9/20/2025

Columnas y opinión del periódico La Jornada sábado 20 de septiembre mes de la Patria 2025


Ya no creemos en las palabras de la Presidenta
El Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU (CED) ha emitido 773 acciones urgentes sobre casos de desapariciones en México, más que en cualquier otro Estado. En este contexto, colectivos, organizaciones civiles y familias de personas desaparecidas señalan que la impunidad, la falta de recursos y la ausencia de una estrategia estructural impiden avances reales. “Las desapariciones continúan ocurriendo, y cada vez con mayor frecuencia”, señalaron en un comunicado.

De 2006 a la fecha se han registrado más de 133 mil personas desaparecidas y más de 72 mil cuerpos sin identificar. En el primer semestre de 2025, el promedio diario de personas de-saparecidas aumentó a más de 45. Entre 2017 y enero de 2025, sólo se han dictado 373 sentencias por desaparición forzada o cometida por particulares, lo que, según los colectivos, refleja un patrón de impunidad persistente

Estos datos duros, sin embargo, no dejan de ser números que no ilustran la dimensión del dolor de cada una de las familias que desconoce el paradero de un ser querido. Está, por ejemplo, el viacrucis que caminan las madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, quienes se preparan para el undécimo aniversario de la noche de Iguala.

Melitón Ortega, tío de Mauricio Ortega Valerio, estudiante desaparecido, reitera el reclamo a las autoridades por la falta de resultados y por “las artimañas para ocultar la verdad” sobre la intervención del ejército.

“Ya no creemos en las palabras de la Presidenta, en la Fiscalía General de la República, ni de la Fiscalía Especial para el caso Ayotzinapa porque han sido promesas falsas que nos han decepcionado. No necesitamos palabras bonitas, necesitamos respuestas. A 11 años no vemos luz al final del túnel. Hay decepción y tristeza”, dijo Melitón en el mitin previo a la marcha del próximo 26 de septiembre

erradicar las causas de fondo de las desapariciones, garantizar justicia y establecer un plan nacional de prevención, son algunas de las exigencias de los colectivos que llaman al gobierno mexicano a colaborar con el Comité de la ONU. Y, por supuesto, presentación con vida de sus familiares.

Desinformemonos.org

Salinas Pliego: cúmulo de salvajadas // Defraudador nacional e internacional // Toma chocolate y paga lo que debes
Mientras pasea en uno de sus lujosos yates (el Lady Moura, valuado por él mismo en 150 millones de dólares; antes fue propietario de Azteca, con un precio cercano a 35 millones de billetes verdes), vuela en uno de sus lujosos helicópteros o juega en campos de golf concesionados por su enemigo el Estado, el evasor fiscal Ricardo Salinas Pliego es feliz con sus múltiples sueños húmedos, y de ellos ahora tres lo mantienen enardecido: a) ser el Xóchitl abonero de la ultraderecha en las elecciones de 2030; b) el gobierno mexicano permitirá que no pague los 74 mil millones de pesos que adeuda al Servicio de Administración Tributaria (SAT); y c) que el Estado nacional le saque las castañas del fuego y le resuelva otro de sus múltiples chanchullos, éste de carácter internacional y valuado en 500 millones de dólares, y para ello utilice recursos públicos.

Entonces, felicidades: que siga con sus fantasías, ninguno de esos tres sueños húmedos se harán realidad. Ayer, la presidenta Sheinbaum fue puntual y le mandó sendos mensajes al magnate onanista: “toma chocolate y paga lo que debes” (los 74 mil millones de pesos hasta ahora evadidos) y “no vamos a defender que no pague a los empresarios estadunidenses; el Estado mexicano no va a asumir esa responsabilidad”, la cual, desde luego, corresponde totalmente al caradura de Salinas Pliego. Entonces, dijo la mandataria, “ya no solo le debe al fisco (mexicano), sino a dueños de fondos estadunidenses”. Eso, y lo que acumule.

Ayer en este espacio se comentó el asunto de la pajera aspiración presidencial del barón de los abonos chiquitos y los intereses de agio, y del monumental adeudo fiscal que registra, cuyo pago –con la de$intere$ada “ayuda” de la camada anterior de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación– ha ido posponiendo. Pero el tema de carácter internacional, sin ser nuevo, toma vuelo como parte de su reiterada negativa de cumplir con lo pactado, y ahora pretende que sea el Estado mexicano quien levante su tiradero.

Un año atrás en este espacio se publicó lo siguiente: “en su defensa a ultranza del impresentable Ricardo Salinas Pliego, el Poder Judicial no sólo lo mantiene impune, sino que ha comprometido al Estado mexicano en un conflicto internacional, al involucrarlo en una denuncia por falta de pago del barón, en contubernio con ‘impartidores de justicia”. De tanto jalar y jalar, finalmente rompió la cuerda, y además de contribuir a que el magnate cómodamente evada al fisco, con su mafiosa protección, ahora avienta la papa caliente al gobierno nacional y a todos los mexicanos.

“El Poder Judicial se convirtió en el escudo y conserje de Salinas Pliego y esa protección a ultranza, en demérito del Estado, ahora provoca una denuncia contra el gobierno nacional para que sean los mexicanos, y no el de los abonos chiquitos y las deudas voluminosas, quien garantice el pago del adeudo, siempre en complicidad con los ‘impartidores de justicia’ (uno de ellos, concretamente, el juez Miguel Ángel Robles Villegas del juzgado 63 civil de la Ciudad de México)”.

El punto es que los fondos de inversión Cyrus Capital Partners y Contrarian Capital denunciaron que el Poder Judicial mexicano protege a Salinas Pliego para que no pague sus deudas. En un documento del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, los inversionistas piden concluir el juicio que iniciaron en contra de la TV Azteca (que les vendió bonos) por alrededor de 400 millones de dólares (el monto crece de acuerdo con el retraso en el pago) por una deuda con dichos que se originó en 2017 y dejó de cumplir en 2021, con el pretexto de la pandemia. Y a raíz de ello, los defraudados, al amparo del T-MEC, ahora reclaman al Estado mexicano. Y éstos advierten que el magnate con aspiraciones presidenciales ha sido protegido “gracias a absurdas decisiones de la Corte mexicana”.

Bien lo dijo la presidenta Sheinbaum: no hay pretexto, “la pandemia ya pasó, ya fue; entonces, lo que estamos pidiendo al Poder Judicial, en este caso de la Ciudad de México, es que resuelva adecuadamente”, ergo, que pague el de los sueños húmedos. Ello, en espera de la siguiente salvajada del barón, que defrauda y evade aquí, allá y acullá.

Las rebanadas del pastel

Más que sueño, pesadilla: imaginen al abonero despachando en Palacio Nacional. Sería como el esquizofrénico y corrupto Javier Milei, que lleva a cabo una masacre social en Argentina; el junior Daniel Noboa y sus platanitos con polvo blanco en Ecuador, o el golpista Jair Bolsonaro en Brasil.

X: @cafevega ,cfvmexico_sa@hotmail.com

Una inauguración aceptable y las glorias de la Nueva Ola
La producción argentina 27 noches, del uruguayo Daniel Hendler, cumplió su cometido como película inaugural, ofreciendo una agradable comedia dramática sobre la edad y las oportunidades perdidas. Basado en un caso real, el relato se centra en la adinerada y reventada octogenaria Martha Hoffman (la veterana Malú Marini), cuyas hijas intolerantes la hacen internar en un siquiátrico pues la acusan de demencia.

