Una mujer en nuestra Iliada
Rosa Miriam Elizalde - La Jornada
Por supuesto, a medida que fui creciendo, Vilma me resultó cada vez más familiar y milagrosa. Y utilizo esta última palabra con alevosía, porque en el camino íbamos descubriendo que la Federación de Mujeres Cubanas defendía y ejecutaba un proyecto de dignidad para la mujer sin enfrentarla socialmente al hombre, sino educándolo, y a la par luchaba a brazo partido por erradicar todo vestigio de discriminación. Fue ella la primera que le habló al país acerca de la igualdad de género y, en particular, de los derechos de los homosexuales y de los transexuales a una vida plena, a contracorriente de una especie de marxismo victoriano que se mezcló en la isla con la plaga autóctona del machismo e hizo sufrir a no poca gente.
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