Pedro Echeverría V.
1. Hay que entender que todos los gobiernos de la burguesía en el mundo son guardianes de la explotación capitalista, de las propiedades y ganancias de los ricos. Ocupan cargos de funcionarios comprometiéndose a castigar, incluso a asesinar sin pena, a aquellos que no se disciplinen al orden establecido. ¿Quién impone el orden y las leyes a respetar? Pues la misma clase gobernante que dice hacerlo “en nombre del pueblo” después de las siempre (muy manipuladas) elecciones. Todos los pueblos del mundo pudieron ser pacíficos, pero sin individualismo y desigualdad.
2. La clase gobernante usa dos métodos para someter a los gobernados: 1) usando la “ley del garrote”, que no es otra cosa que la represión brutal y el asesinato, y 2) Lo peor, el engaño, que es que confíes y que colabores- sin que nada te resuelvan. La ley garrote es de los gobiernos más ignorantes que con ello declaran que no pueden gobernar; por otro lado, la política de engaño prolonga la dominación, pero siempre se descubre y se denuncia como tramposa que busca enredar a la gente. Las dos son estrategias políticas que sirven al poder
3. Después de más de 60 años de dedicarme a la agitación política contra el sistema capitalista y sus gobiernos, nunca he visto a un grupo de cuates, amigos, compañeros, camaradas, que “por locura o irresponsabilidad” salgan a las calles a gritar justicia, libertad o igualdad o no represión. Tampoco he visto que los niños lloren o griten cuando son felices. En países avanzados los trabajadores aún protestan contra el capitalismo, por su destrucción; en países como México las demandas son limitadas, concretas, muy inmediatistas, no educan.
4. No creo en los lloriqueos por demandas inmediatas: suplicando diálogo, aumento salarial, atención a la salud, a la educación, etcétera, que incluso suelen conquistarse a medias para perderlas al otro día. Hasta hace 50 años las luchas por demandas inmediatas sólo era nuestro pretexto para movilizar e impulsar las demandas revolucionarias. Sólo nos servían para educar a la gente, para que camine hacia las demandas contra el capitalismo, para que las entienda y pase a la segunda etapa: las demandas máximas, revolucionarias: la lucha contra la explotación capitalista.
5. Pero el triunfo del electoralismo burgués nos vino a joder. El sistema electoral nació al mismo tiempo que México como nación y en el continente americano se consolidaba su independencia., en 1824. Nunca el llamado pueblo escogió o votó por nadie, pues la selección de mandatarios –entre liberales y conservadores- se hacía por la fuerza que tuvo el dictador Santa Ana, Benito Juárez, Porfirio Díaz. Se prolongó el sistema electoral dominado por una minoría de gobernantes y empresarios que manipularon a su antojo los votos.
6. Hoy las batallas no son armadas porque domina el capital. Quien tiene el capital tiene el gobierno, aunque se busque disfrazarlo con elecciones siempre manipuladas. Nunca en vida he visto un gobierno presidencial campesino, obrero, de clases bajas. Los gobiernos siempre han sido integrados por la burguesía o las clases medias acomodadas que obtuvieron títulos académicos. Por ese hecho, tiemblan cuando millares de gentes salen a la calle a protestar y exigir. Por ello siempre exigen castigo y orden contra ellos, por ello la terrorista “ley garrote” y la represión brutal. (30/VIII/22)
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