utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Pese a que el condicionamiento está fuera de realidad y lugar, el Consejo sobre Relaciones Exteriores –Council on Foreign Relations-- concluyó la semana pasada: “Si hubo una era de hegemonía de Estados Unidos en América Latina, se acabó”.
El centro de estudios sobre política exterior más influyente de la Unión Americana, patrocinó a un grupo de expertos independientes, presidido por el exrepresentante de Comercio de EUA, Charlene Barshefsky y el general James Thomas Hill, excomandante del Comando Sur del Pentágono, que elaboró el informe Relaciones Estados Unidos-América Latina: Una nueva dirección para una nueva realidad, en el que postulan la siguiente tesis:
Eduardo Ibarra Aguirre
Pese a que el condicionamiento está fuera de realidad y lugar, el Consejo sobre Relaciones Exteriores –Council on Foreign Relations-- concluyó la semana pasada: “Si hubo una era de hegemonía de Estados Unidos en América Latina, se acabó”.
El centro de estudios sobre política exterior más influyente de la Unión Americana, patrocinó a un grupo de expertos independientes, presidido por el exrepresentante de Comercio de EUA, Charlene Barshefsky y el general James Thomas Hill, excomandante del Comando Sur del Pentágono, que elaboró el informe Relaciones Estados Unidos-América Latina: Una nueva dirección para una nueva realidad, en el que postulan la siguiente tesis:
“La política estadunidense ya no puede ser basada sobre la suposición de que Estados Unidos es el actor exterior más importante en América Latina”.
Recuerda también que “por más de 150 años la Doctrina Monroe ofreció los principios que guiaban la política estadunidense hacia América Latina, afirmando la primacía de Estados Unidos en las relaciones exteriores de la región. Durante las últimas dos décadas estos principios se han vuelto cada vez más obsoletos”. (La doctrina atribuida a James Monroe en 1823, el quinto presidente de Estados Unidos, pero elaborada por John Quincy Adams, se sintetiza en la máxima “América para los americanos”).
Tras argumentar la obsolescencia, postula que el marco básico de la política de Washington no ha cambiado lo suficiente para reflejar esa nueva realidad”, propone que los hacedores de políticas de la Casa Blanca hacia la región cambien su manera de pensar porque “América Latina no es de Washington para perderla; tampoco es de Washington para salvarla” y concluye que el destino del subcontinente está “en gran medida en las manos de América Latina”.
Sabedores de que el comercio estadunidense con la región creció 139 por ciento en una década, que es la principal abastecedora de petróleo con 30 por ciento de las importaciones, la mayor fuente de narcóticos ilegales y que el 15 por ciento de la población estadunidense es latinoamericana y cubre la mitad del crecimiento poblacional de EUA, los especialistas recomiendan profundizar las “relaciones estratégicas” con Brasil y México, mantener las relaciones con Venezuela, “dar una serie de pasos con el objetivo de levantar el embargo contra Cuba”.
El realismo del estudio patrocinado por el Consejo sobre Relaciones Exteriores, contrasta como la noche respecto del día con los estímulos que recibe la agudización de la crisis andina que se abrió con la invasión de tropas colombianas de territorio ecuatoriano para consumar la masacre de Sucumbíos, el 1 de marzo.
Álvaro Uribe Vélez, con el apoyo inocultable de George Walker Bush, atiza un gigantesco operativo mediático para evidenciar los presuntos vínculos de Hugo Rafael Chávez Frías y Rafael Correa Delgado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, con base en 39.5 millones de páginas, avaladas por la Policía Internacional sólo en cuanto a que no fueron alterados los archivos, pero Ronald Kenneth Noble se deslinda de la veracidad o no de la información que contenían las blindadas computadoras del comandante Raúl Reyes.
Con el fracaso parcial de los propagandistas de Casa de Nariño, tocó el turno a los profesionales de la provocación, dirigidos por Juan Manuel Santos Calderón, el ministro de Defensa de Colombia que entrevistó Silvia Lemus en su programa Tratos y retratos, de Canal 22.
Previamente, Uribe puso a buen resguardo en cárceles de Estados Unidos a 14 jefes paramilitares de extrema derecha que ya no podrán ser investigados sobre los 2 mil 400 crímenes que reconocen cometieron, de los 16 mil que se les atribuyen.
Rodrigo Tovar Pupo, con el peso de la traición presidencial, advirtió muy bien: “Esto lo hace Uribe para tapar los escándalos que se le vienen encima”. Y que difícilmente sorteará con éxito.
Acuse de recibo
El abogado Porfirio Barrera Jiménez escribe: “En tu columna Utopía 545 (16-V-08), Acuse de recibo, leí la opinión del licenciado Lamberto García Zapata, opinión que comparto y aprovecho, si me lo permites, para enviarle mi felicitación y saludo fraterno”… Por falta de espacio omití, entonces, la conclusión de García Zapata: “Que AMLO no siga la vía insurreccional, no lo reivindica, quizás si la siguiera se elevaría su imagen política, pero no tiene estatura moral ni política para ello”… El ingeniero Arturo Martínez Nateras quedó inscrito ante la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, el 12 de mayo con el folio 13, como candidato a consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral… Fausto Julio Pomar Jiménez informa que la “XXXV Convención General Ordinaria acuerda que, dada la falta de interés, atención y solidaridad que el Congreso del Trabajo ha mostrado ante el conflicto minero que cumplió ya dos años de duración, y ante su indiferencia hacia la agresión que con ese motivo sufre”, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros “renuncia en forma definitiva a ser parte integrante de éste”.
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