Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
En la única dictadura de la aldea global en donde los censurados estrenan programas, los perseguidos recorren México, los reprimidos llaman a golpes de Estado, los silenciados insultan al presidente y los que luchan contra la militarización se disfrazan de soldados, como describió muy bien el editor Poncho Gutiérrez, @PonchoGutz, tres consejeros del Instituto Nacional Electoral –Rita Bell López, Jorge Montaño y Claudia Zavala ordenaron al dictador Andrés Manuel “abstenerse de realizar manifestaciones o expresiones que, en cualquier modalidad, puedan constituir violencia política en razón de género contra Xóchitl Gálvez”.
Y el único tirano que cuenta con un amplísimo respaldo ciudadano en el quinto años de su gobierno, acaso sin precedente en la historia mexicana, solicitó de manera encarecida a sus presuntos censores –que acataron los lineamientos del Tribunal Electoral del Poder Judicial, y corrigieron así su propia determinación del 20 de julio de no conceder las medidas cautelares a Gálvez Ruiz con el argumento de que “se trataba de una dura crítica a la legisladora, pero no por su condición de mujer”–, solicitó al trío de funcionarios del INE “me digan qué fue lo que dije, según lo cual se trató de un agravio o hay violencia de género. ¿Qué? El otro día se comentaba que porque dije que era la candidata del bloque conservador, pues es cierto. ¿Y cuál es la violencia de género? ¿Qué no es cierto que es la candidata de Claudio X. González (Guajardo) y él fue el que hizo la consulta?”
A la espera de la respuesta de la Comisión de Quejas y Denuncias del INE, la aludida que cobra como senadora un espléndido sueldo que en tiempos de Emilio Gamboa Patrón y Enrique Peña Nieto era de medio millón de pesos mensuales con todas las prestaciones incluidas, pero que ejerce como “ante pre” candidata presidencial, reaccionó muy poco feminista, envalentonada: “¿No que muy machito?”. Y abundó desde Querétaro después de un recorrido en bicicleta (eléctrica) por la capital y en donde distintos transeúntes le gritaron “ratera”, que López Obrador y su equipo de comunicación “Tienen 12 horas para cumplir; estaré atenta”; exigió, además, a AMLO que se dirija a ella “con respeto, como lo hace con la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum”.
Modesta, sencillita, la supuesta indígena y trotsquista, exvendedora de gelatinas, que radica en las exclusivas Lomas como producto del esfuerzo individual, pero como practicante de la mitomanía no entiende que el respeto de nuestros semejantes no se solicita, se gana a pulso. Debe ser difícil para una legisladora que acostada en el piso del salón de sesiones del Senado, en medio de dos panistas, Gustavo Madero hace la finta de que se dispone a cruzarle la pierna sobre su cuerpo y ella estalla en carcajadas. O cuando frente a una veintena de periodistas y sin mediar pregunta, los interroga: “¿Ustedes saben que el café es afrodisiaco?” Nadie le contestó y la hidalguense muerta de risa explicó: “Sí, mi marido se toma el café y yo me encargo de los demás”. Ningún periodista sonrió siquiera. A su jefe Vicente Fox (2000-2006) le encantaban las bufonerías de Bertha Xóchitl y ella daba rienda suelta a su creatividad.
A esta altura de la contienda “ante pre” electoral hacia el primer domingo de junio del próximo año, resulta extraño que el presuntamente censurado insista tanto en ocuparse de Gálvez Ruiz porque todo indica, salvo su mejor opinión, que el proceso de desgaste, de desinflar el globo en que la dictadura mediática convirtió a la señora, es gradual pero persistente. ¿O acaso me equivoco?
Acuse de recibo
“Eduardo estoy de acuerdo contigo, después de una fuerte presencia en redes sociales y una enorme inversión, el empresario Ricardo Salinas Pliego logró convertirse en una referencia para cierto sector de la población con opiniones conservadoras en Twitter y YouTube, al estilo de un influencer político de los Estados Unidos. Ahora, con motivo del anuncio de los lineamientos de la Nueva Escuela Mexicana 2023-2024 y en la figura de uno de sus voceros, el lector de teleprompter Javier Alatorre, el dueño de Grupo Salinas declaró la guerra a la 4T por el ‘virus del comunismo’ que contienen los recién publicados libros de texto gratuitos de la SEP”… La opinión es del maestro en periodismo político en la Facultad de Ciencias Política de la UNAM, y el único cofundador del Grupo María Cristina que se mantiene en sus filas (https://www.aeinoticias.com/
http://www.forumenlinea.com/
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