómez Peralta de apenas 23 años de edad. Y todo pareciera indicar que víctima de la arbitrariedad e impericia policiaca de un trío de agentes de Guerrero aunque sólo uno fue el que presumiblemente accionó su arma de fuego, salvo lo que dictamine la investigación de la Fiscalía General de la República que atrajo el caso a petición del presidente Andrés Manuel.
Petición harto pertinente, pero no así la solicitud “respetuosa” para que no haga lo propio con la violenta irrupción de encapuchados a Palacio Nacional, justificados sin matices por Vidulfo Rosales, el abogado de los padres de Los 43. Así como sobre los destrozos que alcanzaron a realizar, como ya es costumbre en la geografía guerrerense desde hace una década y ahora en la Ciudad de México, en las sedes de las secretarías de Gobernación, Relaciones Exteriores y Defensa Nacional –en septiembre de 2023–, el Senado y la Lotería Nacional. Impertinente porque la FGR es un órgano autónomo respecto del Ejecutivo federal y su titular López Obrador no tiene atribuciones para impedir una investigación ministerial a riesgo de convertirse en cómplice de presuntos ilícitos que sólo corresponde dictaminar a los agentes de Alejandro Gertz Manero.
Es comprensible la actitud presidencial en términos políticos, pero nada más. Tampoco resulta recomendable que en el aparente enlazamiento de los hechos con apenas un día de diferencia entre la “mano negra” o “vulgar provocación” –como la denominó Obrador el jueves 7–, el derribo de una puerta de Palacio Nacional el miércoles 6, y el asesinato al día siguiente del estudiante Yanqui Rothan, con una cadena de acciones como fue el incendio de dos camionetas de la Guardia Nacional y la retención por más de una hora de 10 elementos de esa corporación, que viajaban armados en los vehículos.
Fue un acierto no retener más tiempo a los agentes de la GN, liberarlos, tras ejercer una práctica tan innecesaria como ilegal y que actores del movimiento social practican como una suerte de deporte nacional, en particular los azuzados por bandas criminales.
El horno no está para bollos después del tour vandálico por la Ciudad de México, por cierto que en numerosos camiones bien equipados, y del impertinente por no llamarle irresponsable anuncio del abogado Rosales en el papel de estratega político, de que estarán en todos los actos de Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de la coalición Juntos Hacemos Historia. Y la pregunta obligada es y por qué no en los de Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez para que escuchen todas las ocurrencias y arrebatos de la primera y las promesas decembrinas del zacatecano que ya recorrió cuatro partidos con apenas 38 años de edad.
En política los dichos y más los hechos tienen consecuencias, y éstas se pagan más tarde o más temprano. No sorprende, entonces, la presunta campaña de “criminalización” y de “linchamiento” de que dicen ser objeto en redes sociales algunos de los incompetentes que forman parte del grupo que dirige a los padres de Los 43 y que con frecuencia cada vez mayor, por desgracia, los convierten en una mampara para justificar políticas y prácticas más políticas y electorales que de localización de los restos mortales de los estudiante desparecidos hace una década y el castigo a los autores materiales e intelectuales, a las personas físicas que cometieron el abominable crimen de la desaparición forzosa.
Acuse de recibo
“Enorme manifestación hoy por el 8 de marzo en la Cdmx, con vallas metálicas y protección policiaca, que ni en las grandes marchas del movimiento estudiantil de 1968 se tuvieron. ¿Miedo?, o ¿las mujeres asustamos? Siempre han existido provocadores, pero me parece exagerada la seguridad. Cierto, hay mucho enojo, rabia, furia, impotencia, ante tantas agresiones contra las mujeres; y sí, ahora más víctimas que durante el 68. ¿Será que al final es sólo una magna terapia colectiva?”; la opinión es de Elba Pérez Villalba… 180 mil asistentes calculó la autoridad capitalina y Ciro Gómez Leyva gesticuló al aire… “Hace unos años, un neurocirujano del hospital Magdalena de las Salinas me dice que el mayor número de lesiones en el cerebro por trauma son de los motociclistas. Los que no traen casco mueren fácilmente hasta por un golpecito. El casco es muy importante para aumentar las posibilidades de sobrevivir. https://www.youtube.com/watch?
http://www.forumenlinea.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario