La cuenta regresiva se agota cada vez más para llegar al término del sexenio del Presidente Vicente Fox. Y a pesar de los discursos cargados de buenas intenciones los saldos en contra resultan muchos. Pero uno de los que más duele es el de los homicidios de mujeres en la República y la emblemática Ciudad Juárez.
EL ARTE DEL ENGAÑO
Muestra de esos discursos “felices” se dio durante un evento en Córdoba, Veracruz, encabezado por el Procurador General de la República, Daniel Cabeza de Vaca. Al cuestionársele sobre cuál sería el resultado que dejaría a los mexicanos, el Procurador contestó como habría de esperarse, con una obviedad que ofendió:
“El problema de las muertas de Juárez es un problema que tenemos que ver en su justa dimensión. Tenemos un grave problema de impunidad en Ciudad Juárez, tenemos un grave problema de desatención, de descoordinación y desarticulación de las autoridades de los distintos órdenes de Gobierno (sic)”.
“La conclusión fue que este es problema que se da por impunidad, por falta de estructura en los órganos de procuración de justicia, por falta de una adecuada cultura de prevención y además por un grave problema que no sólo se da en Ciudad Juárez, que es el problema de la violencia de género (sic)”.
La actual administración tardó todo un sexenio en “descifrar” lo que activistas, periodistas, académicos, investigadores y madres de familia venimos denunciando y evidenciando desde hace una década.
Pero lo que más duele de esta obviedad es lo que está detrás de ella: un presupuesto exorbitante para la extinta Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Relacionados con los Homicidios de Mujeres en el Municipio de Ciudad Juárez, Chihuahua (mismo que denuncié en este espacio). Un derroche descomunal en el sueldo y prestaciones para la ex fiscal, ex delegada y desparecida de la escena pública, María López Urbina. Duele la creación de una Fiscalía para la Atención de Delitos Relacionados con Actos de Violencia contra las Mujeres en el país, que tal parece sólo le preocupa Lydia Cacho y la parafernalia de su caso. Lastima el sueldo invertido en la fiscal: entre 215 mil 969.65 ó 211 mil 734.95 pesos al mes.
LAS DILIGENCIAS ¿AGOTADAS?
El Procurador también mencionó: “... en la actuación de funcionarios involucrados, la probable responsabilidad de los funcionarios, las diligencias por hacer, se agotaron al cien por ciento (sic)”. Algo que dista de la verdad.
En su segundo y último informe, la Fiscal Especial López Urbina señaló la probable responsabilidad administrativa o penal de 177 servidores públicos que incurrieron en omisión o negligencia en el curso de las investigaciones de los homicidios en Juárez. Se mencionaron ocho fiscales, 43 agentes del Ministerio Público, 15 subagentes del Ministerio Público, dos Jefes de oficina y de procesos conciliatorios, 59 agentes judiciales y 50 peritos. Es decir, 35.8% de quienes intervinieron en la investigación de los homicidios hicieron mal su trabajo y por consiguiente colaboraron en la mala integración de los expedientes y desarrollo de los procesos legales que llevaron al limbo legal estos casos. Por ejemplo, es lamentable que en la investigación del homicidio de Esmeralda Andrade Gutiérrez en 1994, diez de los diez funcionarios que intervinieron en su caso deben responder por alguna falta penal o administrativa y consecuencia de ello es que a pesar de que su caso sea mencionado en el listado de homicidios estudiados por la Fiscalía Especial, los avances en la investigación no fueron incluidos en ninguno de los informes. No se sabe, ni quiso saber, ni se sabrán los por qué. ¿A eso le llaman “agotar” las diligencias al cien por cien?
Hasta la fecha sólo se ha sabido de una ex funcionaria con orden de aprehensión por negligencia, la ex fiscal para la atención de homicidios de mujeres de la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua, Suly Ponce. En marzo de 2005 compareció ante el juez, pero le fue otorgada la libertad bajo fianza. ¿Eso es justicia?
HOMICIDIO PROVOCADO
Más ofensas como esta se pueden encontrar por decenas. Por ejemplo, en el Informe Final de la extinta Fiscalía Federal para Juárez, se describe el homicidio de Cristina Escobar González. “El día de los hechos el sentenciado contrató a Cristina Escobar González, quien era sexoservidora, para sostener relaciones sexuales; con ese fin entraron a un hotel donde tomaron cerveza, consumieron cocaína y sostuvieron relaciones sexuales; después discutieron y se golpearon mutuamente hasta que ella perdiera la vida debido a las lesiones que le provocó el sentenciado en la cabeza”. Y remata el texto dando cuenta de la sentencia “homicidio en riña con carácter de provocado”. Una forma elegante de decir: “La mataron porque se lo merecía, era prostituta, drogadicta, alcohólica y agresiva”. ¿Eso es “resolver” los casos?
Mientras, podemos oír a los huérfanos de las asesinadas decir: “odio a todos los hombres ya que uno de ellos mató a mi mamá”, o podemos escucharlos afirmar que cuando sean grandes matarán a todos los “señores malos” que se encuentren, o sentenciarán “la vida me da asco”, “odio a la gente. De hecho los odio a ustedes”. ¿Ellos sentirán alivio con los discursos “felices”?
CONTINUARÁ
Fecha: 2006-10-26 11:24:01
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