La narrativa alterna entre las 27 noches que ella pasa en el lugar, y la entrevista que le hace un apocado perito llamado Casares (el propio Hendler), a quien tilda de “asexual y apolítico”. La película cuestiona los prejuicios que sufre una personalidad excéntrica, quien ejerce como mecenas de las artes y suele hacer regalos costosos. Por supuesto, las hijas resienten que se gaste la fortuna familiar. Al mismo tiempo, se desarrolla la manera en que la influencia de Martha motiva la relativa liberación de Casares.

Lo más satisfactorio en ese sentido es la persuasiva interacción entre Marini y Hendler, cuyas sutiles actuaciones llegan a volverse emotivas. Producida por Netflix, es evidente que 27 noches no llegará nunca a estrenarse en salas, sino se exhibirá en dicha plataforma en muy poco tiempo.

Antes de la proyección de la película, se llevó a cabo la entrega del premio Donostia a Esther García, la productora española que, en la compañía El Deseo, ha sido la principal aliada de Pedro Almodóvar.

Por otra parte, en la sección Perlak se exhibió Nouvelle vague ( Nueva ola), del estadunidense Richard Linklater, que no es más que la canción de amor más sentida que se le ha hecho a esa fundamental corriente del cine francés que, a fines de los años 50, empezó a transformar la concepción misma de la narrativa cinematográfica.

Estrenada en Cannes, donde no recibió premio alguno, la película es la divertida recreación del singular rodaje de Sin aliento, la ópera prima de Jean-Luc Godard (Guillaume Marbeck). Linklater identifica con letreros a todos los cineastas, actores, personalidades que influyeron en la Nueva Ola, de una forma u otra. Y homenajea además a Roberto Rossellini, Robert Bresson y Jean-Pierre Melville como figuras definitivas del cambio.

Ahora que las biopics no se preocupan mayormente por conseguir el parecido físico del biografiado (¿Jeremy Allen White como Bruce Springsteen?), es loable el casting realizado en este caso. Aubry Dullin y Zoey Deutch son réplicas muy convincentes de Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg, respectivamente.

Linklater caracteriza a Godard como un mamón inspirado, con permanentes gafas oscuras y sempiterno cigarrillo en la boca, cuya negativa a ser convencional lo lleva a hacer rodajes de un par de horas diarias y a no cumplir precepto alguno de la industria, para hartazgo del productor Georges de Beauregard (Bruno Dreyfürst) y de Seberg. Incluso aparece el inolvidable Pierre Risient (Benjamin Clery) como asistente de Godard. Nouvelle vague es lo mejor de la desigual filmografía de Linklater.

X: @walyder

EDITORIAL
The Washington Post reveló ayer que, en las primeras semanas del nuevo gobierno de Donald Trump, la Administración de Control de Drogas (DEA) sugirió perpetrar ataques militares en territorio mexicano, entre los que se incluían asesinatos selectivos de presuntos líderes de cárteles y la destrucción de infraestructura que, a juicio de la agencia, fuera usada por el crimen organizado. La intervención armada en México fue promovida por el entonces director interino de la agencia, Derek S. Maltz, quien se expresó “totalmente a favor” de atacar los laboratorios de producción y a los cabecillas de los grupos criminales, pero fue descartada por la Casa Blanca y el Departamento de Defensa, ahora renombrado Departamento de Guerra.

Aunque la información del rotativo no resulta sorprendente, reafirma el carácter de la DEA como uno de los organismos del gobierno estadunidense más propensos al injerencismo, la violación abierta de la legalidad internacional, la aplicación extraterritorial de la ley, las ejecuciones extrajudiciales y otros excesos inaceptables en un estado de derecho.

El impulso de la agencia para que Washing-ton violara la integridad territorial mexicana y llevara adelante operaciones militares ilegales en nuestro país ratifica una vez más el acierto de la reforma a la Ley de Seguridad Nacional enviada al Congreso por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador en diciembre de 2020. Dicha iniciativa estableció la obligación de los agentes de otros gobiernos y de las embajadas acreditadas en México cuyo personal realice actividades en materia de seguridad nacional de poner en conocimiento de las autoridades mexicanas la información que se alleguen en el ejercicio de sus funciones, con lo que puso fin al libertinaje con que se manejaron los espías estadunidenses durante las administraciones neoliberales, el cual alcanzó niveles escandalosos en el calderonato.

La DEA nunca perdonó al ex mandatario que haya terminado el uso de México como patio trasero para sus actividades encubiertas, las cuales no redundaron en ninguna disminución del trasiego de estupefacientes y, por el contrario, se dieron en un marco de complicidad con Genaro García Luna, a quien hoy las autoridades estadunidenses mantienen preso por tráfico de cocaína. Por ello, los intentos de agresión revelados ayer deben entenderse en el marco del continuo golpeteo político con que la agencia busca debilitar a los gobiernos de la Cuarta Transformación con el propósito de recuperar sus capacidades para actuar arbitrariamente en persecución de objetivos que nada tienen que ver con el combate a los cárteles.

En momentos en que Washington ya ha presumido el hundimiento de tres embarcaciones en las cercanías de Venezuela y el asesinato de sus tripulantes sin aportar prueba alguna de que se encontraran cometiendo algún delito o pertenecieran a algún grupo criminal, es imperativo insistir en que matar a personas por su supuesta participación en el tráfico de drogas, sin hacer intento alguno por detenerlas, procesarlas y demostrar su culpabilidad no es una forma de aplicación de la ley, sino la puesta en práctica de la piratería imperial y un crimen en sí mismo que merece una condena tajante por parte de todo gobierno, organismo multilateral, organización de la denominada sociedad civil e individuo comprometido con la vigencia de las leyes y el respeto a los derechos humanos.

Desde México, es urgente revisar la relación con la DEA y evaluar la pertinencia de poner en pausa toda colaboración con la agencia en tanto no se comprometa de manera explícita y creíble a conducirse con apego a las leyes mexicanas y dejar de lado la mentalidad neocolonial que guía sus acciones.

EU nuevamente frena alto el fuego en Gaza

EU nuevamente frena alto el fuego en Gaza

Ante el nuevo veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU para impedir el alto el fuego en Gaza, se vuelve a presentar ese obstáculo de uno de los que tienen realmente la decisión completa. Ante eso, aparte de las muchas críticas, ha habido diversas propuestas; una de ellas de la propia asamblea para que la prohibición exhibida por los cinco países que lo tienen la argumenten. Lo que al parecer no ha servido de nada. Además, los juristas también han fracasado.

Eso hace recordar a aquel senador gringo, Tom Conway, que rompió la carta en una asamblea. Por eso se señala el caso de potencias que ya toman sus propias decisiones fuera de la ONU, como China y Rusia. Pero, ¿qué pasa con el resto de los países ante un fracaso que se vislumbra como sucedió con la Sociedad de las Naciones que en el momento de desaparecer ya tenía 15 miembros con derecho a veto? La solución se ve lejana, pero los asesinatos en Gaza no.
Tere Gil

Pide mismo trato para todos los locatarios en alcaldía Cuauhtémoc
Parecería insistencia sobrante, mas no lo es cuando se trata de conquistar espacios mínimos de equidad en nuestra tan desigual sociedad. Esto tiene que ver con las recientes molestia y denuncia de los vecinos en la alcaldía Cuauhtémoc, en torno de las amenazas proferidas para mover nuevamente el puesto de periódicos de la esquina de Alfonso Reyes y Saltillo, colonia Hipódromo, después de décadas de ocuparla.Resulta que ayer por la mañana, los locatarios del edificio nuevo, de ese que logró un primer desplazamiento de la voceadora amenazada, instalaron un templete de cerca de 8 metros de largo fuera del establecimiento, sobre el arroyo vehicular, como se hacía durante la pandemia de covid-19 –una práctica que parece haberse ya institucionalizado–, para extender su servicio de comida a los comensales que desde la reciente inauguración acuden regularmente al lugar.Los habitantes que por ahí vivimos y/o transitamos asumimos que ese restaurante pizzero cuenta no sólo con la anuencia de la Cuauhtémoc para ocupar la vía pública, sino que se ha establecido un contrato para el uso de ese tramo de suelo y que el asunto del costo y cuotas respectivos es absolutamente claro y transparente, en tanto los ingresos de la alcaldía serían provenientes de un privado.Todo bien si es así, pero la queja de los dos edificios gentrificadores de esas esquinas que hostigan a la vendedora, dueña de su pequeño puesto, ha sido lo antiestético de contar. Uno se pregunta: ¿cuál es la diferencia, la mercancía que se expende?, ¿el tipo de público que acude?, ¿el dinero dado y las palancas con la alcaldesa?, ¿los orígenes étnicos y el color de piel de los dueños de sendos negocios?. Cualesquiera que sean las razones de esta reprobable discriminación, debe exigirse a las autoridades un trato igualitario para todos y permitir, consecuente y normalizadamente, que se otorgue el mismo derecho a todos a trabajar, cada cual en lo suyo, sin amenazas, sin represalias y en concordancia con la tranquilidad que busca y necesita la comunidad.
Manuel Javier Amaro Barriga

Ante la actividad sísmica, preparar una mochila de salvación
Los temblores y la actividad volcánica son fenómenos naturales cuyos efectos pueden ser catastróficos. En el espacio geográfico nacional, con la mayor o menor frecuencia, tenemos tres zonas sísmicas.La primera de alta sismicidad situada al sur de la Sierra Volcánica Transversal o Paralelo de 19 grados, desde Colima hasta Chiapas, de Veracruz a Colima, incluyendo a la Ciudad de México.La segunda zona, es la peni sísmica o media, al norte de la Sierra Volcánica Transversal, Baja California, de Sonora a Nayarit, hasta Veracruz pasando por Tlaxcala.La tercera zona asísmica, con escasos y raros movimientos, de Chihuahua a Tamaulipas, la Península de Baja California y la de Yucatán.Sin olvidar que tenemos la interacción de placas tectónicas que determinan las regiones de fricción, que originan los temblores.Las placas que afectan a México son: Norteamérica, del Pacífico, Caribe, Cocos y Rivera.
¿Qué hacer?, sugerimos una mochila pequeña de salvación que lleve un silbato, una USB guardando documentos valiosos, celular o radio para estar informado o recibir indicaciones, linterna, medicinas, botella con agua, dulces, galletas y llaves.Hagamos conciencia que seguirá temblando, sabemos dónde pero no cuándo.
José Balanzario Zamorate

Invitaciones
Conferencia
Brújula Metropolitana invita a la conferencia Los pendientes del caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, con Enrique González Ruiz, especialista en Derechos Humanos. La cita es hoy a las 17 horas en Misantla 11, colonia Roma Sur (sede de la Central Campesina Cardenista), a tres calles del Metro Centro Médico, salida sur-poniente, por Tehuantepec. Entrada libre. Informes: 55-5275-6418 y brujulametropolitana@yahoo.com

Análisis sobre antecedentes, actualidad y perspectivas de la canción política en México
Con el objeto de abordar los antecedentes, actualidad y perspectivas de la canción política en México, se realizará una Mesa de Análisis con la participación de Liliana García y Jorge Velasco, especialistas del tema.La cita es el sábado 20 de septiembre a las 15:00 horas, en el Museo de Historia de Tlalpan, ubicado en Plaza de la Constitución No. 10, Centro de Tlalpan.Se contará con la participación artística de Amelia Escalante.    Los esperamos.
Anthar López y Margarita Cruz


La falsificación de unos amparos a favor de dos hijos de Andrés Manuel López Obrador sin que existiera orden judicial en curso, sin que fueran mencionados en ninguna averiguación y, además, sin firmas de los representados o de su supuesto abogado, sirvió como fuente de una noticia falsa difundida por El Universal, Latinus y, una vez ya desmentida, hasta en primera plana del Reforma al siguiente día. La idea es vincular de alguna forma al ex presidente y a su familia con las investigaciones del contrabando de gasolina desde Texas. Y, para ello, levantaron amparos: para tener una fuente desde la que pudieran mentir.

Esta idea no es nueva en México: si la mentira no tiene fuente, hay que inventarla. El 9 de mayo de 2022, a un menos de un mes de las elecciones en Tamaulipas, alguien creó un portal llamado Dallas Chronicle, que simulaba ser un sitio de información. Tenía una sola “noticia”: la implicación de Morena con el huachicol, la desaparición de unos marinos, y unas supuestas cuentas en Holanda del entonces candidato Américo Villarreal, hoy gobernador de Tamaulipas. El Dallas Chronicle desapareció al día de su nacimiento pero, con base en esa “noticia”, los dirigentes de Acción Nacional, Marko Cortés, y del PRD, Jesús Zambrano, pidieron la anulación de las elecciones en Tamaulipas. La “noticia” se presentó como evidencia en un juicio electoral y, con ello, quienes hayan estado detrás de esta falsificación –presuntamente el equipo de campaña del Truko Verástegui, tío de quien ahora planea registrar un partido político mexicano a nombre de Donald Trump– inauguraron la ficción procesal. Pero las fantasías legales sólo habían nacido. Ya cuando el Prian había perdido Tamaulipas, el 19 de septiembre de 2022, se publicaron en El Universal unos supuestos cables del entonces embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, a la DEA en el que se avisaba en un inglés más desvalido que el de Peña Nieto, de una trama detectivesca: el cártel del Noreste y Morena tenía comisionados a unos marinos para que lavaran dinero para la elección del estado de México que se iba a realizar hasta el año siguiente. Si no habían servido para Tamaulipas, se podían utilizar en otra entidad. Según esos “cables”, la cuenta lavadora en Islas Vírgenes era del hijo –siempre son los hijos– de Américo Villarreal. Fue el propio Ken Salazar quien desmintió esos cables inventados: “No son de Estados Unidos y punto”, dijo. Lo curioso es que ambas noticias, la del portal que existió durante un día y la mentira de El Universal, siguieron apareciendo como válidas, no obstante que habían sido declaradas como mentiras. El efecto que quisieran lograr es que exista un telón de fondo, atmosférico, donde a Morena se le asocia con el huachicol y con actos sospechosos, si no comprobables, sí repetidos en los medios privados. El foco es Andrés Manuel y su familia porque es el combate al huachicol el que señala el punto más alto de su aprobación (80 por ciento) y su incorruptibilidad, su rasgo más entrañable para la mayoría de los mexicanos.

Esta vez existe un delito: alguien impersonó al abogado de Caro Quintero, Francisco Rodríguez Smith Macdonald para pedir los amparos porque, en una trama detectivesca, qué mejor que el litigante fuera alguien ligado al más conocido personaje del crimen organizado de México. Suplantar la identidad de alguien en un acto legal es un crimen. Los medios que lo difundieron, apenas minutos después de expedido el amparo en varios estados del país, tienen que ser parte de una red fraudulenta de confección de fuentes falsas. La discusión entonces ha querido llevarnos a debatir si los medios pueden ser castigados por sus falsedades. Ese es un debate que ya tuvimos a mediados del siglo XIX, entre la Ley Lares y la Ley Zarco, como bien lo ha estudiado Florence Toussaint.

Una, fue redactada, obedeciendo a Lucas Alamán, por Teodosio Lares, el ministro de Justicia, Negocios Eclesiásticos y Instrucción Pública de Antonio López de Santa Anna en su último periodo. Es 1853 y ahí se establece la censura previa, la posibilidad de encarcelar a los editores y de confiscarles sus imprentas, además de controlar a quienes venden los impresos. Ya Santa Anna no tuvo tiempo de usarla en todo su alcance, pero Porfirio Díaz se dio vuelo con ella. Lares fue parte del gabinete del fallido imperio de Maximiliano de Habsburgo y tuvo que exiliarse cuando Juárez expulsó al ejército invasor. Su ley establecía tres tipos de prohibiciones: contra los impresos subversivos, es decir, que eran contra la Iglesia católica, el gobierno y la vida personal de los gobernantes; sediciosa, que era publicar falsedades para provocar la desobediencia; inmorales, contra la decencia; injuriosas, contra la buena reputación; calumniosas, que agraviaran a personas o instituciones. Se basa en el principio de que no todo lo expresable puede ser benéfico para la nación y que hay quienes saben distinguir lo falso de lo verdadero por encima de los demás, y ese es el presidente Santa Anna. Lo defendible es la paz y la estabilidad, no la libertad. Del otro lado está la Ley Zarco, que garantiza la libre impresión sobre la base de un principio distinto al conservador: la autorregulación de verdad y mentira en un mercado de ideas. “Para la imprenta no hay mejor correctivo que el de la misma imprenta”, dirá célebremente Zarco. Alamán dirá lo contrario: “La imprenta no es más que un instrumento de delinquir como otro cualquiera”.

Aunque con bastantes vaivenes a la hora de implementar la libertad de imprenta –jurados ciudadanos que calificaban las publicaciones, jueces de sentencia, intromisión de los ayuntamientos– lo cierto es que esa libertad, la de expresión, es resultado de una lucha liberal y, luego, de izquierda. Sólo ha dependido de la autocontención que, desde 2018, no existe en muchos de los medios. Hay un público que sigue pensando: “¿Cómo puede ser mentira si es lo que yo pienso?”. Pero en el caso que nos ocupa, el de los amparos fabricados, existió el delito de suplantación de la identidad del abogado en cuestión. Y ese quizás sería una excepción: cuando la propia libertad incurre en un delito para hacerse pasar por la verdad. Lo que debe castigarse es el despojo, jamás la falsedad.

La dominación española en América fue en verdad salvaje. A más de las acciones “a fuego e a sangre”, la crueldad cotidiana de los primeros 30 años dio lugar a una reducción de 50 por ciento de la población nativa. Pero, además, una vez impuesta la civilización ibérica, los “beneficios” de ésta hicieron que la demografía nativa se fuera reduciendo hasta llegar, alrededor de 1650, a 5% por ciento de lo que había sido 130 años atrás. Ello sin contar con lugares como las islas del Caribe en que los pobladores originales fueron de plano exterminados, lo mismo que ocurrió, ya en el siglo XVIII, llamado “de las Luces”, en algunos lugares del México.

Primero se justificó la masacre por el ansia de obtener metales preciosos; después para nutrirse de la tierra mediante la sobrexplotación de su mano de obra, cuya condición en verdad de esclava se pretendía disimular con disposiciones en apariencia benevolentes y el manto “protector” de frailes, españoles, que coadyuvaban al sometimiento…

Unos se consideraban nacidos para mandar y gozar de las riquezas, pocas o muchas, que se obtenían con el sudor y la sangre de los nativos, quienes quedaban definidos por las propias leyes morales y cívicas para callar y obedecer.

Hubo, es cierto, uno que otro fraile que se compadeció de la situación y levantó la voz en señal de protesta, otros incluso emprendieron gestas en defensa de los vencidos.

Desgraciadamente, muchos nacidos en este suelo, con sentimientos más hispanos que mexicanos, haciendo valer su condición socioeconómica de privilegio, esgrimen los mismos argumentos pero incluso se los percibe suspirando por todo lo español, entre más cercano a su fascismo endémico, mejor.

No digamos de muchos españoles de hoy, herederos directos de ese franquismo inherente a España que tanto daño le hizo a ella misma y a la Europa occidental.

En octubre del año 2021, casi como corolario a una retahíla de barbaridades y estupideces con que elevados capos de la ultraderecha española quisieron agredir a México, donde se percibía que corruptas empresas de ese país corrían peligro, hubo quienes declararon que los españoles no conquistaron ni sometieron a los indígenas, sino que los liberaron… Uno de ellos se reputaba como representante de un mediocre equipo de futbol llamado Español, que con mucha frecuencia se halla en segunda división…

Lo sobresaliente es que tamaña imbecilidad tuvo una gigantesca cobertura de la prensa. Por fortuna la tuvo también nuestra respuesta entre gente de otra categoría.

Tomando en cuenta estas circunstancias, cobra mayor importancia el hecho de que la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco encabezara dos acciones que tuvieron un gran valor.

Por una parte, haber conseguido que la estatua de Tenamaztle, de gran calidad por cierto, primeramente escondida en un islote en el Parque Alcalde y después reunida con una muy fea de Cuauhtémoc, en el barrio de Analco, haya sido colocada en lo que puede considerarse el mero centro de la ciudad de Guadalajara, a espaldas del Teatro Degollado.

No faltaron quienes mostraron su desagrado, pero la mayoría agradecemos que ahora esté ahí.

La otra, fue la publicación de dos textos sobre Tenamaztle que subrayan lo planteado más de dos docenas atrás por Miguel León-Portilla, cuando preparó su libro La flecha en el blanco. F rancisco Tenamaztle y Bartolomé de las Casas en lucha por los derechos de los indígenas, 1541-1556, cuya primera edición se debió a El Colegio de Jalisco.

En concordancia con este libro el mencionado Colegio le puso el nombre de “Tenamaztli” al auditorio de la institución.

En este texto se habla en plural del nombre del gran héroe cazcán por dos razones: una porque es posible que haya habido al menos dos con el mismo nombre, otra, para englobar con éste a otros personajes de conducta similar que existieron más o menos en el mismo tiempo en otros lugares del continente, también merecen el recuerdo y el homenaje que en Jalisco le rendimos al gran líder indígena. A su modo también procuraron la defensa de los derechos humanos de su gente, ante la feroz arremetida de los españoles.

Mariposa mexicana
apareces de repente
con un mensaje en tus alas:
“si no es hoy, será mañana”.

Cada vez que aparecías
un pensamiento surgía:
“no te olvides en la noche
que mañana llega el día”.

La mariposa (Eduardo Carrasco-Sebastián Quezada)

En 1965 un trío de jóvenes, el cual integraban Julio Carrasco, Julio Numhauser y Eduardo Carrasco, comenzó su trabajo artístico con una presentación en la recién creada Peña Universitaria de Valparaíso. Optaron nombrarse como Quilapayún, cuyo significado es tres barbas, que es una palabra mixta extraída de la lengua mapuche. En el mes de abril de ese mismo año, en Santiago de Chile abrió sus puertas la Peña de los Parra, un lugar creado por los hermanos Isabel y Ángel Parra, hijos de Violeta Parra, que tuvo como principal elenco a Rolando Alarcón, Tito Fernández, Víctor Jara, Patricio Manns y la familia Parra, fieles exponentes del folklore y de la nueva canción chilena.

Fue Ángel Parra el primer director del Quilapayún, que con el tiempo fue sumando integrantes. Posteriormente, en 1966, conocieron a Víctor Jara durante el primer Festival del Folklore celebrado en Viña del Mar, quien aceptó y se hizo cargo de la dirección artística y que en base a la práctica y la disciplina logró las bases de una presencia escénica acompañadas de una calidad musical en ascenso. En 1966 grabaron su primer disco llamado Quilapayún: Canciones folklóricas de América, y al año siguiente el disco Canciones folklóricas de América bajo la tutela de Víctor Jara. También grabaron en España el disco Juan Capra y los Chilenos, en el cual aparecen bajo otro nombre por cuestiones contractuales.

Esos años fueron de efervescencia y de grandes cambios políticos y sociales que lograron construir la Unidad Popular y con ello llevar a la presidencia a Salvador Allende en 1970, en donde la cultura y el arte siempre acompañaron a estos movimientos, y además fueron incluidos durante los tres años en que se gobernó, hasta que llegó el golpe militar. Entre 1968 y 1973, el grupo Quilapayún grabó un total de ocho discos de larga duración, dos con la EMI Odeón y seis con la Discoteca del Cantar Popular (DICAP), compañía creada por las Juventudes Comunistas. La discografía de estos años fue mínimamente reditada en México, tanto por Discos Fotón (a cargo del Partido Comunista Mexicano) y Discos Pueblo (a cargo de Los Folkloristas), salvo la Cantata Popular Santa María de Iquique, sólo se editaron dos discos compilados. Esto se debió en parte a que la producción realizada en Chile fue destruida por la junta militar y que al no haber másters se lograron extraer de los discos editados en otros países. Para quienes nos aficionamos a este grupo, solíamos acudir a los escasos lugares en donde se vendían discos importados en donde lográbamos adquirirlos, y debido a su precio teníamos que dividirnos para seleccionarlos y compartirlos. Actualmente, por medio de las plataformas es posible escuchar casi en su totalidad las grabaciones. Años atrás, cuando todavía circulaban los discos compactos, se les fueron agregando como bonus track algunas canciones inéditas.

Para los mexicanos, el grupo Quilapayún tiene gran cercanía y ha creado una hermandad, desde que el grupo Los Folkloristas adoptó como su tema de entrada La paloma y que gran cantidad de grupos mexicanos de folklore y canto nuevo latinoamericano han interpretado hasta la fecha. En 1970, Quilapayún grabó la canción “Carabina 30-30”, que aparece en el disco Basta, y desde 1968 han grabado e interpretado canciones acerca de Joaquín Murrieta, publicando en 2023 la cantata Fulgor y muerte de Joaquín Murieta.

En 1968, Vicente Larrea diseñó el logo de Quilapayún, y en el año 2006 fue agregada una mariposa mexicana; en 2012 compusieron y grabaron la canción La mariposa, como un homenaje al pueblo mexicano. Esta especie de mariposa fue descubierta por el músico y biólogo mexicano Javier de la Maza, fallecido hace un par de años y quien nombró a esta mariposa anaranjada como Temenis laothoe quilapayunia en reconocimiento a Quilapayún, de quien era gran admirador. En los años 70, Javier de la Maza fue parte del grupo de música Lacantún, el cual interpretaba parte del repertorio latinoamericano y con el que llegó a grabar algunos discos.

Pero sin lugar a dudas, la gran contribución que Quilapayún le dio a muchos pueblos, incluyendo al pueblo mexicano, es el himno El pueblo unido jamás será vencido, mismo que ha sido adoptado por la mayoría de las organizaciones sociales de obreros, campesinos, colonos, maestros y estudiantes en su lucha por la justicia social, porque aún es necesaria la canción de la esperanza.

De pie, luchar
el pueblo va a triunfar.
Será mejor
la vida que vendrá
a conquistar
nuestra felicidad
y en un clamor
mil voces de combate se alzarán
dirán
canción de libertad
con decisión
la patria vencerá.
Y ahora el pueblo
que se alza en la lucha
con voz de gigante
gritando: ¡adelante!
El pueblo unido jamás será vencido.

El pueblo unido jamás será vencido(Sergio Ortega-Quilapayún)

* Cronista e historiador musical

En la madrugada del miércoles 10 de septiembre, 19 drones rusos, durante una ola de ataques a la vecina Ucrania, entraron al espacio aéreo polaco, con uno de los aparatos cayendo hasta 257 kilómetros dentro del país. La violación forzó el cierre de cuatro aeropuertos y la puesta en alerta de los sistemas de defensa aérea de la OTAN con los sistemas Patriot alemanes, los cazas F-16 polacos, F-35 holandeses y un avión de vigilancia AWACS italiano involucrados en la operación de intercepción en la cual “tres o cuatro drones” −según las autoridades− han sido derribados, algo que supuso −como no se cansaban de subrayar a su vez las agencias europeas− “la primera vez que la alianza tuvo que disparar sobre su territorio desde el inicio de la guerra en Ucrania [en febrero de 2022]” (t.ly/nypfp).

Si bien no es la primera ocasión que los drones rusos cruzan hasta Polonia −por ejemplo, el mes pasado uno explotó poco después de pasar la frontera−, esta vez, la escala de la incursión (“19 errores durante toda una noche no es un error”) indica que no se ha tratado de un accidente parecido.

Y dado que, como pronto se comprobó, todos han sido señuelos desarmados −los Gerberas, similares a los Geran-2 (Shahed), pero más económicos y sin ojiva (t.ly/erYHG)−, utilizados por Rusia sobre todo en misiones de distracción y a fin de saturar las defensas aéreas de Ucrania, y que dichos drones no iban dirigidos a ningún objetivo específico, todo el incidente y sus motivaciones deberían considerarse al menos en dos planos: uno militar y otro político.

Primero, la incursión fue un intento por parte de Moscú de poner a prueba las capacidades y los tiempos de respuesta de la OTAN a una escala mayor, “pero sin provocar una guerra abierta” (t.ly/UgTgJ). A pesar de que los oficiales de la OTAN y los políticos polacos se han congratulado, esta reacción ha sido muy deficiente. Sólo una pequeña porción de los aparatos fue derribada ( circa de 20 por ciento), mientras por ejemplo la misma noche, la fuerza aérea ucrania informó haber eliminado 93 por ciento de los drones en su territorio (386 de 415). Encima, una casa “destruida por un dron ruso” fue en realidad… destruida por un misil de un F-16 polaco ( sic). Pero dado que el resultado ahora será no menor, sino mayor presencia de la OTAN en Polonia (ya anunciada), y que ya se anunció también que el ejército se capacitará con sus contrapartes ucranios en tareas de intercepción, las ganancias de Rusia de este “test” en este plano son ambiguas.

Segundo, de allí, el objetivo más importante de la incursión parece haber sido poner a prueba la voluntad política del “Occidente colectivo” en seguir manteniendo su apoyo a Kiev “en un momento en que los aliados europeos ya no confían en el respaldo estadunidense” después de haber sido ignorados por Trump que −muy en contra de ellos (t.ly/P_TBo)− optó por negociar directamente con Putin. Y es Trump −que, de hecho, le restó la importancia a todo el incidente (t.ly/HkN_p)−, que parece haber sido la principal “audiencia” de este ejercicio.

En este sentido, no es una casualidad que la incursión en Polonia formó parte de la escalada de ataques rusos con drones a Ucrania después de la fallida cumbre en Alaska, que no arrojó ningunos resultados y que a su vez se entendía mejor como una distracción que Trump montó para desviar la atención de sus problemas en la política interna (t.ly/VNUBh). Era otro modo de presionar a Estados Unidos a salirse del conflicto y a desalentar a los países europeos que llaman a “redoblar el apoyo a Ucrania” (t.ly/baShk), pero de los que ninguno en realidad −como en un momento de sinceridad días después de la incursión en Polonia remarcó el canciller polaco (y para su propia y aparente tristeza…)− está dispuesto a entrar en una guerra abierta con Rusia (t.ly/9e-Ku). Aunque fuera sólo por esta admisión, el ataque, visto en este plano desde Moscú, pudo haber valido la pena.

De manera sintomática, toda la guerra en Ucrania se entiende mejor también en un plano dual como, sin que esto sea una contradicción, una “guerra proxy” de la OTAN en contra de Rusia (desencadenada por un lado por la expansión de la alianza al este y por otro por el afán “secreto” del cambio de régimen en el Kremlin) y a la vez una guerra de defensa nacional en contra de la agresión del imperialismo ruso.

Pero como bien ha observado Volodymyr Ishchenko, es una guerra proxy “rara”: una de la que hoy el socio más grande de la OTAN (Estados Unidos) se quiere salir, en la que los ciudadanos ucranios no están muy comprometidos con la defensa de su nación y en la que los objetivos del imperialismo ruso no están del todo claros −¿la “inminente invasión” de toda Europa de la que no se cansan de advertirnos las élites europeístas?− y que en cambio parece regirse más por los impulsos internos de su nacionalismo que por los objetivos imperialistas (t.ly/4RjQF).

Y es de hecho justo en el nacionalismo (estéril y performativo) donde −incapaces de inspirar a sus ciudadanos en el concepto de la “guerra proxy” y reacios a mandarlos a una guerra real− los políticos polacos, de modo “espejo” al nacionalismo ruso, juegan este conflicto.

Como el primer ministro liberal Donald Tusk −impopular y que traicionó todas sus promesas de campaña de 2023 (t.ly/FpGC0)−, que después de haber anunciado histéricamente que el ataque de los drones rusos “trajo a Polonia más cerca de un conflicto militar desde la Segunda Guerra” ( sic), lo aprovechó, muy al estilo de Trump respecto a lo de Alaska, como una distracción de sus problemas internos. Para jugar la carta nacionalista y −al fomentar más paranoia antirrusa (t.ly/GQQsn)−, cerrar las filas bajo la bandera del “frente unido liberal-iliberal contra Moscú” con el presidente ultraconservador con el cual está enemistado (Karol Nawrocki) y volverse aún más indistinguible de la propia extrema derecha.

Hay secuencias que resumen épocas. El pasado 31 de agosto, mientras la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aterrizaba de emergencia en Plovdiv (Bulgaria) tras ver saboteado el sistema GPS del avión en el que viajaba, los presidentes de Rusia e India, Vladimir Putin y Narendra Modi, aterrizaban con los sistemas de navegación intactos en Tianjin, donde fueron recibidos con todos los honores por su homólogo chino, Xi Jinping. Mientras Europa revolotea a la deriva, el eje del mundo se mueve a Asia.

Sin restar importancia al supuesto sabotaje, cabe señalar que el GPS de Von der Leyen lleva tiempo averiado. Un verano desastroso la ha dejado al borde del precipicio, hasta el punto de que ya se han puesto a circular varios globos sonda sobre un posible relevo. La última palabra, probablemente, la tenga el canciller alemán, Friedrich Merz, que estaría sopesando presentarla para el cargo –más simbólico que ejecutivo– de presidenta de su país. Una elegante forma de quitarse de en medio a una líder que no da más de sí, si alguna vez dio algo, y a la que sus propios aliados conservadores empiezan a ver como un lastre.

Los tropezones han sido incontables. En política interna, ha traicionado una y otra vez a la mayoría que le permitió ser relegida como presidenta de la Comisión (socialdemócratas, liberales y verdes, principalmente), para arrimarse a la extrema derecha. En ese camino, ha aislado al resto de comisarios (secretarios del Gobierno europeo), relegándolos a poco más que figurantes y ha dado la vuelta a su programa de gobierno como a un calcetín. Hace cinco años había que combatir la crisis climática, ahora hay que armarse a toda costa.

En política exterior, el unilateral cierre de filas de Von der Leyen con Israel durante el genocidio de Gaza ha levantado ampollas. Primero, porque ha asumido un protagonismo en política exterior que no le corresponde, y segundo, porque su defensa del sionismo –que bebe de la atormentada relación de Alemania con Israel– es un insulto para miles de europeos.

La puntilla, decíamos, ha llegado este verano, con el humillante acuerdo firmado con Donald Trump. Europa se ve obligada a aceptar aranceles generales de 15 por ciento no recíprocos, a gastar 750.000 dólares en semiconductotres, gas, petróleo y energía nuclear estadunidenses y a invertir otros 600.000 dólares en el país. No es un acuerdo, es un contrato de servidumbre que, además, no sirve para evitar la guerra, porque no hace sino alimentar la lógica intimidatoria de Trump. No sólo es un acuerdo injusto, es que sobre todo es profundamente estúpido.

“¿Hasta qué punto aceptaremos nosotros, ciudadanos de la Unión Europea, la sumisión?”, se ha preguntado el ex comisario europeo de Mercado Interior y Digital Thierry Breton, quien pone como contraejemplo a México y Canadá, que tras aguantar algo más el pulso y encarar las negociaciones con mayor determinación, han logrado mejores condiciones que los europeos. “Digámoslo claramente: otro camino que no sea la sumisión era posible”, añadió en un reciente artículo. El malestar es generalizado.

En este contexto está adquiriendo voz propia Mario Draghi, ex presidente del Banco Central Europeo (BCE) y ex primer ministro de Italia. Se deja ver y, sobre todo, escuchar. Y muchos de quienes lo escuchan lo querrían ver en el trono de Bruselas. El suspiro de un establishment que anhela una Europa con voz propia, pero sin apenas cambiar las reglas de juego, se escucha en todo el continente.

Discreto pero vanidoso, Draghi se deja querer y eleva el tono contra la administración Von der Leyen, por cuyo encargo hace un año elaboró un extenso informe para reindustrializar y relanzar la Unión Europea. El italiano le acaba de afear a la cara haber ignorado el fondo del informe, que considera que la UE se ha enterado tarde y mal de que el mundo está cambiado. Como receta, defiende inversiones masivas y emisión de deuda comunitaria, todo un anatema para la ortodoxia europea –es decir, alemana–.

Es una música que suena bien, pero la partitura esconde giros peligrosos, como mayores desregulaciones y menores objetivos climáticos. ¿Es Draghi lo que necesita la Unión Europea? Es difícil descifrar el hermetismo del italiano, pragmático y flexible durante su carrera profesional. El defensor de cierto intervencionismo durante la crisis del euro fue previamente el principal responsable de las grandes privatizaciones italianas en los años 90, en pleno auge del neoliberalismo. Una máxima de Reinhold Niebuhr le acompaña, según confesión propia: “Deme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el coraje para cambiar las cosas que puedo cambiar, y la sabiduría para entender la diferencia”.

Draghi es el señor del whatever it takes, la frase con la que, desde el BCE, dio a entender a los mercados que no iban a dejar caer el euro y la UE en plena crisis de la Eurozona, en 2012. El aura de salvador lo acompaña y Bruselas necesita la salvación. Draghi es quizá lo que esta Unión Europea necesita para sobrevivir. Otra cuestión es si esta Unión Europea es la que el continente necesita.

Escuché alguna vez a un profesor criticar la inclusión de calidad y excelencia en el artículo 3º de la Constitución. Decía que, aunque suenan positivos, estos términos son redundantes y ocultan desigualdades de clase, género y cultura. La “calidad” terminó reducida a parámetros de evaluación y control, subordinando la pedagogía a indicadores técnicos. Ahora bien, a diferencia de la excelencia, que opera como distinción elitista, la calidad educativa sí tiene un reconocimiento sólido en la discusión internacional y ha servido para evaluar pertinencia, equidad y relevancia. Podría ser una ruta de mejora si se libera de su sesgo tecnocrático y se replantea desde lo pedagógico y lo social, entendida no como control, sino como compromiso con la equidad y el derecho a aprender, capaz de orientar políticas que respondan a las necesidades de las mayorías y a la diversidad cultural del país.

Hoy aparecen con fuerza múltiples cursos y capacitaciones bajo un nuevo concepto: el coaching educativo; éste se presenta como una metodología innovadora que busca “potenciar el rendimiento”, “empoderar al alumno” y “desarrollar su máximo potencial”. Sin embargo, en la práctica se traduce en estrategias burdas que poco hacen por cambiar la realidad social y laboral de las y los docentes. Su retórica motivacional promete acompañamiento y transformación, pero termina ofreciendo soluciones superficiales que ignoran los problemas estructurales, como la sobrecarga administrativa, falta de recursos, desigualdades salariales, condiciones de trabajo precarias, etcétera.

La calidad (mal entendida) traslada al docente la obligación de responder a indicadores externos; la excelencia coloca sobre el estudiante la presión de sobresalir frente a sus pares, y el coaching interpela a cada individuo para que descubra y explote su potencial. En los tres casos se sostiene una narrativa individualizante (“si quieres, puedes”) que invisibiliza las desigualdades de recursos, las brechas culturales y las discriminaciones históricas de género y etnia. Bajo esta lógica, el discurso motivacional del coaching no representa una verdadera innovación, sino que reproduce el mismo espejismo, responsabilizar a docentes, alumnas y alumnos de problemas estructurales más amplios, como aulas saturadas, carencia de infraestructura, desigualdad digital o ausencia de apoyos comunitarios.

El riesgo del espejismo motivacional que plantea el coaching educativo es similar al de los discursos de la excelencia, se sostienen en un vocabulario empresarial (rendimiento, competencias, empoderamiento) que desplaza la atención de los problemas reales del sistema. Su atractivo radica en que parecen soluciones modernas y positivas, pero en el fondo terminan responsabilizando al docente y al alumno de carencias estructurales mucho más amplias. Si un estudiante no mejora, la explicación no puede reducirse a que “le faltó autoconciencia” o que “no desarrolló su potencial”; lo que debe revisarse son las condiciones materiales y sociales que limitan el aprendizaje.

En cierta medida, tanto la calidad como la excelencia han funcionado como dispositivos de distinción, civilización y obediencia. La excelencia, dijo mi profesor, busca imponer una cultura de “buenas maneras”, donde lo popular debe aspirar a modelos impuestos desde arriba, legitimando la obediencia y el mérito como caminos únicos hacia el reconocimiento. La calidad, por su parte, se presenta como un saber técnico y honorable, pero en realidad opera como mecanismo de vigilancia que normaliza la idea de que las mayorías (en especial el magisterio) deben someterse a estándares externos, casi como en una república platónica gobernada por expertos. Ambas categorías esconden un proceso civilizatorio que, bajo la apariencia de neutralidad, reproduce jerarquías de clase y saber.

El coaching educativo se inserta en esta misma lógica, aunque bajo una envoltura más amable. Se promociona como una alternativa horizontal, basada en la empatía y la motivación, pero en el fondo mantiene el carácter ilusorio de las viejas promesas: responsabilizar al individuo de su éxito o fracaso. Así como la excelencia distingue y la calidad controla, el coaching propone que basta con “descubrir el propio potencial” para transformar la realidad, soslayando las condiciones estructurales que limitan el trabajo docente y el aprendizaje. Con ello, se convierte en una nueva versión del mismo proceso civilizatorio, fórmulas aparentemente innovadoras que, lejos de cambiar la situación social y laboral de maestros y alumnos, terminan reforzando la desigualdad.

* Profesor

El estudio científico más amplio realizado hasta el momento sobre el efecto cancerígeno del glifosato mostró resultados alarmantes: aún en dosis permitidas por las regulaciones, la exposición prolongada a este agrotóxico y otros componentes de sus formulaciones comerciales causaron múltiples formas de cáncer (Panzacchi, S. et al, 2025, Environmental Health, https://doi.org/10.1186/s12940-025-01187-2).

Es algo que las personas en zonas de siembra y aledañas a los cultivos donde se usa glifosato en todo el mundo vienen sufriendo y que junto a organizaciones ambientales y de agricultura campesina han denunciado repetidamente. El Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIRC) de la OMS declaró desde 2015 que el glifosato es cancerígeno y varios estudios posteriores mostraron neurotoxicidad, deformaciones y mortalidad neonatales vinculados al glifosato. Las transnacionales fabricantes de venenos agrícolas, como Bayer-Monsanto, se han dedicado a denostar estos resultados, acosando a investigadores y periodistas que informan sobre estudios críticos (Carey Gillam, https://shorturl.at/sgSi5).

A 10 años de la declaración de la OMS; un estudio coordinado por el Instituto Ramazzini de Italia confirmó sus hallazgos y agregó nuevos elementos preocupantes.

Los investigadores del nuevo estudio administraron glifosato solo y en formulación de dos herbicidas comerciales, a ratas Sprague-Dawley desde antes de su nacimiento hasta el fin de su vida, aproximadamente dos años. Las dosis utilizadas fueron equivalentes a los niveles “seguros” actualmente autorizados en la Unión Europea, desde el nivel denominado “ingesta diaria aceptable” hasta el nivel “sin efecto adverso observado”.

Daniel Mandrioli, del Instituto Ramazzini, resumió sus conclusiones: “Lo que descubrimos con nuestro estudio es que el glifosato y los herbicidas a base de glifosato provocaron leucemia y una serie de otros tumores en dosis que actualmente se consideran seguras” (Agencia Tierra Viva, https://shorturl.at/6dGiM).

Comprobaron un aumento significativo de cánceres como leucemias, tumores de piel, hígado, tiroides, páncreas, sistema nervioso; también inicio temprano en tumores raros en ratas: la mayoría de muertes por leucemia ocurrieron antes del primer año de vida. Además, comprobaron efectos desde la vida prenatal, ya que la exposición a glifosato comenzó en madres gestantes, todo ello reproduciendo un escenario realista de exposición humana.

Los autores consideran que este estudio, por su duración y la cantidad de animales que se usaron –más de mil y grupos de control– representan una evidencia sólida de la capacidad cancerígena del glifosato y sus formulaciones, evidencias que son consistentes con datos epidemiológicos en humanos.

Bayer ha desatado una campaña de desprestigio contra el Instituto Ramazzini, aunque forma parte de un amplio proyecto internacional. Este estudio es una de las líneas de trabajo del proyecto “Estudio Global del Glifosato”, dirigido por el Centro de Investigación del Cáncer Cesare Maltoni del Instituto Ramazzini en Italia, pero también involucra a científicos del Boston College, la Universidad George Mason y la Escuela de Medicina Icahn de Estados Unidos, el King’s College de Londres, el Centro Científico de Mónaco, la Universidad de Bolonia, el Instituto de Biología Agrícola y Biotecnología del Consejo Nacional de Investigación de Italia, el Instituto Nacional de Salud de Italia y el Comité Nacional de Seguridad Alimentaria del Ministerio de Salud de Italia.

Desde que Bayer compró Monsanto en 2018 está bajo intensa presión por las decenas de miles de demandas legales en Estados Unidos. Luego de haber sido sentenciado en su contra en varias ocasiones y haber hecho acuerdos en más de 100 mil demandas en Estados Unidos por cerca de 12 mil millones de dólares, aún tiene pendientes, a mayo de 2025, otras 61 mil demandas por cáncer y enfermedades graves causadas por glifosato en sus productos. En 2025 perdió dos juicios de gran cuantía, una sentencia en su contra en Georgia por 2 mil millones de dólares y otra en Misuri por 611 millones de dólares. Por ello el gobierno de Estados Unidos está promoviendo “leyes de inmunidad” que pretenden impedir que los afectados por la toxicidad del glifosato y otros agrotóxicos puedan demandar a las empresas (Agencia Tierra Viva, https://shorturl.at/6dGiM).

La regulación europea sobre glifosato, siendo insuficiente, es más restrictiva que la existente en México, América Latina y Estados Unidos. Aunque México recientemente prohibió 35 moléculas de diferentes agrotóxicos, lo hizo bordeando cuidadosamente no afectar la venta de los principales agrotóxicos usados en el país, como el glifosato y neonicotinoides, que están devastando la apicultura, para no confrontarse con los intereses de las grandes trasnacionales de agrotóxicos (https://shorturl.at/n6qOf). Intereses que sus cabilderos intentarán reforzar aún más en la próxima revisión del T-MEC. Al contrario de lo que han afirmado fuentes empresariales y gubernamentales, existen una gran cantidad de alternativas para eliminar estos agrotóxicos de la producción y la alimentación, muchas fueron presentadas por el Conahcyt en 2024. Es hora de apoyarlas y ya no ceder al cinismo homicida de las trasnacionales de agronegocios.

La reciente noche del sábado 13 de septiembre de 2025, la incomparable trompetista inglesa Alison Balsom se presentó en la legendaria última noche de los conciertos Proms de la BBC, en el londinense Royal Albert Hall, para tocar el Concierto para trompeta de Johann Nepomuk Hummel, acompañada de Elim Chan dirigiendo a la Orquesta Sinfónica de la BBC. Esa fue su despedida de los escenarios, después de dos décadas y media de una deslumbrante carrera pública y casi cuatro décadas desde que tomó en sus manos su primera trompeta. Con 46 años de edad, su decisión representa un retiro en la cúspide absoluta de su carrera, una carrera que la vio posicionarse desde muy temprano como la intérprete preeminente de su instrumento en nuestro tiempo. Una vez que su trayectoria despegó, Balsom nunca miró hacia atrás, y rápidamente se convirtió en la gran estrella de la trompeta clásica, aunque también abordó otros géneros y estilos. Lo que muy poca gente sabe o recuerda es que poco antes de ese despegue definitivo, Alison Balsom vino a México a tocar en noviembre de 2006. La prestigiada revista inglesa Gramophone la había destacado poco antes como “una superestrella del mañana”, y Balsom se presentó en la Ciudad de México con la Orquesta del Nuevo Mundo para interpretar, de manera impecable, música de Händel y Scarlatti, y el indispensable Concierto para trompeta de Haydn. Sobra decir que fui corriendo a escucharla y esa noche, gracias a los buenos oficios de Bob Schwendeman, por entonces gerente de la orquesta, pude tener un breve y fructífero coloquio con ella, entonces de 27 años de edad, cuyo resultado fue publicado en estas páginas el 2 de diciembre de 2006. Hablamos de sus tutores, de su repertorio, de las distintas trompetas de su arsenal, de sus primeros discos (por entonces había grabado sólo tres), de sus trompetistas favoritos (Hardenberger, Marsalis, Gillespie, Friedrich) y de sus planes inmediatos. Sobre sus interpretaciones en ese concierto, escribí entonces: “Ataques precisos y seguros, un legato de gran control y expresividad, articulaciones dobles, triples y hasta cuádruples de gran limpieza y un sonido de amplia gama dinámica fueron las características perceptibles en la actuación de Balsom”.

La revista Gramophone no se equivocaba, y lo que percibí esa noche no hizo más que crecer y perfeccionarse, y poco después, Alison Balsom ya era la superestrella pronosticada. Diecinueve años más tarde, hizo una interpretación potente y luminosa de Hummel para decir adiós con enorme elocuencia. Como antídoto contra su ausencia de los escenarios, deja tras de sí la herencia tangible y audible de una discografía ejemplar, colección indispensable para entender el desarrollo y evolución del repertorio para la trompeta. Ahí hay, en el extremo antiguo del repertorio, música de Sweelinck y de los barrocos básicos, en versiones originales o transcripciones: Vivaldi, Torelli, Tartini, Händel, Purcell, Scarlatti, Marcello, Albinoni, así como un cedé monográfico dedicado a Bach. Y con ellos, algunos menos conocidos, pero ciertamente interesantes, como Lazzari, Jacchini o Melani. Ahí están, también los conciertos fundacionales del repertorio: Haydn, Hummel, Neruda, Torelli, Fasch, Arutiunian. Y como complemento ideal, espléndidas versiones de música más nueva y de una amplia variedad de estilos y lenguajes: Hindemith, Lindberg, Maxwell-Davies, Martinů, Bernstein. Piazzolla, Legrand, Kosma, Reihhardt, Messiaen, Tomasi, Eben, Takemitsu, McMillan, Zimmermann. A lo largo y ancho de esta discografía, Alison Balsom toca sola, con piano, con órgano, con ensamble de cámara, con dotación de jazz, con orquesta sinfónica; y en algunos de sus registros de música barroca toca la trompeta natural, instrumento que llegó a dominar con la misma excelencia que las modernas trompetas de pistones.

Ante su categórica afirmación de que nunca volverá a tocar en un escenario, queda flotando la esperanza de que algún día decida entrar de nuevo al estudio de grabación; cosa poco probable porque, como ella misma lo ha dicho con la lucidez y honestidad que siempre la han caracterizado, “una no se puede dedicar un poquito a la trompeta”.

En vez de lamentar el retiro de Alison Balsom, la gran dama de la trompeta, prefiero celebrar su carrera y su legado escuchando una vez más su discografía entera y mirando los numerosos videos de sus interpretaciones de obras que no grabó. Recomiendo enfáticamente a mis lectores hacer lo mismo; les esperan largas horas de gozo incomparable.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario