II Congreso Internacional Estudios de
Género y Políticas de Igualdad
Por Lucía Lagunes Huerta/enviada
Málaga, Es., 27 marzo 08 (CIMAC).- La imagen pública que transmiten los medios de comunicación sobre las mujeres es sexista y discriminatoria, al encasillarlas en lo doméstico y en el cuidado de los otros. Desde la publicidad hasta los medios informativos, la legitimación del estereotipo femenino se sigue reproduciendo todos los días mostrándolo como natural.
Las cifras de diversos estudios realizados sobre la imagen pública de las mujeres confirmaron esta aseveración: en los noticieros televisivos se cita en 79 por ciento de los casos a los varones frente a un 21 por ciento de las mujeres, en tanto que en la radio esta tendencia baja al 18 por ciento de mujeres, además que en la mayoría de las entrevistadas no se cita la profesión que desempeñan y, por el contrario, se destaca el estado civil de las mujeres y si tienen hijas e hijos, explicó la consejera para la igualad y bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro Garzón.
En tanto, explicó la consejera en sus palabras de inauguración, la publicidad sigue usando el cuerpo femenino como gancho y muestra a las mujeres en el ambiente doméstico como el espacio “natural” de ellas.
Con estas aseveraciones y ante 400 participantes, iniciaron ayer miércoles los trabajos del II Congreso Internacional Estudios de Género y Políticas de Igualdad, la imagen pública de la mujer, que se realiza en Málaga, España, bajo el auspicio del Instituto Andaluz de la Mujer y la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social.
MEDIOS DOBLEGADOS
Los medios de comunicación que se caracterizan por la constante innovación, hoy se encuentran doblegados ante la domesticidad de las mujeres y la domesticación del cuerpo femenino, al mantener y naturalizar los estereotipos femeninos, como adherencias históricas.
Usando la metáfora de una vasija en el fondo del mar, donde con el paso del tiempo se llena de adherencias que parecieran naturales, Soledad Murillo de la Vega, secretaria general de Políticas de Igualdad, del Estado español, explicó cómo los medios de comunicación no han logrado trascender esas adherencias y comprender y transmitir el concepto de igualdad.
Reconociendo el papel fundamental que tienen los medios de comunicación en nuestras sociedades como transmisores de información y como formadores de significados.
Y precisamente en este papel de formadores de significados es que los medios de comunicación tienen el reto: transformar el significado de lo femenino, de las mujeres, para colocarlas en equivalencia e igualdad, explicó Murillo.
Para ello es necesario que las mujeres impugnen la domesticidad, entendida ésta como la función destinada de las mujeres a la atención de los otros y a la renuncia de lo personal. Implica que las mujeres vindiquen el derecho a la particularidad, a la autonomía.
Es necesario, insistió Murillo, que la sociedad deje de expropiar el tiempo de las mujeres para colocarlo al servicio de los otros, no sólo de los enfermos y de las y los ancianos, son de los seres independientes como son su prole y sus parejas sentimentales.
A la par, continuó la Secretaria General de Políticas de Igualdad, es necesario que las mujeres se apropien de su cuerpo, lo habiten y dejen aun lado el discurso del defecto, pues ello ha llevado a que las mujeres se vivan como un cuerpo para el placer masculino, un cuerpo a revertir, a reconstituir y a arrebatar.
El discurso del cuerpo femenino defectuoso, continuó la funcionaria, ha hecho que las mujeres dediquen mucho tiempo para corregir parte por parte su cuerpo, todo para agradar a los hombres.
Para lograr la transformación de los significados, explicó, es necesario que los medios se democraticen no sólo en el contenido informativo sino dentro de sus estructuras, en los espacios de decisión.
Desde la sociedad, el movimiento de mujeres y las instancias gubernamentales responsables de impulsar políticas de igualdad para las mujeres, es necesario acordar con los medios sistemas de autorregulación que implique convenios que puedan ser medibles en su aplicación.
El II Congreso Internacional Estudios de Género y Políticas de Igualdad; la imagen pública de la mujer, concluirá el próximo viernes, en donde participan periodistas, investigadoras funcionarias públicas y feministas, quienes a lo largo de tres días trabajan en la reflexión a través de paneles de discusión y en la práctica por medio de talleres.
08/LLH/GG/CV
Málaga, Es., 27 marzo 08 (CIMAC).- La imagen pública que transmiten los medios de comunicación sobre las mujeres es sexista y discriminatoria, al encasillarlas en lo doméstico y en el cuidado de los otros. Desde la publicidad hasta los medios informativos, la legitimación del estereotipo femenino se sigue reproduciendo todos los días mostrándolo como natural.
Las cifras de diversos estudios realizados sobre la imagen pública de las mujeres confirmaron esta aseveración: en los noticieros televisivos se cita en 79 por ciento de los casos a los varones frente a un 21 por ciento de las mujeres, en tanto que en la radio esta tendencia baja al 18 por ciento de mujeres, además que en la mayoría de las entrevistadas no se cita la profesión que desempeñan y, por el contrario, se destaca el estado civil de las mujeres y si tienen hijas e hijos, explicó la consejera para la igualad y bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro Garzón.
En tanto, explicó la consejera en sus palabras de inauguración, la publicidad sigue usando el cuerpo femenino como gancho y muestra a las mujeres en el ambiente doméstico como el espacio “natural” de ellas.
Con estas aseveraciones y ante 400 participantes, iniciaron ayer miércoles los trabajos del II Congreso Internacional Estudios de Género y Políticas de Igualdad, la imagen pública de la mujer, que se realiza en Málaga, España, bajo el auspicio del Instituto Andaluz de la Mujer y la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social.
MEDIOS DOBLEGADOS
Los medios de comunicación que se caracterizan por la constante innovación, hoy se encuentran doblegados ante la domesticidad de las mujeres y la domesticación del cuerpo femenino, al mantener y naturalizar los estereotipos femeninos, como adherencias históricas.
Usando la metáfora de una vasija en el fondo del mar, donde con el paso del tiempo se llena de adherencias que parecieran naturales, Soledad Murillo de la Vega, secretaria general de Políticas de Igualdad, del Estado español, explicó cómo los medios de comunicación no han logrado trascender esas adherencias y comprender y transmitir el concepto de igualdad.
Reconociendo el papel fundamental que tienen los medios de comunicación en nuestras sociedades como transmisores de información y como formadores de significados.
Y precisamente en este papel de formadores de significados es que los medios de comunicación tienen el reto: transformar el significado de lo femenino, de las mujeres, para colocarlas en equivalencia e igualdad, explicó Murillo.
Para ello es necesario que las mujeres impugnen la domesticidad, entendida ésta como la función destinada de las mujeres a la atención de los otros y a la renuncia de lo personal. Implica que las mujeres vindiquen el derecho a la particularidad, a la autonomía.
Es necesario, insistió Murillo, que la sociedad deje de expropiar el tiempo de las mujeres para colocarlo al servicio de los otros, no sólo de los enfermos y de las y los ancianos, son de los seres independientes como son su prole y sus parejas sentimentales.
A la par, continuó la Secretaria General de Políticas de Igualdad, es necesario que las mujeres se apropien de su cuerpo, lo habiten y dejen aun lado el discurso del defecto, pues ello ha llevado a que las mujeres se vivan como un cuerpo para el placer masculino, un cuerpo a revertir, a reconstituir y a arrebatar.
El discurso del cuerpo femenino defectuoso, continuó la funcionaria, ha hecho que las mujeres dediquen mucho tiempo para corregir parte por parte su cuerpo, todo para agradar a los hombres.
Para lograr la transformación de los significados, explicó, es necesario que los medios se democraticen no sólo en el contenido informativo sino dentro de sus estructuras, en los espacios de decisión.
Desde la sociedad, el movimiento de mujeres y las instancias gubernamentales responsables de impulsar políticas de igualdad para las mujeres, es necesario acordar con los medios sistemas de autorregulación que implique convenios que puedan ser medibles en su aplicación.
El II Congreso Internacional Estudios de Género y Políticas de Igualdad; la imagen pública de la mujer, concluirá el próximo viernes, en donde participan periodistas, investigadoras funcionarias públicas y feministas, quienes a lo largo de tres días trabajan en la reflexión a través de paneles de discusión y en la práctica por medio de talleres.
08/LLH/GG/CV
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