La Selva Maya
Es la segunda reserva natural más importante después de la amazonia y los gobiernos de México, Guatemala y Belice firmaron la Declaración de Calakmul para protegerla. El acuerdo busca preservar la riqueza natural de 5.7 millones de hectáreas de la Gran Selva Maya distribuidas en los tres países. La presidenta Sheinbaum destacó que es la primera vez que los tres mandatarios se reúnen con un objetivo común. El presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, resaltó la riqueza cultural y natural compartida, mientras el primer ministro beliceño, Johnny Briceño, afirmó que las fronteras políticas no dividen, sino que unen en favor del planeta.
¿Error de captura?
Después del escándalo de sus vacaciones en Portugal, el secretario de Educación, Mario Delgado, se ha visto envuelto en otra situación comprometida. Adquirió un inmueble en el conocido centro comercial de Reforma 222 de la Ciudad de México y en su declaración patrimonial expresó que le costó 1.5 millones de pesos. Sin embargo, una investigación periodística puso a descubierto que tiene un valor de 15 millones. El funcionario aclaró que se trató de un “error de captura”. Se “comió” tres dígitos. Es difícil creer que fue un simple error. El tema es delicado y amerita una mayor explicación porque compró el inmueble a finales del año pasado, al terminar la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum, de la cual fue coordinador en su calidad de presidente de Morena y se manejó mucho dinero. Seguramente Claudia fue la primera sorprendida. Cuentas claras y el chocolate caliente ¿o cómo era?
Díselo a Claudia
Asunto: muelleros de Veracruz
Petición de los muelleros portuarios veracruzanos a la señora Presidenta para que el gobierno federal que encabeza nos liquide propiedades, inmuebles, maquinaria y equipo portuario que anticonstitucionalmente y antijurídicamente requisó Carlos Salinas de Gortari y hasta la fecha el gobierno federal los tiene bajo su jurisdicción. Por favor, recuerde que también somos pueblo.
Valente Rodríguez Ariza valente.rodriguez.ariza@gmail.com
Twiteratti
Es increíble la cantidad de tonterías que circulan en redes sociales, pero algunas van más allá de cualquier límite. Vean lo que escribió este politólogo panista que se presenta como ligado a la Universidad de Guadalajara y el ITAM: “Muy probablemente la invasión estadunidense a México iniciará el 19 de agosto, (mañana), día en el que Norma Piña, ministra presidenta de la legítima SCJN, anunció una sesión extraordinaria. Al estilo de Juárez, Piña se declarará presidenta, Washington la reconocerá y Trump ordenará el ataque”.
Emilio Vallejo Rangel-Larios @EmilioVallejoRL”
FaceBook: galvanochoaTiktok: galvanochoa,X: @galvanochoa,Instagram: galvanochoa,Correo: galvanochoa@gmail.com
La división entre el presidente en turno, Luis Arce, y el ex presidente indigenista Evo Morales (quien promovió el voto nulo) llevó al MAS a una participación electoral marginal, deshonrosa, aunada a los malos resultados de la administración del propio Arce. La sorpresa no fue el desalojo del poder de esa maltrecha izquierda, sino la colocación como puntero del senador Rodrigo Paz Pereira (Partido Demócrata Cristiano), hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora. En segundo lugar, según los datos disponibles a la hora de cerrar esta columna, quedaría Jorge Quiroga, conocido como Tuto, quien fue mandatario de Bolivia durante un año, al solicitar licencia en 2001 el entonces titular, Hugo Banzer.
Así como en Argentina los continuos y desatendidos problemas internos del progresismo, y su reflejo en el mal gobernar, la corrupción y el infundado triunfalismo abrieron paso a opciones llegadas al ridículo como la de Javier Milei, en Bolivia ha sido de antología el esfuerzo de los líderes del MAS para obstruir la continuidad de un fatigoso y disparejo esfuerzo de cambio estructural y dar pie al arribo de alternativas al servicio de las élites, con la vista puesta en la fuerte disminución de apoyos sociales, la privatización de cuanto sea posible y la entrega de recursos naturales (litio, entre ellos) al extranjero.
En México, la llamada Cuarta Transformación debería tomar nota clara de lo sucedido en Bolivia. No debería permitir la normalización de la corrupción, el oportunismo, la demagogia, las cuentas trucadas, la censura a ciudadanos, la soberbia de la nueva clase política dominante, la pretensión de una dualidad en el máximo poder y el neoliberalismo disfrazado de polos de desarrollo, entre otros puntos candentes.
A propósito de Argentina: la vestimenta militar resulta irresistible para algunos personajes, como Felipe Calderón Hinojosa, que el 3 de enero de 2007 apareció en Apatzingán con gorra y casaca verde olivo (ésta, sumamente holgada y con persistencia caricatural hasta la fecha) para impulsar presencialmente la “guerra contra el narcotráfico” que había declarado el 10 de diciembre de 2006 al enviar al Ejército a la Operación Conjunta Michoacán e iniciar el largo camino oscuro en el que aún sobrevive la nación, aun con cambio de siglas y políticos en el poder.
Calderón buscaba un motivo de distracción nacional respecto a las fuertes acusaciones de fraude electoral y, a la vez, engancharse, como mecanismo de protección subordinada, a las políticas de control de Washington relacionadas con los cárteles no estadunidenses. El entonces gobernador, Lázaro Cárdenas Batel, habría pedido ayuda a Calderón, según ha asegurado éste, ante el desbordado poder de La familia michoacana (uno de los capos de este grupo, Servando Gómez Martínez, apodado La Tuta, ahora en poder de Estados Unidos, fue señalado en tratos políticos y económicos con Luisa María Calderón, Cocoa, sobre todo durante su campaña panista por el gobierno de esa entidad).
Pues bien, Javier Milei, la estrambótica figura que preside Argentina, ha aparecido en Buenos Aires con uniforme militar. Se ha camuflado durante un desayuno oficial con el Regimiento de Granaderos a Caballo, en compañía de su aún ministro de Defensa, Luis Petri, quien la víspera había sido confirmado como candidato a diputado. Siempre desequilibrado, el estrafalario libertario que proclama con estridencia una guerra contra el Estado, decidió aparecer con indumentaria castrense cuando él está arreciando en Argentina el uso de la fuerza contra las crecientes protestas por las políticas económicas de asfixia y recorte a las clases populares y beneficios a las élites locales y extranjeras. ¡Hasta mañana!
X : @julioastillero,Facebook: Julio Astillero,juliohdz@jornada.com.mx
La Universidad Nacional Autónoma de México era en ese entonces más nacional que autónoma. El acrónimo que todos conocemos hubiera sido más certero escrito con la A minúscula (UNaM). Algunos me dirán: ¿Y cuándo creció la A?, pero sería una larga y enjundiosa discusión para este día, en que me concreto a exponer un hecho irrebatible.
¿Por qué la universidad de los años 50 era plenamente merecedora del adjetivo “nacional”?, pues simplemente porque su población estudiantil contaba con jóvenes originarios de todos los estados y territorios que constituían la Federación mexicana.
CU era una torre de Babel en la que se hablaban todos los dialectos imaginables y, sin embargo, tanto parlantes como oyentes se entendían. Si el idioma no era problema, tampoco la complexión física, el color de la epidermis o los rasgos corporales. Menos aún el vestuario, el calzado: sandalias, tenis, botas vaqueras causaban el interés de quienes calzaban diferente y, en ocasiones, los que tenían “con qué” encargaban botas de tacón a los norteños.
Por supuesto, también se daban enfrentamientos individuales o de grupo, pero nunca vi a alguien sacar un arma blanca (o de otro color). Tampoco patear a un caído o denunciar a un rival ganador. De estas reyertas surgieron hasta buenas amistades.
De la autonomía no se oía hablar sino en tiempos de cambio de autoridades (directores o rector). Todo candidato que no contaba con el apoyo oficial dentro la universidad, o en la cúspide del gobierno nacional, exigía que la sucesión respectiva tomara en cuenta la opinión de estudiantes, profesores y personal administrativo y de servicio.
La autonomía, palabra que en la universidad nunca se explicaba o simplemente se mencionaba, en esta época era una constante cantaleta. Surgían mantas y carteles: “La UNAM es de todos. El voto también. ¡Viva la autonomía!” Y entre dientes: “Lo que hicieron en Córdoba, ahora lo haremos mejor nosotros. Esos cabrones veracruzanos no pueden superarnos”. ¡¿Quién les iba explicar que Córdoba era Argentina y no Veracruz?! Y todavía más, cuando se hablaba de la batalla que, por razones semejantes, se había librado en nuestro país, y que el 29 de mayo había conseguido del presidente Portes Gil el reconocimiento de la autonomía de la universidad nacional, no era de todos, ni siquiera de los maestros, plenamente entendible.
Una vez más el espacio no me permite terminar la breve reseña de la universidad de aquellos ayeres, ni describir nuestro tugurio en el que estábamos tan orgullosos por haber comenzado a conocer el mundo. Necio, como he sido, insistiré sobre el tema el próximo lunes.
Ahora sólo quiero compartir el gusto de haber tratado a un contemporáneo de excepción: Rodrigo Moya. Fue, creo, un viernes en extremo lluvioso, en la estación ferroviaria de Buenavista; yo acababa de echarme un solidario e incendiario discurso desde la chimenea de una locomotora y dos garrudos rieleros trataban de bajarme. Desde allí vi que unos obreros tenían detenido a un joven fotógrafo, al que le exigían la acreditación que él no tenía… De nueva cuenta mi impericia me pone en conflicto. Prometo que no sólo acabaré mis relatos, sino que trataré de eliminar de ellos el verbo continuaré.
Trump hizo una lectura sesgada y convenenciera de las funciones de Guardia Nacional. Desde su peculiar punto de vista, hay una emergencia nacional, determinada por el crimen y el desorden, que la policía no puede controlar. Las estadísticas señalan que salvo en algunos barrios, los delitos se han reducido gracias a diferentes programas de entrenamiento y el trabajo conjunto entre las organizaciones locales y la policía.
Entonces, ¿por qué el invento de que en esas y otras ciudades el crimen ha desbordado la policía? La respuesta que explica la premura de Trump es acallar y reprimir las crecientes protestas en contra de la desmedida y arbitraria forma de las autoridades migratorias de arremeter contra de miles de ciudadanos por considerar que pudieran ser indocumentados o criminales peligrosos. Para cumplir con su promesa de “limpiar el país de criminales”, Trump inventó la excusa de la “incapacidad y negativa de gobiernos locales” y llamó a los militares a realizar un trabajo que no es ni debiera ser su obligación, y para el cual no están capacitados.
El segundo tema es la reunión entre Trump y Vladimir Putin, presidente de Rusia, para discutir el cese de hostilidades entre Rusia y Ucrania, a la que paradójicamente no fue invitado el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. El escepticismo de varios observadores sobre el éxito del encuentro se confirmó desde el momento en que Trump se negó a informar sobre los “no acuerdos” (sic). Al parecer, el magnate apuesta a que Zelensky acepte ratificar la anexión de Crimea y otros territorios ucranios, como Putin ha insistido, para cesar las hostilidades. Es evidente que si Zelensky accede a esta indigna propuesta, es muy probable que se le acuse de traición.
Por lo pronto no se concretó el motivo principal de la reunión y la gestión de la paz con la que Trump soñó para ganar el premio Nobel, sigue siendo una quimera.
La ENIGH estima un total de 38,830,230 hogares en 2024, 12.88% más que en 2018, y una población de 130,226,218 personas (52.1 mujeres y 47.9 hombres), 5.16% más que en 2018. El promedio de integrantes por hogar es de 3.35 personas (3.60 en 2018), de las cuales 2.20 perciben un ingreso (2.38 en 2018) (gráfico 1).
El ingreso trimestral total promedio de los hogares fue en 2024 de 81,920 pesos, de los cuales 77,864 (95.0%) fueron ingreso corriente y 4,056 (5.0%) percepciones financieras y de capital (gráfico 2).
El ingreso corriente de los hogares (77,864 pesos trimestrales), aumentó 15.7% real en el sexenio, no obstante la contracción económica por la pandemia (gráfico 3).
De sus componentes, el ingreso por trabajo representó en 2024 el 65.6% del total (67.3 en 2018) y aumentó 12.8% en el periodo; las transferencias representaron el 17.7% (15.3 en 2018) y aumentaron 33.7%; la estimación del alquiler de la vivienda representó el 11.6% (11.4 en 2018) y creció 18.3%; la renta de la propiedad significó el 4.9% (5.9 en 2018) con un decrecimiento de -3.4%; y otros son en ambos años el 0.1.
Por deciles de hogares, el 10% de menor ingreso (decil I) promediaron 16,795 pesos trimestrales de ingreso corriente (5,598 pesos mensuales) en 2024, mientras que el 10% de los hogares de más alto ingreso (decil X) promediaron un ingreso trimestral de 236,095 pesos (78,698 mensuales), una brecha aún abismal. Sin embargo, se observa un importante avance redistributivo: entre 2018 y 2024 el ingreso del decil I aumentó 35.9%, el II en 29.6, el III en 26.8, el IV en 25%,... (gráfico 4) bajando en el decil IX a 16.1% y en el decil X a 4.2%.
Comparando, en 2018 el ingreso del decil X era 18.3 veces más que el decil I, y en 2024 sólo 14.1 veces (gráfico 5); en 2018 el ingreso del decil X era 1.6 veces superior al ingreso de la mitad de los hogares (deciles I a V) y en 2024 bajó a 1.3 veces. El impulso al salario mínimo y las transferencias vía programas sociales han mejorado la distribución del ingreso. No obstante, subsiste una enorme concentración en el 10% superior (determinada por el 1%) de los hogares que requiere una acción fiscal más progresiva en los muy altos ingresos.
El coeficiente de Gini, que va de 0 (equidistribución total) a 1 (concentración total) da también cuenta del avance. Este indicador de concentración sin incluir transferencias bajó de 0.475 en 2018 a 0.450 en 2024, y con transferencias de 0.426 a 0.391.
UNIDAD TECNICA DE ECONOMIA S.A de C.V. CDMX Tel/fax 5135 6765 unite@i.com.mx
nuevo balance moral? // Ataque hepático y corifeos cómplices
Sobran los corifeos de la oposición que, a raíz de tal informe, cínicamente se empeñan en decir que el aumento al salario mínimo “inició” en el gobierno de Enrique Peña Nieto. ¿En serio? La estadística oficial (Inegi) revela que en ese sexenio el aumento nominal acumulado del mini ingreso fue de 40 por ciento, con una inflación de 27.87, es decir, ese “incremento” ni lejanamente fue “el inicio” de la “recuperación”. De hecho, fue más de lo mismo, porque no hay que olvidar que una de las principales políticas públicas del régimen neoliberal fue la brutal “contención” del salario de los trabajadores.
Algo más: del sexenio de Vicente Fox al de Peña Nieto, el “crecimiento” nominal acumulado del salario mínimo fue de 132 por ciento, con una inflación de 114, lo que en términos reales quiere decir que el “avance” se tradujo en migajas para el ingreso de los trabajadores.
Con López Obrador, el aumento nominal acumulado al salario mínimo fue de 182 por ciento, con inflación de 34, de tal suerte que el incremento fue real y decisivo para que millones de mexicanos salieran de la pobreza. Además, en 2019 creó el salario mínimo para la zona de la frontera norte que pasó de 176.72 pesos diarios en ese año a 374.89 al cierre sexenal (avance de poco más de 112 por ciento).
Y para el primer año del nuevo gobierno, el mini ingreso general aumentó a 278.80 y a 419.88 en la zona de la frontera norte, de tal suerte que el incremento nominal desde López Obrador a la fecha acumula un avance de 215.5 por ciento, con una inflación en el periodo (hasta julio pasado) de 36.65, de tal suerte que aquello que la “recuperación” del salario mínimo “inició” con Peña Nieto no sólo es una tomadura de pelo, sino una total mentira, por muchas ganas que le echen los corifeos.
Ayer, en gira de trabajo por el estado de México, la presidenta Sheinbaum subrayó que “la pobreza en el país está en su nivel más bajo de los últimos 40 años; en ese periodo no había disminuido realmente la pobreza; al contrario, se incrementó y ahora este resultado muestra que el porcentaje de la población en situación de pobreza es el menor en las últimas cuatro décadas. ¿Qué fue lo que ocurrió en estos seis años en el país? Pues cambió el modelo de desarrollo, que se centró en el aumento histórico del salario mínimo, sin provocar inflación, y elevó el salario medio del Instituto Mexicano del Seguro Social a su máximo nivel”.
En el régimen neoliberal cuatro fueron los programas “estrellas” (la misma gata, pero revolcada) destinados a “combatir la pobreza”: Solidaridad (Pronasol, “un nuevo balance moral en la sociedad”, presumía el innombrable), con Carlos Salinas de Gortari en Los Pinos; Progresa, con el “demócrata” Ernesto Zedillo; Oportunidades, con Vicente Fox, Felipe Calderón y un tramo de Enrique Peña Nieto; y Prospera a partir de 2014, con él mismo. A ellos se destinaron multimillonarios recursos del erario, que sólo fueron una fuente inagotable de corrupción, mentiras y propaganda, pues la pobreza no dejó de aumentar.
El 2 de diciembre de 1988, Salinas de Gortari anunció su Programa Nacional de Solidaridad (algunos de los corifeos de hoy gozaron de sus prebendas al ocupar cargos de primer nivel) y dijo que “sólo un programa de gran envergadura social permitirá moderar opulencia e indigencia en nuestro país”. De él, surgieron los demás (Progresa, Oportunidades y Prospera), en cuyo ejercicio acumulado se logró todo lo contrario, pues en ese periodo el número de pobres en el país se incrementó en alrededor de 20 millones de mexicanos, mientras la opulencia de una minoría creció como la espuma.
De hecho, en 2016 el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval, hoy muy llorado por los corifeos) informó que tras los cuatro programas gubernamentales para “combatir la pobreza” 80 por ciento de los mexicanos se encontraba en “situación socialmente vulnerable”, de tal suerte que en el periodo neoliberal el cacareado “nuevo balance moral en la sociedad”, producto de la “modernización”, resultó ser escalofriante.
Las rebanadas del pastel
Pero hoy los corifeos pregonan: “fue Enrique Peña Nieto”.
Cuando primero se impulsó el proyecto neoliberal con Reagan en los 80, el músico Frank Zappa famosamente advirtió que “la amenaza más grande que enfrenta Estados Unidos no es el comunismo, es que el país se mueve hacia el fascismo teocrático”. Todos los días avanza ese proyecto antidemocrático y este país se empapa de odio, crueldad y mediocridad oficial.
Todo esto es nuevo y no. Es reciente que estas fuerzas ultraderechistas hayan tomado el control de las tres ramas del gobierno federal, por ahora. No es novedoso el ataque violento antimigrante, el cual tiene varios precedentes: durante la presidencia de Dwight Eisenhower se realizó lo que algunos conocen como la deportación masiva más grande en la historia del país, en la cual se expulsó con tácticas militares a entre 300 mil y 1.3 millones de mexicanos (no hay consenso sobre el número) en la llamada Operación Espalda Mojada (Wetback); en los 30 se expulsó a entre 300 mil hasta 2 millones de mexicanos, entre ellos miles de ciudadanos estadunidenses. Este país encarceló en campos de concentración a más de 120 mil estadunidenses de ascendencia japonesa, familias enteras, con la justificación de la guerra contra Japón, y más recientemente bajo presidentes de ambos partidos se multiplicaron las expulsiones de inmigrantes, algo que le ganó el apodo de “deportador en jefe” a Obama.
Todas estas operaciones y políticas fueron nutridas por la xenofobia y el racismo. En años recientes, eso se ha enfocado sobre los mexicanos y los latinoamericanos, pero antes le tocó a irlandeses, italianos, chinos y judíos, y ni hablar de los descendientes de los africanos que llegaron contra su voluntad como esclavos. Toda esa historia está presente en esta coyuntura.
Más allá de que la derecha siempre ha utilizado a los más vulnerables como chivo expiatorio y para dividir a las sociedades; no es coincidencia que ese ataque es contra inmigrantes y sus aliados, quienes históricamente democratizaron, y siguen haciéndolo, a este país. Encabezaron las grandes luchas por los derechos de los trabajadores, de las mujeres, por educación, vivienda digna, acceso a la salud.
Los irlandeses, italianos, alemanes, judíos, afroestadunidenses, latinos y caribeños construyeron no sólo al país, sino a los grandes sindicatos, organizaciones comunitarias, periódicos y otros medios, y ni hablar de toda la cultura –música, literatura, cine y televisión– (las películas western de cowboys que son parte de la mítica fundamental de lo que es ser “american” fueron creadas por inmigrantes judíos europeos que jamás vivieron en ese universo, por ejemplo). Se desempeñaron como dirigentes de corrientes anarquistas, socialistas, comunistas, socialdemócratas, algunas de las cuales continúan hoy. Los inmigrantes y sus aliados impulsaron las luchas históricas, como las de los ferrocarrileros, las del IWW en textileras y minas a principios del siglo pasado (aliados de los Flores Magón) y antes de eso el movimiento por la jornada de ocho horas que se festeja alrededor del mundo (pero no aquí) el primero de mayo, las de los trabajadores automotrices, siderúrgicos, mineros, estibadores, servicios y hoteles y, por supuesto, los jornaleros en los campos.
Con razón el proyecto de “hacer America grande otra vez” busca expulsar, controlar, amedrentar y perseguir a los herederos de esa gran corriente democratizadora nutrida todos los días por inmigrantes desde los inicios de este país hasta hoy. El futuro depende de esa lucha democratizadora, otra vez más, es el fénix estadunidense (y por eso lo quieren enjaular).
Lin Manuel-Miranda, K’naan, Residente et al. Immigrants (We get the Job done). https://www.youtube.com/watch?v=6_35a7sn6ds
Morena no debe, es decir, no puede llegar a una reforma como la que se ha planteado desde la Presidencia de la República en las condiciones actuales, sería una burla para quienes creyeron y entregaron su confianza a la 4T y no sólo para la militancia activa. Seguir a Morena enrolados en el caos actual perpetuaría los vicios que tanto han dañado a uno de los oficios que debería ser de los más nobles: la política.
Sí, hace falta una reforma electoral para el país, pero si se quiere que las cosas vayan bien, se debería empezar por casa. La muy desorientada dirigencia morenista piensa en ganar elecciones bajo los métodos que llevaron al fracaso a otros organismos partidistas, porque debe quedar claro que si los ingredientes de la fórmula son los mismos, los resultados no pueden ser diferentes.
Está bien, en el plano electoral –parece que es lo único importante–, seguramente Morena será la nueva aplanadora, pero no porque la gente esté convencida del rumbo –porque no lo hay–, sino porque del otro lado sólo se puede hallar cero oposición, y la verdad, más que un nuevo partido de derecha lo que urge es una verdadera organización de izquierda que convenza, pero es muy difícil ahora que todo el ámbito político está desfigurado.
Y es que, aunque parezca increíble, desde la derecha se puede ser honesto y austero, es más, desde la derecha se puede pensar en la soberanía de la nación, condiciones que preconiza el movimiento que hoy ejerce el poder. Vamos a decirlo de otra manera: la honestidad y la austeridad no fijan el rumbo político de ningún partido. Uno y otro pueden ser tan iguales, sobre todo en el discurso, que logran confundir al elector.
Lo peor es que Morena no ha logrado hacer de su militancia un ejemplo de honestidad ni tampoco ha alcanzado los niveles de austeridad pretendidos y anunciados –también en eso se parecen–, es decir, su principal oferta se gastó en las acciones de quienes ni eso de ser honestos y austeros entendieron, pero como la idea es no soltar el poder, cueste lo que cueste, el pago, al final, es el propio poder.
En fin, la izquierda es mucho más que la honestidad y la austeridad porque se trata de un ámbito de justicia libre de dogmas. Aceptarlo es difícil porque la justicia no es un elemento que surta efectos electorales importantes, por el contrario, anclarse en esa idea es, en realidad, transformar de fondo una sociedad que se ha vuelto muy vulnerable ante la corrupción, principalmente.
Los tiempos apremian, en el partido hegemónico hoy no parece existir una buena brújula que marque el rumbo a una nave que se ha perdido en los mismos vientos que, como dijimos, ha llevado a ese partido a puertos de fracaso, y eso lo tiene en cuenta una sociedad cada vez más decepcionada, cada vez más frustrada. Aguas.
De pasadita
Ya están listas en el Congreso local las normas que deberán meter al orden a quienes conducen vehículos ligeros de tracción eléctrica, si así se les puede llamar, y eso es una buena noticia. Lo que lleva al desconcierto, sin duda, es: ¿quién o quiénes promueven las protestas en cosas tan obvias y tan urgentes como el que se registren y usen cascos sus manejadores?
Lo decimos porque ahí, frente a la casona de Donceles, un piquete de jóvenes se lanzó con toda violencia en contra del recinto en una supuesta protesta porque el trabajo legislativo impondría reglas. Hay alguien que se está apropiando de las calles para chantajear y las autoridades que parecen ciegas frente al asunto. Ya es hora de saber quién o quiénes mueven a los violentos y actuar en consecuencia, o ¿se les debe dejar crecer? He ahí el dilema.
La Federación Mexicana de Futbol fue partícipe en la fijación de precios a través de Enrique Bonilla, su ficha para asuntos internacionales… En efecto, la FIFA establece tarifas, pero antes, para que México pudiera certificarse debió entregar datos, cifras de sus finales de torneos, transmisiones y audiencias, consumo en estadios; es decir, dar un soporte en temas económicos, y ¿quién dio esos elementos inflados…? ¡Pues la FMF!, acaso también metió la mano Yon de Luisa, otra pieza del rompecabezas incrustada en la FIFA… El resultado fueron precios inmorales, inaccesibles para el común de los mexicanos, despojo a los palcohabientes. No hubo premio a la fidelidad del fan, sólo una patada en el trasero…
Así estaba planeado. En 2020 y tras cinco años llevando las riendas del futbol mexicano, en los que orquestó la quita del descenso y ascenso, Enrique Bonilla atendió el llamado de su patrón Televisa, lo contemplaba para misiones de mayor envergadura y trascendencia en pro del Mundial, de estrechar lazos con Estados Unidos y, sobre todo, para que apacigüe la embestida contra Emilio Azcárraga Jean por haber pagado sobornos. Presto dejó el changarro en manos de Mikel Arriola –quien nada tenía que perder, pues ya estaba quemado como priísta–, y se enquistó en la MLS (liga estadunidense), tendió puentes con la FMF y dizque pulió la Leagues Cup… Lo ha hecho mal, porque el certamen nomás no ha tenido éxito.
El futbol mexicano se aferra al castillo de naipes. Pretenciosa, la Liga Mx se autocoloca entre las cinco mejores del mundo, pero se pone en evidencia una y otra vez. Acaba de ser exhibida por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que definió la falsificación del contrato de Jesús Dueñas, orquestada por Bravos de Juárez, como “falta grave”. Es decir, en total incongruencia quiere pagar con cacahuates a los futbolistas y al mismo tiempo cotizar en cientos de millones de dólares sus desteñidas franquicias… En sus sueños fantasiosos los dueños de clubes imaginan que están a la par de la MLS y que los equipos se han apreciado a niveles increíbles.
A galope, montados en dicha quimera, con aire de indignación, Grupo Orlegi de Alejandro Irarragorri –sobre quien pesa una orden de aprehensión–, rechazó los 120 millones de dólares que la familia Leaño ofreció por el Atlas, misma cifra que supuestamente pagó Marc Spiegel, de Innovatio Capital, por el Querétaro. Y es que a partir de ahí se instaló una euforia total, cual borrachera que trastornó a todos. Se hacen cuentas alegres llegando a la conclusión de que los rojinegros valen más del doble… Ni qué decir de Chivas, América y ¡el Monterrey! cuyo valor, según esta lógica, estaría pisándole los talones al Real Madrid, considerado por Forbes el equipo más caro del mundo… Así, desbocados, Puebla y Mazatlán no tienen por qué costar menos que Gallos Blancos.
La familia Leaño ha estado muy ligada al futbol, Juan José Leaño (qepd) fue titular de la FMF y se distinguió por meter a México en Copa América y Libertadores, Juan Carlos Chetos Leaño fue futbolista, Marcelo Michel Leaño se afanó sin gran éxito como directivo y quiso comprar a Chivas; ahora ofertaron por los rojinegros y les dieron un rotundo no. “300 millones de dólares por Atlas es desmesurado. Considero que no lo vale y que en el país no hay empresarios dispuestos a pagar eso. En el futbol hay que sacarle las tripas al gato para ver qué trae… Si fuera atractivo ya se hubiera vendido. La oferta está encaminada a una venta internacional… Tampoco creo que Querétaro haya costado 120 mdd, pienso que fue mucho menos”, expone el empresario Antonio García Rojas, ex dueño del equipo Académicos Atlas y que en 2020 intentó crear la Liga de Balompié Mexicano.
Pero este domingo, Andrónico Rodríguez y Eduardo del Castillo, los dos candidatos presidenciales surgidos del fracturado MAS, apenas habrían logrado, en conjunto, 11 por ciento de los votos. Dado que ninguno de los aspirantes alcanzó la mayoría absoluta, la titularidad del gobierno se disputará en una segunda vuelta a realizarse el 19 de octubre entre dos exponentes de la vieja clase política: Rodrigo Paz Pereira, hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora, que obtuvo 32 por ciento de los sufragios, y el ex mandatario interino (2001-2002) Jorge Quiroga Ramírez, quien logró casi 27 por ciento de los votos.
El colapso del MAS obedece a múltiples factores y su análisis tomará tiempo, pero no es de ninguna manera sorpresivo. La agrupación llevaba ya años alejándose de las bases sociales que la llevaron al poder, la crisis económica erosionó su propuesta y la descomposición interna era ya inocultable en noviembre de 2019, cuando, tras unas elecciones en las que Evo Morales pretendía relegirse por cuarta ocasión, se desencadenó un violento golpe de Estado –respaldado por la Organización de Estados Americanos–, que instauró un régimen de facto, interrumpió durante tres años las políticas masistas y dislocó de manera irreparable la mayor parte de los logros económicos, políticos y sociales conseguidos en los años anteriores. Cuando el MAS recuperó la presidencia, en los comicios de 2020, con Luis Arce Catacora al frente, era ya una fuerza política carcomida por los disensos internos, las pugnas por el poder y el agotamiento de su programa.
Si se considera que en sus años de esplendor ese programa consiguió reactivar la economía con tasas promedio de 5 por ciento, que disminuyó la pobreza extrema de 36.7 a 16.8 por ciento de la población, que reivindicó con firmeza la soberanía nacional y que concretó innumerables avances en materia de derechos, el resultado electoral de ayer no puede dejar de verse como una tragedia. A partir del año entrante, y dependiendo del resultado de la segunda vuelta a realizarse en octubre próximo, el gobierno estará en manos del centroderechista Rodrigo Paz, beneficiario de la pérdida de apoyo popular al MAS, o del neoliberal Jorge Quiroga, furibundo opositor a las políticas sociales y de inclusión del periodo masista. Peor aún, y a juzgar por antecedentes, es de temer que uno u otro –ambos exponentes al fin de la oligarquía boliviana– adopten una política persecutoria y represiva en contra de los sectores populares.
Sin duda, el hundimiento de uno de los programas progresistas más radicales de cuantos surgieron en los primeros años de este siglo en América Latina debe ser motivo de reflexión, de escarmiento y, para las izquierdas bolivianas, de sincera autocrítica.

Si bien, hasta la segunda vuelta electoral prevista para el 19 de octubre se sabrá quién será finalmente el presidente electo de Bolivia, es significativa la ventaja que obtuvo el demócrata cristiano Rodrigo Paz Pereira con 32 por ciento de los votos; mientras se registró un avance del millonario Samuel Doria Medina, de la derecha conservadora con su Alianza Unidad, que alcanzó 20.2 por ciento y el ex presidente Jorge Quiroga, con su agrupamiento de centro derecha Alianza Libre, terminó con 27.3 por ciento.
Lo anterior son hechos que advierten un cambio en el rumbo político en el país sudamericano. En efecto, la derecha triunfante –en cualquiera de sus versiones– hará todo lo posible para acabar con el modelo económico estatista; también buscará subordinar la todavía existente política de bienestar social y, fundamentalmente, abrirá los espacios para que las trasnacionales recobren los preciados hidrocarburos bolivianos.
Mario Trujillo Bolio
Precisión al artículo de Hugo Aboites
Saludos al único periódico que diariamente publica en portada información sobre el genocidio en Gaza.
Escribo a título personal, pues el tema me interpela, para mencionar algunas imprecisiones del artículo “Gaza y el silencio universitario”, del profesor Hugo Aboites.
No es el Colmex la primera institución en romper vínculos con universidades israelíes a raíz de la demanda estudiantil; fue el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en mayo de 2024. También quiero señalar que por lo que respecta al CIDE, estudiantes y un grupo pequeño de profesoras y profesores hemos levantado la voz realizando mensualmente, desde octubre de 2023, actividades académicas, de divulgación y solidaridad con el pueblo gazatí; algunas de ellas en colaboración con el Instituto Mora. Por supuesto que no han sido muy mediáticas y quizás es el motivo por el que se desconocen, pero todas ellas se pueden ver en la página de YouTube del CIDE. No dejemos de hablar de Palestina.
Ruth Dávila, profesora investigadora del CIDE
Misiva a Fernando Jiménez Mier y Terán
Estimado colega Fernando:
El entrañable Paulo Freire nos recordó de muchas formas que “educar es una práctica de la libertad”. Aprecio mucho tu anécdota como joven docente y tus múltiples reflexiones en “la misma lógica”. Esa es nuestra labor como docentes, no buscar una “educación bancaria”, sino el pensamiento crítico, que nos humaniza y nos permite incidir en cambios sociales y, por supuesto, individuales.
Muchos saludos.
Juan Guillermo Figueroa
Pensiones miserables pese a la compensación
Hay un sector de trabajadores al servicio del Estado que recibe como complemento a su salario base una “compensación garantizada” que aumenta significativamente sus ingresos totales.
Esta circunstancia les permite alcanzar determinado nivel y estilo de vida, en algunos casos se trata de empleados que han ido escalando posiciones en alguna institución.
Un día, éstos deciden retirarse, jubilarse, porque reúnen condiciones y requisitos para hacerlo y es cuando enfrentan la terrible realidad. Tienen el derecho de recibir una pensión por jubilación, pero calculada únicamente con el sueldo base de cotización sin considerar la mencionada compensación garantizada, de manera tal que obtienen aproximadamente la cuarta parte de lo que venían cobrando.
El retroceso en el ingreso no lo registra el Inegi, por lo que tendría que inventar un nuevo nivel en su escala de pobreza. Dicha situación ni a la 4T le ha interesado corregirla y se limita a decir que así está contemplado en la ley, mientras tanto seguirán acumulándose casos tan lamentables como el de un ex miembro del servicio exterior que se pensionó con una cantidad mínima después de 30 años de servicio, un pensionado de base de la rama administrativa gana más que él.
¿Será que hay que hacer manifestaciones, plantones y bloqueos para visibilizar la situación de esos trabajadores?
Rodolfo Tovar
Invitación
Conferencia Palestina sus causas, sus consecuencias
El Colectivo Morena Chilangos (Comochi) invita a la conferencia abierta Palestina sus causas, sus consecuencias.
La cita es mañana a las 18 horas en el Albergue del Arte, ubicado en Alberto Zamora número 32, casi esquina con Felipe Carrillo Puerto, paralela a Miguel Ángel de Quevedo, colonia Villa Coyoacán, en modalidad presencial.
El pronto emplazamiento que la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral deberá hacer a toda la sociedad a fin de que sus integrantes, de manera individual o colectiva, se pronuncien para cambiar y transformar principalmente las normas que rigen las consultas populares, los sistemas de representación de la ciudadanía en los órganos colegiados, los métodos de votación y de procesamiento de los resultados, el régimen de partidos políticos y la institución y organización de las autoridades electorales son un reto democrático para todos, como lo establece el reciente decreto que la Presidencia de la República publicó en el Diario Oficial de la Federación el lunes 4 de agosto.
Es momento de dejar lo intrascendente y frívolo del pragmatismo político actual. En el ejercicio del poder pocos políticos, representantes populares y partidos se salvan de la intrascendencia, de la insignificancia. Por ello, un proyecto de esta naturaleza constituye un hecho excepcional por oportuno y necesario.
Existe una mayoría en el poder que requiere, si desea seguir transformando al país, de una gran reforma política que modernice plenamente a la nación, igual que lo hace desde hace seis años en el plano social, económico y educativo.
Hace tres años en el gobierno lopezobradorista se propuso una reforma electoral necesaria, pero fue contenida por el conservadurismo de los partidos de derecha, de algunos integrantes del Poder Judicial de entonces y de ciertos rencorosos ex funcionarios de los organismos electorales, además de académicos e intelectuales sectarios.
La situación política del México actual no tiene correspondencia con los resultados de la voluntad popular expresada en las últimas elecciones federales y locales de los últimos siete años. Mientras, el gobierno federal ha venido modificando sustancialmente el ejercicio del poder y hace todo lo que está a su alcance para que la sociedad se adapte a las nuevas realidades posneoliberales, sus adversarios políticos siguen en una irracional campaña mezquina de mentir y ofender sin ningún sentido de lealtad ni respeto institucional.
Dar una nueva legitimidad y representación a los diversos actores que integran el mosaico ideológico del país es tarea urgente e impostergable. El actual juego partidario, por ejemplo, es artificial, puramente retórico. Este vacío requiere una imprescindible modernización para hacer del sistema de partidos un modelo verdaderamente competitivo a nivel municipal, estatal y nacional. Debemos discutir no sólo las reglas de acceso al poder, sino fundamentalmente los mecanismos y maneras en que se ejerce ese poder; léase la actividad pública de presidentes municipales, diputados, senadores, gobernadores.
Es una verdad que mayorías y minorías constituyen el todo nacional, como alguna vez argumentaba el régimen para impulsar una reforma política. Hoy, después de múltiples retoques constitucionales y legales a la competencia electoral, aprendimos que el respeto al principio de que la mayoría tiene la legitimidad constitucional y política para asumir el mandato popular es un deber inatacable.
La reforma política que se espera próximamente de seguro será una propuesta congruente de un gobierno preocupado desde 2019 por romper las simulaciones históricas, los atropellos y los fraudes electorales. Por cierto, nadie ha respetado más la libertad para que el ciudadano decida el sentido de su voto, como éste y el anterior gobierno federal.
El nuevo Estado mexicano está fortaleciéndose por el apoyo mayoritario de una sociedad cada vez más politizada. La reforma política no corre ningún riesgo. El éxito se puede pronosticar por la necesidad imperiosa de modernizar a plenitud las instituciones políticas de la vida nacional.
El desarrollo de nuestra democracia no puede depender más de las debilidades estructurales de partidos y medios de comunicación, del sectarismo de periodistas y académicos. La decisión del Estado de discutir sin esquema prestablecido con ideas, críticas y análisis, mediante los métodos del debate público todos los elementos que configuran a nuestra democracia, es un verdadero signo de progreso y modernidad.
*Investigador Titular del Iisunam
Visto en términos absolutos, la idea es más clara. La pobreza multidimensional pasó de 51.9 millones de personas pobres a 38.5 millones, lo cual significa que más de 13 millones salieron de la pobreza entre 2018 y 2024. En cuanto a la pobreza por ingresos, el número de personas en esta situación disminuyó de 61.8 millones en 2018 a 46 millones en 2024, una reducción de más de 15 millones en un sexenio.
Si lo calculamos de manera más segmentada en el tiempo, significa que, como ya lo han calculado economistas acreditados, un promedio de casi 200 mil mexicanos salieron de la condición social de la pobreza moderada en cada uno de los doce meses del año durante el pasado sexenio, incluidos los dos difíciles años de la pandemia de covid-19, 2020 y 2021.
La medición de la pobreza multidimensional, que hoy hace el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y antes hacía el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) con la misma metodología, hay que decirlo, es más rigurosa y completa que los criterios que utiliza el Banco Mundial a nivel global, ente que determina que quien está en pobreza extrema es el que tiene un ingreso inferior a 2.15 dólares diarios, y en pobreza moderada quien tiene menos de 3.65 dólares, mientras que la pobreza multidimensional mide el ingreso de las personas y su acceso a seis servicios básicos: educación escolarizada, acceso a los servicios de salud, seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a los servicios básicos en la vivienda, y a la alimentación nutritiva y de calidad.
Visto aspecto por aspecto, entre 2018 y 2024 hubo reducciones en cinco de esas seis dimensiones de las carencias sociales. Se redujo el rezago educativo, la carencia de acceso a la seguridad social, la carencia por calidad y espacios de la vivienda, la carencia por acceso a los servicios básicos de la vivienda y por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad. La única carencia que aumentó fue la de acceso a los servicios de salud.
Analizado territorialmente, si bien en distinto grado, la reducción de la pobreza fue generalizada a lo largo y ancho del país: las tasas de pobreza multidimensional y por ingresos disminuyeron en las 32 entidades.
Es un balance global y segmentado más que positivo, en cifras oficiales de un organismo acreditado, como lo es el Inegi, que hizo el estudio con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh).
No es un activo casual ni fortuito, es producto de políticas públicas específicas, concretamente el incremento notable del salario mínimo real (no sólo nominal) en dicho periodo, que constituye el mayor aumento entre los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
También se debe a la diversidad y eficacia de la política social, los programas de transferencia directa y sin burocracias a la población beneficiaria, con acento en los dos primeros deciles de ingreso, que son la base de la pirámide.
La reducción de la pobreza es un logro y también un desafío. Me explico. Si bien la pobreza extrema también disminuyó sensiblemente, al pasar de 7.1 por ciento en 2018 a 5.3 en 2024, todavía son 7 millones de personas, con identidad cierta, nombre y apellido, que reclaman salir de esa condición de precariedad inaceptable, producto de décadas de abandono oficial.
En pobres extremos por ingresos, si bien éstos registraron una reducción en más de 5 millones de personas en el sexenio, un hecho sin precedentes, el universo todavía es de 12.1 millones durante 2024.
El reto es mayor porque la inmensa mayoría de esos mexicanos en condición de pobreza extrema pertenecen a alguno de los 68 pueblos indígenas del país. Si bien en el último estudio del Inegi, que comprende todo el sexenio 2018-2024, no aparece escrutado por segmentos de población, en el que realizó Coneval durante el periodo 2020-2022 se registró un descenso muy importante y significativo en el porcentaje de población indígena en condición de pobreza (sumada la moderada y la extrema) al pasar de 76.6 a 65.2 por ciento, pero esta cantidad seguía siendo casi el doble que el de la población no indígena, en la que sólo 33.1 eran pobres.
En suma, no puede negarse mérito alguno al formidable esfuerzo y acierto de las políticas públicas de contenido social en el sexenio que feneció el año pasado, las políticas laborales y sociales que redujeron sensiblemente tanto la pobreza moderada como la extrema, pero todavía queda un gran trecho por recorrer.
El esfuerzo debe continuar y debe profundizarse, por parte del Estado mexicano y también por parte de la sociedad en su conjunto.
Ningún mexicano debe de estar privado de los mínimos de bienestar social, y mucho menos cuando el segmento más rezagado es el de los dueños originales del continente, los pueblos y las comunidades indígenas.
La mayor conclusión del reporte es que si bien el CC existe, no es el principal problema que tiene la humanidad. La forma en que se escribe el reporte tiene la intención de generar duda sobre los efectos del CO2 y su validez como contaminante, y propone que a partir del inicio de la actividad industrial el mundo ha sufrido un “reverdecimiento” importante como consecuencia de mayor “comida para plantas”. Argumenta también que el uso de combustibles fósiles ha permitido el florecimiento de los humanos y ha mejorado el nivel y calidad de vida.
El reporte se da en un contexto donde EU ha revertido, o se encuentra en proceso de hacerlo, una serie de políticas ambientales que se consideraban centrales en sus “luchas contra el cambio climático”, así como en las políticas globales que diversas organizaciones (ONG) exportaron a muchos países del mundo. Una de las políticas más relevantes es la llamada Endangerment Finding, que es la base a través de la cual la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) regula las emisiones de CO2 en el aire, al encontrar una causal directa entre dichas emisiones y el deterioro de la salud y bienestar público. El 29 de julio la EPA presentó su proyecto para revertir dichas políticas.
Esta postura no es ninguna sorpresa: el secretario de Energía de EU, recientemente llamó al cambio climático un subproducto del progreso, no una crisis existencial, y aunque en el discurso, podría parecer un rompimiento total con las políticas de los demócratas, la realidad es que son la continuación del proyecto imperialista estadunidense, que tiene como base el dominio energético, que consiste en simultáneamente destruir la base energética de los países y consolidar la industria petrolera de EU. No es casualidad que las grandes petroleras que intentaron abandonar su negocio principal y transitar a las intermitentes fueron todas europeas, lo que les ocasionó severas pérdidas y las puso en una situación de desventaja ante las petroleras de EU, que ahora controlan los grandes yacimientos en América Latina (Guyana, Argentina) y son las únicas que pueden comercializar con Venezuela (nación con las mayores reservas del mundo).
Contrario a la imagen que han proyectado los demócratas (apoyados por el aparato propagandístico de ONG y medios “independientes” que eran financiados en su mayoría por la Agencia para el Desarrollo Internacional –Usaid–), durante sus gobiernos, Estados Unidos alcanzó niveles récord de producción petrolera y fue cuando la industria experimentó las mayores tazas de crecimiento de los últimos años. Obama, el gran paladín de la lucha contra el CC, recibió la producción petrolera en niveles de 5.3 mbd, con una tendencia a la baja que se observaba desde Ronald Reagan. Obama la revirtió y la aumentó 75 por ciento. Ahora, probablemente alguien podría decir: “pero EU no tiene empresas públicas, todo lo hicieron las privadas”, y técnicamente tendría razón, sin embargo, el boom petrolero en yacimientos no convencionales no hubiera sido posible sin los masivos subsidios e incentivos fiscales que el gobierno otorgó a las empresas. Durante la presidencia de Obama, la industria recibió 270 mil millones de dólares en subsidios, lo que ayudó a que pudiera ser posible su crecimiento y consolidación, de acuerdo con un reporte del Instituto Ambiental de Estocolmo (https://bit.ly/41aNH9H).
Biden también favoreció a la industria. Bajo su mandato se alcanzó el nivel más alto de producción de toda la historia, con 12.9 mbd. Fue el presidente que más permisos de exploración y producción otorgó, incluso por arriba de Trump, en su primer mandato, quien tenía el famoso eslogan “perforar, perforar”. De hecho, Trump heredó un país energéticamente independiente gracias a las políticas de los demócratas, que conjuntamente aumentaron la producción en 2.43 veces. Al mismo tiempo, mediante la exportación de políticas de la EPA (a través de ONG, think tanks y “expertos independientes”), firma de compromisos internacionales como el de París, y presión masiva a países para cerrar sus campos de producción de petróleo y gas, y sujetarse a la implementación masiva de intermitentes, los demócratas debilitaron a todas las naciones que aplicaron esas políticas. La enorme ventaja que ahora tiene Trump en materia energética no es casualidad, es resultado de un largo plan que empezó a implementarse en el gobierno de Obama.
Retomando el punto del reporte, EU está desmantelando sus políticas ambientales para dar ventaja a sus empresas sobre todas las demás, justo después de que logró dinamitar las industrias europeas (Japón y Corea hace mucho que fueron sometidas energéticamente). Lo mismo está a punto de hacer en Taiwán, ya que por medio de ONG, como Greenpeace (lobistas de la política de dominio energético), ha logrado que cierren sus reactores nucleares y volverlos dependientes energéticamente de EU. Ahora se quita la máscara, una vez que sometió a muchas naciones a políticas que ocasionaron desindustrialización, pobreza energética y estancamiento económico (ver casos de Alemania, Reino Unido, Portugal, Italia, Países Bajos, etcétera) se dispone a cambiar la “ciencia” y abandonar todo tipo de responsabilidad histórica y actual sobre el CC. Recordemos que EU es el mayor responsable histórico de las emisiones, con 20 por ciento. México resistió ese embate y contra toda la presión logró rescatar y fortalecer su sector energético, debemos seguir buscando recuperar la independencia energética que los neoliberales perdieron en 2014, la soberanía energética es la base de la soberanía nacional.
*Maestro en finanzas en el sector energético por la Universidad de Edimburgo. Especialista en temas energéticos.
X: @aloyub
El movimiento independentista había tenido un antecedente importante en la rebelión indígena aymara encabezada por Túpac Katari entre 1780 y 1782, que fue violentamente reprimida. Después, cuando ocurrió la invasión napoleónica a la península ibérica y surgió la resistencia del pueblo español contra José Bonaparte, hermano de Napoleón, las élites criollas, encabezadas por el presidente de la Audiencia y el arzobispo de Chuquisaca, la ciudad más grande del Alto Perú, declararon su autonomía y fidelidad a las Cortes de Cádiz y al monarca español Fernando VII, el 25 de mayo de 1809. Una insurrección popular en La Paz, el 16 de julio de 1809, proclamó la independencia que, sin embargo, duró poco, pues fueron reprimidos por el ejército realista de Lima en noviembre de 1809. El líder insurgente, Murillo y sus principales colaboradores fueron ejecutados en enero de 1810. El Alto Perú estaba bajo la jurisdicción del virreinato de Río de la Plata desde 1776; antes, había formado parte del virreinato del Perú.
En los años siguientes, una generación criolla insurgente mantuvo la resistencia con apoyo de la población indígena aymara y quechua, que representaban la enorme mayoría de la población de Charcas. Ese territorio, en el que se encontraba la zona minera de Potosí, una de las mayores fuentes de la riqueza producida en la América española durante el periodo colonial, fue objeto de una intensa disputa entre los virreinatos de Perú y de Río de la Plata, así como de las fuerzas realistas que buscaban detener el crecimiento avasallador del proyecto libertador encabezado por Simón Bolívar, que estaba hiriendo de muerte al régimen colonial hispano en Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador y Perú.
El movimiento insurgente argentino, que había logrado instaurar la independencia en mayo de 1810, buscó expandirse hasta el Alto Perú. Para controlar esa rica región invadió tres veces el territorio. En abril de 1811, las tropas argentinas ocuparon y liberaron La Paz y Oruro, pero fueron derrotados el mes siguiente por las fuerzas realistas de Cuzco. Después de esa derrota, el ejército argentino impidió la reconquista de Buenos Aires en febrero de 1813 y volvió a invadir el Alto Perú en junio de ese año, pero fueron nuevamente derrotados. Una tercera invasión ocurrió en noviembre de 1815, pero sufrieron una terrible derrota que hizo que el líder de la insurgencia argentina, José de San Martín, abandonara los intentos de incorporar el territorio de Charcas a su dominio. Una última incursión argentina, pequeña y sin mayor trascendencia, ocurrió a principios de 1817. Todas esas invasiones contaron con el apoyo de los criollos y sectores populares insurgentes de las tierras altas de Perú.
En 1816, después de un periodo difícil, Bolívar reavivó el movimiento independentista en Venezuela. Mientras, San Martín hacía lo propio y liberó el territorio de Chile en abril de 1818. Bolívar encabezó la liberación de Perú. Con Antonio José de Sucre como su principal lugarteniente, El Libertador inició las batallas definitivas para echar de Suda-mérica lo que quedaba de las tropas realistas que intentaban desesperadamente mantener las colonias hispanas. La batalla final, decisiva, que selló el fin del régimen colonial en América fue el triunfo que Sucre alcanzó en Ayacucho en diciembre de 1824. Con esa derrota, el destino del Alto Perú, el último reducto que conservaba España en Sudamérica, estaba definido.
Esa región la controlaba el general realista Pedro de Olañeta, quien se negó a capitular. Era una región complicada en el escenario regional, pues si bien estaba bajo la jurisdicción de Buenos Aires, las élites realistas la habían reintegrado a Perú para impedir su independencia cuando ocurrió la primera invasión argentina. Además, también era codiciada por Brasil, donde Carlota, hermana de Fernando VII y esposa del monarca portugués, quería mantener la influencia de los borbones en América apoyados por los gobiernos de la Santa Alianza.
Bolívar, quien después de liberar Perú fue su presidente y comandante supremo, sabía que podía provocarse un conflicto por jurisdicción entre Perú y Buenos Aires. Conocía, además, los deseos autonomistas de las élites criollas altoperuanas, lo cual sería un obstáculo para su proyecto de integrar en un solo país a Colombia, Perú y Ecuador. Por eso dudaba si convendría ocupar el Alto Perú y precipitar la independencia de esa región antes de concretar su proyecto de integración trasandino. Sucre tomó La Paz en febrero de 1825. Había escrito a Bolívar el 8 de ese mes: “tenemos que trabajar en un país que no es del Perú ni parece que quiere ser sino de sí mismo”. Dos días después, sin consultar con El Libertador, convocó a una asamblea con representantes de las cuatro provincias altoperuanas, quienes, reunidos en Chuquisaca, proclamaron la independencia de Bolivia el 6 de agosto de 1825.
* Director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM)
Trump llamó a Volodymir Zelensky a Washington y este lunes le comunicará las condiciones para la conclusión de “la guerra de Biden”, como él la llama. Como adelantó The New York Times, Trump considera el reconocimiento por parte de Kiev de toda la región de Donbás (las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk) como parte de Rusia, como un factor que contribuirá a alcanzar rápidamente un acuerdo de paz. A cambio (de mantener el control del corredor terrestre que une Crimea con la región rusa de Rostov del Don), Moscú congelaría la línea del frente en Jersón y Zaporiyia, y se comprometería a no atacar a ningún país europeo ni violar su soberanía. Según Trump, ahora depende de Zelensky llegar a un pacto.
Después de todo el despliegue de su artillería verbal contra su contraparte rusa, consustancial a su estilo gansteril de negociar: ultimátums de “10 o 12 días”, un embargo petrolero contra los clientes de Moscú y más sanciones, a lo que se sumó, a sugerencia del general Keith Kellogg, el traslado de dos submarinos nucleares de la clase Ohio “frente a las costas” de Rusia, antes de que venciera el plazo (8 de agosto), según el ex analista de la CIA Ray McGovern, Trump envió a Moscú a Steve Witkoff para pedirle a Putin que “ayudara a rescatarlo”. Ergo, el mandatario estadunidense llegó a la cumbre debilitado.
Además de que la situación desfavorable en el frente de batalla para el régimen de Kiev significaba que Trump –atrapado por el caso Epstein y las presiones de su base MAGA por su complicidad con el genocidio de Benjamin Netanyahu en Gaza– necesitaba ahora conversaciones con Putin, no porque personalmente desee la paz, sino porque las realidades en la línea del frente de guerra lo empujaron a ello. Como ha repetido el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, Rusia “ha ganado” el conflicto. Y eso distrae atención y recursos del objetivo estratégico de EU: la guerra contra China. Por lo que la súbita distensión con Moscú podría servir para meter una cuña entre Rusia y China e India (BRICS). Una redición de Nixon-Chou En Lai, en dirección inversa.
En principio, la posición rusa sigue siendo la establecida por Putin el 14 de junio de 2024, que contempla que Kiev retire completamente sus tropas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y de las provincias de Zaporozhie y Jersón (incorporadas a Rusia después de consultas populares en 2022), y reconozca esos territorios, así como Crimea y Sebastopol, como sujetos de la Federación Rusa. Además, debe garantizarse la neutralidad, no alineación y desnuclearización, desmilitarización y desnazificación de Ucrania.
Para Moscú no se trata sólo de encontrar una solución política pacífica, sino también de concertar un compromiso firme y vinculante que garantice la seguridad de Rusia para una larga perspectiva histórica, y firmar documentos reconocidos internacionalmente; aunque la perfidia ya es una práctica común ahora que el derecho internacional ha sido enterrado. Además, Putin ha insistido en la necesidad de abordar las “causas profundas” del conflicto y que a la hora de buscar soluciones es necesario basarse en las “realidades sobre el terreno”, que hoy registra una ampliación de la zona de control militar rusa en la línea de contacto.
La postura de Orbán de que Rusia ya ganó en el campo de batalla remite a la génesis de la fase caliente del conflicto: el plan de la Rand Corporation de 2019 que alentó la guerra proxy en Ucrania con el objetivo de hacer colapsar internamente al régimen de Putin. Sin embargo, en enero de 2023, ante la perspectiva de un conflicto prolongado, la propia Rand sugirió las cuatro opciones que tenía EU para cambiar esa dinámica: aclarar sus planes de apoyo futuro a Ucrania, comprometerse con la seguridad del país, dar garantías sobre la neutralidad de Ucrania y establecer condiciones para el alivio de las sanciones a Rusia. Y dado que un cambio drástico de la política de EU era políticamente imposible y sería imprudente, recomendaba comenzar a desarrollar esos instrumentos y socializarlos con Ucrania y los aliados de la OTAN, para ayudar a catalizar el eventual inicio de un proceso conducente a un final negociado en un plazo que sirviera a los intereses deWashington.
El 17 de noviembre de 2024, The New York Times publicó un editorial firmado por Megan Stack, donde recordó cuando el secretario de Defensa de EU, Lloyd Austin, dos meses después del inicio de la Operación Militar Especial rusa, dijo que Washington convertiría en arma el “patriotismo” de los ucranios y quemaría sus vidas en una guerra prolongada, que probablemente no se iba a poder ganar, para “debilitar” el poder de resistencia de Putin y provocarle una “derrota estratégica” sin tener que enfrentarse directamente con él. “Creo −dijo Stack−, que es correcto calificar (el conflicto en) Ucrania como una guerra por delegación” (sic). En su soberbia, tras considerar a Rusia una “estación de servicio con un ejército”, EU y la OTAN creyeron que bastaría con sancionar, aislar, armar una guerra proxy en Ucrania y desatar la rusofobia para que el país colapsara y Putin cayera. Cuatro días después, Rusia envió una “señal” (el misil hipersónico Oreshnik) en “espera” de que Washington, Londres y Bruselas evaluaran la situación correctamente. De lo contrario, Moscú estaba dispuesto a enviar “mensajes adicionales”.
En la coyuntura actual, el fullero Trump es lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que se le ha dado un juego muy desventajoso y al menos quiere reclamar el crédito por el fin de las muertes en el conflicto. Hay razones para esperar cierta flexibilidad en los márgenes de los términos básicos que Putin estableció en junio de 2024. Si como dice Ray McGovern, Moscú quiere evitar crear su propio Vietnam yendo al oeste del río Dniéper, puede preverse que Putin podría mostrar suficiente flexibilidad para permitir que Trump afirme que “lo resolvieron juntos”. Sería una “solución negociada”, aplicando abundante bilé a la derrota fáctica del eje EU/OTAN/Ucrania.
Uno de los temas más destacados de lo que se dijo en julio sobre Tenochtitlan fue la forma sabia como sus pobladores supieron organizarla. Con templos ceremoniales, vastos y bien surtidos mercados. Además, a la llegada de conquistadores españoles era un imperio con leyes, lengua, escritura, medicina, ingeniería, cultura y conocimientos astronómicos. Y algo fundamental: el uso racional del agua. Cómo este recurso indispensable lo utilizaron para desplazarse por canales y lagunas, para irrigar sistemas de cultivos muy sostenibles y/o obtener fauna acuática.
Esa gran metrópoli se ubicaba, como ahora la Ciudad de México y las demás poblaciones que conforman la mayor concentración humana, industrial, comercial, burocrática, educativa y de servicios del país, en una cuenca cerrada, de cuyas partes altas descienden 45 ríos con cuya agua se alimentó los lagos de Texcoco, San Cristóbal, Xaltocan, Chalco, Zumpango y Xochimilco. Hoy sólo quedan, y no con esplendor, los tres últimos. Además, tres lagunas: Tochac, Apan y Tecocomulco.
Sobre una parte del agua del lago de Texcoco se fundó y floreció México-Tenochtitlan; la que conquistadores y cronistas que los acompañaron, como Bernal Díaz del Castillo, definieron como gran metrópoli por su trazo urbano, su numerosa población, su red de abastecimiento de agua limpia y sus calzadas y canales de navegación para movilizar personas y mercancías. Sus magníficos templos y palacios, sus casas y sus sistemas de cultivo, destacadamente el de la chinampa, que todavía subsiste. Y la enorme cantidad de productos que se expendían en el principal mercado-ciudad: Tlatelolco, el cual llegó a tener hasta 60 mil visitantes y al que llegaban productos de otras partes de la Cuenca. Hasta del Golfo de México.
Si con tanta furia destructora los conquistadores arrasaron templos, centros ceremoniales, cultura y mataron a miles, no fue menor la que ejercieron para alterar el sabio sistema hídrico de la urbe. El agua fue el enemigo natural a vencer, a eliminar. El motivo: los daños que provocaban sus desbordes y originados en la destrucción del sistema hidráulico tan sabiamente construido. Y con otra finalidad: hacerse de tierras para erigir la nueva ciudad, con palacetes, conventos, iglesias y calles para la circulación de un moderno pero pesado medio de transporte: los carruajes.
En el siglo XVI la ciudad creció sobre lo que era un medio lacustre. Pero eso aumentó las inundaciones. También las epidemias originadas en las aguas contaminadas y por cuya causa murieron especialmente indígenas. Había entonces que controlar las inundaciones y desecar la zona lacustre de la nueva ciudad y que creciera en tierra firme. Y poco a poco lo lograron las autoridades coloniales.
Una de las obras clave de esa época fue el Tajo de Nochistongo. Se comenzó a construir en el siglo XVII por iniciativa del ingeniero español Enrico Martínez. Junto con otras, como el Gran Canal, fueron claves para borrar casi por completo el ejemplar ecosistema lacustre de México-Tenochtitlan. Algunas de esas obras sirven para desalojar las aguas negras.
Ahora que las intensas lluvias colapsan la capital y ciudades vecinas, no faltan los que culpen de lo que pasa al régimen colonial por destruir México-Tenochtitlan. Pero especialmente desde el siglo pasado, la definitiva alteración del ecosistema lacustre es obra del sector público, que nunca ha elaborado un programa de crecimiento urbano sostenible. A ello se suman la corrupción y la especulación, especialmente desde el siglo pasado, como mostraré el lunes próximo.
Entre ambas cuestiones hay una estrecha relación. En el caso de esta economía, una gran parte de la determinación del tipo de cambio proviene de la relación con Estados Unidos. Para advertir el significado de esta relación, hay que recordar que cuatro quintas partes de las exportaciones mexicanas van a ese país y que su valor equivale a casi una tercera parte del producto interno bruto. Esta es una proporción mayor a la observable para cualquier economía de las denominadas como emergentes.
Hoy, cerca de la mitad de las exportaciones de México se hacen bajo las reglas de origen establecidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (firmado en noviembre de 2018) y siguen teniendo acceso libre de tarifas. El resto está sujeto a tarifas, cuyo nivel ha estado asociado con las exigencias del gobierno de aquel país. Además de los condicionantes productivos y comerciales que se declaran, por ejemplo, los que se asocian con la industria automotriz, se ha vinculado también con otras cuestiones, tales como el control del flujo de los migrantes, así como del fentanilo. El entorno político de las relaciones comerciales ha variado de modo significativo, aun cuando México ha recibido, por ahora, un trato diferente al de otros países, lo que expresa el sentido de la relación bilateral.
El peso mexicano es una moneda con mucha actividad transaccional en los mercados de divisas, ámbito que se conoce como forex. Es ahí donde los bancos, los fondos y los individuos compran y venden monedas con propósitos de cobertura ante determinados riesgos o de especulación. El forex expresa una serie de condiciones que tienen que ver con el comportamiento macroeconómico de las economías y las condiciones de la estabilidad financiera prevalecientes. En especial, ese mercado reacciona ante los movimientos en las tasas de interés de las distintas economías.
En el caso del peso, la actividad en el mercado de divisas se asocia con los grandes flujos de comercio y de capital, ya sea en la forma de inversión directa o en el mercado financiero. Una condición favorable para el tipo de cambio peso/dólar ha sido el gran volumen de remesas que llegan al país.
En el forex, la liquidez de una moneda se define con el grado de actividad que tiene en el mercado, es decir, cuántos traders u operadores están activos en las transacciones y el volumen de las mismas. El resumen que ofrece el forex sobre la relación del dólar con el peso (USD/MXN) indica cuántos pesos se necesitan para comprar un dólar. Agrega que el peso es la moneda de un mercado emergente y que, por lo tanto, la relación entre ambas se clasifica como un “par exótico”. Aun así, es el duodécimo par con más transacciones en el mercado global de divisas.
De modo relevante se apunta que “el gran interés de los operadores proviene de la reputación del peso como una moneda de alto rendimiento”. Esto lleva a una condición clave para la determinación del tipo de cambio peso/dólar: se trata de la relación estrecha que tiene con la política monetaria del Banco de México, específicamente la fijación de la tasa de interés de referencia de los bonos de la deuda del gobierno. La condición es la diferencia que existe entre la llamada tasa de interés interbancaria de equilibrio a un día (TIIE) y su diferencial con la tasa de interés de los fondos federales establecida por el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos.
El asunto tiene que ver, entonces, con el llamado carry trade de divisas (lo que se conoce también como operaciones de bicicleta financiera). Esto se define técnicamente como “una estrategia con la que los operadores solicitan préstamos en una divisa con una tasa de interés baja e invierten el producto en una divisa con una tasa de interés alta, con el objetivo de obtener beneficios del diferencial de tasas”. Esta condición favorable para el carry trade ha existido durante un largo periodo. En los últimos días, el peso se ha apreciado con relación al dólar aprovechando una diferencia entre la tasa de 7.5 por ciento en pesos y de entre 4.25 y 4.5 por ciento en dólares.
La fortaleza del peso en el forex no tiene su fuente esencial en el crecimiento económico y la mayor productividad. Se deriva en buena medida de las condiciones que favorecen la rentabilidad en las transacciones financieras asociadas con las tasas de interés. La reducción de las tasas que sigue hoy el banco central tiene como referencia necesaria el tipo de cambio. Una presión sobre este precio relativo se extendería a la inflación, cuyo control es el objetivo primordial de la política monetaria.
Atrapado en el “asunto”, el cerebro se desespera, revuelve, pasma e indigna, impotente. Se abruma de datos, revelaciones, informes. El corazón duele, no sólo figuradamente; también como síntoma físico. Afecta el sueño, absorbe las conversaciones ensangrentadas entre amigos, colegas y con la gente más querida.
¿Qué queda? ¿Repetir informadamente la última frase de Netanyahu o de cualquiera de los asesinos intelectuales a sus órdenes, o de los generales y magnates que mandan sobre ellos? ¿Ver los repugnantes videos festivos de las tropas de la defensa (sí, dice “Defensa”) de Israel, así como el júbilo de los rubios “colonos” aplaudiendo los misilazos sobre Palestina para “compartirlo” en Tik Tok? Muchos israelíes resucitan el turismo bélico de la Primera Guerra Mundial cuando contemplan desde las colinas los bombardeos sobre la tierra que les prometieron.
¿Registrar el último dato, el más actualizado?: 61 mil muertos, 94 por ciento de los hospitales en la franja destruidos o dañados, miles de personas son animalizadas y exhibidas en su lucha mortal por comida, más de mil 700 han sido liberadas del suplicio por las balas obedientes de Dios. ¿Soportar al amo anaranjado cuando profiere insultos y se autoelogia ante las caras inertes, vacías, de los y las líderes de la Unión Europea, desnudas como el rey del cuento?
Cada día, cada noticiero, cada Instagram desdichado. Van 269 periodistas palestinos asesinados, la mayoría intencionalmente, o sea, ejecutados. ¿Sabía usted que en las cárceles israelíes hay 10 mil 800 palestinos y que 76 han muerto desde octubre de 2023? Los videos y las transmisiones en vivo desde Gaza resultan insoportables para quien mire todavía.
Nos sabemos engañados, espiados, amenazados. Es una guerra global, localizada en Gaza, pero con profundas repercusiones culturales en el mundo. En Occidente, la simpatía por Palestina, el mero rechazo a la hambruna y el genocidio, causan represalias, despidos y hasta cárcel en universidades, empresas de toda clase, televisoras y burocracias.
Los derechos humanos se crearon para los judíos cuando fueron víctimas, pero no los crearon ellos. Nunca les interesaron. Como los salvajes jueces bíblicos, sus principios son conquista y venganza, incompatibles con los derechos de los demás. Niños, mujeres, periodistas, médicos, enfermeras, maestras, poetas, madres y zapateros sin zapatos son mutilados y borrados diariamente en Palestina. Estamos ahítos de las mentiras tanto como horrorizados de la verdad que no logran ocultar. Nunca se vio una masa más grande de humanos famélicos. Matan de hambre a un país entero y a los sobrevivientes quieren mandarlos a Sinaí o Sudán, pues sólo merecen otro infierno.
Segar a Al Jazeera en Gaza es otra más. Aniquilaron al único medio global sobre el territorio arrasado. No hay límite ni contrapesos. Sólo un hedor a muerte que se derrama al futuro de todos y ya es insoportable. Reina la cobardía interesada de los países ricos. Y como botana, la fatídica maldad de poderes locales en África (Sudán, Ruanda) y América Latina (Argentina, El Salvador, Ecuador), serviles a Donald Trump, Benjamin Netanyahu y la corona británica. En el mercado de la guerra se imponen los mercenarios israelíes en África, las armas Made in Israel y las europeas y estadunidenses Tested in Gaza, available everywhere, al alcance de los fascistas que avanzan a gran velocidad en Occidente.
Investigados internacionalmente por crímenes y corrupciones, demandados por delitos repugnantes en sus propios países, los amos de la guerra quieren el Premio Nobel de la Paz. Ya nada es inaudito: que crean merecerlo, que se los lleguen a dar. Si compran Mundiales y Olimpiadas, pontificados y países, bien pueden premiarse en medio del descrédito anunciando balnearios y casinos sobre las ruinas y los huesos de Gaza.
Tel Aviv domina militarmente a toda su población; la mayoría le aplaude. La Casa Blanca invade su propio país desde dentro, estado por estado, ciudad por ciudad. Acomoda los distritos electorales para echar a sus oponentes en elecciones futuras que de todos modos no respetará si pierde. Dos gobiernos golpistas y dictatoriales. Saben lo que hacen, celebran lo que son y cuánto ganan. Comparten con sus súbditos los trofeos de su crueldad en el Coliseo mediático.
No tenemos escapatoria, atrapados en toda la verdad de esa mentira. Morir con Gaza. O perder los ojos en Gaza, ya para qué los quiero.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario