Dato protegido
Criptomonedas, la nueva jugada de Trump
La compañía Trump Media, operadora de la red social Truth Social, anunció que ha invertido aproximadamente 2 mil millones de dólares en bitcoines. No es algo que el presidente de Estados Unidos esté haciendo en lo oscurito, lo dio a conocer en su propia red. Paralelamente envió al Congreso el proyecto de ley conocido como Genius, que establece un régimen regulatorio para un tipo de criptomonedas llamadas stablecoins. El valor del bitcóin se ha disparado en más de 200 por ciento y ayer alcanzaba un precio de 117 mil 507 dólares.
Pensión para mujeres
Mientras la oposición y la comentocracia libran desde sus celulares una encendida batalla para tumbar a la 4T, Claudia pueblea los fines de semana inaugurando obras y recibiendo peticiones de la gente. Anunció que del 1º al 30 de agosto se realizará el registro para que las mujeres de entre 60 y 64 años accedan a la Pensión Mujeres Bienestar, programa que otorga un apoyo bimestral de 3 mil pesos. Ariadna Montiel informó que actualmente más de un millón de mujeres de 63 y 64 años ya reciben este beneficio. Los programas sociales cuentan con un presupuesto cercano a un billón de pesos este año.
Díselo a Claudia
Asunto: falta de medicamento oncológico
Mi cuñada es paciente oncológico del Incan, en Tlalpan, CDMX. Tenía programada su quimioterapia para este 19 de julio de 2025, pero nos informaron que no contaban con gemcitabina de un gramo; ella necesitaba dos gramos. El medicamento se vende en farmacias especializadas a un precio promedio de 6 mil 500 pesos. Lo hallamos a 10 kilómetros del Incan, a mil 200 pesos por gramo. Afortunadamente teníamos el dinero para el fármaco. Pido al secretario de Salud, David Kershenobich, a la titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, Marta Margarita Zapata Tarrés, y al politólogo Eduardo Clark, encargado de compra consolidada de medicamentos, que visiten los institutos en Tlalpan los fines de semana, joya de la corona de la Secretaría de Salud y vean la triste realidad: la escasez.
Ismael Seth Medina Reyes
Twiteratti
Me van a criticar por todo, y no me importa, voy a decir lo que pienso de la señora #DatoProtegido. Ningún gobierno humanista, progresista, protector de derechos humanos puede vanagloriarase de tener en sus filas a una señora como @DianaKarinaBa, que desde el privilegio de una curul, no sólo calla a una ciudadana, sino que utiliza todo el aparato del Estado a su servicio para imponer una pena humillante, inusitada, que además están prohibidas por el artículo 22 de nuestra Constitución; @KarlaMaEstrella jamás ejerció violencia de ningún tipo, criticar el nepotismo no es violencia, señora #DatoProtegido, usted llegó por dedazo, como todos los pluris, nadie la votó, que no se le olvide.
Mónica O. abogada @Monicao2712
FaceBook: galvanochoa, Tiktok: galvanochoa, X: @galvanochoa, Instagram: galvanochoa
La inasistencia de López Beltrán tiene un recio significado, cuando
menos en dos sentidos: primero, porque él mismo se ha proclamado como
una especie de heredero del legado político, ideológico y organizativo
de su padre, el creador de Morena, de tal manera que en otros actos
partidistas ha ocupado un notable lugar protagónico, por concentrar un
poder de marca
en el aparato guinda y por el número de posiciones en la estructura gubernamental que se le atribuyen como gestor y manejador.
En segundo término, dicha inasistencia se produjo justamente el día en que serían acotadas las muy holgadas atribuciones de recaudación de personajes reprobables en que ha participado Andy (así se le ha mencionado durante largos años, sin protesta alguna del beneficiario de tal hipocorístico hasta que ha considerado que no le ayuda en términos de posicionamiento político).
Hasta unas semanas atrás, Andy había recorrido el país para ejercer una estratégica función, la de afiliar, reafiliar y encuadrar en la estructura morenista a quienes él consideraba adecuados. En esa discrecional tarea pudo entregar credenciales guinda a personajes que generaron reacciones de rechazo; por ejemplo, la de Luis Enrique Benítez, un ex presidente del PRI en el estado de Durango que, con 40 años de militancia, y expresiones de insulto contra la ahora presidenta Sheinbaum, amaneció tricolor y en pocas horas más ya tenía su credencial de morenista.
Otro ejemplo de esas decisiones borrascosas lo había dado el propio Adán Augusto López Hernández, quien fungió como concertador del paso del clan Yunes a Morena a cambio del voto de uno de ellos a favor de la reforma judicial (aunque a fin de cuentas se le haya negado a Miguel Ángel Yunes Márquez la credencial, pero se le mantuvieron cargos legislativos, familiares opciones electorales a futuro y, sobre todo, impunidad).
Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional de Morena, señaló que la comisión de admisiones se crearía a fin de evitar que el partido se convierta en puerta giratoria para el oportunismo
.
Mientras el vocero de los diputados federales, Arturo Ávila, mencionó
específicamente los casos de Yunes y de Benítez que, desde luego, no son
los únicos. Eso sí: la decisión del Consejo Nacional fue preservar los
registros ya otorgados, sin aplicar una retroactividad que podría ser
impugnada en tribunales pero que, de haberse expresado oficialmente, no
habría salvado, a los destinatarios, de la correspondiente sanción
política, de la inviabilidad práctica.
A fin de cuentas, ¿la ausencia del guardián del legado obradorista
significó una forma de distanciamiento o rechazo del manejo político
claudista, en particular por cuanto al tío
de uno, y hermano
de otro, Adán Augusto López Hernández?, ¿La inasistencia fue una forma
de protesta por el recorte de facultades que significa la creada
comisión de elecciones?, ¿Hay otras razones, incluso de índole
indagatoria externa, que han motivado el prolongado retiro del foro
público del emblemático secretario de organización, hasta hace poco
sumamente activo? ¡Hasta mañana, con el tema de los vuelos de carga y el
AIFA en la más reciente arremetida de Trump contra el proceso 4T!
X : @julioastillero Facebook: Julio Astillero, juliohdz@jornada.com.mx
Hace apenas medio siglo muy pocos conocían a líderes tecnológicos; apenas se mencionaba en algunos círculos a jóvenes emprendedores como Bill Gates y Steve Jobs. Ahora, los empresarios dominantes en el mundo son de firmas tecnológicas.
Los grandes empresarios nacidos en el siglo XIX y que consolidaron sus fortunas en la primera mitad del siglo XX, como John Rockefeller, en el petróleo; Andrew Carnegie, en el acero; J. P. Morgan, en las finanzas; Cornelius Vanderbilt, en el sector naviero y ferrocarrilero, o Henry Ford, en el sector automotor, pasaron a la historia y sus descendientes ya no ocupan un espacio relevante en el sector empresarial.
En cambio, los líderes tecnológicos, nacidos en la segunda mitad del siglo XX y algunos incluso a inicios de este siglo, acumulan fortunas inimaginables en la historia de la humanidad. Personas como Bill Gates de Microsoft, Jeff Bezos de Amazon, Elon Musk de Tesla y de Space X o Mark Zuckerberg de Meta acumulan más riqueza que países enteros.
En este nicho de multimillonarios ahora se posiciona un nuevo empresario. Se trata de Jen-Hsun Huang, nacido en Taiwán y con nacionalidad estadunidense. Este gran tecnólogo revolucionó la capacidad de los GPU o unidades de procesamiento gráfico, a través de Nvidia, que comenzó operaciones con el apoyo de un crédito hace apenas 32 años y ahora es la firma más valorada en el mundo.
La razón de ese despegue es que no existe otra firma capaz de generar GPU tan potentes como los de Nvidia, por lo que en los hechos tiene un poder monopólico. Toda empresa que participe en el desarrollo de la IA requiere de sus insumos y por más esfuerzos que realizan otras firmas de oriente y occidente para alcanzarla, tardarán años en lograrlo.
Los liderazgos tecnológicos cambian con gran rapidez y quienes dominan este sector tienen una influencia económica cada vez más amplia a nivel global. Además, los tecnólogos se posicionan como las personas de mayor poder en nuestra época.
revisióndel Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), porque daría
claridad y certidumbre a inversionistas y consumidores(Ebrard dixit), pero ya el secretario estadunidense de Comercio, Howard Lutnick, canceló cualquier posibilidad: será en 2026 cuando se
renegociey se buscará
una transformación profunda de las condiciones, en el entendido que su jefe permanentemente fustiga a quien, por la parte gringa, firmó
una cosa como esa, es decir, el propio Donald Trump.
Tiempo atrás, también, el energúmeno que despacha en la Oficina Oval
dejó entrever su interés de adelantar el calendario, pero parece que
decidió llevarlo hasta la fecha original (primer semestre de 2026) para
así seguir su política comercial
basada en la indiscriminada imposición de aranceles a todo lo que se le ocurra, de tal forma que inversionistas y consumidores
deberán sentarse en mullido sillón para esperar la revisión
, para unos, o renegociación
, para otros.
Allá por junio de 2017, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz advirtió que sería
extraordinariamente tonto que la administración de Donald Trump (en su
primer periodo) abandonara o pusiera en peligro el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), porque la integración de los tres
países ya forma una interdependencia
. En los hechos, ese mecanismo se reformó
y cambió de denominación a T-MEC, pero ya en su segundo periodo el
esperpéntico inquilino de la Casa Blanca parece decidido a reventarlo. Y
ante esa posibilidad, en el caso mexicano todavía hay muchos sectores
que aplican la máxima de una relación tóxica: pégame, pero no me dejes
.
Ese mismo año, en este espacio se publicó un informe de la Cepal que subrayaba que en sus años de existencia el TLCAN sólo estimuló la de por sí sólida concentración del comercio exterior nacional, pues alrededor de 340 empresas (la mayoría trasnacionales) acaparaban más de 73 por ciento de las exportaciones mexicanas, aunque para ello importaban de Estados Unidos buena parte de los contenidos –tres cuartas partes, por lo menos– para poder terminar el producto y así colocarlo en el mercado internacional (83 por ciento en Estados unidos), en detrimento de la cada día más pequeña y desvencijada industria nacional.
Y de lo bien que les iba a los exportadores mexicanos
,
la Cepal aportó los nombres de los principales beneficiados por el
TLCAN: General Motors, Daimler Chrysler, Ford Motor Company, Volkswagen,
Nissan, Toyota, Sony, Samsung, Hewlett Packard y otras trasnacionales
que aparecen como las grandes exportadoras que operan en el país. ¿Y
México? Simplemente se convirtió en una república maquiladora.
Eso, mientras el TLCAN se mantuvo en operación. Pero llegó el T-MEC y
resultó ser la misma gata, pero revolcada: las mayores beneficiarias de
dicho mecanismo han sido las trasnacionales, sobre todo
estadunidenses, que han aumentado su presencia en nuestro país con base
en bajos costos de manufactura, incluyendo salarios precarios que no
pueden ofrecer en sus naciones de origen; de hecho, sólo 515 grandes
compañías explican 75 por ciento de las exportaciones mexicanas; México
se ha insertado en un patrón de especialización productiva de estas
trasnacionales que han sido las beneficiarias, primero con el TLCAN y
ahora el T-MEC; poco podemos decir que son exportaciones de empresas
mexicanas, enfatizó Óscar León, catedrático de la UNAM
( La Jornada, Braulio Carbajal).
En ese contexto, Trump usa el comercio bilateral como arma para
conseguir sus propios intereses; el gobierno de la presidenta Sheinbaum
se debe plantear y analizar quiénes han sido los verdaderos ganadores
durante los últimos 35 años, porque no han sido las firmas mexicanas,
mucho menos micro, pequeñas o medianas que componen 99 por ciento de
nuestras empresas, sino las trasnacionales, principalmente de Estados
Unidos que en México se han encontrado con costos de producción y
manufactura que no pueden tener en otros lugares del mundo
(ídem).
Las rebanadas del pastel
¿Qué no era al revés?: al movimiento ya se colaron todo
tipo de bichos, pero ahora la siempre rauda dirigencia de Morena anuncia
la creación de una comisión de admisiones
para evaluar la incorporación de perfiles polémicos, principalmente de aquellos provenientes de otras fuerzas políticas
, con el fin de evitar que el partido se convierta en puerta giratoria para el oportunismo
… pero la revisión ¡no será retroactiva! De plano, ni la burla perdona.
No hace mucho tiempo, aparecía –a menos que la imagen mienta–, muy
sonriente en una foto tomada al parecer en La Habana, Cuba, al lado de
una pintura de la bandera del país al que visitó y al que dijo amar
, por ahí de agosto de 2018.
¿Qué le pasó?, bueno, ella llegó a la alcaldía impulsada por el mal gobierno de su antecesora Sandra Cuevas, un adefesio político que dejó salir de sus tubos de ensaye al Movimiento Ciudadano, y tuvo el respaldo del PAN, del PRI y del PRD o lo que de él resta; es decir, de la derecha enmascarada y de la derecha descarada.
Así que bien vista la cosa, Alessandra estaba destinada, y también dispuesta, a ser engullida por la forma de pensar de ese triángulo del mal, y porque están seguros de que ella sabe poco, o casi nada del quehacer político. Estoúltimo poco importa a sus patrocinadores, contal de que repita al pie de la letra las tan manidas sentencias de los grupos de la derecha radical.
Por eso, Rojo de la Vega decidió hacer un movimiento muy de aquellos que lanzaba Sandra Cuevas, para que nadie extrañe, y es que con el escándalo se siente feliz, en su elemento, igual que Sandra. La decisión de retirar las esculturas de Fidel Castro y el Che Guevara no tiene mayores tintes políticos porque ella de eso no entiende, pero sí está cargada de la intención de llamar la atención, de armar un escándalo y eso sí le salió.
Rojo de la Vega y sus amigos suponen que la hoy alcaldesa está preparada para buscar la jefatura de gobierno y hablan de que aquí, la gente de la ciudad, está decepcionada, cargada a la derecha, tanto que ella, Alessandra, puede tomar decisiones que la ponen en el mismo estante que a Bolsonaro, el de Brasil, o Nayib Bukele, el de El Salvador, o como una aspirante a Milei, aunque su máxima figura, desde luego, sería Trump. No cabe duda, es aspiracionista.
La carencia de figuras y la desesperación por un poco de poder de la derecha y su ultra, han ido creando imágenes falsas, fallidas, va-cías, imitaciones malsanas, fuera de lugar, que no convencen más que a pocos ciudadanos dislocados de la realidad que condenan, por ejemplo, todo tipo de violencia que ellos no ejerzan.
Por lo pronto, esa derecha ha puesto los ojos en Alessandra que, aunque aún no halla su identidad política, ya siente que puede iniciar el camino a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y, para eso, aún le quedan algunas mañanas al PAN y al PRI y algún aliento al PRD para respaldar esa ambición compartida.
Será cosa de esperar, pero ellos ya echaron a volar la moneda, porque aseguran que hay condiciones en la capital para que el poder cambie de manos, pero… ¿con esa candidata?
De pasadita
Cuentan que en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, que sufrió más de un mes del capricho burocrático de algunos líderes, donde grilla y pierde su presidente, Rafael Guerra, las cosas no le serán nada favorables a partir de septiembre.
Guerra ha tratado de todas formas, aun olvidándose de sus más importantes apoyos, de acercarse a las altas esferas del poder de la ciudad de donde ha salido bastante golpeado. A decir verdad ni quien lo pele, aunque hay que reconocerle su disponibilidad a cualquier cosa que se les ocurra a los mandos del gobierno capitalino.
Por lo pronto, él, que pretendía controlar el próximo tribunal con un buen grupo de abogados, pues se quedó corto: de los 34 magistrados que componen el organismo, sólo consiguió cuatro, así que en varios lugares se empiezan a manejar nombres de posibles sucesores. A Guerra ya no le dan vida en el puesto que hoy ocupa. Requiescat in pace.
En un video, la alcaldesa panista aseguró que ordenó quitar las
figuras debido a que en los archivos de la alcaldía no existe un papel
que autorice su instalación, entre otras presuntas irregularidades
administrativas y, en su habitual tono estridente, afirmó que aquí en
Cuauhtémoc se acabó eso de hacer lo que quiero, poner lo que deseo y
pasar por encima de las normas; se está construyendo una alcaldía donde
la ley sí se respeta, donde se gobierna con orden y, sobre todo, con
respeto a la voluntad ciudadana, no con caprichos personales
. Sin embargo, en declaraciones posteriores ha evidenciado que su denominada recuperación del espacio público
responde a su antipatía personal hacia los personajes retratados y la lucha emancipatoria que encabezaron.
Más allá de los sentimientos que los líderes de la revolución cubana susciten en cada persona, el encuentro de Castro y el Che en el entonces Distrito Federal, en 1955, simboliza el papel histórico de México como lugar de refugio para los perseguidos por las dictaduras que asolaron a América Latina y el Caribe durante el siglo XX y, en un sentido más amplio, de la tradición de asilo que es uno de los pilares de la política exterior mexicana, así como uno de los mayores aportes del país a la humanidad. Al pretender borrar un episodio de la historia mundial mediante la usurpación de funciones, la edil blanquiazul exhibe un ánimo censor y un autoritarismo que no tienen cabida en una democracia. Su ejercicio de la función pública en abierto atropello a la ley y a través de caprichos personales, como los que dice combatir, recuerdan de manera lamentable a su antecesora y ex compañera de coalición: Sandra Cuevas, con quien la hermana un afán de notoriedad pernicioso para el desarrollo de sus labores.
Por respeto a la ciudadanía y a la legalidad, Rojo de la Vega debe entregar las esculturas a las autoridades competentes y permitir que sean éstas, en el marco de sus atribuciones, las que decidan si son reinstaladas en su emplazamiento original o si se les reubica. Si la edil no pone fin a sus arbitrariedades, las autoridades federales y capitalinas deberán analizar la pertinencia de aplicar sanciones a fin de evitar que funcionarios inescrupulosos priven a los habitantes del patrimonio cultural con base en fobias ideológicas y ansias mediáticas.

Con 13 carpetas por abuso sexual, albergue para niños aún opera, publicado en La Jornada el 29 de junio de 2025, se hacen las siguientes aclaraciones: La entrevista que sostuvo la sicóloga Verónica de la Riva Valdés con la menor de iniciales AMCE sobre los hechos de abusos que exponían en ese momento las víctimas, fue exclusivamente y por órdenes de su superior jerárquico, Carlos David Hernández, para verificar si presentaban sintomatología o características de personas violentadas. Dicha reunión fue grabada y se realizó un informe al respecto, en el cual la sicóloga Verónica de la Riva Valdés determinó que sí se presentaba sintomatología compatible con características de personas abusadas, por lo que en ese momento se instruyó a la sicóloga que hiciera el acompañamiento a las menores para denunciar los hechos. De acuerdo con registros que obran dentro de la propia carpeta de investigación, hay evidencia de que la sicóloga de la casa hogar, de nombre Verónica de la Riva Valdés, realizó el primer acompañamiento de las menores ante el órgano de procuración de justicia con el fin de que denunciaran los hechos delictivos de los cuales fueron víctimas (se cuenta con copia simple de un oficio dirigido a la Coordinación General de Servicios Periciales suscrito por el agente del Ministerio Público de nombre Marco Antonio Velázquez Navarrete que solicita intervención de perito en materia de medicina legal a fin de certificar a las menores, entre otras diligencias, de dicho documento se desprende que las menores serán acompañadas por la sicóloga Verónica de la Riva Valdés).
Por eso, además de Vicente, en distintos momentos de su vida ha tenido que llamarse Dionisio, Andrés, Jorge, César y otros nombres. Durante muchos años vivió a salto de mata, o subiendo a la Sierra, o protegido por los viejos jaramillistas, o en un pequeño cuarto en Santa Clara, estado de México. O, desaparecido en el Campo Militar número uno, y en las crujías B, con los presos comunes y en la O con los políticos en el Palacio Negro de Lecumberri y también en la Penitenciaría Oriente de la Ciudad de México.
La conciencia, sostiene, se adquiere cuando se encara al enemigo, como le hizo en el movimiento obrero o en el grupo de Lucio Cabañas. Y en esa lucha no hay descanso. Nunca lo ha tenido. Nació en la barraca Cantarranas, en Taxco, Guerrero, en 1937, cuando no había combis. Así que las subidas y bajadas de Taxco tuvo que hacerlas desde los seis años andando, desde la casa donde nació al panteón, y de allí al cazaguate. Si sus piernas se cansaban tenía que seguir, imponerse a los encontronazos. Y cuando tropezaba y se volaba una uña por accidente, le dolía, pero tenía que seguir, no podía parar. Estaba obligado a llegar a su destino.
Su padre, minero, murió de silicosis cuando él era un niño. Igual, Dionisio creció entre socavones, escuchando la tos seca de quienes están condenados a morir, respirando los hedores de los jales infestados de cianuro. A pesar de las riquezas que extraían de las entrañas de la tierra, la región era tan pobre que, para sembrar maíz, no había barbechos, sino puros tlacololes en las faldas de los cerros, y se necesitaba trabajarlos con azadón y un enorme esfuerzo físico.
Hijo de la educación pública, cursó la primaria en el internado de Tixtla. Al terminar, en 1956, viajó con su madre a la Ciudad de México y, para ayudarla a sacar adelante a sus hermanos, fue cargador en La Merced y obrero en la fábrica de muebles Excélsior. Trabajaba de las siete de la mañana hasta las nueve o 10 de la noche y le tomó gusto al curado de apio.
Al año, se regresó a estudiar a la Normal Rural Raúl Isidro Burgos. Fue maestro porque, para los que son como él es la única profesión posible. Allí tuvo un lugar para dormir, comida y libros para estudiar. Pero, también, mucho más. Ayotzinapa –afirma– es todo, son las raíces, es el sentimiento hacia los demás. Es el olor a los campos de cilantro, guayaba y mango; la vista de los volcanes, el chorro de agua cayendo en la espalda después de jugar basquetbol. Allí se enseñó a hablar en público gracias a los campesinos, se formó política y teóricamente y le nació la conciencia. En 1962, participó en el movimiento que derrocó al gobernador Caballero Aburto, ocupando la presidencia municipal de Tierra Colorada.
Estaba en segundo de secundaria cuando llegó a sexto de primaria de Ayotzi un muchacho mayor que terminaría provocándole un vuelco en su vida. Se llamaba Lucio Cabañas y se volvieron amigos entrañables. Lo fueron hasta que Vicente cayó en prisión por ser, según un compañero de la Liga 23 de Septiembre que anduvo también enmontañado, el enlace principal entre la guerrilla del Partido de los Pobres en la sierra y la base de apoyo en las ciudades, y, un mes después, el comandante Cabañas murió en combate. A su manera, aunque Dionisio siga sus andanzas en este mundo y Pablo (así firmó Lucio el Folleto Verde en la reunión de Puebla) ande cabalgando con Zapata, Che y Jaramillo, siguen siendo camaradas y hermanos.
Vicente partió a terminar la carrera magisterial en la Nacional de Maestros en la Ciudad de México y se volvió othonista. Dio clases en una primaria de San Mateo Tlaltenango y tuvo el honor de estar entre los primeros 100 profes a los que les rescindieron el contrato por participar en el Movimiento Revolucionario del Magisterio. Estuvo cesado cuatro años y nunca dejó colgados a los padres de familia.
El maoísmo le dio una línea de acción, servir al pueblo fue su credo, y la Larga Marcha fuente de inspiración. Militó en la seccional ferrocarrilera de la Liga Comunista Espartaco y se volvió André s, compañero del alma de Francisco González. Años después, al convertir la cárcel en escuela y pasar allí la época más completa de su vida, encontró aliento en Las cartas del sur de los vietnamitas. Igual, Fidel Castro y la revolución cubana le parecen una chulada.
Junto con Plutarco García y el mayor Félix Serdán se dedicó a reorganizar el movimiento jaramillista. A bordo de un Volkswagen lograron recomponer el estado mayor de Rubén, convirtiendo el torrente de agua subterráneo del agrarismo radical en un caudaloso río de insumisión pobrista a cielo abierto. Varios subieron a la sierra, se reunieron con Lucio, escondieron y ayudaron a militantes del MAR, Guajiros, Unión del Pueblo y 23 de Septiembre, mientras seguían luchando por el legado de Emiliano Zapata.
Lejos de doblarlo, la cárcel le reforzó la convicción de seguir caminando sobre sus pasos. Cuando una amnistía le devolvió la libertad después de más de cuatro años tras las rejas, se dedicó, con todas sus fuerzas y su conocimiento de la Costa Grande guerrerense, a dar a conocer en directo los testimonios de los familiares que tenían torturados o desaparecidos y a buscar castigo a los culpables y justicia.
El maestro Estrada Vega ha hecho patria. Patria –explica– significa todas las luchas que se han dado para que tengamos derecho a disfrutar del territorio y los recursos naturales. Es donde se desarrolla nuestra cultura, nuestro pasado, nuestro futuro y nuestro presente.
Con 88 años, Isauro conserva la necedad de siempre en la lucha por la dignidad y emancipación de los de abajo. Fiel a la herencia de su tocayo Vicente Guerrero, se ha levantado mil veces. Ha cumplido con lo que le tocaba cumplir.
expertosque testifican. El racismo galopante, la discriminación y la injusticia parecen de caricatura… hasta que aparece la realidad.
Porque ese autor de novelas superventas dedica parte de su tiempo y
su dinero a proyectos que buscan eliminar la pena de muerte y salvar la
vida de reos condenados a la misma, y aún más, a demostrar la inocencia
de personas injustamente condenadas. Y ahora, en coautoría con el
sacerdote Jim McCloskey, quien coordina organizaciones de defensa de
esas personas injustamente condenadas, ha decidido pasarse a la no
ficción (ya lo había hecho con El proyecto Williamson, pero no a
este nivel). Así, Grisham y McCloskey eligieron 10 historias (aunque a
lo largo de ellas deslizan datos sobre decenas más) para contar, en Inocentes, esos casos increíbles.
Dice Grisham: “Nuestro propósito con este libro es concienciar sobre
las condenas injustas y… ayuda a evitar que se produzcan más. Es un
esfuerzo por sacar a relucir algunas tácticas terribles y abusivas que
utilizan las autoridades para condenar a personas inocentes”. Como a fin
de cuentas Grisham no está contra el sistema, no dice lo que cualquier
lector puede encontrar en el libro: no son algunas tácticas
, sino un sistema podrido hasta la médula.
McCloskey, quien tampoco es opositor al gobierno estadunidense, pero que combate al sistema penal cotidianamente, lo dice más claro: “víctimas de un sistema penal sumamente fallido… Las condenas no obedecieron a errores involuntarios… No, tuvieron su origen en la mala praxis y el chantaje de las fuerzas del orden… a través de una amplia variedad de medios ilícitos”. Pero las 10 historias aquí contadas son excepciones, los condenados –casi todos negros pobres, algunos blancos pobres que eran soldados y marinos, una negra, excepcionalmente un blanco de clase media al que condenaron en buena medida por acusarlo de ser homosexual– fueron exonerados después de muchos años de estar encarcelados, pero la mayor parte de quienes están en su situación, siguen en prisión, en un país con penas exorbitantes para cualquier delito.
Existen dos elementos comunes en todas las historias contadas en el
libro y en las más de 100 que se sugieren: la corrupción y prepotencia
de las autoridades policiacas y judiciales, y la discriminación y el
racismo. Y aparece un tema que debe preocuparnos hoy: aunque soy
partidario sin reservas de que la Suprema Corte de Justicia sea electa
por voto popular, no estoy tan seguro de que deba ser así con los jueces
de distrito y así por el estilo: el ejemplo de la justicia a la americana es
terrorífico: los jueces, electos por voto popular, hacen política, y en
estados como Texas (el más recurrente en el libro), la hacen al
servicio de los prejuicios más rancios posibles. ¡Ay de aquel juez que
no actúe como si el mundo no tenga 5 mil años y no descendamos todos de
Adán y Eva! Perderá sin duda las siguientes elecciones. ¿Jurados
populares? Más allá de que puedan ser comprados o amenazados, el
chantaje policial y el aplastante poder del Estado (que recurre a
policías, forenses, expertos
y lo que sea) los pone casi siempre
de un solo lado, sobre todo en este tipo de casos, cuando los acusados
no pueden pagar a abogados ilustres ni a expertos
que contradigan
a los de la fiscalía. Si los acusados de estas historias volvieron a
salir libres fue porque asociaciones humanitarias con importantes
recursos económicos retomaron sus casos: sin ese dinero, seguirían todos
en la cárcel.
Casi termino, ¿ese país es la policía del mundo, ese país que nos amenaza, siendo el primer consumidor de droga y el primer vendedor de armas, se atreve a hablar de justicia? ¿El país con más ciudadanos propios en cárceles, el país de los 200 mil desaparecidos anuales? Termino con una última cita de John Grisham:
“Hay unos 2.3 millones de estadunidenses entre rejas, la tasa más alta jamás conocida. Encerramos a más conciudadanos que ningún otro país en toda la historia. Ello causa un perjuicio social y económico a nuestros ciudadanos más vulnerables: la gente pobre de color…
“Desde que comenzamos ‘la guerra contra las drogas’ en los años 70, el número de presos se ha disparado, mientras el consumo apenas ha disminuido… Hemos perdido la guerra contra las drogas… Los hombres negros, pobres y sin estudios son los más afectados por la encarcelación masiva.”
¡Viva Franco!Recordemos algunos sucesos relacionados con el desarrollo del franquismo en España a partir de 1936. En octubre de ese año, cuando la rebelión encabezada por el general Franco ya estaba en marcha, un hombre mutilado del cuerpo y también de la mente, el general Millán Astray, gritó al filósofo Miguel de Unamuno:
¡Muera la inteligencia!y
¡Viva la muerte!Por supuesto, Millán era partidario de Franco y aborrecía todo lo que significara progreso. Con sus histéricos gritos mostró la fetidez de su estupidez y su canto lúgubre a la muerte, todo lo cual era como la
filosofíadel franquismo.
Puedo citar más de 200 casos de crímenes de lesa humanidad efectuados
por las tropas y mercenarios franquistas. Citemos, por ejemplo, el caso
de Badajoz, ciudad extremeña ubicada en la frontera con Portugal. En
esa urbe una exigua tropa republicana resistió a los franquistas en la
segunda quincena de agosto de 1936 y terminó siendo derrotada por la
enorme superioridad que el ejército rebelde al mando del teniente
coronel Juan Yagüe. Comenzó entonces una represión infernal y se dio la
orden de fusilar a muchos contingentes de la población civil;
periodistas extranjeros narraron que ni siquiera podían dormir porque se
escuchaban constantemente los tremebundos ruidos de los fusilamientos
en cada noche de agosto. Gran parte de la población fue arrestada y se
la llevó a la plaza de toros donde fue acribillada con ráfagas de
ametralladora. La ciudad se convirtió en un escenario inundado de sangre
de los combatientes leales al gobierno republicano he incluso los
templos católicos fueron escenarios de la terrible matanza. Un
periodista estadunidense del New York Herald Tribune preguntó a Yagüe a qué se debía la represión contra muchos habitantes de la población. Yagüe contestó: por
supuesto que los matamos. ¿Qué quería usted, que llevara 4 mil
prisioneros rojos conmigo; eso no podía ser porque tenía que avanzar mi
columna a contrarreloj?, ¿o pensaba que los iba a soltar en la
retaguardia y que volvieran a Badajoz para hacerla otra vez roja?
Otro caso es el famoso de Guernica, ocurrido el 26 de abril de 1937. Era día de mercado y varios contingentes de la población civil acudieron al mismo, sobre todo campesinos que llevaban muchos de sus animales. Al mediodía y súbitamente el pueblo empezó a ser bombardeado por varios aviones alemanes de la llamada Legión Cóndor de filiación nazi y también por aviones italianos al servicio del fascismo mussoliniano. La ciudad quedó envuelta en llamas y fue destruida en sus tres cuartas partes. Se calcula que hubo cerca de 300 muertos y centenares de heridos. Fueron destruidos 271 edificios y debe recordarse que los nazis alemanes y los fascistas italianos constituyeron un apoyo decisivo para el ejército franquista, que quizá no hubiera vencido sin ese apoyo.
El general Emilio Mola, que encabezaba la rebelión junto con Franco, declaró que su ejército vencería, aunque tuviera que acabar con la mitad de los españoles. Una especie de gran discípulo de esos generales españoles es el gobernante israelí Benjamin Netanyahu que no pretende acabar con la mitad del pueblo palestino, sino con todos los palestinos.
El historiador inglés Paul Preston opina que Franco no era fascista sino algo peor. Preston publicó un libro sobre lo que llama El Holocausto español y apuntó el horror de ese terrible genocidio. En la época contemporánea debemos oponernos con lo máximo de nuestras energías a condenar toda clase de crímenes de lesa humanidad y combatir vigorosamente para que rija una democracia auténtica en las naciones y sea una realidad la solidaridad entre los seres humanos, aunque existan muchas diferencias ideológicas y culturales entre nosotros.
Cuando se grita ¡Viva Franco!
se expresa una apología de la
perversidad, el racismo, la xenofobia y el impulso a nuestra
extroversión de los impulsos más bajos que obstaculizan el florecimiento
humano.
Basta caminar unos centenares de metros para llegar al cementerio de la iglesia de Adolf Fredrik, donde una piedra con su firma grabada marca el lugar de su sepultura. Aquí estuvo enterrado en un tiempo René Descartes.
Igual que la mayor parte de los magnicidios, el asesinato de Olof Palme ha quedado hasta hoy en el misterio, como el de Kennedy, y sujeto, por tanto, a toda clase de teorías conspirativas. Pero alguien urdió aquella muerte, para sacar de por medio a un socialista que creó en Suecia uno de los más relevantes estados de bienestar de Europa, proclamó una política de independencia frente a las grandes potencias, poniendo los acentos críticos donde lo consideró justo, sin callarse nunca, y creyó en la justicia de las relaciones internacionales, solidario con los países del tercer mundo.
Me encontré con él por primera vez en 1981 en Estocolmo, cuando se hallaba en la oposición; tuvimos una muy larga conversación durante un desayuno, ansioso como se hallaba de conocer la situación de Nicaragua después del triunfo de la revolución, y me invitó a acompañarle a la marcha del 1º de Mayo por las calles de Estocolmo; al año siguiente su partido ganaría las elecciones parlamentarias, y volvió a ocupar el cargo de primer ministro, hasta su asesinato.
Viajó a Nicaragua en 1983, el mismo año de la visita del papa Juan
Pablo II, y lo acompañé en su gira por distintas poblaciones del país.
Al bajar del avión, vestido con un traje muy martajado por las largas
horas de viaje, pasó revista a la tropa de ceremonias, manteniendo
debajo del brazo el periódico que seguramente venía leyendo en el vuelo,
el paso para nada marcial, más bien el de un ciudadano de a pie que se
siente intimidado por la parafernalia de la guardia de honor, la banda
de música, la alfombra roja. Siempre me pareció que se escondía del
protocolo como de algo molesto, y banal. De vuelta en Estocolmo, después
de tres días entre nosotros, envió a través de Pierre Schori, uno de
sus íntimos colaboradores, un mensaje muy breve: Cuídense, se están alejando del pueblo
.
Una advertencia sabia, nacida de su aguda percepción. Justa y a la vez
extraña, porque iba dirigida a quienes se suponía conducían una
revolución popular.
No alejarse del pueblo, mantenerse en la ética, vivir en la
sencillez, lejos del boato palaciego. Era lo que también predicaba con
el ejemplo otro estadista socialista al que tuve la fortuna de tratar,
Bruno Kreisky, canciller federal de Austria. Me recibía en su austero
despacho de la Wallhausplatz, en Viena, y la última vez en su
apartamento de Grinzing, más austero aún que su despacho. No sé, porque
ahora tengo la sensación de que había poca luz, quizás porque las
cortinas estaban corridas, o porque fue atardeciendo sin darnos cuenta
mientras me contaba las historias del fin de la guerra mundial, y lo que
para Austria había significado la proclama de neutralidad tras
liberarse de los nazis, un regalo del cielo en un infierno de conflictos
hegemónicos. Y en 1988 me llamó desde Mallorca, donde se había
retirado, y donde murió, para felicitarme por el Premio Bruno Kreisky a
los Derechos Humanos que yo acababa de recibir en Viena junto con, entre
otros, Anton Lubowski, activista antiapartheid de Namibia, asesinado al año siguiente por el régimen de Sudáfrica, Benazir Bhutto, asesinada en Pakistán en 2007. Qué difícil debe resultar para ustedes ser la esperanza de los demás
, me dijo esa vez, como despedida.
En una de esas visitas a Viena, en 1983, me contó que Lawrence
Eagleburger, subsecretario de Estado de Estados Unidos, enviado especial
de Reagan, había estado hacía pocos días a verlo, ansioso de mostrarle
un legajo de documentos secretos donde le aseguró que se demostraba el
alineamiento de la revolución sandinista con el campo soviético. Yo le contesté que no soy curioso para leer papeles ajenos, que podía llevárselos
, me dijo, y alzó la cabeza para mirarme. Estén seguros de que mientras mantengan sus principios morales, estaré con ustedes.
Willy Brandt, Olof Palme y Bruno Kreisky. Tres grandes del escenario europeo de la posguerra a quienes tuve la fortuna de conocer durante mi paso por la vida política; socialdemócratas los tres. Conocí también, por mis funciones de gobierno, a los líderes de los países de Europa Oriental, los del llamado socialismo real, todos oscuros burócratas, carcamales que actuaban de lugartenientes de los otros carcamales del Kremlin, que se asomaban todos a divisar los desfiles desde el mausoleo de Lenin.
Ya he hablado de Willy Brandt, con quien me relacioné de primero, y a quien debí mi matrícula de socialdemócrata, cuando en los tiempos revueltos de la revolución de la que me tocó ser protagonista, aquella no dejaba de ser una mala fama frente a los feligreses de los recalcitrantes mitos ideológicos de la izquierda ortodoxa, ahora calcinados.
En 1978, cuando a la cabeza del Grupo de los Doce dejamos el exilio en Costa Rica para regresar a Nicaragua, en desafío de la orden de prisión de Somoza, Willy Brandt me envió una carta de respaldo, para que la hiciéramos pública, en busca seguramente de protegernos de alguna manera, metiéndonos como íbamos a meternos dentro de la boca misma del lobo. Esa orden de prisión era por los delitos de traición a la patria, terrorismo y asociación licita para de delinquir, más o menos los mismos que inventó para dictar otra orden de prisión contra mí la actual dictadura de Nicaragua, desterrarme y quitarme la nacionalidad.
Brandt visitó también Nicaragua en 1984, en su carácter de presidente de la Internacional Socialista, y volvimos a encontrarnos en Bonn, en la sede del SPD, su partido. Aquella vez de su viaje a Managua recuerdo que entre las preferencias de su programa quería visitar un cabaret, que no los había, y entonces improvisamos uno en un restaurante, con actuaciones de las orquestas tropicales de entonces, y nuestros cantantes más célebres, entre ellos Carlos y Luis Enrique Mejía Godoy y Norma Helena Gadea, y así pasó feliz la noche, amenizada con música y con ron.
Ellos, que creyeron con la misma pasión en el socialismo y en la democracia, encarnan a la Europa que supo ver lejos, hacia los parajes más oscuros del mundo, hacia la miseria, la opresión y la violencia, y hacia una idea de civilización compartida.
Es la cinta que inaugura lo que se llamó la añoranza porfiriana
,
cuyos ecos por momentos aún vibran en estos tiempos de
transformaciones, que no han dejado de soñar en los vestidos largos y
las coronas, los espadines y los kepis de antaño. Tiempos en que era Dios / omnipotente / y el señor don Porfirio Presidente / Tiempos ¡ay..! tan iguales al presente
, como cantara en su célebre corrido el poeta Renato Leduc.
Ayala Blanco nos recuerda en La aventura del cine mexicano que cuando Estados Unidos necesitó de un pasado legendario inventó al western, y cuando el avilacamachismo requirió la exaltación de un pasado legendario hizo
recircular por la sangre hemofílica de la dictadura, la efigie
idealizada del general Díaz, revivió los ejemplares polvosos de la época
.
Y el actor que sintetizó esa añoranza porfiriana como ninguno fue un cómico de genio: Joaquín Pardavé.
Si En tiempos de don Porfirio fue la cinta de mayor duración de su época con 160 minutos, ¡Ay, qué tiempos, señor don Simón!, protagonizada por Pardavé, fue un éxito de taquilla: se recaudaron en su estreno 17 mil pesos, superando así cualquier otra cinta estrenada hasta entonces. Quien colaboró en los diálogos fue un poeta: Neftalí Beltrán.
El pasado 20 de julio se cumplieron 70 años de la muerte de Joaquín Pardavé. Si nos atenemos sólo a los registros en YouTube de ¡Ay, qué tiempos, señor don Simón!; En tiempos de don Porfirio; México de mis recuerdos, El baisano Jalil, y El gran Makakikus, Pardavé está más vivo que nunca: es un actor millonario en espectadores.
Hijo de actores de zarzuela, conoció desde niño el oficio de las tablas. Y tal vez por esa combinación donde el ejercicio histriónico y la música confluyen no sólo fue actor, sino también un compositor reconocido. Una de sus canciones aún suele escucharse en varias regiones del país: Negra consentida ha sobrevivido al alud de los corridos tumbados, el reguetón y otros ritmos.
Telegrafista de ferrocarril en la estación Paredón, se incorporó al grupo de zarzuela de su tío Carlos, y después al de Josué Campillo. Debutó en La banda de las trompetas y tuvo una participación en la cinta Jalisco nunca pierde. Pero fue en México de mis recuerdos donde ganó un lugar entre el público con su personaje de Susanito Peñafiel y Somellera.
En un país donde históricamente la comedia tiene preponderancia, mantenerse en el ánimo del público entre tantos comediantes es todo un reto. ¿Por qué ha permanecido Pardavé?
Para el crítico de cine Antonio Valdés tres fueron sus líneas de acción actoral: la nostalgia porfiriana, la comedia familiar y la de los migrantes. Tres pistas que no han perdido actualidad. También es importante para su permanencia, me parece, su capacidad de adaptación. Hizo teatro de revista, cine, radio, televisión y le entró a la composición musical. Un actor muy completo que, aunque no se centró en un personaje como Cantinflas, con distintos rostros tocó la actualidad a partir del humor.
Lo dice bien Jorge Ayala Blanco: el cine, fanático de la vivencia,
artificio punzante, postula su propia responsabilidad de la forma:
asiste con mirada de fascinación a la decadencia de una civilización
prehistórica que nunca fue completamente nuestra, y asiste al
surgimiento de un hombre nuevo, lúcido y disponible, que jamás seremos.
El cine es el lugar en que se inmola la disidencia
.
En efecto, esta competencia ciclista es el más popular de los deportes en Francia. Es seguida por el público, a lo largo de su ruta día tras día durante las tres semanas de la carrera, que se aglutina al paso de los ídolos a orillas de los caminos desalojados de vehículos. Y como el circuito da la vuelta a Francia, espectadores de las más distintas regiones del país tienen la oportunidad de ovacionar a sus campeones cuando pasan por poblados cercanos.
Competencia ciclista masculina, aunque desde hace cuatro años tiene lugar un tour femenino, se inició en 1903 con el propósito de aumentar las ventas del diario deportivo L’Auto. Desde entonces, se realiza cada año con excepción de los años de las dos guerras mundiales.
Curiosamente, esta popular competencia deportiva tiene sus orígenes
en querellas políticas y enfrentamientos entre periódicos deportivos. A
finales del siglo XIX, el cotidiano Le Velo detenta el
monopolio de la prensa deportiva con sus 300 mil ejemplares. El jefe de
redacción, Pierre Giffard, toma posición por el capitán Dreyfus, lo cual
contraría a los industriales de la bicicleta, financieros del diario.
Jules-Albert de Dion, político de extrema derecha antidreyfusista, lanza
su diario, L’Auto-Velo, apoyado por los financieros. Henri
Desgrange, antiguo corredor ciclista y campeón del récord por hora,
nombrado director del periódico, en un proceso pierde el derecho a
titularse Auto-Velo. Temeroso de perder lectores apasionados por el ciclismo a causa de su título L’Auto, sin la palabra Velo, Desgrange
decide organizar una competencia que rebase las organizadas por su
rival. El periodista Géo Lefèvre propone crear una carrera que dé la
vuelta a Francia, y el 19 de enero de 1903, la cabeza principal de L’Auto anuncia la más grande prueba ciclista nunca organizada
.
La política y el chauvinismo seguirán inmiscuyéndose en la competencia durante sus primeros años: los espectadores de provincia rechazan la influencia parisiense y agreden a ciclistas originarios de otras regiones. El ideal de unión nacional tardará algunos años en imponerse. Y, si bien los políticos aprovechan el Tour para mostrarse y ayudar a su posible elección o relección, el Tour de Francia ha logrado escapar a partidismos políticos alcanzando así un estatuto universal, lo cual aumenta el prestigio de su vencedor, pues ninguna nación puede influir para que un ciclista originario de ella robe la victoria.
El triunfador del Tour es el ciclista que marca el tiempo total más débil del circuito completo. Pero existen otros trofeos secundarios: el de los sprinters, el de los trepadores en montaña, el de jóvenes menores de 25 años y el que se da al equipo ganador. En efecto, la competencia se organiza entre equipos, los cuales varían entre 20 y 22 cada año, y son compuestos por ocho corredores.
Difundido por la televisión en 190 países, es el tercer encuentro deportivo más seguido, después de los Juegos Olímpicos de verano y la Copa Mundial de futbol, pero mientras estas dos competencias tienen lugar cada cuatro años en distintos países, el Tour se lleva a cabo cada año en Francia, aunque sus últimas ediciones atraviesen la frontera y recorran algunos kilómetros en los países vecinos.
Abierto a todo mundo, sea cual sea el país de nacimiento, en la actualidad se cuentan hasta 40 nacionalidades. Existe, naturalmente, una condición: haber entrenado durante años. No existe ningún deporte ni arte alguno donde los laureles se obtengan por magia. Escribir, componer música o pintar una obra maestra requiere tanto esfuerzo como ganar una carrera automotriz, de natación o ciclista. Y esto es el ejemplo que dan a la juventud los campeones del Tour de Francia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario