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En el abanico de acciones inaceptables de esa élite gobernante guinda
ha destacado en días recientes la acometida de la campechana Layda
Sansores y el poblano Alejandro Armenta contra expresiones
periodísticas, a niveles cavernarios en el primer caso, con prohibición
incluso de que un acusado ejerza el periodismo durante un tiempo, además
de otras sanciones, y, en el segundo caso, con la aprobación de una
reforma penal que permite castigar, con multa y cárcel, a quien caiga en
el supuesto de practicar un ciberasedio
contra alguien.
Ante tales posturas censoras de dosgobernadores de la 4T, la presidenta Shein-baum dijo ayer en la Mañanera, sin entrar en detalles de cada expediente, que está en contra de cualquier forma de censura, en especial si ésta implica acciones penales. ¿Recularán Sansores y Armenta?, ¿simularán correcciones?, ¿se mantendrán en las posturas en las que han abundado en declaraciones?
Hasta ahora, el grueso de las acciones fuertes de los gobiernos de Estados Unidos y México han ido contra el cártel de Sinaloa y las fragmentaciones que se produjeron a partir del aún inexplicado episodio en que un hijo de El Chapo Guzmán y el legendario Ismael Zambada, El Mayo, acabaron aterrizando en un aeropuerto gringo, entregados a autoridades del vecino país, con todo lo que ello ha implicado.
Ayer, la mirilla rectora de Estados Unidos se posó en el otro cártel relevante de México, el Jalisco Nueva Generación y su líder formal, Nemesio Oseguera, conocido como El Mencho, de quien largamente se ha dicho que está muy enfermo, virtualmente incapacitado para ejercer el mando puntual de tan enorme empresa criminal.
El enfilamiento de acciones que deberán realizar Omar García Harfuch, el jefe policiaco claudista que justamente sufrió un atentado que en su momento fue atribuido al CJNG, y los jefes del Ejército y la Marina, son abiertamente asumidas como corresponsabilidad por las instancias estadunidenses de poder, tanto el Departamento del Tesoro como el embajador en México, Ronald Johnson.
El giro abierto contra el cártel jalisciense se produce entre
versiones de semanas anteriores respecto a una presunta alianza de la gente
de El Mencho con la rama familiar de El Chapo
que se quedó en Sinaloa para tratar de mantener el negocio a flote (la
otra rama familiar ya vive en Estados Unidos como parte de
entendimientos con Ovidio y Joaquín, también hijos del capo histórico,
Guzmán Loera).
Las probables operaciones binacionales contra la organización llamada las cuatro letras
implica una batida nacional, pues ambos grupos, con sus escisiones,
actúan y dominan virtualmente en todo el territorio nacional. Si Estados
Unidos decide algún día ir extraterritorialmente contra estas
organizaciones de terrorismo internacional
(según la tipología
trumpista), el campo de acción podría ser todo el país, no sólo Sinaloa y
Jalisco. La opción no extraterritorial consiste en que los mandos
mexicanos, bajo supervisión o en colaboración
con los estadunidenses, potencien esa nueva guerra contra el narcotráfico.
Astillas
Puro peso pesado en cuanto a liderazgo social y congruencia política en las propuestas presidenciales para consulados (en momentos tan críticos): el general Luis Rodríguez Bucio, ex comandante de la Guardia Nacional, a Dallas; el ex vocero de Francisco Labastida en la campaña priísta de 2000, Marco Bucio (rescatado en el sexenio de AMLO), a Nueva York, y los ex priístas Marco Antonio Mena, ex gobernador de Tlaxcala, a San Francisco, y Carlos Uriarte a Boston… ¡hasta mañana!
X: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, juliohdz@jornada.com.mx
última burla de Israel
de forma preventiva, bombardear Teherán y otras ciudades iraníes, porque, según dijo,
es inminenteque esa nación
utilice armas nuclearesen contra de Israel, lo que a todas luces es una más de sus inagotables patrañas, pues esta
denuncia(léase mentira descarada) la repite como loro desde hace no menos de cuatro décadas.
Distintos medios internacionales han documentado el carácter
repetitivo, agresivo y monotemático (siempre con disfraz de mártir por la causa judía
)
de este detestable personaje, quien desde sus distintos cargos
políticos (de embajador de Israel ante la ONU en 1984 a su actual
posición de primer ministro) ha repetido hasta el cansancio su versión
sobre la inminente posesión y uso de armas de destrucción masiva
por parte de Irán, y a pesar de que a lo largo de los años se ha
demostrado exactamente lo contrario, el gobierno estadunidense en turno
convenientemente no deja de comprar su bulo.
Por enésima ocasión, Netanyahu fue desmentido por los propios
servicios estadunidenses de espionaje. Días atrás, la directora de
Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, testificó ante el Congreso y no dejó lugar a dudas sobre el programa nuclear de Irán
, pues, dijo, el
país no está construyendo un arma nuclear y su líder supremo no ha
vuelto a autorizar el programa, que se encontraba inactivo a pesar de
que había enriquecido uranio a niveles más altos
(Univisión). Además, las
evaluaciones de inteligencia de Estados Unidos (concluyen) que Irán no
sólo no está buscando activamente un arma nuclear, sino que está a
(cuando menos) tres años de poder producirla
(CNN).
Más tardó Gabbard en decirlo que Trump en desautorizarla, porque, según él, se salió del guion, el suyo: No me importa lo que ella dijo
, porque Irán está muy cerca de tener una bomba nuclear
, y a partir de ahí lanzó su ultimátum final
( sic)
a esa nación históricamente agredida por Estados Unidos (sólo por
ejemplo, recuérdese el golpe de Estado de 1953 en contra del primer
ministro Mohammad Mosaddegh) y su perrito israelí, sin olvidar la
reciente amenaza de muerte al ayatollah Alí Jamenei, aunque por ahora no quiero que lo maten
.
El embajador de Irán en México, Rostam Adabinia, fue muy claro: Mi
país no comenzó este conflicto, pero está listo para una guerra larga;
Israel ha sido el mayor infractor de la Carta de Naciones Unidas y de
las normas internacionales; ésta es su última burla. Es una política
inhumana de Estados Unidos en Medio Oriente, que empezó con el apoyo a
la destrucción completa de Gaza, y en la nueva fase somos nosotros, pero
no el último
.
Desquiciado, y cada día más alejado de la realidad, Trump dijo ayer que puede que lo haga, puede que no. Quiero decir, nadie sabe lo que voy a hacer
(sobre ordenar un ataque militar estadunidense a Irán); no es demasiado
tarde para que ese país abandone su programa nuclear; nada es demasiado
tarde; puedo decir esto: Irán tiene muchos problemas; nada se acaba
hasta que se acaba, pero la próxima semana va a ser muy importante, tal
vez menos de una semana”.
Cierto es que sin la ayuda
(léase participación directa,
militar y financiera) de Estados Unidos, Israel no tendría su oprobioso
historial. Tampoco hubiera podido llevar a cabo el genocidio en Gaza ni
su permanente agresión al pueblo palestino y mucho menos su política
expansionista. Y los mismos ciudadanos israelíes que ayer se regocijaban
por los delitos de lesa humanidad cometidos por su gobierno y se
burlaban de la hambruna en la franja, hoy lloran en refugios o huyen del
país y se dicen agredidos. ¿Verdad que no es gracioso?
Trump y Netanyahu creen tener derecho a jugar con la vida de millones
de seres humanos, pero parecen no entender, o les vale, que si
finalmente desatan una conflagración regional o de plano la tercera
guerra mundial, entre los primeros muertos se contabilizará a ciudadanos
estadunidenses e israelíes, que al parecer, por la gracia divina
, se sienten intocables (hasta que la realidad los alcance).
Las rebanadas del pastel
Se preveía que en las primeras horas de hoy el huracán Erick
(ya categoría 2) tocará costas oaxaqueñas y guerrerenses, por lo que la
presidenta Sheinbaum llama a la población de esas áreas a permanecer
en sus hogares, y si viven en zonas bajas y cerca de cauces de ríos
acudir a los refugios dispuestos; el Plan DN-III-E y Marina están en
marcha
.
En medio de la sobreoferta musical que invade el planeta, Dantor es hoy un sexteto que parte y toma vuelo desde una pista muy amplia; y ya en pleno ascenso, desde el primer compás, todos ellos nos muestran una técnica instrumental impecable, una amplísima paleta de ritmos, colores y texturas; pero nunca, en ningún momento, esta amplitud de conceptos satura o enturbia las propuestas.
Dantor toma cuerpo y sustancia gracias a Daniel Torres (guitarra), Israel Torres (violín), Daniel Vadillo (piano y sintetizador), Aarón Cruz (bajo), Hiram Griss (batería) y Sebastián Bosch (ingeniero de audio). Con la disciplina de la música clásica y la intensidad orgánica del jazz, la banda conversa con las composiciones de Daniel desde un terreno muy cercano al virtuosismo. Así, las rolas tradicionales de México y el mundo adquieren nuevos rostros, nuevos diseños. Y todo ello, con una voz propia. Vale, pues.
Después de recorrer medio mundo, Dantor celebrará sus primeros 10 años de vida este 21 de junio, a las 19 horas, con un concierto en el Teatro de las Artes del Cenart (Río Churubusco esq. Calzada de Tlalpan).
Después de radicar cuatro años en la isla francesa de La Reunión, el contrabajista y productor Juan Pablo Aispuro regresó a México y de inmediato retomó el proyecto de Pitayo Music, el sello disquero especializado en jazz mexicano. Y en este mes ya presentó un nuevo álbum digital: Sesiones en la Casa del Árbol, Vol. 03.
Aispuro comenta que este álbum da continuidad a los compilados que
grabamos durante cinco semanas en la pandemia de 2020. Tenemos 147
registros sonoros con 22 músicos de la escena capitalina. El estudio de
Pitayo Music era un refugio sonoro en medio del encierro
.
El maestro Gabriel Puentes, uno de los bateristas más activos en las sesiones, comentó: Lo que grabamos no fue sólo música. Fue memoria viva en forma de sonido
.
Este tercer volumen reúne siete piezas improvisadas: 1. Rat boy blues: Francisco Lelo de Larrea (guitarra), Roberto Blanco (órgano), Gabriel Puentes (batería) 2. Expresso: Roberto Verástegui (piano), Roberto Blanco, Gabriel Puentes 3. Escalera: Beto Cobos (guitarra), Roberto Blanco, Gabriel Puentes 4. Intuición: Juanjo Gómez (guitarra), Juan Pablo Aispuro (contrabajo), Roberto Blanco, Gabriel Puentes. 5. Tanganyka: Juanjo Gómez, Gabriel Puentes 6. Tuxtla Gutiérrez Blues: Roberto Blanco, Gabriel Puentes 7. El contrincante: Juanjo Gómez, Juan Pablo Aispuro, Roberto Blanco, Gabriel Puentes.El álbum está disponible en Spotify.
Después de 11 años y medio, las sesiones mensuales de La Poesía del Jazz llegan a su fin. El próximo sábado 12 de julio, será el último concierto, a cargo del Iris Bringas Love Trío y del sorprendente Héctor Hellion. Además de la poesía del maestro y activista Juan Kamino Grajeda.
En estas juergas de música y poesía y café y tequila y vino tinto, que en los dos últimos meses registraron llenos totales, intervinieron también varios artistas plásticos, como Alfredo Arcos y Jazzamoart, y jazzistas tan importantes como Iraida Noriega, Enrique Nery, Héctor Infanzón, Alex Mercado, Aarón Cruz, Víctor Patrón, el Betuco, Abraham Barrera, Luri Molina, Diego Maroto, Patricia Carrión, Quinto Elemento y muchos otros etcéteras, imposibles de mencionar en esta nota.
Para el cierre del 12 de octubre, además de la garantía de Iris Bringas, se presentará Héctor Hellion, un chaval en verdad sorprendente, con solos virtuosos en la guitarra y el bajo eléctrico. Un músico fuera de serie que nos ha dejado un estupendo sabor de boca desde hace poco que lo conocimos.
Salud
A decir de las organizaciones (el Movimiento por Nuestros
Desaparecidos, que agrupa a más de 90 colectivos, la Unión y Red
Nacional de Búsqueda de Personas y el Contingente contra las
Desapariciones de Personas LGBT+), el esfuerzo de diálogo emprendido
desde abril pasado apunta a la construcción de consensos para enriquecer
la propuesta de reformas a las leyes General de Población, General en
Materia de Desaparición Forzada de Personas y del Sistema Nacional de
Búsqueda de Personas que la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el 24
de marzo. Tras reconocer la disposición por parte de las instancias de gobierno
que han venido participando en el diálogo, los colectivos señalaron en un comunicado que se ha abierto una oportunidad con este diálogo entre las familias y el Estado
, exhortaron al Congreso de la Unión a tomar en cuenta los acuerdos alcanzados en el momento de dictaminar las reformas y a mantener
el espíritu de incorporación de la mirada de las familias, colectivos y
plataformas que han trabajado durante estas semanas
e instaron a
todos los actores institucionales y sociales a atender los ejes de
trabajo impulsados: búsqueda y seguridad, identificación humana, bases
de datos y sistemas de información, bienestar y prevención.
No debe soslayarse la relevancia de lo logrado en los encuentros entre las familias y organizaciones y las representaciones del gobierno federal: es claro que un enfoque compartido y consensuado entre ambas partes resulta fundamental para avanzar en la superación de la dolorosa tragedia de las personas desaparecidas y de sus entornos familiares y sociales, una tragedia que atañe al conjunto de la sociedad y de las instituciones y que tras décadas de dolor y sufrimiento debe llegar a su fin.
Quienes padecen la desaparición de seres queridos no han cejado en su búsqueda –en condiciones por demás peligrosas y precarias–, en la organización, en la movilización y en la difusión de su causa; el Ejecutivo federal, por su parte, ha hecho su tarea, desde la iniciativa de reformas presentada por su titular hasta la incorporación a ellas de los puntos de vista de los colectivos. Ha sido un proceso ejemplar y resulta ineludible demandar al Legislativo que reconozca ese esfuerzo y que procese con la celeridad y la precisión que el tema amerita las modificaciones legales enriquecidas en este ejercicio de diálogo y escucha en el que ha destacado la buena fe y la voluntad de las partes.

preventivo, aduciendo que estaba fabricando armamento nuclear, con el cual pondría al mundo en condición de alto riesgo. Como siempre, Tel Aviv se dijo agraviado y argumentó que sólo estaba defendiéndose.
Benjamin Netanyahu arguyó el 15 de julio de 2025: No tendremos un
segundo holocausto, un holocausto nuclear. Ya tuvimos uno en el siglo
pasado. El Estado judío no permitirá que se cometa otro contra el pueblo
judío. No va a suceder
. Más tarde invocaría un viejo libro
religioso que sólo es válido para el pueblo elegido y lo autoriza a
matar a todo aquel que considere pone en peligro sus intereses.
La respuesta iraní fue de fuertes dimensiones, al grado de que muy pronto el premier israelí pidió a su patrocinador principal, el gobierno de Estados Unidos, que interviniera directamente en el conflicto armado.
Donald Trump reaccionó de inmediato, dejó plantados en Canadá a sus colegas del Grupo de los Siete (G-7) e invitados, para regresar de urgencia a la Casa Blanca y tomar el comando de su guerra.
Ya antes había quedado claro que la prolongación del genocidio en Palestina es decisión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte encabezada por Estados Unidos. Se volvió a patentizar ese hecho en Irán.
Hasta ahora, el magnate se había hecho pasar por mediador
,
tanto en Ucrania como en Palestina, pero la gravedad de que lo ocurre
con el tema iraní lo obligó a desenmascarase. Reclama nada menos la rendición incondicional
y acercó portaviones a la zona bélica.
Se mueve, dice la prensa, entre su proyecto MAGA (Make America Great Again) y su acrónimo TACO (Trump Always Chickens Out, es decir, Trump siempre se echa para atrás). Sin embargo, el mandatario estadunidense está recibiendo una gran lección de sus conciudadanos que le recuerdan: no eres rey.
La tercera guerra mundial asoma sus grandes orejas de monstruo nuclear. Los actores de este drama juegan con los derechos de la humanidad entera. Urge la solución pacífica, que no es otra que poner fin inmediato a las guerras impulsadas por Occidente y fortalecer la autoridad de los organismos de Naciones Unidas encargados de regir la convivencia civilizada.
José Enrique González Ruiz
Estos nuevos aranceles al acero mexicano no sólo perjudican a las
empresas de los países involucrados, también golpean directamente a los
trabajadores que día con día entregan un producto de la más alta calidad
mundial, y lo más grave es que esta estrategia se hace en nombre de una
seguridad nacional
estadunidense que en el fondo es una excusa
para mantener desequilibrios estructurales que benefician a unos
cuantos, porque no hay libre comercio posible cuando las condiciones
laborales son profundamente desiguales.
Es importante insistir en abrir la conversación sobre competencia leal porque Estados Unidos precisa reconocer que la verdadera ventaja competitiva de nuestrp está en su fuerza laboral: organizada, capacitada, resistente. Sin embargo, mientras no exista un compromiso real por igualar las condiciones laborales entre nuestros países, cualquier integración económica seguirá siendo asimétrica. Los mineros y obreros mexicanos que producen acero también en Estados Unidos –que alimenta las fábricas del medio oeste de ese país– lo hacen con jornadas larguísimas, sin la protección sindical que gozan sus compañeros del norte (o siendo timados por algunos sindicatos charros) y cobrando una fracción de lo que allá se paga por el mismo trabajo. De ahí que la lucha que sostenemos desde el Sindicato Minero, que me honro en presidir, sea incansable e inquebrantable: estamos hablando de sentar precedente para millones de trabajadores y sus familias en México y en toda Norteamérica.
La salida no es aislarse, sino colaborar. No es cerrar fronteras, sino abrirlas bajo reglas más claras y justas. Es hora de que los gobiernos de América del Norte asuman que una integración económica verdadera exige también una integración en materia de derechos laborales, salarios dignos y justicia social. No puede haber productividad sostenible sin dignidad para quienes hacen posible la producción.
La industria minera y siderúrgica mexicana es, muchas veces, invisible para quienes disfrutan sus beneficios, pero son sus trabajadores quienes mantienen el esqueleto de la economía nacional. Hablar de este sector no es hablar de una industria más: hablamos de la industria de la transformación. Así debe reconocerse porque transforma la roca en estructura, la chatarra en futuro, la energía en movilidad, y porque transforma también la vida de millones de familias que viven de lo que otros prefieren ignorar: el trabajo manual, el esfuerzo físico diario, el riesgo y el sacrificio.
Pocos sectores contribuyen al bienestar nacional (e internacional) más directamente que éste. Es el inicio de todo: sin acero, no hay carreteras, hospitales, escuelas, trenes, aviones, coches, puentes ni herramientas. La riqueza nacional empieza aquí, en el subsuelo y en los talleres donde se forja el acero. Y dicha riqueza tiene nombre y apellido: la clase trabajadora minera y siderúrgica de México.
Imponer aranceles al acero mexicano no sólo es injusto, es una estrategia equivocada. Ataca el corazón de las cadenas de valor integradas, que han convertido a América del Norte en una región competitiva. Cada tonelada que deja de cruzar la frontera retrasa una entrega, encarece una maquinaria, frena una obra, complica una exportación. Las fábricas de autopartes, las constructoras, las ensambladoras, los talleres medianos y pequeños: todos resienten las consecuencias de una medida que no toma en cuenta los niveles de interdependencia alcanzados.
Si los aranceles continúan, no se protegerá el acero norteamericano, pero sí se pondrá en riesgo la recuperación económica regional; se debilitará la alianza estratégica entre México, Estados Unidos y Canadá, y se afectará a miles de empleos en ambos lados de las fronteras. El precio lo pagarán los productores, los consumidores, los gobiernos y las comunidades enteras que viven del acero y de lo que el acero hace posible. Por eso considero a esta medida como falta de visión y sensibilidad.
No es momento de dar pasos atrás. Debemos reconocer el valor de quienes sí han cumplido: los trabajadores mexicanos de la industria que está en continua transformación. Ellos piden justicia e igualdad de condiciones. Un terreno parejo donde competir sea posible, no a costa de la explotación, sino con base en la calidad, el esfuerzo y el profesionalismo.
Que se escuche claro: sin justicia laboral no hay integración. Sin respeto mutuo no hay alianza estratégica. Y sin acero mexicano, no hay industria de transformación que resista.
mexicana que nació donde le vino en gana, en referencia a su oriundez argentina; y ejercía la indómita alegría que cantaba Gardel:
La vida fulera, tan injusta y maula / nos ha hecho rebeldes como los gorriones; / que mueren de rabia dentro de una jaula / mas llenan las plazas de alegres canciones.
Nacida en la provincia de Tucumán, desde joven se dedicó a la
comprensión de la realidad para la emancipación humana a través de unir
dos atributos: una luminosa capacidad intelectual y un afable carácter,
que la hacían pensar con lucidez y humor. Así, muy joven, interesada por
la amplitud tensa de los peronismos, cuando los militantes cantaban la Marcha peronista, Ana Ri (como la conocían sus alumnos en Acatlán) se preguntaba sonriente si el verso donde decían combatir al capital
se refería a las oligarquías o al libro de Marx. Empero, sin
sectarismos, siempre ejerció una militancia de izquierdas capaz de
detectar las condiciones reales; a los compañeros de ruta valiosos
(peronistas o no) y, muy importante, al adversario mayor.
Esa inteligencia y postura política, empero, son peligrosas en tiempos de canallas en el poder. Su llegada a México en 1975, a los 22 años, no fue destino sino salvavidas: como muchos latinoamericanos que escaparon de la cruenta y prolongada represión anticomunista –ya sea la oficial de las dictaduras o la larvada de grupúsculos afines–, Ana Ri asumió a su nuevo país con la mejor gratitud: lo hizo tan suyo como la patria grande lo es para todos en ella.
Ese quiebre biográfico se tornó en rector de su pensamiento: el huir de la violencia inenarrable y salvar la vida, mas no la calma, que se debilita cuando se es víctima de una injusticia tan vil como oficial. Su llegada a la UNAM implicó un doble refugio, contra la sed de sangre de la dictadura argentina y para el ejercicio de la crítica y el pensamiento, donde su mentor, el filósofo hispano-mexicano Adolfo Sánchez Vázquez –también blanco de persecución fascista–, ejerció influencia crucial. Ana Ri irrumpió en la academia con una lectura innovadora de Kant y Hegel, pero al haber sorteado la represión en un país solidario hacia afuera y contradictorio hacia adentro, dos cuestiones constituyeron las claves de su filosofía: pensar a la violencia y a la nación.
Su trabajo presentado como tesis de doctorado en 1991 y convertido en libro en el año de la insurgencia zapatista, que apareció titulado El marxismo y la cuestión nacional, versaba sobre las características de ese eje problemático que era la nación en un momento clave. El vendaval neoliberal había destrozado las formas de la politicidad de las clases subalternas y era preciso buscar en la totalidad del complejo social la punta de lanza que permitía resistir y avanzar frente a aquel giro violento dado por el capital. Enfrentar aquello supuso repensar el camino recorrido por el marxismo y en el libro en cuestión, la filósofa demostró con creces la viabilidad de rearticular el binomio democracia y nación, frente al imperio totalizante del mercado.
Deseosa de contribuir con su esfuerzo teórico, insistió en que clase y nación eran elementos que no podían ser escindidos a menos de que se cediera al encierro economicista. Por el contrario (como han señalado sus alumnos Enrique Sandoval o Sandra Vanina), para ella el hecho nacional expresaba articulaciones de las dimensiones económicas, políticas y culturas de la modernidad en su dimensión abstracta (libertad e igualdad para los propietarios privados), siempre en el marco de formas sociales específicas y concretas donde los mitos colectivos, las herencias productivas, las dimensiones religiosas y étnicas conviven contradictoriamente.
De tal manera que la nación era cuestión abierta
a la disputa
por los grupos populares. Operando desde la tradición gramsciana, Ana Ri
se colocó desde la trinchera que miraba la posibilidad de una hegemonía
nacional-popular como aquella que podía tanto revertir lo destruido por
el capital, como avanzar, en un proyecto de largo alcance, hacia una
nueva construcción societal en clave democrática y de mayorías. Fiel a
su gramscianismo, entendió siempre el privilegio de la política. Es este
punto, el que hace su obra no un recuerdo de anticuario, sino una
herencia viva (quizá más que nunca), a la espera de ser empleada para
enfrentar los combates de nuestro tiempo.
Para Diego y Tamara
*Autor del libro Las raíces del Movimiento Regeneración Nacional
**Investigador UAM. Autor de En el medio día de la revolución
Lo curioso es que quienes fueron responsables, en el pasado sexenio, de dar forma y contenido al marco curricular común del bachillerato, no sólo aplicaron el método, sino que incluso agregaron, de su parte, que las unidades de conocimiento, se organicen bajo tres categorías que inventaron, a saber: experiencias; vivir aquí y ahora y estar juntos y una serie de subtemas. Pero, además, como les corría el tiempo ya que empezaron dos años antes de que terminara el régimen de López Obrador, no sometieron su experimento a la necesaria prueba de pilotaje, lo que me parece una increíble irresponsabilidad frente a millones de jóvenes. A mi juicio, esta reforma no toma en cuenta, aunque aparentemente así lo pretenda, ni la situación de los jóvenes que hoy requieren urgentemente análisis frente a problemas éticos como los de la violencia, el narcotráfico, la discriminación de clase, sexo y raza, la violación de los derechos humanos, el cambio de valores, etcétera. Tampoco que se requieren clases íntegras de lógica para distinguir un discurso racional y otro falaz o de introducción a la filosofía para cuestionarse sobre lo que debería ser una sociedad justa, el valor de las utopías, las ideologías, la formación de un pensamiento crítico y otros temas.
En el congreso se presentaron mesas sobre la falta de una renovación y actualización de la didáctica; de la aplicación de las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial; de la importancia de utilizar los recursos de las artes escénicas y sobre los valores y fines de la educación involucrados. En este sentido, en mi intervención pregunté cuál era el currículo escondido tras la reforma propuesta o, en otras palabras, cuál era su idea de país involucrada. Para ello, me referí, a algunos ejemplos de nuestra historia como la implantación del positivismo en la República restaurada en la que claramente Gabino Barreda consideró y Benito Juárez aceptó que no se podía avanzar a la nueva etapa de la sociedad mediante una mentalidad religiosa basada en la repetición de la Biblia y Aristóteles, sino que se requería una juventud formada en la ciencia, y es por ello que se fundó la Escuela Nacional Preparatoria con bases positivistas.
En esto Barreda no se equivocaba, aunque sí en no aceptar las siguientes innovaciones de la ciencia como fue la propuesta de Darwin, entre otros autores.
Otro ejemplo fue el de la educación socialista implantada en tiempos de Lázaro Cárdenas como una concepción científica y humanista que contribuyó al fortalecimiento del Estado en un tiempo extraordinariamente difícil y que implicó el inicio de la Segunda Guerra Mundial y finalmente, el neoliberalismo cuyos efectos persisten hoy y que ha tenido un objetivo preciso: convertir los bienes sociales en mercancía, entre ellos la educación, y al mismo tiempo, convertir al país en maquiladora. Y si esto era así, se preguntaron, ¿para que querían la filosofía y las humanidades? Pero, mientras Felipe Calderón lo hizo con torpeza y se le obligó a reponer las materias filosóficas y humanísticas en el bachillerato, los artífices de que hablamos encontraron la forma de continuar el camino trazado mediante el recurso a la transversalidad disfrazada de humanismo mexicano. Ahora que se inicia una nueva etapa, esperamos que las resoluciones de este congreso tengan como resultado la incorporación de las disciplinas filosóficas, pero no sin llevar a cabo también una profunda autocrítica que implique una renovación temática y didáctica, porque si no ocurre se realizará el lema de Lampedusa: que todo cambie para que todo siga igual.
* Profesor-investigador de la UAM-I
tierra de los libres( the land of the free), la escena protagonizada la semana pasada por el senador Alex Padilla sacudió conciencias y expuso con crudeza las contradicciones más profundas del modelo migratorio estadunidense.
En un hecho insólito, Padilla –primer latino en representar a California en el Senado federal– fue reducido, esposado y obligado a tirarse al suelo por agentes de seguridad tras intentar, de forma pacífica, formular una pregunta a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, durante una rueda de prensa. El senador buscaba interpelarla sobre la represión ejercida durante las masivas protestas en Los Ángeles, convocadas para rechazar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) y la ofensiva antinmigrante, que concluyeron con cientos de arrestos y réplicas del descontento en decenas de ciudades de EU.
El momento, captado en video, lo muestra gritando con claridad: Soy el senador Alex Padilla. Tengo preguntas para la secretaria
,
mientras era arrastrado fuera del recinto. Su intervención no fue
violenta, ni disruptiva, ni amenazante. Fue, en realidad, el último
recurso de un representante electo que se niega a guardar silencio
mientras su pueblo –compuesto mayoritariamente por personas de origen
mexicano y centroamericano– sufre las consecuencias de una política cada
vez más despiadada.
El gesto de Padilla contrasta con el mutismo –y aún peor, con la complicidad– de los legisladores de origen cubano que hoy ocupan escaños en Washington. Lejos de alzar la voz por su gente o mediar en favor de quienes fueron invitados por el gobierno estadunidense a emigrar bajo el mecanismo de parole humanitario, estos congresistas han optado por alinearse con las estrategias más duras, represivas y crueles del trumpismo migratorio.
¿Qué han hecho los políticos anticubanos para detener la expulsión
masiva de cubanos que llegaron a Estados Unidos con la promesa de una
nueva vida?
, se preguntaba recientemente el vicecanciller Carlos
Fernández de Cossío. La respuesta es tan simple como alarmante: nada.
Peor aún, han respaldado –explícita o implícitamente– la suspensión del
Cuba, Haití, Nicaragua, Venezuela Parole Program (CHNV, por sus siglas
en inglés), la criminalización de los migrantes y la inclusión de Cuba
en la lista de países patrocinadores del terrorismo, medida que ha
obstaculizado más las reunificaciones familiares.
El CHNV fue una iniciativa de la administración Biden, vigente entre enero de 2023 y 2025, que ofrecía una vía legal temporal de hasta dos años para ciudadanos de esos cuatro países que se encontraban fuera de EU. Intentó –y en parte logró– aliviar la presión sobre la frontera sur. El presidente Trump decretó su eliminación definitiva, dejando a más de 530 mil personas en situación irregular y expuestas a deportaciones.
Figuras como María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart o Carlos
Giménez han preferido utilizar su capital político para avivar campañas
de odio contra la isla, impulsar cruzadas propagandísticas contra
cualquier forma de diálogo, y mantener una retórica de mano dura
que les reporta beneficios electorales, pero que deja en el abandono a
miles de compatriotas. A medida que cubanos son detenidos, expulsados o
forzados a esconderse, sus supuestos portavoces callan o aplauden a
Trump, más interesados en ascender en el aparato del poder que en honrar
el mandato de quienes los eligieron.
Carlos Giménez, quien ha insistido en convencer al Congreso de la
existencia de bases militares chinas en Cuba para justificar una
aventura militar contra la isla, se ha erigido como uno de los más
fervientes defensores de las políticas migratorias de línea dura
impulsadas por Trump. Declaró en X: La fallida política de fronteras
abiertas de Biden permitió que miles de delincuentes y pandilleros
ingresaran a nuestro país, dejándonos la tarea de solucionar el
problema... La decisión de la Corte Suprema [de eliminar el programa
CHNV] es la ley del país y debemos respetarla
(https://acortar.link/b4yiyg).
La diferencia entre Padilla y los congresistas cubanoestadunidenses no es meramente ideológica. Es, ante todo, una diferencia ética. Padilla arriesga su integridad en defensa de los latinos, incluso a costa del abuso institucional. Los otros ensayan discursos contradictorios, mientras permiten –o promueven– que familias sean separadas, que migrantes sean devueltos sin garantías legales y que los derechos más elementales sean pisoteados. (La comunidad mexicano-estadunidense de Los Ángeles salió a defender a sus compatriotas, mientras los cubanoestadunidenses de Miami han permanecido callados en casa.)
Este episodio ha dejado en evidencia que no todos los representantes latinos ejercen su cargo con el mismo decoro. Algunos comprenden que el poder político debe servir para proteger a sus comunidades, denunciar abusos y exigir justicia. Otros, en cambio, han traicionado a los suyos. La historia acabará por ubicar a cada cual en su lugar, aunque los hechos ya han hablado con nitidez: un senador latino que dignifica a su pueblo, frente a una bancada que ha optado por el silencio –o la obediencia– mientras los cubanos son cazados en las cortes migratorias y expulsados, incluso a destinos tan extremos como Sudán del Sur.
Hoy vamos de cacería.Con estas palabras, Tom Homan –el zar del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés)– arengaba a sus hombres en la mañana del 6 de junio para emprender otra redada masiva contra trabajadores inmigrantes –en su mayoría mexicanos– en dos condados cercanos a la ciudad de Los Ángeles. Las imágenes de las detenciones sin órdenes judiciales –captadas por los celulares de transeúntes y equipos de televisión– se viralizaron en cuestión de minutos. Horas después, un centenar de manifestantes, convocados por organismos dedicados a la defensa de los derechos de los migrantes, se dieron cita en el Centro Metropolitano de Detención para protestar contra la violencia policiaca y recordar a los detenidos –a través de megáfonos– sus derechos constitucionales. La alcaldesa de la ciudad, Karen Moss, expresó su consternación por la brutalidad de los agentes del ICE, a quienes acusó de
sembrar el terroren una
orgullosa ciudad de migrantes.
El segundo llamado para impedir las redadas y las detenciones ilegales resultó insólito. Al día siguiente, miles de manifestantes se reunieron en el Downtown de Los Ángeles para impugnar las deportaciones (a la fecha suman ya más de 50 mil mexicanos forzados al regreso). Había de todo ahí: miembros de las comunidades de origen mexicano ondeando banderas tricolores; militantes de la izquierda organizada, como los grupos Antifa; consejeros y diputados del Partido Demócrata; estudiantes que meses antes habían marchado en las protestas pro Palestina. Esta vez la respuesta provino directamente de Washington. La Casa Blanca, pasando por encima de la jurisdicción local, envió dos mil miembros de la Guardia Nacional para reprimir las movilizaciones, que ya se habían extendido a lo largo de varias ciudades en el estado de California.
La acción policiaca fue inclemente: balas de goma –de las que horadan los ojos–; bastones inmovilizadores –que se emplean para torturar el ganado–; gas lacrimógeno paralizante. Junto con decenas de manifestantes, una reportera australiana fue herida gravemente en la pierna (el gobierno de Australia acaba de demandar a la Guardia Nacional por interdecir la libertad de expresión). La izquierda más radical respondió con sus medios: quema de coches, barricadas, piedras y cocteles molotov. El primado de los medios y las redes digitales nos hace olvidar que la última (y definitiva) instancia que define la relación entre el poder y la resistencia se encuentra en la calle.
La maquinaria mediática de la persecución se movilizó de inmediato.
Uno no puede dejar de recordar en estas ocasiones la definición que
propone Gilles Deleuze de los medios masivos de comunicación: máquinas de guerra
. El mismo Trump se encargó de encender las llamas al tildar a los manifestantes de insurrectos
y agentes de una invasión
(por las banderas mexicanas). La escena ideal para reafirmar la invención del enemigo interno
actual: los migrantes latinos. (Tres días después, frente a la pregunta
de si sabía de alguna invasión a Estados Unidos, el jefe de las fuerzas
armadas respondió irónicamente –revirando a Trump–, que sólo se trataba de gente buena muy molesta
).
Kristi Noem, la actual Secretaria de Seguridad, se presentó
personalmente en una redada, fusil en mano, para realizar una detención
frente a las cámaras de los noticieros. Y Fox News dilapidó horas y
horas de pantalla en primetime para estigmatizar a Los Ángeles como una ciudad descuidada
y corrupta
, en la que el “ideal americano” había zozobrado por la presencia de los migrantes
.
Lo insólito fue la contraofensiva del movimiento. El 9 de junio las protestas se extendieron a múltiples ciudades de la unión. Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles. Las banderas mexicanas ondeaban por doquier. El debate no se hizo esperar: ¿convenía ondear la bandera tricolor, dada la actual xenofobia del establishment, o desfavorecía la causa de los migrantes? La resistencia contra la policía, ¿contenía la represión o la incrementaba?
La experiencia estadunidense es muy singular al respecto. Una cuantiosa historiografía sobre los años 60 afirma que el consenso en torno al ethos creado por el movimiento de los derechos civiles no sólo fue posible gracias al pacifismo de Martin Luther King, sino sobre todo a la firmeza de Malcolm X. En sus últimas intervenciones, antes de su asesinato, no dejó de repetir una frase que de alguna manera fijó una parte del guion de esa historia: “Si queman nuestros cuerpos –se refería a los linchamientos de negros perpetrados por el Ku Klux Klan–, arderán sus ciudades”. Y así sucedió en 1968, después del asesinato de Luther King.
Es común en Estados Unidos ver banderas de cualquier parte ondeando
en público. Hace poco, las ucranias aludían al apoyo militar a Kiev. Las
pro israelíes son frecuentes, sobre todo en Nueva York. Ni hablar,
recientemente, de la enseña palestina. La bandera mexicana ondea en las
festividades del 5 de mayo y en las procesiones de diciembre. Sólo que
ahora se trataba de un símbolo de identidad en la resistencia. Eso es lo
que encendió la ira de la ultraderecha. Dejemos la hipocresía a un
lado. Como escribe Wendy González, los mexicanos ilegales en Estados
Unidos son seres sin Estado
: abandonados por el Estado mexicano y
nulificados por el estadunidense, han urdido una extraordinaria
identidad propia que les ha permitido devenir gradualmente un sujeto
político.
Al mismo tiempo, las empresas del sector financiero que operan en México no solamente se mantienen, como dice el Banco de México, sólidas y resilientes por sus altos niveles de capitalización y liquidez, sino que sus resultados revelan que en momentos difíciles para la economía mexicana y para los mexicanos, a ellas les va muy bien. En el primer cuatrimestre de 2025, los bancos privados que operan en México tuvieron 100 mil 292 millones de pesos de utilidades, monto sin precedente desde que hay registros al respecto. Este monto fue 3.25 por ciento mayor al del año pasado, que había registrado cifras históricas también. Los siete bancos más grandes, BBVA, Santander, Banorte, Banamex, HSBC, Scotiabank e Inbursa, concentraron 74 por ciento del total de utilidades del sistema bancario.
Al igual que los bancos, las 10 Afore que operan en México obtuvieron en el primer cuatrimestre una ganancia de 6 mil 396 mil millones de pesos, monto histórico que se logró luego de que el gobierno de la 4T impuso un tope a las comisiones que cobran estas empresas por manejar los recursos de sus clientes. El primer registro de las ganancias de estas administradoras fue en 1997, y este año superaron las utilidades logradas históricamente para un primer cuatrimestre. Pese al tope y a la difícil situación económica que vivimos, estas empresas que manejan los fondos para el retiro de los trabajadores resultan extremadamente rentables.
Por el lado de las finanzas públicas también se observan dificultades. Del lado del gasto, al primer cuatrimestre se erogaron 3 billones 129 millones de pesos, cifra menor en 4.7 por ciento respecto a 2024, lo que registra un gasto 216 mil millones de pesos menor al comprometido ante la Cámara de Diputados. La caída se registra en el gasto programable, en tanto que en el gasto no programable, en el que se incorpora el costo financiero de la deuda pública, hubo un aumento de 4.6 por ciento. Del lado de los ingresos, se registraron ingresos tributarios por 2.62 billones y no tributarios por 315 mil millones. El déficit fiscal, en consecuencia, ha cumplido con lo establecido en el paquete económico.
Así que mientras el gobierno federal muestra un comportamiento financieramente restrictivo, ya que ha reducido el gasto, registrando incluso subejercicios, al tiempo que los ingresos públicos se han comportado mejor de lo esperado, y en el país se reducen las exportaciones, disminuye la inversión pública y privada, se contrae el crédito, cae el consumo, menos trabajadores se registran en el IMSS y hay una reducción del empleo en las empresas maquiladoras, bajan las ventas de automóviles nuevos, la producción industrial también se retrae, mientras los bancos y las Afore ganan juntas 107 mil 688 millones de pesos.
De modo que vivimos situaciones encontradas: esfuerzos de las empresas privadas para amortiguar el impacto de las condiciones recesivas en curso y esfuerzos del gobierno federal para cumplir con el paquete económico comprometido, al tiempo que las empresas financieras que operan en México viven en bonanza económica. En este elocuente escenario contrastante, es necesario incorporar las condiciones políticas y, en particular, las restricciones que la construcción neoliberal de la economía y de las finanzas públicas siguen imponiendo a amplios sectores de la población.
Frente a las demandas planteadas por el magisterio democrático, que ilustran las dificultades de amplios sectores de la población, a las que el gobierno ha señalado que no existe capacidad presupuestal para responder adecuadamente a demandas reconocidas como justas, los bancos y las Afore, con sus resultados, han demostrado que existe capacidad para ampliar los recursos fiscales y, de implementarse los cambios necesarios, habría condiciones e presupuestales para resolver lo que conviene a la sociedad. El gobierno decidió apoyarse en aliados tácticos, los empresarios, rechazando a sus aliados estratégicos, los maestros democráticos. En el contraste, apostó no por los que menos tienen, sino por los que ganan más.
Meléndrez Luévano formó parte del Comité Central del partido, junto a figuras destacadas como Arnoldo Martínez Verdugo, Gilberto Rincón Gallardo y Gerardo Unzueta, todos ellos hombres excepcionales y fundamentales en la historia de la izquierda mexicana.
El joven Samuel Meléndrez recuerda sus primeros trazos con crayolas y lápices de colores como si fuera ayer. Tenía entre 5 y 6 años cuando esbozó sus primeras líneas y llenó de colores las posibilidades de su mundo. Su espontaneidad infantil fue su forma de expresión para contar historias y explorar su entorno, y así comenzó su viaje por el arte. Pasó por la Escuela de Formación Artística Infantil del Instituto Nacional de Bellas Artes, que ofrecía una educación de alta calidad para niños, lo que fue fundamental en su formación artística. Después de vivir en el extranjero durante dos años, Samuel Meléndrez cursó la secundaria en la Ciudad de México y, antes del terremoto de 1985, regresó a su natal Guadalajara para terminar de estudiar la preparatoria. Había llegado el momento de decidir su futuro académico y profesional. La búsqueda de una carrera se complicó y profundizó cuando descubrió que su pasión por el dibujo y la pintura había resurgido, lo que lo llevó a replantear sus decisiones anteriores y modificar su camino.
Aunque no terminó la carrera en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara, Meléndrez tiene referencias importantes en su aprendizaje, como Javier Campos Cabello, a quien se rindió un homenaje retrospectivo en el Museo Cabañas y es considerado maestro del tenebrismo. También se inspira en artistas como Paul Delvaux, Giorgio de Chirico, con sus cielos profundos, densos y despejados, y René Magritte, así como en el pintor, grabador y caricaturista Manuel Ahumada.
Samuel encontró su estilo cuando enfocó su trabajo en el paisaje urbano; se considera un adicto a las ciudades, donde descubre la belleza oculta que se encuentra más allá de la publicidad y la industria. Su verdadera pasión radica en capturar la esencia de la arquitectura, ya que es una forma de rendir un homenaje a la memoria y el pasado. A través de su obra, intenta preservar el legado arquitectónico de la ciudad que pinta. Su obra combina el realismo y el hiperrealismo con elementos surrealistas y metafísicos de la primera mitad del siglo XX, lo que crea un universo paralelo que parece pertenecer a un mundo ficticio, provocando una sensación de extrañeza. Meléndrez tiene un amor profundo por la fotografía y una fijación con la proyección de sombras a partir de las estructuras.
Las piezas de Meléndrez son una reflexión sobre la dolorosa conciencia del paso del tiempo y su impacto en nuestra existencia. El artista considera que una de las mayores tragedias humanas reside en la constante vocación por el tiempo perdido: momentos valiosos y memorias irrecuperables. Su obra funciona como un recordatorio de los fantasmas del pasado, capturando el instante en que el tiempo parece detenerse; así, el espacio y el silencio cobran vida a través de sus pinturas, que buscan preservar lo efímero y darle un significado a lo que ya no está.
Samuel Meléndrez pinta edificios que están cargados de vivencias y recuerdos y logra, a través de la arquitectura y la memoria, obtener una manera de vencer la incertidumbre que define nuestro presente.
Uno lo lleva consigo
, me dijo Juan Soriano a propósito de
nuestro país una día del verano de 1975. Juan dibujaba un burro bajo un
árbol en el legendario taller de litografía de Peter Bramsen. Alberto
Gironella me había invitado a visitar el lugar donde tantos pintores
mexicanos han tenido la suerte de trabajar. En esa época, Soriano aún
residía en Roma y sólo pasaba una corta temporada en París a causa de un
contrato de la firma Olivetti. Esta empresa ofrecería a su principal
clientela un álbum de litografía de este gran artista mexicano como
regalo navideño. El abuso perfeccionista de Juan, llevado al extremo del
vicio, lo hacía dibujar el burro una y otra vez, corrigiendo aquí y
allá una pata, la cola, la cabeza, y casi un rebuzno, tan vivo parecía
el asno. Y como el tiempo pasaba, las estaciones cambiaban y las hojas
del árbol, que daban sombra al animal, tomaban tonos ocres y dorados
antes de caer de sus ramas y anunciar su renacimiento con nuevos brotes.
A causa, sin duda, de una de esas leyes secretas que rigen el azar, Juan me escogió como discípula, a pesar de no tener ninguna vocación por la pedagogía, inclinación de la cual reía sin ocultar su desdén por el profesorado.
Así, mientras él dibujaba y desdibujaba su burro y su sombra, yo le hacía la detallada narración de mi vida en México. Juan, sin duda, harto de mis obsesiones, se burló de esos relatos que, muy probablemente, lo aburrían, y me propuso el desafío de Rastignac, personaje de Balzac que, desde lo alto de la colina del cementerio, donde acaba de ser el único asistente al entierro del viejo Goriot, reta a la sociedad y a París con una frase: “ A nous deux maintenant” .
–Si quieres conocer París, tienes que darle vuelta a la página.
Tiempo después, quizá para compartir un secreto que podría contribuir a mi educación, me dijo: De todos modos, no se deja a México, se lo lleva consigo
.
Medio siglo después de cruzar el Atlántico, recuerdo con nitidez, como si fuese apenas ayer, las primeras imágenes que tuve de París: su firmamento azul de una claridad deslumbrante, la regularidad de la talla de sus edificios, la majestad del Pont Alexandre, los relieves del Arco del Triunfo, el agua grisácea del Sena donde se refleja el azul del cielo.
Durante todos estos años, esquivé preguntarme qué me perdí de vivir
en México. Sólo puedo saber qué me habría perdido de no haber vivido en
París. En cuanto a la cuestión sobre el porqué de lo que algunos
califican de exilio, durante la inauguración de una muestra de sus
fotografías, Juan Rulfo respondió en mi lugar a un curioso: Vilma no dejó México, sólo está de viaje
.
Carlos Montemayor, sentado en la terraza del Louvre, se preguntó en voz alta cómo podía yo saber tanto de México fuera del país tantos años. Traté de explicarle que no eran pocos los amigos y conocidos que pasaban por París y me platicaban de México y de sus vidas. La gente hace confidencias cuando está de viaje, como si hablara con una persona que no volverá a ver.
Salí de México porque no toleré una ruptura amorosa.
A causa del consejo de Henrique González Casanova, de venir a ver el paso de la Historia en Europa.
Porque no soportaba el machismo.
Porque buscaba un espacio de libertad que me daba la distancia.
Porque la lejanía acelera el paso del tiempo necesario para obtener la perspectiva indispensable para escribir lo pasado.
Porque la nostalgia deja de ser lo que fue.
Porque gozo de una libertad, la más preciosa y la más deseable, la de pensar por sí mismo. Y no, como cantaba Edith Piaf: “ non, je ne regrette rien”.
A Jacques
Trump dejó estrepitosamente lareunión del G-7 antes de su inauguración diciendo que era necesario desalojar a los 9 millones de habitantes de Teherán. Al escribir este artículo Trump todavía no había admitido la participación directa de Estados Un en este conflicto, pero prácticamente todos los analistas imparciales coinciden en que, sin su apoyo, el gobierno de Israel no hubiera podido cometer el genocidio en Palestina y mucho menos intentar destruir a Irán.
Pero Trump no sólo es destructivo en el mundo, sino también en su
propio país. Inició su arremetida contra la salud nombrando a Robert
Kennedy Junior secretario de Salud y Servicios Humanos, la máxima
autoridad en salud en EU. Kennedy es un conocido antivacunas
, que
tiene opiniones sobre muchos temas estrictamente de ciencia médica sin
contar con formación en ellos. Ha causado muchos problemas al despedir
el personal técnico de sus departamentos probablemente bajo la presión
de la oficina de Elon Musk, DOGE, para recortar todo lo posible y
ahorrar dinero para el gobierno. Tan catastróficos han sido los recortes
de personal, que ha tenido que recontratar el personal despedido para
no dejar funciones claves del sistema de salud sin ejecutarse. Para no
quedar solo en esta destrucción de la llamada salud internacional visitó
Argentina, donde se reunió con Milei, quien también sacó a su país de
la Organización Mundial de Salud (OMS). Se puede criticar a la OMS por
su conducta en muchos terrenos y su dependencia financiera de
fundaciones privadas y otros organismos internacionales que le impone su
agenda. Sin embargo, negar tajantemente su papel como coordinador de
varias acciones cruciales es un abuso con posibles efectos graves.
En el plano doméstico sobresalen las intenciones de recortar el gasto de salud, que es uno de los terrenos de acción estatal más apreciado por la población; cuestión que se mostró en la elección que lo llevó al gobierno en 2017. Incluso varios analistas consideran que su ataque al presidente Obama y Obamacare durante su primer gobierno tuvieron efectos graves en su campaña contra Biden. Por ello, en la campaña que lo llevó al triunfo en 2024 evitó mencionar Obamacare y utilizó el nombre oficial Medicaid y ACA. La ACA establece protecciones para pacientes, amplía la cobertura de seguros médicos y ofrece opciones asequibles para obtener atención médica. ACA y Medicaid disminuyó el número de personas sin seguro médico en millones de personas, especialmente entre los más pobres.
El Big Beautiful Bill (el gran y hermoso proyecto de ley) de Trump, que es su propuesta para el nuevo presupuesto, anuncia recortes muy importantes para salud y los organismos internacionales en este campo. Pasó por ambas cámaras del Congreso, a pesar de que una encuesta sobre esta ley demostró que se consideró desfavorable por dos tercios de la población encuestada. Esta ley significa la más importante restricción para la población pobre, desempleada o discapacitada en cuanto al acceso a los servicios médicos vía un seguro de salud e incluso a los apoyos nutricionales. El mercado competitivo de compra de seguros impulsado por el Estado también tendría más restricciones, lo que dificultaría aún más el acceso a un seguro, que es el mecanismo regular de acceder a los servicios de salud en Estados Unidos.
La Oficina de Presupuesto del Congreso calcula que unos 11 millones de personas perderían su seguro con la aprobación de la ley. Según la misma fuente, con el tiempo los efectos serían más importantes con las provisiones legales que afectan Medicaid y personas con seguros comprados con el mecanismo de ACA. De esta manera llegarían a 16 millones de personas en 2034. No queda totalmente aclarado cómo la ley afectaría el Medicare, que es un seguro complementario para los adultos mayores, pero aparentemente su gasto en medicamentos se incrementaría. El tema de las medicinas está cruzado por los aranceles que Trump piensa imponer a las importaciones de India y otros países.
Tanto el drama de Irán que está en marcha como el acceso a los servicios de salud en EU son una guerra contra los y las prescindibles.
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